📝HISTORIA EN BREVE
- Los queloides son una reacción exagerada y extrema del proceso de curación de heridas del cuerpo, que causa cicatrices gruesas y elevadas que crecen más allá de la lesión original, lo que causa dolor, comezón y malestar
- Un estudio publicado en la revista Burns & Trauma descubrió que las células queloides producen en exceso CYP24A1, que es una enzima que descompone con rapidez la vitamina D, lo que le impide regular la formación de cicatrices y la inflamación
- Los investigadores descubrieron que inhibir el CYP24A1 permite que la vitamina D permanezca activa durante más tiempo, lo que reduce la acumulación excesiva de colágeno y ayuda al tejido queloide a comportarse más como la piel normal
- Incluso las personas con niveles suficientes de vitamina D en el torrente sanguíneo pueden tener una deficiencia funcional en la piel debido a la rápida degradación por CYP24A1, lo que explica por qué la suplementación estándar no es efectiva para el tratamiento de los queloides
- Otro estudio reciente descubrió que la suplementación con vitamina D mejoró en gran medida la cicatrización de heridas, ya que aumentó la hidratación de la piel y redujo la pérdida de agua transepidérmica (TEWL, por sus siglas en inglés), lo que fortaleció la barrera cutánea y aceleró la recuperación
🩺Por el Dr. Mercola
Los queloides son más que solo cicatrices: son una reacción exagerada del proceso de curación de heridas del cuerpo que genera crecimientos gruesos y elevados que se expanden más allá de la lesión original. A diferencia de las cicatrices normales que se desvanecen con el tiempo, los queloides persisten de forma indefinida e incluso causan dolor, comezón y malestar.
Sin embargo, investigaciones recientes descubrieron un factor que se pasa por alto que podría cambiar el enfoque del tratamiento de los queloides: la vitamina D. Su cuerpo depende de este nutriente esencial para todo, desde la regulación inmunológica hasta la absorción de calcio, pero su influencia en la salud de la piel es igual de importante.
Bloquear esta enzima puede ser la clave para detener el crecimiento de queloides
Los queloides son cicatrices fibróticas que se forman cuando se sobreproducen componentes de la matriz extracelular como el colágeno tipo I. Se desarrollan cuando hay un desequilibrio en los mecanismos de reparación de los tejidos y son comunes en personas con tonos de piel más oscuros.1 Algunas estimaciones indican que los africanos, asiáticos e hispanos tienen una probabilidad hasta 15 veces más alta de desarrollarlos.2
• Nuevas perspectivas en el tratamiento de queloides: un estudio reciente publicado en la revista Burns & Trauma, realizado por investigadores de la Universidad de Cincinnati,3 descubrió que una enzima llamada CYP24A1, que es hiperactiva en las células queloides, descompone con rapidez la vitamina D antes de que pueda favorecer la cicatrización de las heridas. Esto significa que incluso si alguien tiene niveles normales de vitamina D, su piel puede ser incapaz de utilizarla de forma adecuada, lo que permite que la cicatrización excesiva continúe sin control.
• Inhibir esta enzima clave puede restaurar los beneficios de la vitamina D: esto ayuda a reducir la formación excesiva de cicatrices y mejora la reparación de la piel.4 Según un artículo de News-Medical.Net:
“Los tratamientos actuales demuestran una efectividad limitada debido a que no se termina de comprender los procesos moleculares detrás de la formación de queloides, lo que deja a los pacientes con pocas opciones confiables. Para abordar esta brecha, el estudio profundiza en los impulsores moleculares de la patología queloide, y se identificaron objetivos potenciales para realizar intervenciones más efectivas”.5
• Las células queloides sobreexpresan la CYP24A: la investigación analizó los queratinocitos derivados de quelantes (que son las células responsables de la regeneración de la piel) y los comparó con células cutáneas normales. Los resultados demostraron que las células queloides tuvieron niveles mucho mayores de CYP24A1, lo que hizo que la vitamina D no fuera capaz de controlar la inflamación y la fibrosis.
• Bloquear la CYP24A1 restaura los beneficios de la vitamina D: los investigadores probaron si el bloqueo de CYP24A1 permitía que la vitamina D permaneciera activa por más tiempo, lo que la hace más efectiva para regular la formación de cicatrices. Cuando inhibieron esta enzima, se redujo en gran medida la expresión de genes vinculados a la cicatrización excesiva, como la periostina y la hialuronano sintasa 2 (HAS2).6
Inhibir la CYP24A1 libera los beneficios de la vitamina D para la salud de la piel
Uno de los hallazgos más significativos del estudio fue que el tratamiento con vitamina D por sí solo tuvo poco efecto sobre la proliferación de células queloides, pero cuando se combinó con un inhibidor de CYP24A1, tuvo un gran impacto.
• El bloqueo de CYP24A1 normaliza el colágeno: el colágeno es la proteína que da estructura a la piel, pero en los queloides, se acumula en haces gruesos y desorganizados, lo que genera cicatrices elevadas y rígidas. Los investigadores descubrieron que bloquear la CYP24A1 regresa la producción de colágeno a un estado más equilibrado, lo que permite que el tejido queloide se comporte más como la piel normal.7
• La quercetina puede ayudar: sin embargo, la investigación destacó el hecho de que incluso las personas con niveles suficientes de vitamina D en el torrente sanguíneo pueden tener una deficiencia funcional en la piel.
Dado que las células queloides descomponen la vitamina D tan rápido, la suplementación estándar tal vez no sea suficiente para corregir el problema. Esto explica por qué los tratamientos orales o tópicos con vitamina D no funcionan para tratar los queloides.8 En este caso, tomar un inhibidor natural de CYP24A1 como la quercetina puede ser la solución.
Si desea obtener más información sobre los efectos beneficiosos de la quercetina en su bienestar, lea mi artículo llamado: “El impacto de este nutriente esencial en su bienestar”.
También inhibe la inflamación y restaura el proceso de curación de la piel
Además de reducir la formación de cicatrices, inhibir la CYP24A1 también tuvo un gran impacto en los marcadores inflamatorios.
• Bloquear la CYP24A1 reduce la inflamación: las cicatrices queloides se caracterizan por una inflamación persistente, que impulsa el crecimiento continuo incluso después de que la herida inicial se haya cicatrizado. Pero cuando los investigadores bloquearon la CYP24A1, los niveles de citocinas inflamatorias (que son las proteínas que promueven la inflamación y el daño tisular) disminuyeron. Esto sugiere que la vitamina D, cuando se activa de forma adecuada, puede ayudar a calmar la inflamación crónica y detener la progresión de los queloides.9
• La vitamina D regula los fibroblastos: los fibroblastos son las células responsables de producir colágeno y otros componentes de la estructura de la piel. Por lo general, los fibroblastos responden a las lesiones al crear tejido nuevo para cerrar las heridas. Sin embargo, en las cicatrices queloides, estas células no reciben las señales adecuadas para detenerse, lo que provoca un crecimiento excesivo.
El estudio descubrió que bloquear la CYP24A1 permitió que la vitamina D suprimiera los fibroblastos hiperactivos, lo que restablece una respuesta de curación normal. Esto significa que, en lugar de producir tejido cicatricial sin parar, su piel sana de manera controlada y organizada.10
• Estos hallazgos resaltan una forma nueva de abordar el tratamiento de los queloides: en lugar de solo intentar eliminar los queloides de forma quirúrgica, un enfoque que a menudo conduce a la recurrencia, abordar las enzimas que interfieren con la curación de la piel puede detener el problema desde su origen.
“Nuestros resultados sugieren que el tratamiento con vitamina D y la inhibición de la CYP24A1 deben estudiarse más a fondo como posibles tratamientos o complementos terapéuticos para suprimir el desarrollo y crecimiento de queloides”, concluyeron los autores del estudio.11
La vitamina D fortalece la barrera cutánea y acelera la cicatrización de las heridas
Otro estudio reciente publicado en el International Wound Journal investigó el impacto de la vitamina D en la función de barrera de la piel y la cicatrización de las heridas. Con el uso de un diseño de ensayo clínico doble ciego y controlado con placebo, los investigadores buscaron determinar si la vitamina D podría mejorar la hidratación de la piel, reducir la pérdida de agua a través de la piel y acelerar la reparación de los tejidos.12
• Investigación de los efectos de la vitamina D en el cloasma: los participantes del estudio incluyeron 480 hombres y mujeres de entre 18 y 65 años, todos ellos con cloasma, que es una afección de la piel caracterizada por una pigmentación irregular. Fueron asignados de manera aleatoria a dos grupos: uno recibió vitamina D3 por vía tópica y oral (5 000 a 10 000 UI/día), mientras que el otro recibió un placebo.
• La vitamina D demuestra beneficios notables para la salud de la piel: los investigadores midieron los cambios en el tamaño de la herida y los niveles de hidratación de la piel. Durante seis meses, el grupo de vitamina D presentó mejoras significativas en todas estas áreas en comparación con el grupo placebo.13
• El resultado más sorprendente fue la velocidad de cicatrización de la herida: en la semana 6, los participantes que tomaron vitamina D disminuyeron un 70.2 % el tamaño de la herida, en comparación con solo el 30.8 % en el grupo placebo. Estos resultados son más del doble de la tasa de curación. Incluso en la semana 2, el grupo de vitamina D disminuyó un 25.2 % el tamaño de la herida, mientras que el grupo placebo se quedó atrás con solo un 10.7 %.14
• Efectos de la vitamina D en la hidratación de la piel: los niveles de hidratación de la piel también mejoraron en gran medida en el grupo de vitamina D. Al comienzo del estudio, ambos grupos tuvieron niveles de hidratación similares, con un promedio de alrededor de 35 en la escala de hidratación. En la semana 6, los que tomaron vitamina D tuvieron un puntaje de hidratación promedio de 42.5, mientras que el grupo placebo permaneció estancado en 35.5.
La piel deshidratada es más propensa a agrietarse, irritarse y tener una recuperación más lenta, lo que hace que este hallazgo sea muy importante para las personas que padecen enfermedades crónicas de la piel.15
• El estudio también midió la pérdida de agua transepidérmica (TEWL, por sus siglas en inglés) de los participantes: esto evalúa cuánta agua se escapa de la superficie de la piel. Tener menores niveles de TEWL significa una mejor función de barrera de la piel. Los niveles de TEWL del grupo de vitamina D disminuyeron de forma constante, ya que pasaron de 10.5 al inicio a 8.5 en la semana 6. Por el contrario, los niveles del grupo placebo no presentaron una mejora significativa, ya que se mantuvieron por encima de 10 durante todo el estudio.16
“Nuestro estudio brindó apoyo adicional al corpus creciente de evidencia de que la vitamina D es fundamental en la salud de la piel, en particular para tratar el cloasma y promover la reparación de heridas.
Aunque se requiere investigación adicional para comprender más a fondo y aprovechar al máximo su aplicación en dermatología, la vitamina D ofrece una vía prometedora para futuras intervenciones terapéuticas”, concluyeron los investigadores.17
Obtenga vitamina D de la luz del sol para favorecer la curación de la piel
Estos hallazgos refuerzan la idea de que la vitamina D es mucho más que solo una vitamina: es un regulador poderoso de la salud de la piel, la hidratación y la reparación de heridas. La vitamina D proporciona un enfoque multifacético para la curación que los tratamientos convencionales a menudo ignoran.
• Sus problemas de piel pueden relacionarse con la vitamina D: si lucha contra heridas que cicatrizan muy lento, cicatrices persistentes o incluso queloides, es hora de analizar el problema más profundo: la habilidad de su cuerpo para usar la vitamina D de manera efectiva. Si su cuerpo descompone la vitamina D demasiado rápido, como sucede en la piel propensa a los queloides, no obtendrá los beneficios, incluso si toma un suplemento.
• La clave es optimizar la forma en que su cuerpo obtiene y procesa la vitamina D: en mi opinión, recibir luz del sol natural todos los días es la mejor manera de optimizar sus niveles de este nutriente, sin embargo, debe asegurarse de hacerlo en los momentos adecuados y tener en cuenta ciertas cuestiones.
• Un factor importante a tener en cuenta es su alimentación: llevar una alimentación llena de alimentos procesados y saturados de aceites vegetales, que son ricos en ácido linoleico (AL), lo hace más propenso a sufrir quemaduras solares y daños en la piel. Esto se debe a que cuando la luz ultravioleta llega a la piel, interactúa con el AL, lo que causa respuestas inflamatorias y daño al ADN.
• Mitigue este problema y elimine el AL de su cuerpo: mientras tanto, evite la exposición intensa al sol del mediodía hasta que deje de consumir aceites de semillas durante al menos seis meses. En lugar de eso, salga por la mañana o en la tarde. Si aún no elimina por completo el AL de su alimentación, pero necesita salir al mediodía, estas son algunas medidas de protección que puede intentar:
◦Tome 12 miligramos de astaxantina todos los días para aumentar la resistencia de su piel a los rayos UV.
◦Aplique crema tópica de niacinamida (vitamina B3) antes de salir
◦Tome una aspirina infantil de 30 a 60 minutos antes de exponerse al sol para ayudar a evitar que el AL se convierta en metabolitos dañinos del ácido linoleico oxidado (OXLAMs, por sus siglas en inglés)
◦Tome suplementos de hidrógeno molecular para combatir el estrés oxidativo
• Recuerde esta prueba sencilla de seguridad al exponerse al sol: observe su piel para detectar la primera señal de enrojecimiento (esta es una advertencia temprana de quemaduras solares) y deténgase antes de que su piel se ponga rosada para evitar daños. Esto le ayudará a determinar su tiempo de exposición segura.
Además, las personas con piel más oscura requieren más exposición al sol para generar niveles de vitamina D comparables a los de las personas con piel más clara, ya que la melanina actúa como un escudo UV natural. Esta diferencia biológica resalta la necesidad de estrategias personalizadas de exposición al sol. Si desea obtener más información sobre este tema, lea mi artículo llamado: “Dejemos las dudas atrás: esta vitamina puede marcar la diferencia”.
Preguntas frecuentes sobre la vitamina D y la salud de la piel
P: ¿Cómo afecta la vitamina D a la formación de queloides?
A: La vitamina D es fundamental para la curación de la piel y el control de la inflamación. Sin embargo, las células queloides producen en exceso CYP24A1, que es una enzima que descompone con rapidez la vitamina D, lo que la hace inefectiva para prevenir la cicatrización excesiva.
P: ¿Bloquear la CYP24A1 puede ayudar a tratar los queloides?
A: Sí. Las investigaciones demuestran que inhibir la CYP24A1 permite que la vitamina D permanezca activa durante más tiempo, lo que reduce la inflamación, normaliza la producción de colágeno y ayuda a que el tejido queloide se comporte más como la piel normal.
P: ¿Por qué los suplementos estándar de vitamina D no funcionan en los queloides?
R: Incluso las personas con niveles normales de vitamina D pueden presentar una deficiencia funcional en la piel debido a la degradación rápida del CYP24A1. Esto explica por qué los tratamientos orales y tópicos con vitamina D por sí solos no han funcionado para los queloides.
P: ¿Qué tratamientos naturales pueden mejorar la curación de los queloides?
A: La quercetina, que es un compuesto natural, puede actuar como un inhibidor del CYP24A1, lo que restaura la habilidad de la vitamina D para regular la cicatrización de heridas y la formación de cicatrices.
P: ¿Cómo influye la vitamina D en la cicatrización general de las heridas?
R: Un estudio clínico descubrió que la suplementación con vitamina D mejoró la cicatrización de heridas, ya que aumenta la hidratación de la piel, reduce la pérdida de agua y fortalece la barrera cutánea, lo que provoca una recuperación más rápida y una mejor salud de la piel.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 3, 5 News-Medical.Net, February 10, 2025
- 2, 4, 6, 7, 8, 9, 10, 11 Burns & Trauma, Volume 13, 2025, tkae063
- 12, 13, 14, 15, 16, 17 International Wound Journal, January 2024, Volume 21, Issue 1