📝HISTORIA EN BREVE
- En los Estados Unidos, la insuficiencia cardíaca afecta a 6.7 millones de personas mayores de 20 años, y se espera que para 2030, esta cifra alcance los 8.5 millones. A nivel mundial, afecta a más de 37 millones de personas, y se considera un problema de salud que puede ser mortal
- Las personas que terminan en el hospital a causa de infecciones graves como neumonía o sepsis tienen más del doble de riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca
- Las infecciones provocan una respuesta inmunitaria agresiva que puede salirse de control y causar inflamación crónica y reducir la capacidad del músculo cardíaco para funcionar de forma correcta
- El riesgo de insuficiencia cardíaca es a largo plazo y la mayoría de los casos aparecen casi siete años después de la hospitalización inicial a causa de la infección
- Dado que la vitamina D produce péptidos antimicrobianos que combaten las bacterias, hongos y virus que causan infecciones graves, optimizar sus niveles a través de la exposición segura al sol es una gran estrategia para reducir su riesgo
🩺Por el Dr. Mercola
La insuficiencia cardíaca es uno de los problemas de salud más comunes en los Estados Unidos. Según un estudio que se publicó en Journal of Cardiac Failure, en los Estados Unidos, la insuficiencia cardíaca afecta a 6.7 millones de personas mayores de 20 años, y se espera que para 2030, esta cifra alcance los 8.5 millones.1 A nivel mundial, es una de las enfermedades más comunes y mortales, ya que afecta a más de 37 millones de personas.2
En la insuficiencia cardíaca, el músculo cardíaco se debilita hasta el punto de no poder bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Cuando esto sucede, aparecen síntomas como fatiga crónica, dificultad para respirar, inflamación en las piernas y acumulación de líquido en los pulmones. Si no se trata, la insuficiencia cardíaca causa discapacidad crónica, hospitalizaciones y muerte prematura.
Si bien la insuficiencia cardíaca por sí sola puede ser mortal, muchos no saben que una infección grave, como neumonía o sepsis, incrementa bastante el riesgo de desarrollar esta enfermedad en el futuro, incluso si antes de que surja, la persona tenía un corazón sano.
Descubren que las infecciones graves duplican el riesgo de insuficiencia cardíaca
En un estudio que se publicó en el Journal of the American Heart Association, los investigadores analizaron la relación entre las infecciones graves y la insuficiencia cardíaca, y enfatizan la importancia de reducir el riesgo de contraer dichas enfermedades en primer lugar. Analizaron datos de 14 468 adultos que participaron en el estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) e hicieron un seguimiento de sus resultados de salud durante 27 años.3
•El impacto de las infecciones graves: según los hallazgos, las personas que terminaron en el hospital por infecciones, como neumonía, sepsis o infecciones del tracto urinario (ITU), tenían un riesgo dos veces más elevado de desarrollar insuficiencia cardíaca que las personas que nunca habían sido hospitalizados a causa de una infección.
Los participantes, que tenían entre 45 y 64 años al inicio del estudio, no tenían ningún diagnóstico previo de insuficiencia cardíaca. Entre 1987 y 2018, el 46 % (6673 participantes) tuvieron al menos una hospitalización a causa de una infección.
•La insuficiencia cardíaca tiene una relación estrecha con las infecciones: los investigadores encontraron que las hospitalizaciones tuvieron una relación estrecha con ambos tipos de insuficiencia cardíaca: insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) e insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr). En concreto, las hospitalizaciones por infecciones incrementaron 2.97 veces el riesgo de ICFEp y 1.77 veces el riesgo de ICFEr.4
La inflamación es otro factor de riesgo importante en la insuficiencia cardíaca
Las infecciones hacen que el sistema inmunológico responda de forma agresiva y libere una gran cantidad de sustancias químicas inflamatorias para combatir los patógenos. Si bien esta respuesta es necesaria para combatir la infección, el estudio descubrió que este mismo proceso inflamatorio puede salirse de control y dañar el músculo cardíaco.5
•La inflamación no desaparece de inmediato: cuando la respuesta inmunitaria continúa después de la infección, la inflamación crónica reduce la capacidad del corazón para funcionar de forma correcta.
•Los biomarcadores inflamatorios dañan la salud del corazón: los investigadores dijeron que los biomarcadores inflamatorios involucrados, como la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), endurecen el músculo cardíaco.
Según los investigadores: “una respuesta inflamatoria normal a causa de una infección se caracteriza por una regulación ascendente temporal de la actividad inflamatoria que ocurre cuando hay una infección y que desaparece una vez que pasa la amenaza. Pero, existen factores biológicos, psicológicos, ambientales y sociales que pueden retrasar o impedir la resolución de esta fase aguda y causar inflamación crónica y activación de la respuesta inmunológica”.6
Las infecciones que más se relacionan con la insuficiencia cardíaca
El estudio identificó tipos específicos de infecciones que más se relacionan con el riesgo de insuficiencia cardíaca, y las infecciones respiratorias y la influenza las encabezaron la lista. Las infecciones del torrente sanguíneo o circulatorias (bacteriemia) también tuvieron una relación estrecha. Otras incluyeron las infecciones del tracto urinario, digestivas y cutáneas. Mientras que las infecciones adquiridas en el hospital estuvieron al final de la lista.7
•Ciertos grupos tienen mayor riesgo: si bien, todos los participantes con hospitalizaciones por infecciones tienen un riesgo mayor de insuficiencia cardíaca, a ciertos grupos les va peor. Los adultos de edad avanzada y las personas con enfermedades preexistentes como diabetes o hipertensión tienen un riesgo mayor, dijeron los investigadores.8
•La enfermedad crónica también incrementa el riesgo de insuficiencia cardíaca: en un estudio que se publicó en Diabetes Care afirman que: “la insuficiencia cardíaca (IC) es una complicación común de la diabetes, ya que tiene una prevalencia de hasta el 22 % en personas con esta enfermedad y sus tasas de incidencia van en aumento”. Según los investigadores, hay varios mecanismos de la diabetes que incrementan el riesgo de insuficiencia cardíaca, como la inflamación y la disfunción mitocondrial.9
•El riesgo de insuficiencia cardíaca incrementa con el tiempo: considere que el riesgo de insuficiencia cardíaca no es un fenómeno temporal. Según el estudio, la mayoría de los casos aparecieron varios años después de la hospitalización inicial a causa de la infección. En concreto, el tiempo que trascurrió desde la infección hasta el diagnóstico de insuficiencia cardíaca fue de unos siete años y el 82 % de los casos de insuficiencia cardíaca se produjeron más de un año después de la infección.10
El impacto de la vitamina D en el riesgo de insuficiencia cardíaca
Con base en estos hallazgos, queda claro que prevenir las infecciones graves en primer lugar, es clave para reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca. Optimizar sus niveles de vitamina D a través de la exposición segura a la luz del es una de las mejores formas de hacerlo. Esta estrategia no sólo es práctica sino también económica.
•Los beneficios de la vitamina D: fortalece el sistema inmunológico, lo que ayuda a reducir el riesgo o la gravedad de las infecciones. En concreto, ayuda a sintetizar los péptidos antimicrobianos (AMP), como la catelicidina, que combaten las bacterias Gram positivas y negativas. Las células inmunológicas, como las células de la piel y el intestino, producen este péptido que combate las infecciones.11
•Los AMP protegen de varios patógenos: en un estudio que se publicó en Frontiers in Microbiology, los investigadores descubrieron que los AMP ayudan a proteger el cuerpo de una amplia gama de bacterias patógenas, "como VRE, Acinetobacter baumannii, MRSA, S. aureus, Listeria monocytogenes, E. coli en alimentos y Salmonella, Vibrio parahaemolyticus en productos de origen acuático”.12
•Los AMP también tienen efectos antimicóticos: las investigaciones demuestran que los AMP también combaten cepas de hongos, como Candida albicans, que causa infecciones por levaduras, así como la aflatoxina, un carcinógeno que produce la Aspergillus flavus. También combate los virus porque destruye la envoltura del virus y evita que se replique.13
Repito, exponerse al sol de forma regular y segura es una de las mejores formas de optimizar sus niveles de vitamina D. Pero, es importante que sea cuidadoso, sobre todo si consume ácido linoleico (AL), que es un ingrediente muy común en los aceites vegetales.
• Primero, minimice su consumo de AL: si consume mucho AL, limite su consumo y espere al menos seis meses antes de incrementar el tiempo que pasa bajo la luz del sol, ya que en este momento su riesgo de sufrir quemaduras solares es elevado. Cuando la luz del sol entra en contacto con el AL que se encuentra en su piel, lo transforma en metabolitos tóxicos que causan inflamación y dañan el ADN. Recomiendo que reduzca su consumo total de AL a menos de 5 gramos al día.
•Expóngase en el momento correcto: mientras reduce su consumo de aceite de semillas, evite las horas pico de luz solar, que suele ser una hora antes y después del mediodía solar. En casi todo Estados Unidos esto significa evitar los rayos del sol desde las 11 a.m. hasta las 3 p.m. durante el horario de verano, o desde las 10 a.m. hasta las 2 p.m. en el horario estándar.
A medida que su cuerpo elimina estos aceites de semillas, podrá incrementar poco a poco el tiempo que pasa bajo el sol, hasta que sea capaz de soportar las horas pico de luz del sol.
•El rango óptimo de vitamina D: ahora que conoce los conceptos básicos para optimizar de manera segura sus niveles vitamina D, el siguiente paso es determinar su estado actual. El rango ideal para una salud óptima y prevenir enfermedades es entre 60 ng/ml y 80 ng/ml, y un nivel de 40 ng/ml se considera suficiente. Para determinar sus niveles realice un análisis de sangre.
Tomar aire fresco también es muy beneficioso
Además de exponerse a la luz del sol, pasar tiempo al aire libre tiene sus propios beneficios, tal y como se menciona en un estudio que se publicó en Cureus. Durante la década de los 60's, los investigadores en biodefensa acuñaron el término “factor de aire abierto” (OAF) para describir la capacidad del aire libre para matar los patógenos. Además, los autores dijeron que los rayos ultravioleta del sol inactivan muy rápido los virus.14
•¿Qué es el OAF? : es algo que los investigadores aún no pueden identificar con precisión, pero creen que se trata de una serie de efectos sinérgicos. Como mencionan en su revisión de la literatura: “un posible componente del OAF, el radical hidroxilo (HO), se creó de forma artificial y se utiliza para matar los patógenos transportados por el aire”.
Pero, los expertos en ciencias atmosféricas que revisaron la evidencia disponible en 2021 concluyeron que los radicales HO no son el único compuesto detrás de las propiedades germicidas del OAF.15 Aunque aún no se sabe qué otros compuestos están detrás de sus beneficios, y eso ha provocado que no se considere una medida oficial de salud pública.
•El aire fresco es muy beneficioso: a pesar de todas las preguntas sin responder sobre el OAF, le recomiendo que aproveche los poderes terapéuticos del aire fresco. También es una estrategia práctica y económica, solo tiene que pasar más tiempo al aire libre, lo que también optimizará sus niveles de vitamina D y ayudará a combatir infecciones. Cuando esté en espacios cerrados, asegúrese de abrir las ventanas para que corra el aire fresco.
Una estrategia simple y económica para tratar la sepsis
La sepsis es una infección grave en la que el sistema inmunológico se sale de control en respuesta a una infección, lo que causa síntomas como temperatura corporal alta, deterioro cognitivo y dificultad para respirar. Según Mayo Clinic, mueren más personas por sepsis que por cáncer de próstata, cáncer de mama y SIDA juntos. Lo peor de todo es que, se estima que hasta el 40 % de los adultos ni siquiera saben que esta enfermedad existe.16
•Las desventajas del tratamiento convencional de la sepsis: además de lo que se acaba de mencionar, el problema a la hora de tratar la sepsis es la prevalencia de infecciones resistentes a los medicamentos. La buena noticia es que, todo parece indicar, que el Dr. Paul Marik, un médico de cuidados críticos, encontró una forma de salvar miles de vidas cada año con ayuda de una combinación de dos nutrientes y un esteroide, que son económicos y fáciles de conseguir: vitamina C, tiamina e hidrocortisona.17
•Un gran avance en el tratamiento de la sepsis: en un último esfuerzo por salvar la vida de una mujer con sepsis, se le administró por vía intravenosa una combinación de vitamina C e hidrocortisona. Aunque todos esperaban que la paciente muriera, el Dr. Paul Marik logró que no fuera así, y la paciente se recuperó casi de la noche a la mañana.
•Una serie de pruebas confirmaron la efectividad del protocolo: el Dr. Paul Marik volvió a utilizar este tratamiento con otros pacientes que tenían problemas similares. Después, decidió agregar tiamina por varias razones. Por ejemplo, se necesita tiamina para activar el metabolismo de algunos metabolitos de la vitamina C. Los estudios también demuestran que los pacientes con sepsis tienen deficiencia de ciertas vitaminas, y cuando se administra tiamina, se reduce su riesgo de mortalidad.18
Tiempo después, El Dr. Paul Marik publicó un estudio retrospectivo en la revista Chest que demostró que administrar una combinación de vitamina C, tiamina e hidrocortisona durante dos días redujo la mortalidad del 40 % a tan solo el 8.5 %. Del grupo de 47 pacientes que recibieron este tratamiento, solo 4 personas murieron por otra causa, no por la sepsis.19
Estrategias para reducir su riesgo de sepsis
Si contrae una infección grave como sepsis, el protocolo de tratamiento del Dr. Paul Marik podría salvarle la vida, y por esa razón es muy importante que informe a su médico al respecto. Pero, como siempre, la mejor estrategia es la prevención. Aquí cinco pasos prácticos para reducir su riesgo de sepsis:
1. Tratar las infecciones a tiempo: no ignore las infecciones menores como infecciones urinarias o heridas en la piel. Lo que comienza como una infección leve y fácil de tratar, podría convertirse en algo grave. Si nota signos como dolor al orinar, enrojecimiento alrededor de una herida o síntomas respiratorios crónicos, actúe de inmediato. Tratar a tiempo el problema evita la inflamación crónica que daña el músculo cardíaco.
2. Restaurar la energía celular: el daño que causan las infecciones suele relacionarse con la disfunción mitocondrial, es decir, la capacidad de las células para producir energía de forma efectiva. Una de las mejores maneras de restaurar la energía celular es optimizar su consumo de carbohidratos. Si lleva una alimentación baja en carbohidratos, le recomiendo que empiece a consumir entre 250 a 300 gramos de carbohidratos al día, según de su nivel de actividad.
Comience con carbohidratos fáciles de digerir, como las frutas maduras y el arroz blanco, que alimentan las bacterias intestinales y refuerzan la integridad de la barrera intestinal. Reforzar las mitocondrias ayuda a combatir la inflamación crónica y mejora la capacidad del corazón para recuperarse del daño que causan las infecciones.
3. Reforzar la salud intestinal para reducir la carga de endotoxinas: las infecciones que incrementan el riesgo de insuficiencia cardíaca comienzan con una disbiosis intestinal, que es un desequilibrio en las bacterias intestinales, lo que estimula la producción de endotoxinas. Las endotoxinas que entran al torrente sanguíneo causan una inflamación sistémica y dañan aún más el corazón.20
Si tiene una mala salud intestinal, limite los alimentos con alto contenido de fibra, ya que incrementan la producción de endotoxinas. Antes de comer carbohidratos más complejos, comience con frutas enteras y arroz blanco. Minimizar su consumo de aceites vegetales e incrementar su consumo de grasas saturadas, como la mantequilla y el sebo de animales alimentados con pastura, también ayudará a reducir la carga inflamatoria, lo que ayudará a mantener un entorno intestinal saludable.
4. Ser cuidadoso cuando esté en entornos médicos: los hospitales son focos de bacterias resistentes a los antibióticos y otros patógenos dañinos. Si irá a un hospital, tome medidas proactivas para reducir su riesgo de infección. Solicite que todo el personal médico se lave las manos antes de examinarlo y evite procedimientos invasivos a menos que sea la única opción, ya que provocan que las bacterias entren al torrente sanguíneo.
Si visita a alguien en el hospital, evite tocar las superficies y lávese las manos con frecuencia. En ciertos casos, las visitas al hospital son inevitables, pero como menciona el estudio en cuestión, también representan un riesgo importante de daño cardíaco por infecciones, por lo que es muy importante tomar todas estas medidas.
Preguntas frecuentes sobre la relación entre las infecciones y la insuficiencia cardíaca
P: ¿Por qué las infecciones graves incrementan el riesgo de insuficiencia cardíaca?
R: Las infecciones graves, como la neumonía, la sepsis y las infecciones del tracto urinario (ITU), desencadenan una respuesta inmunológica muy agresiva que causa inflamación crónica, que con el tiempo, debilita los músculos del corazón. Según esta investigación, las personas que terminaron en el hospital por infecciones tenían un riesgo dos veces más elevado de desarrollar insuficiencia cardíaca que las personas que nunca habían sido hospitalizados a causa de una infección.
P: ¿Cuál es la función de la inflamación en el desarrollo de la insuficiencia cardíaca?
R: Cuando el sistema inmunológico combate una infección, libera sustancias químicas inflamatorias. Si bien esta respuesta es esencial para combatir los patógenos, la inflamación crónica daña los músculos del corazón, y los hace menos eficientes para bombear sangre. Los biomarcadores inflamatorios como la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) endurecen el músculo cardíaco, lo que incrementa el riesgo de insuficiencia cardíaca.
P: ¿Cómo reducir el riesgo de infecciones graves e insuficiencia cardíaca?
R: Una estrategia muy efectiva es optimizar los niveles de vitamina D a través de una exposición segura al sol, ya que la vitamina D fortalece el sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a combatir infecciones. Además, el aire fresco tiene propiedades germicidas, por lo que, pasar tiempo al aire libre puede ser muy beneficioso. Reforzar la salud intestinal también ayuda a reducir el riesgo.
P: ¿Cuál es la relación entre la sepsis y la insuficiencia cardíaca?
R: La sepsis es una infección potencialmente mortal que causa una inflamación crónica que daña el corazón. Se demostró que el protocolo de tratamiento del Dr. Paul Marik, que se basa en una combinación de vitamina C, tiamina e hidrocortisona, reduce bastante el riesgo de mortalidad por sepsis. Detectar y tratar a tiempo las infecciones también es crucial para prevenir la sepsis y sus complicaciones.
P: ¿Qué medidas se pueden tomar para reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca por infecciones?
R: Para reducir el riesgo, es necesario tratar a tiempo las infecciones leves para evitar que se agraven. Además, es importante reforzar la salud mitocondrial a través de una nutrición adecuada y alimentos beneficiosos para el intestino, y limitar el consumo de ácido linoleico (que se encuentra en los aceites vegetales). Por último, tome precauciones en los entornos hospitalarios para minimizar el riesgo de exposición a bacterias resistentes a los antibióticos y mantenga sus niveles de vitamina D bajo control.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1 J Card Fail. 2023 Sep 26;29(10):1412–1451
- 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10 J Am Heart Assoc. 2025;14:e033877
- 9 Diabetes Care 7 July 2022; 45 (7): 1670–1690
- 11 Medical Xpress December 31, 2019
- 12, 13 Front. Microbiol. October 16, 2020, 11:582779
- 14, 15 J Hosp Infect. 2019 Sep; 103(1): e23–e24
- 16 Mayo Clinic, February 28, 2024
- 17 NBC4i.com, March 23, 2017
- 18 J Thorac Dis. 2020 Feb;12(Suppl 1):S78–S83
- 19 CHEST, June 2017, Volume 151, Issue 6, Pages 1229-1238
- 20 Rev Assoc Med Bras (1992). 2022 Aug;68(8):1120-1124