📝HISTORIA EN BREVE

  • Los antidepresivos ISRS son uno de los medicamentos más dañinos y se relacionan con tasas elevadas de abuso
  • Algunos de los efectos secundarios más comunes de los ISRS (y los IRSN) incluyen entumecimiento emocional, agitación severa, trastorno bipolar, deterioro cognitivo, disfunción sexual y defectos de nacimiento
  • Existe una negación por parte del campo de la psiquiatría con respecto a los problemas que se relacionan con los ISRS, lo que ha provocado mucha confusión alrededor de los efectos secundarios de estos medicamentos, que suelen malinterpretarse como signos de una enfermedad mental preexistente, lo que provoca que los pacientes reciban más medicamentos y eso puede tener consecuencias catastróficas
  • Los ISRS, al igual que las drogas estimulantes (por ejemplo, la cocaína), son muy adictivos y causan enfermedades graves durante la abstinencia, que es un problema que afecta a casi la mitad de las personas que toman estos medicamentos
  • La abstinencia de los ISRS es muy difícil y hay muy pocos recursos para ayudar a las personas que tratan de dejarlos

🩺Por A Midwestern Doctor, autor invitado

Siempre que le pregunto a un médico holístico qué clase de medicamentos populares creen que representan la peor amenaza para la sociedad, siempre mencionan los ISRS.

Nota: las estatinas , los AINE como el ibuprofeno y los medicamentos IBP para el reflujo ácido también suelen mencionarse como parte de esta respuesta.

Esto se debe a que los ISRS causan más daños que beneficios (muy pocos pacientes con depresión tienen un tipo metabólico que responde a los ISRS) y se relacionan con una gran cantidad de efectos secundarios graves que suelen tener un impacto profundo en la vida de las personas. Por ejemplo, en una encuesta que se realizó a 1829 pacientes1 que tomaban antidepresivos en Nueva Zelanda:

El 62 % dijo que experimentaba algún tipo de disfunción sexual

El 60 % sentía entumecimiento emocional

El 52 % dijo que no se sentían como ellos mismos

El 39 % dijo que dejó de sentir empatía

El 47 % dijo que experimentaba agitación

El 39 % dijo que tuvo pensamientos suicidas

Muchos de estos problemas pueden tener un impacto profundo en las personas (por ejemplo, la disfunción sexual a causa de los ISRS suele ser permanente y muchas veces empeora el problema de depresión, mientras que el entumecimiento emocional quita la alegría de vivir y puede hacer que las personas pasen años o mucho más, en situaciones emocionalmente tóxicas).

Peor aún, los ISRS son algo únicos en el sentido de que incluso pueden dañar a las personas que no los toman, ya que pueden causar violencia psicótica, que incrementa el riesgo de suicidio, homicidio y, en muchos casos, tiroteos masivos. Además, la industria farmacéutica siempre supo sobre estos efectos secundarios, pero decidió ocultar toda la evidencia para vender los medicamentos ( pero tuvo que revelar esta información después de varias demandas).

Nota: otro ejemplo de un producto farmacéutico que daña a las personas que no lo reciben es la vacuna antiCOVID, ya que ciertos receptores la diseminan y liberan sus componentes al exterior, hasta el punto en que varios lectores nos compartieron que este problema causó estragos importantes en su vida.

Las ganancias siempre por encima de la salud pública

La conducta abominable de la industria médica cobra sentido cuando sus acciones se analizan a través de una lente comercial que solo busca maximizar las ventas. Esta es la razón por la que, en lugar de prohibir los ISRS, se convirtieron en uno de los medicamentos más populares de la historia (por ejemplo, se estima que en 2027, producirán ganancias de 18.27 mil millones de dólares2) y por la que han hecho todo los posible por ocultar sus efectos secundarios. Estas son algunas de sus tácticas sucias.

La medicina convencional opera como una rama de la industria farmacéutica

Un principio clásico en marketing es lanzar una red lo más amplia posible para llegar a sus clientes y luego atraer poco a poco a algunos de esos clientes hacia productos cada vez más costosos. Esta táctica se conoce como "embudo de ventas", y en el caso de los ISRS se aplicó de la siguiente manera:

  • Tras años de campañas de marketing casi increíbles (que se analiza más adelante), se cambió la definición de depresión para incluir las emociones negativas normales de la vida. Por esta razón, la depresión se volvió tan subjetiva que fue posible comercializarla entre casi toda la población y muchas veces, los pacientes piden a sus médicos que les prescriban un ISRS después de atravesar cualquier desafío emocional.
  • Existen muchos programas de detección masiva para que los médicos diagnostiquen si alguien tiene depresión (por ejemplo, esto se hace como parte del chequeo regular de mujeres embarazadas y personas de edad avanzada).
  • Una vez que un paciente se diagnostica con “depresión”, en lugar de utilizar enfoques naturales que traten de manera efectiva este problema, el sistema médico presiona mucho para que el paciente tome ISRS.
  • Los ISRS se relacionan con una serie de problemas psiquiátricos que requieren medicamentos psiquiátricos que son aún más fuertes.

Un efecto secundario del que pocos hablan

Dado que los ISRS son estimulantes, suelen causar manías. Uno de los efectos secundarios más comunes de estos medicamentos es el trastorno bipolar (una enfermedad en la que se alterna entre un estado depresivo y uno maníaco).

Para poner esto en contexto, en 1955, el trastorno bipolar afectaba a 1 de cada 13 000 personas, y la mayoría de los pacientes que acudían al hospital por un episodio maníaco se recuperaban por completo. En la actualidad, el trastorno bipolar afecta a 1 de cada 20 a 50 personas y el 83 % sufren un deterioro grave en algún aspecto de su vida como resultado de este problema de salud.3 Hay muchos estudios que relacionan el trastorno bipolar con los ISRS, por ejemplo:

• Los investigadores de Yale revisaron los registros de 87 290 pacientes que se diagnosticaron con depresión o ansiedad entre 1997 y 2001, y determinaron que las personas que recibieron antidepresivos desarrollaron trastorno bipolar a una tasa del 7.7% por año (tres veces mayor que la tasa de las personas que no tomaron estos medicamentos), lo que en última instancia provocó que entre el 20 % y el 40 % de los pacientes con depresión desarrollaran trastorno bipolar.4

• Una encuesta descubrió que el 60 % de los pacientes con trastorno bipolar desarrollaron su enfermedad después de recibir un ISRS para la depresión.5

• Peter Breggin dijo que, de 184 pacientes que comenzaron a tomar Prozac, Zoloft o Paxil, 11 desarrollaron manía y 8 psicosis, y en Yale, el 8 % de 533 admisiones consecutivas fueron por manía o psicosis a causa de antidepresivos, y dos pacientes escuchaban voces que les ordenaban que se suicidaran.6

Nota: el campo psiquiátrico evade este problema cuando afirma que los ISRS solo “desenmascaran” el trastorno bipolar latente que un paciente siempre tuvo, aunque es probable que si no hubiera tomado el ISRS en primer lugar, no se habría "desenmascarado" este trastorno en absoluto.

Del mismo modo, desde que los medicamentos psiquiátricos se volvieron más populares, el trastorno bipolar cambió bastante, ya que se volvió mucho más difícil de tratar, y ahora se caracteriza por ciclos mucho más rápidos entre estados depresivos y maníacos, y mucho más propenso a causar complicaciones graves como demencia en el futuro.

Por desgracia, cuando los principales expertos en trastorno bipolar presentaron estos hallazgos en la conferencia anual de la Asociación Americana de Psiquiatría y advirtieron que se tuviera cuidado con el abuso de ISRS, recibieron abucheos por parte de la audiencia.7

Por esta razón, rara vez se considera la relación entre los ISRS y el trastorno bipolar y mejor, cambian el foco a los peligros del trastorno bipolar (por ejemplo, tener un riesgo entre 4 y 6 mayor de morir de forma prematura8) para justificar su tratamiento.

Esto es importante porque se puede argumentar que muchas de las complicaciones más graves del trastorno bipolar son resultado de los antipsicóticos tóxicos con los que se “trata” el trastorno en primer lugar, en especial porque esos mismos medicamentos se administran en pacientes con esquizofrenia, un trastorno que se caracteriza por complicaciones similares a largo plazo (que rara vez se ven en países que no utilizan estos productos9).

En resumen, existe un embudo de ventas muy efectivo para hacer que las personas tomen medicamentos psiquiátricos de por vida, como lo demuestra el hecho de que gastar cada vez más dinero para “tratar” enfermedades mentales solo ha empeorado el problema.10

tasas de depresión actual y depresión crónica

Peor aún, este embudo de ventas es muy efectivo para atraer a los adultos jóvenes (por ejemplo, una encuesta reciente sobre el COVID-19 que se realizó a personas de entre 18 y 24 años descubrió que el 42 % tenía un problema de salud mental, que incluyó un 37.8 % con ansiedad y un 32.8 % con depresión11), pero las víctimas principales suelen ser las mujeres jóvenes.

Uno de sus objetivos principales es retener a los clientes

Dado que los ISRS “tratan” pero no “curan” la depresión, suelen tener que tomarse de por vida (que es excelente para las ventas). Pero, los ISRS causan muchos efectos secundarios y rara vez son efectivos, por lo que, deben utilizar tácticas para retener a esos clientes y mantener las ganancias.

Por ejemplo, se les dice a los pacientes (a veces no sólo el médico sino también un juez) que no tienen el criterio para comprender su enfermedad mental y que, por lo tanto, el medicamento es la única opción.

Del mismo modo, los médicos rara vez reconocen los efectos secundarios de los ISRS. En cambio, los atribuyen a la enfermedad mental preexistente del paciente (lo que muchas veces termina en una manipulación psicológica terrible y en ocasiones, se obliga a los pacientes a tomar medicamentos en contra su voluntad).

Los casos de retiro de ISRS

Como muchos otros estimulantes, los ISRS pueden ser muy adictivos. De hecho, los ISRS tienen un riesgo tan alto de producir síntomas de abstinencia que el simple hecho de cambiar una dosis existente o dejar de tomar una pastilla por accidente puede ser suficiente para causar síntomas de abstinencia graves (por ejemplo, suicidios12).

De manera lamentable, cuando esto sucede, en lugar de reconocer que se trata de síntomas de abstinencia, los médicos suelen interpretarlos como que el ISRS estaba tratando de forma efectiva una enfermedad mental grave (preexistente) y, por lo tanto, debe reanudarse su uso con urgencia, aunque la "enfermedad mental" que ahora presenta el paciente no existía antes de iniciar el tratamiento con este medicamento.

Además, como muy pocos médicos saben reconocer los signos de abstinencia de los ISRS, casi ninguno sabe cómo tratarlos. Como resultado, las personas que experimentan abstinencia de ISRS terminan por descubrir que la red de seguridad que creían que existía siempre fue una mentira (una experiencia que también viven muchas personas que desarrollaron secuelas por las vacunas antiCOVID).

Esto provoca que muchos de los que sufren estos síntomas de abstinencia tengan que volver a tomar el medicamento (ya que, casi siempre es la única solución que ofrecen los médicos), lo que garantiza la retención de clientes.

Los efectos de la abstinencia de ISRS

Cuando una persona deja de tomar un ISRS, puede experimentar síntomas de abstinencia graves (por ejemplo, presentar pensamientos suicidas o violencia psicótica). Por esta razón, siempre recomiendo a los lectores que tengan mucho cuidado a la hora de suspender los medicamentos.

Pero, muchas veces también aparecen síntomas de abstinencia menos graves (que pueden variar mucho), como:

La sensación de sufrir una descarga eléctrica en los brazos, las piernas o la cabeza (que también se conocen como "zaps cerebrales")

Mareos (de leves a graves)

Problemas visuales

Muchas sensibilidades (por ejemplo, a la luz, calor, un suplemento o un alimento)

Ansiedad, que va y viene, a veces en oleadas intensas

Dificultad para conciliar el sueño y sueños vívidos o pesadillas

Problemas de estado de ánimo, distracción o sensación de no poder disfrutar de las cosas

Sensación de malestar físico

Cambios rápidos de humor (por ejemplo, episodios de llanto espontáneo, ataques de terror o inmersiones repentinas en agujeros negros sin contenido y sin precedentes)

Ira, insomnio, cansancio, pérdida de coordinación y dolor de cabeza

Una sensación de que las cosas no son reales ('desrealización') o una sensación de que "su cabeza está envuelta en algodón"

Dificultad para concentrarse

Pensamientos suicidas

Náuseas o indigestión

Una sensación de inquietud interior e incapacidad para permanecer quieto (esto se conoce como acatisia y suele preceder a la violencia psicótica que se relaciona con los ISRS)

Dolor muscular paralizante o espasmos

Lo peor de todo es que, estas reacciones son muy comunes (por ejemplo, conozco una gran cantidad de personas que experimentaron la sensación de descargas eléctricas en el cerebro).

De hecho, un metaanálisis reciente encontró que el 56 % de los pacientes que dejan de tomar un ISRS experimentan síntomas de abstinencia, mientras que el 46 % experimenta síntomas de abstinencia graves, y que estos síntomas de abstinencia duran semanas o incluso meses.13 Además, se sabe que el riesgo de abstinencia varía mucho de un medicamento a otro (por ejemplo, Paxil y Cymbalta se relacionan con síntomas de abstinencia).

Nota: en una encuesta que se realizó entre 1996 a 2003 a personas de Inglaterra que se seleccionaron al azar, el 78 % dijo que creía que los ISRS eran adictivos.14

La industria farmacéutica está al tanto de todo esto, hasta el punto que, muchas veces pone en abstinencia a los participantes del grupo de “placebo” en los ensayos sobre los ISRS (interrumpe su prescripción actual) para hacer que el grupo de medicamentos parezca “mejor” que los pacientes de “placebo”.

Nota: esto es similar a lo que hizo Merck cuando utilizó un adyuvante tóxico (en lugar de solución salina) en el grupo placebo en un intento por ocultar las tasas elevadas de reacciones adversas graves del Gardasil, lo que ayudó a producir tasas de lesiones similares en ambos grupos, que, a pesar de ser tan altas, las autoridades no hicieron nada al respecto.

Los ISRS son muy adictivos

Para alrededor del 50 % de las personas con síntomas de abstinencia por ISRS, uno de los mayores desafíos que enfrentan es la lentitud con la que deben dejar de tomarlos. Una razón importante se debe a la relación no lineal entre una dosis de ISRS y su unión al cerebro.

Por esta razón, las personas que intentan dejar los ISRS muchas veces tienen que hacerlo a un ritmo muy lento (por ejemplo, en muchos casos, se necesita papel de lija para reducir muy poco la dosis actual y, a menudo, se necesitan años de trabajo diario para dejar de tomar un ISRS por completo). Para empeorar las cosas:

  • Si deja de tomar un ISRS demasiado rápido, el sistema nervioso puede sensibilizarse y requerir un ritmo aún más lento para el segundo intento. Del mismo modo, una vez que desarrollan esta sensibilización, las personas también pueden experimentar reacciones fuertes a muchas otras cosas de su entorno que antes no les afectaban.
  • Cuando deja de tomar un ISRS, el proceso (por ejemplo, qué mejora y empeora) suele presentarse en oleadas impredecibles.
  • En muchos casos, el uso simultáneo de un suplemento puede empeorar bastante el proceso de abstinencia (por lo que deben introducirse de forma gradual y muy lenta).
  • Por lo general, a los pacientes les prescriben varios medicamentos psiquiátricos adictivos al mismo tiempo, pero debido a la complejidad de todo esto, solo pueden retirar uno a la vez y es entonces, cuando deben decidir con cual comenzar.
  • Algunos ISRS pueden ser tan difíciles de dejar que deben reemplazarse de forma gradual con otros ISRS menos adictivos.

Nota: muchos creen que los efectos secundarios de los ISRS se relacionan con el hecho de que tienen varios grupos de flúor (que se encuentran en muchos, pero no en todos los ISRS). Entre otras cosas, encontramos que los medicamentos fluorados tienden a afectar el sistema nervioso central y son mucho más difíciles de eliminar para el cuerpo (lo que sospechamos que se relaciona con la forma en que los compuestos fluorados persisten en el medio ambiente).

Conclusión

Cuando se descubrieron los ISRS, la industria creó la historia ficticia de que su efectividad se debía a que corrigen la deficiencia de serotonina en el cerebro. Con el paso de los años, esto se desmintió poco a poco.16 Como resultado, el campo de la psiquiatría tuvo que cambiar su historia, y ahora dijo que, su efectividad se debía a que reconfiguran el cerebro (razón por la que los psiquiatras dicen que debe tomar el ISRS incluso si al principio no funciona, ya que toma unas semanas para que se produzca esa reconfiguración "beneficiosa").

Para “curar” una dependencia a los ISRS (que es análoga a una adicción), es necesario dejar que el cerebro se reconfigure y vuelva a la normalidad, y hasta que eso ocurra, el cerebro se comportará de manera anormal (por ejemplo, se reduce bastante su capacidad para adaptarse a los factores estresantes externos de manera saludable). Dado que este suele ser un proceso muy lento con altibajos, así suele ser el proceso que enfrentan los pacientes mientras el cerebro trata de reconfigurarse:

proceso que enfrentan los pacientes

Si damos un paso atrás, es terrible que las autoridades hayan aprobado un producto como este, sobre todo porque desde el momento en que se lanzaron, la FDA recibió más quejas sobre los ISRS que sobre cualquier otro medicamento y aun así, decidió defender a muerte estos productos, incluso cuando tanto el Congreso como el público hicieron todo lo que pudieron para cambiar su postura con respecto a estos productos.

En resumen, como fuimos testigos durante la pandemia del COVID-19, ningún costo humano fue suficiente para disuadir a esta industria depredadora de explotar a todos con tal de enriquecerse y, por desgracia, como se demuestra en la saga sobre los ISRS, las vacunas antiCOVID solo son otro de los muchos ejemplos en los que las ganancias están por encima de la salud pública.

Por suerte, debido a nuestras circunstancias históricas únicas (por ejemplo, la creciente popularidad del movimiento “Make America Healthy Again”), ha surgido una oportunidad nunca antes vista de obligar a estas industrias depredadoras a hacerse responsables de sus actos.

Por lo que, nuestro objetivo para los próximos 4 años debe ser hacer todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a exponer estos atroces escándalos médicos, ya que cada vez más personas se han quitado la venda de los ojos, por lo que cuantas más conversaciones tengamos sobre sus delitos, más pronto colapsará.

Nota del autor: este es un resumen de un artículo más extenso que analiza esta información con mucho más detalle y comparte estrategias para dejar de tomar los ISRS de forma segura.

El Dr. Mercola habla sobre el autor

Midwestern Doctor es un médico en el Medio Oriente (AMD) y lector regular de Mercola.com. Creo que sabe mucho sobre una gran variedad de temas, y le agradezco que comparta su conocimiento con nosotros. También respeto su deseo de permanecer en el anonimato ya que todavía está en primera línea tratando a los pacientes. Para más información sobre AMD, consulte The Forgotten Side of Medicine en Substack.