📝HISTORIA EN BREVE

  • El estrés crónico altera la forma en que el cerebro procesa el sonido, lo que hace que los ruidos regulares, como las conversaciones, parezcan más silenciosos a pesar de que los oídos estén sanos
  • El estrés reduce los sonidos de volumen medio, mientras que permite que los ruidos muy suaves o muy fuertes se filtren, un posible mecanismo de supervivencia
  • Cuanto más estrés, más se verá afectada la audición, lo que genera un deterioro gradual que a menudo pasa desapercibido, pero que causa un gran impacto en las interacciones diarias
  • El estrés crea un ciclo en el que disminuye la habilidad auditiva y causa problemas de comunicación, lo que aumenta aún más los niveles de estrés
  • Existen algunas medidas simples como mejorar la salud intestinal, practicar la respiración lenta, caminar, garantizar un sueño adecuado y mantener una mentalidad positiva que ayudan a proteger la función auditiva

🩺Por el Dr. Mercola

Es probable que haya sentido cómo el estrés domina su vida, como cuando su corazón se acelera en un día de trabajo agitado o su mente no se tranquiliza por la noche. ¿Pero sabía que el estrés también afecta sus oídos? Los investigadores descubrieron que la presión que enfrentamos todos los días (desde fechas limite hasta exigencias familiares) cambia el modo en que nuestro cerebro maneja los sonidos.1

En un estudio con ratones, descubrieron que el estrés continuo hace que los ruidos normales, como la voz de un amigo o una melodía suave, parezcan más silenciosos. No se trata sólo de sentirse abrumado, en realidad, el estrés altera la parte del cerebro que procesa el sonido. Descubra qué sucede en su cabeza cuando esto ocurre, por qué algunos sonidos se desvanecen más que otros y qué medidas puede implementar para proteger su audición. Descubrirá cómo el estrés moldea su mundo de una manera que talvez nunca haya notado.

¿Qué relación tiene el estrés con el cerebro?

Trata con el estrés más de lo que se da cuenta. No es sólo un acontecimiento que ocurre una sola vez, como un ruido fuerte que lo asusta. El estrés repetitivo (el que se acumula a partir de una agenda apretada o preocupaciones interminables) afecta su salud de maneras sorprendentes. Siente que la vida le pone obstáculos sin descanso.

•Cómo reacciona su cerebro: cuando pasa por una situación de estrés, su cerebro entra en modo de supervivencia. Para mantenerlo alerta, bombea una sustancia química llamada cortisol, que es efectiva si está en una situación de peligro, pero no es tan bueno cuando el estrés persiste. A lo largo del tiempo, esta sobrecarga química hace que su cerebro actúe como si estuviera en modo “encendido”. Esto interfiere con las funciones cotidianas, como por ejemplo la calidad de la audición.

•El ingeniero de sonido de su cerebro: en el cerebro existe un lugar llamado corteza auditiva. Es como su ingeniero de sonido personal, ya que capta ruidos (como la bocina de un auto o su canción favorita) y determina qué tan fuertes son. Por lo general trabaja de manera perfecta, pero el estrés lo altera. Cuando su cerebro está demasiado ocupado, no puede poner la atención que debería a los sonidos.

•Demasiadas pestañas abiertas: imagine que su cerebro es como una computadora. En un día normal, funciona sin problemas con algunas pestañas abiertas. Pero cuando llega el estrés, es como abrir una docena: de repente, no hay suficiente energía para todo. El ingeniero de sonido se hace lento y los ruidos no se perciben con tanta claridad.

Cómo el estrés afecta su audición (sin que lo sepa)

Al estresar a los ratones todos los días y probar su audición, los investigadores descubrieron que el estrés repetitivo afecta los oídos.2 Reprodujeron sonidos (suaves, como susurros, y más fuertes, como tonos) y después analizaron los cerebros de los ratones. Y ¿cuál fue el resultado? El estrés activa un interruptor que modifica el modo en que se procesan los sonidos.

•Estática en su cabeza: el estrés aumenta el ruido de fondo de su cerebro, similar a la estática en un radio. Al mismo tiempo, reduce la capacidad del cerebro para captar sonidos reales. Esto influye en mayor medida en los ruidos que no son ni muy fuertes ni muy suaves (como una charla normal). Su cerebro queda atrapado en su propia charla.

•Lo que significa para usted: en su caso, esto podría significar que los sonidos cotidianos (como cuando su hijo grita su nombre) parezcan más silenciosos cuando está bajo una situación de estrés. Sus oídos están bien, sin embargo, el cerebro es el que no sintoniza el ruido de manera correcta. Es engañoso porque es posible que ni siquiera se dé cuenta de que sucede.

•Analogía de radio: imagine que su cerebro es un radio. Por lo general, reproduce su estación favorita alto y claro. Pero el estrés aumenta la estática y afecta la música. Puede escuchar algo, pero no es claro, nítido, ni tan fuerte como de costumbre. El estrés es como una mala señal que afecta su capacidad auditiva.

Por qué el estrés hace que los ruidos cotidianos pasen a un segundo plano

Aquí hay una controversia ya que el estrés no afecta a todos los sonidos por igual. Por lo general amortigua los ruidos medios-fuertes (como las voces en una cafetería), mientras que los muy suaves o muy fuertes aún se escuchan. ¿Por qué sucede esto?

•Un truco de supervivencia: los científicos creen que es un retroceso a los días de supervivencia. Cuando está bajo alguna situación de estrés, su cerebro se centra en grandes amenazas (como un fuerte golpe) o en pistas sutiles (como un leve susurro). Los sonidos medianos, como una plática, no son urgentes, por eso se dejan de lado. El estrés pone al cerebro en un modo de alerta máxima ante los extremos.

•Cómo se siente: imagínese que llega a una cafetería que está llena de personas. Cuando está relajado, puede ignorar el zumbido de fondo y escuchar bien a su amigo. Pero cuando está estresado, ese zumbido puede ser todo, o desvanecerse tanto que no sepa lo que se dice. Su cerebro está demasiado distraído para resolverlo.

•Por qué es importante: cuando el estrés se acumula, hace que conversar sea más difícil o significa que se pierden los sonidos como el de un timbre. Su cerebro está demasiado ocupado buscando problemas como para concentrarse en lo habitual, lo que lo deja un poco fuera de contacto con lo que lo rodea.

El estrés se acumula: descubra cómo cambia su audición con el tiempo

El estrés no daña de inmediato la audición. El estudio de PLOS Biology demostró que un día difícil no causa tantos problemas. Pero si se acumulan días más estresantes, el sistema de sonido del cerebro comienza a fallar, como si el aire de un neumático se perdiera poco a poco.

•Estrés corto vs. Estrés crónico: un momento estresante rápido, como hacer un cambio brusco de dirección para evitar un automóvil, no lo afectará demasiado. Pero cuando el estrés se prolonga durante días o semanas, empeora sus efectos. Cuanto más dura, más cambia su audición. Es menos como un sprint y más como un maratón.

•Una analogía de un día lluvioso: imagine el estrés como si fuera lluvia. ¿Una tarde lluviosa? No es gran cosa. Pero una semana de lluvias torrenciales lo deja empapado y cansado. El estrés continuo ingresa en el cerebro de la misma manera, lo que hace que los sonidos sean más difíciles de captar a medida que pasa el tiempo.

•Por qué es posible que no note el cambio: si siente que ha estado estresado, como durante un mes difícil en el trabajo, es posible que no note el cambio. Pero podría explicar por qué se siente extraño o se pierde ciertos sonidos, como una canción en el radio. Avanza tan lento que no lo ve venir.

Cómo proteger su audición y su mente

Si el estrés hace que los sonidos sean más silenciosos, su vida cotidiana se ve afectada. Tiene dificultades para seguir la conversación con sus amigos, no percibe un pitido de advertencia o la música le resulta menos divertida. Es una forma silenciosa en la que el estrés se infiltra en su vida. Y con el tiempo, esto lo estresará aún más.

Si no puede oír bien, puede sentirse solo o preocupado, lo que aumenta la presión. Sus oídos y su estado de ánimo están más relacionados de lo que cree, ya que la mala audición empeora el estrés. La buena noticia: puede contraatacar. Pruebe soluciones sencillas como:

1. Mejorar su salud intestinal: un intestino sano influye en cómo maneja el estrés y mejora el bienestar mental.3 Las estrategias incluyen reducir el consumo de ácido linoleico de aceites de semillas en alimentos procesados, incorporar poco a poco carbohidratos y consumir frutas frescas para apoyar la función mitocondrial para la energía de las células.

2. Intente respirar de manera lenta: la respiración lenta calma su cerebro.

3. Salir a caminar: alejarse lo ayuda a despejar la mente. Para obtener mejores resultados, haga que las caminatas diarias formen parte de su rutina.

4. Dormir lo suficiente: la falta de sueño adecuado exacerba los niveles de estrés, lo que dificulta manejar las presiones diarias y altera la habilidad natural del cuerpo para recuperarse del estrés.

5. Adoptar una mentalidad positiva: mantener una perspectiva esperanzadora y optimista alienta a su cerebro a producir sustancias químicas que lo sacan del ciclo de estrés.4 Las actividades que lo guían hacia una mentalidad más positiva incluyen la atención plena, llevar un diario de gratitud y pasar tiempo en la naturaleza.

La próxima vez que se sienta estresado y las voces suenen mal, no culpe sólo al ruido. Tal vez se trata de su cerebro que pide a gritos un descanso. Mantener el estrés bajo control permite que su audición se mantenga aguda y sus días sean más tranquilos. El estrés está a su alrededor, pero ahora sabe que no solo le pone los nervios de punta: también altera de manera silenciosa su forma de escuchar el mundo.

La presión diaria engaña al cerebro y le hace bajar el volumen de los sonidos normales, en especial cuando el estrés persiste por un tiempo. Pero no está atrapado, ya que hábitos simples como respirar lento o una caminata rápida ayudan a proteger sus oídos y a mantener los sonidos claros. Su cerebro es más fuerte de lo que cree y solo requiere un pequeño esfuerzo. Así que, la próxima vez que la vida se vuelva ruidosa, tómese un descanso: su audición se lo agradecerá.

Preguntas frecuentes sobre el estrés repetitivo y la audición

P: ¿Qué es el estrés repetitivo?

R: Es la presión diaria que se acumula, como los plazos laborales o los conflictos familiares. A diferencia de un susto repentino, éste persiste y afecta de forma silenciosa aspectos como la audición.

P: ¿Cómo afecta el estrés a la audición?

R: El estrés hace que su cerebro aumente su propio ruido, por lo que los sonidos cotidianos (como la conversación de un amigo) parecen más silenciosos. No son sus oídos, es su cerebro el que se desconecta.

P: ¿Por qué los sonidos medianos se desvanecen más bajo estrés?

R: Su cerebro se concentra en peligros fuertes o sonidos suaves cuando está bajo alguna situación de estrés. Los sonidos medianos, como la charla normal, se ignoran porque no son urgentes.

P: ¿El estrés altera la audición de inmediato?

R: No, se acumula. Un mal día no afectará mucho, pero semanas de estrés hacen que los sonidos sean más difíciles de escuchar con el tiempo.

P: ¿Qué puede hacer para proteger su audición?

R: Intente respirar lento o caminar un poco. Estás medidas reducen el estrés y ayudan al cerebro a escuchar mejor. En concreto, es fundamental centrarse en prácticas que aborden las causas profundas del estrés crónico. Esto incluye mejorar la salud intestinal, reducir el consumo de alimentos procesados y aumentar los carbohidratos y las frutas frescas, ya que se ha demostrado que un microbioma intestinal saludable influye de manera positiva en la respuesta al estrés.

Además, priorizar un sueño adecuado y cultivar una mentalidad positiva a través de prácticas de atención plena y gratitud mitigan los impactos negativos del estrés crónico en el procesamiento auditivo.