📝HISTORIA EN BREVE

  • La osteoartritis es el resultado del deterioro del cartílago debido a factores genéticos, metabólicos e inflamatorios, lo que causa fricción ósea, dolor, rigidez y que se formen espolones óseos que perjudican la función articular
  • Los estudios demuestran que aumentar el consumo de vitamina K2 favorece la salud de las articulaciones, ya que regula el metabolismo del calcio, reduce la inflamación, mejora la integridad del cartílago y activa proteínas como la GPX4 para proteger las células del cartílago del daño
  • Los niveles elevados de proteínas dependientes de la vitamina K, como la proteína rica en Gla (GRP) y la proteína Gla de la matriz (MGP), en las articulaciones osteoartríticas sugieren su función protectora contra los depósitos de calcio dañinos y su uso como marcadores de diagnóstico
  • La falta de vitamina K altera la activación de las proteínas, lo que permite que la calcificación, la inflamación y el daño del cartílago progresen sin control, lo cual agrava los síntomas de la osteoartritis y la degeneración de las articulaciones
  • Aumentar el consumo de vitamina K2 a través de alimentos, suplementos y cambios saludables en el estilo de vida ofrece un enfoque poderoso para preservar la salud de las articulaciones, reducir la inflamación y retrasar la progresión de la osteoartritis

🩺Por el Dr. Mercola

La osteoartritis es una enfermedad que por lo general afecta a los adultos mayores. Se desarrolla cuando el cartílago, que es la almohadilla entre los huesos, se deteriora debido a factores genéticos, metabólicos o inflamatorios. Esto provoca que los huesos se froten entre sí, lo que causa dolor, rigidez y cambios en la estructura ósea subyacente, como osteofitos (espolones óseos), que limitan aún más la función articular.

La predisposición genética es un factor fundamental en el desarrollo de la osteoartritis, ya que ciertas personas son más susceptibles a padecerla debido a rasgos hereditarios. Factores metabólicos como la obesidad contribuyen a un mayor estrés en las articulaciones, lo que acelera el desgaste del cartílago. Los procesos inflamatorios dentro de la articulación también contribuyen a la degradación del cartílago.

Los tratamientos convencionales, como los analgésicos y la fisioterapia, a menudo se centran en controlar los síntomas en lugar de abordar las causas de la afección. Aunque estos tratamientos brindan un alivio temporal, no detienen la progresión del daño articular. Algunos medicamentos también tienen efectos secundarios, incluyendo problemas gastrointestinales y mayores riesgos cardiovasculares.

En lugar de confiar solo en estos tratamientos, considere enfoques alternativos que aborden las causas fundamentales de la osteoartritis. Nutrientes como la vitamina K (tanto K1 (filoquinona) como K2 (menaquinonas)) demostraron ser prometedores para apoyar la salud de las articulaciones, ya que promueven la integridad del cartílago y retrasan la progresión de la enfermedad, lo que ofrece una forma más segura y efectiva de proteger las articulaciones y mejorar la movilidad.

La influencia de la proteína rica en Gla y de la proteína Gla de la matriz en la osteoartritis

Un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine1 investigó la influencia de dos proteínas dependientes de la vitamina K (la proteína rica en Gla (GRP) y la proteína Gla de la matriz (MGP)) en el desarrollo de la osteoartritis. Los investigadores compararon los niveles de estas proteínas presentes en el líquido articular de pacientes con y sin osteoartritis.

• Los niveles de GRP son mucho mayores en la osteoartritis: los investigadores seleccionaron 26 pacientes diagnosticados con osteoartritis que se sometieron a una cirugía de reemplazo de rodilla y 31 personas sin osteoartritis que se sometieron a procedimientos relacionados con la rodilla por problemas no relacionados con el cartílago.

Su análisis demostró que los niveles de GRP fueron mucho más elevados en el grupo osteoartrítico, con una media de 419.61 ng/mL, en comparación con 382.18 ng/mL en el grupo no osteoartrítico.

  • Los niveles de MGP también están elevados en las articulaciones con osteoartritis: el estudio también encontró niveles elevados de MGP en los pacientes con osteoartritis, con promedios de 67.76 ng/mL frente a 53.49 ng/mL en los controles. Los niveles de iones de calcio también fueron mucho más elevados en las personas con osteoartritis, lo que indica un vínculo entre el metabolismo del calcio y la degeneración articular.
  • La edad influye en la MGP, pero no en la GRP: por interesante que parezca, el estudio identificó una correlación positiva entre los niveles de MGP y la edad, lo que reduce su especificidad como biomarcador de la osteoartritis. Por el contrario, los niveles de GRP no mostraron variaciones significativas relacionadas con la edad, lo que hace que la GRP sea un indicador más confiable de esta condición.
  • La GRP y la MGP protegen contra la acumulación de calcio: se cree que los niveles elevados de GRP y MGP protegen contra los depósitos de calcio no deseados en las articulaciones, los cuales conducen a un mayor daño al cartílago.
  • La vitamina K es esencial para el funcionamiento de la GRP y la MGP: las vitaminas K1 y K2 son esenciales para que estas proteínas funcionen de forma correcta (aunque la vitamina K2 es más importante para estas proteínas en los tejidos fuera del hígado), ya que las ayuda a unirse al calcio de manera efectiva. Sin suficiente vitamina K, se ve comprometida la habilidad de la GRP y MGP para prevenir la acumulación de calcio, lo que agrava los síntomas de la osteoartritis.

En general, los hallazgos resaltan la importancia de las GRP y MGP como marcadores útiles para el diagnóstico temprano y destacan la importancia de la vitamina K en la salud de las articulaciones.2

¿Cómo la vitamina K protege de la osteoartritis?

Una revisión publicada en la revista Nutrients3 examinó el conjunto de investigaciones que existen sobre la vitamina K1 y K2 y sus efectos sobre la osteoartritis (OA), en particular su habilidad para prevenir o mitigar la gravedad de esta afección, ya que influyen en la calcificación del cartílago y la inflamación de las articulaciones. Los hallazgos más importantes incluyen los siguientes:

  • La vitamina K1 es menor en pacientes con OA: las personas con OA tuvieron menores niveles séricos de K1 que los controles sanos.
  • Un menor nivel de K1 plasmático está relacionado con limitaciones de movilidad: los niveles plasmáticos de K1 menores a 0.5 nmol/L se asociaron con limitaciones de movilidad más graves, mientras que se identificó un umbral de 1 nmol/L para la prevención de la OA.
  • La suplementación con K1 retarda el deterioro de las articulaciones: un ensayo clínico que utilizó 500 microgramos de K1 por día durante tres años mostró una reducción del 47 % en el estrechamiento del espacio de las articulaciones en pacientes con deficiencia de K1.
  • Un mayor consumo de K1 en la alimentación reduce la gravedad de la OA: los estudios descubrieron una correlación entre un mayor consumo de K1 y una menor gravedad de la OA.
  • La vitamina K2 se distribuye de manera desigual en las articulaciones con OA: en pacientes con OA, se descubrieron mayores niveles de K2 en la parte externa de la articulación de la rodilla en comparación con la parte interna. Sin embargo, solo un estudio examinó en específico la distribución de K2 en las articulaciones de la rodilla.

¿Cómo los niveles bajos de K1 intensifican la gravedad de la osteoartritis?

La revisión exhaustiva publicada en la revista Nutrients también encontró que las personas con niveles adecuados de vitamina K1 tuvieron un riesgo menor de osteoartritis y daños articulares menos graves en comparación con las personas con deficiencia de vitamina K.4

  • Los menores niveles de vitamina K1 están relacionados con una osteoartritis más grave: un estudio5 encontró que los pacientes con OA tuvieron menores niveles de filoquinona plasmática en comparación con los controles sanos. Según los autores:
"El aumento del nivel plasmático de filoquinona se asoció con un mayor grosor del cartílago medial. Se encontró que las personas con deficiencia de vitamina K tuvieron puntuaciones más elevadas en la Western Ontario McMaster Scale (WOMAC, por sus siglas en inglés), lo que refleja una mayor gravedad de la enfermedad".
  • La vitamina K1 regula la calcificación en el cartílago articular: la vitamina K1 actúa como cofactor de la γ-glutamil carboxilasa, que es una enzima que activa las proteínas que contienen γ-carboxiglutamato (Gla), lo que regula la calcificación. Debido a que activa estas proteínas, la vitamina K1 mitiga la acumulación inadecuada de calcio en el cartílago articular, lo que contribuye a la degradación del cartílago y al dolor articular, ambas características distintivas de la osteoartritis.
  • La vitamina K1 favorece la función de la MGP para prevenir la calcificación del cartílago: debido a que activa la MGP, que es esencial para inhibir la calcificación del cartílago mediada por proteínas morfogenéticas óseas. Al activar estas proteínas, la vitamina K1 mantiene la integridad estructural del cartílago, lo que inhibe el proceso de calcificación que conduce a la osteoartritis. Según los autores:
"Las proteínas ricas en Gla también inhiben la cascada inflamatoria en líneas de células monocíticas, pero esta función puede ser independiente de la carboxilación de la vitamina K".6
  • Un mayor consumo de vitamina K1 se correlaciona con articulaciones más saludables: los investigadores también descubrieron una correlación notable entre un mayor consumo de vitamina K1 y articulaciones más saludables, ya que los individuos demostraron menos señales de degeneración articular, como una menor formación de espolones óseos y la preservación del espacio articular. Estas mejoras estructurales son grandes marcadores de cómo la vitamina K influye en la salud de las articulaciones.
  • La deficiencia de vitamina K1 causa mayor daño de las articulaciones: los hallazgos también demostraron que los niveles deficientes de vitamina K1, como lo indican los niveles plasmáticos más elevados de MGP inactiva, se relacionaron con síntomas de osteoartritis más graves, como daño de menisco, osteofitos y lesiones de la médula ósea. Esto indica que una mala cantidad de vitamina K1 impide que se active la MGP de forma adecuada, lo que permite que la calcificación y la inflamación progresen sin control.
  • Incluso la deficiencia subclínica de vitamina K contribuye a la osteoartritis: la investigación concluyó que incluso la deficiencia subclínica de vitamina K se asoció con el desarrollo de osteoartritis radiográfica de rodilla y lesiones de cartílago, lo que destaca la gran influencia del nutriente para evitar el daño del cartílago. Por lo tanto, mantener niveles adecuados de vitamina K preserva la integridad del cartílago y retrasa o previene la aparición de la osteoartritis.7

¿Cómo la vitamina K2 detiene la progresión de la osteoartritis?

Aunque  el estudio anterior se centró en la vitamina K1, un estudio de junio de 2024 publicado en  la revista Biomedicine and Pharmacotherapy8 investigó la influencia de la vitamina K2 en la desaceleración de la progresión de la osteoartritis. Los investigadores se centraron en dos áreas principales: prevenir la muerte de las células del cartílago y detener la degradación de la matriz del cartílago, lo cual es esencial para las articulaciones sanas.

• La vitamina K2 fortalece los huesos y el cartílago, al igual que reduce el dolor en las articulaciones: el estudio utilizó modelos animales y experimentos de laboratorio. En la osteoartritis inducida en animales, se administró vitamina K2 para observar sus efectos en la salud de las articulaciones.

De forma paralela, se trataron células de cartílago con vitamina K2 en un entorno de laboratorio controlado para determinar su impacto directo en estas células. Los hallazgos revelaron que la vitamina K2 no sólo aumentó la masa ósea y el grosor del cartílago, sino que también redujo en gran medida el dolor de las articulaciones y el daño estructural.9

• La vitamina K2 previene la muerte de las células del cartílago: los resultados demostraron que la vitamina K2 aumenta la producción de la GPX4, la cual es una proteína que protege a las células de la ferroptosis, que es un tipo de muerte celular programada que contribuye a la degradación del cartílago en la osteoartritis. Debido a que aumenta los niveles de la GPX4, la vitamina K2 mantiene las células del cartílago vivas y en buen funcionamiento.

• La vitamina K2 bloquea el daño del cartílago causado por la inflamación: la vitamina K2 protege al cartílago de una degradación excesiva, ya que interfiere con la vía de señalización MAPK/NFκB, que es responsable de promover la inflamación y un mayor daño del cartílago en la osteoartritis.10

• Los efectos de la vitamina K2 dependen de la dosis: la investigación demostró que los efectos de la vitamina K2 dependen de la dosis. Las dosis más elevadas de vitamina K2 aumentaron la expresión de GPX4 y redujeron en gran medida los marcadores de degradación del cartílago.11

• La vitamina K2 reduce el estrés oxidativo y el daño celular: la investigación demostró que el tratamiento con vitamina K2 mejoró la viabilidad de las células del cartílago, lo que mantuvo más células sanas y activas, al igual que redujo los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés), que son moléculas dañinas que causan estrés oxidativo y dañan las células.

Además, la vitamina K2 disminuyó los niveles de malondialdehído intracelular (MDA), que es un marcador de la peroxidación lipídica, el cual es un proceso que daña las membranas de las células.12

Estos hallazgos resaltan la importancia de mantener un consumo adecuado de vitamina K2 para apoyar la integridad de las articulaciones, reducir la inflamación y retardar la progresión de la osteoartritis.

Las yemas de huevo son la mejor fuente de la forma MK-4 de la vitamina K2

Las yemas de huevo se encuentran entre las principales fuentes de menaquinona-4 (MK-4), que es una forma esencial de la vitamina K2, la cual es fundamental en la salud ósea, la función cardiovascular y la regulación del calcio. Incluir yemas de huevo en su alimentación contribuye en gran medida a su consumo de MK-4, lo que apoya a varios aspectos de su salud.

  • Elija huevos de gallinas alimentadas de forma adecuada: la mayoría de las fuentes de huevos comerciales, incluso las orgánicas de gallinas camperas, tienen niveles elevados de PUFA debido a que se alimentan con granos como soya y maíz. Lo ideal es que las gallinas se alimenten con arroz, cebada y chícharos.
  • Los huevos de gallinas alimentadas con un bajo contenido de PUFA son mejores: en lo personal, como seis yemas de huevo al día de gallinas alimentadas con estos ingredientes y tienen un 80 % menos ácido linoleico que los de las gallinas normales.
  • Cómo se comparan las yemas de huevo como fuente principal de MK-4: a continuación, se presenta una descripción general de las yemas de huevo como fuente principal de MK-4, junto con otras fuentes alimenticias y consideraciones adicionales.
Fuentes de vitamina K

Cinco estrategias para optimizar los niveles de vitamina K y tener articulaciones más sanas y sin dolor

Cuando aumenta sus niveles de vitamina K1 y K2 a través de una alimentación nutritiva, una suplementación adecuada y cambios en el estilo de vida, puede mantener el cartílago y la función articular saludables a la vez que alivia el dolor y la rigidez. Además de comer más yemas de huevo, puede implementar estas cinco estrategias adicionales para optimizar su consumo de vitamina K y abordar la osteoartritis desde su origen:

1. Coma más vegetales de hoja verde: la vitamina K1 (filoquinona) se encuentra en todas las plantas fotosintéticas, y los vegetales de hoja verde son la principal fuente alimenticia.

2. Agregue alimentos ricos en vitamina K2 a su alimentación: priorice los alimentos ricos en vitamina K2, en especial la forma MK-7, la cual es más biodisponible y permanece activa en el cuerpo por más tiempo. Los alimentos fermentados como el natto son la fuente más potente y aportan alrededor de 11 microgramos (mcg) de la forma MK-7 de la vitamina K2 por gramo de porción.

Otras opciones buenas incluyen el chucrut elaborado con bacterias productoras de K2 y ciertos quesos como el Gouda, Brie y Edam. Los vegetales fermentados en casa y preparados con cultivos iniciadores diseñados para mejorar la producción de K2 aportan hasta 500 mcg de K2 por porción de 2 onzas. Además, la carne de res, la mantequilla y los huevos de animales alimentados con pastura son muy superiores a las opciones de animales alimentados con granos, ya que ofrecen niveles mucho mayores de este nutriente esencial.

3. Considere complementar su alimentación con la forma MK-7 de la vitamina K2: tome entre 180 y 200 mcg de la forma MK-7 de la vitamina K2 todos los días para activar las proteínas que previenen los depósitos inadecuados de calcio en las articulaciones. Esta forma es más efectiva para abordar los tejidos de las articulaciones y preservar la integridad del cartílago, debido a que tiene una mejor absorción y una vida media más larga. Para optimizar la absorción, consúmala con una comida que contenga grasas saludables.

4. Combine la vitamina K2 con vitamina D3 y treonato de magnesio: para mejorar el metabolismo del calcio, combine la vitamina K2 con vitamina D3 y treonato de magnesio todos los días. Esta combinación funciona de forma sinérgica: la vitamina K2 dirige el calcio a los huesos en lugar de a los tejidos blandos, mientras que la vitamina D3 promueve su absorción.

Para determinar su dosis ideal de magnesio, tome primero citrato de magnesio, y aumente de forma gradual su dosis hasta que experimente heces blandas, luego redúzcala un poco: esa es su dosis ideal. Luego, pase a treonato de magnesio, el cual no causa heces blandas como el citrato de magnesio.

5. Reemplace los aceites vegetales con grasas saludables: elimine los aceites vegetales de su alimentación, ya que empeoran la inflamación y contribuyen al daño de las articulaciones. En lugar de ello, opte por alternativas antiinflamatorias y ricas en nutrientes, como sebo, ghee o mantequilla de animales alimentados con pastura.

Concéntrese en consumir alimentos enteros y sin procesar para disminuir aún más la inflamación y apoyar los procesos de reparación naturales de su cuerpo. Este cambio no solo protege sus articulaciones, sino que también mejora la efectividad de la vitamina K2 para mantener la integridad del cartílago y promover la salud general de las articulaciones.

Preguntas frecuentes sobre la osteoartritis y la vitamina K

P: ¿Qué es lo que causa la osteoartritis?

R: La osteoartritis se genera cuando el cartílago se deteriora debido a factores genéticos, metabólicos o inflamatorios. Esto provoca que los huesos se froten entre sí, lo que causa dolor, rigidez y cambios estructurales, como los espolones óseos que perjudican la función de las articulaciones.

P: ¿Cómo ayuda la vitamina K con la osteoartritis?

R: La vitamina K es fundamental en la prevención de la calcificación y la inflamación del cartílago. Tanto la vitamina K1 como la K2 activan las proteínas que regulan el calcio, lo que protege a las articulaciones del desgaste y la degradación excesivos.

P: ¿La deficiencia de vitamina K puede empeorar la osteoartritis?

R: Sí. Los niveles bajos de vitamina K se relacionan con una mayor degradación del cartílago, dolor en las articulaciones y menor movilidad. La deficiencia impide que proteínas esenciales, como la proteína Gla de la matriz (MGP), detengan la acumulación de calcio en las articulaciones, lo que acelera la progresión de la osteoartritis.

P: ¿Debería tomar un suplemento de vitamina K2 para la salud de las articulaciones?

R: Si su alimentación carece de suficiente vitamina K2, la suplementación con MK-7 (180 a 200 mcg todos los días) ayuda a activar las proteínas que previenen los depósitos de calcio en las articulaciones y apoyan la integridad del cartílago.

P: ¿Cuáles son las mejores estrategias para optimizar los niveles de vitamina K para prevenir la osteoartritis?

R: Aumente su consumo de alimentos ricos en vitamina K, complemente con K2 si es necesario, combínelo con vitamina D3 y magnesio, y elimine los aceites vegetales inflamatorios de su alimentación para favorecer la salud de las articulaciones.