📝HISTORIA EN BREVE

  • El butirato, un ácido graso de cadena corta producido por las bacterias intestinales que fermentan la fibra, ayuda a mejorar la salud metabólica ya que mejora la función de la insulina, regula los niveles de glucosa y favorece una composición corporal saludable
  • A diferencia de la mayoría de las células que usan glucosa, los colonocitos (que son las células epiteliales que recubren el colon) prefieren el butirato como fuente de energía y convierten entre el 70 % y el 80 % a través de la betaoxidación para favorecer la salud de la barrera intestinal
  • Promover la producción de butirato a través del consumo de fibra es beneficioso, pero solo si el intestino está sano. Si su intestino está comprometido, es recomendable comenzar con agua dextrosa antes de pasar a los alimentos enteros
  • Los factores del estilo de vida afectan en gran medida la producción de butirato: el estrés crónico, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el uso excesivo de antibióticos reducen las bacterias intestinales beneficiosas y la producción de AGCC
  • El consumo excesivo de ácido linoleico, el cual es común en alimentos procesados y aceites vegetales, reduce las bacterias intestinales beneficiosas, lo que afecta de forma negativa la salud intestinal y metabólica

🩺Por el Dr. Mercola

Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) son fundamentales para la salud humana, en particular para el tracto gastrointestinal. Se producen en el colon a través de la fermentación bacteriana de la fibra, que es el componente no digerible de los alimentos de origen vegetal.

Este proceso de fermentación transforma los carbohidratos complejos en varios AGCC, incluyendo acetato, propionato y butirato, y cada uno tiene efectos fisiológicos distintos. Entre estos, el butirato destaca por sus propiedades únicas que favorecen la salud metabólica.

El butirato: la fuente de energía metabólica que alimenta el intestino

Según un estudio publicado en Pharmacological Research, se demostró que el butirato1 promueve la salud metabólica debido a que mejora "el peso y la composición corporal, el perfil lipídico, la sensibilidad a la insulina y la glucemia en modelos animales de SMet (síndrome metabólico)". Pero eso no es todo lo que el butirato hace por la función metabólica. Los investigadores también señalaron lo siguiente:

"Estudios in vitro examinaron la influencia del butirato en las células intestinales, el tejido adiposo, el músculo esquelético, los hepatocitos, los islotes pancreáticos y los vasos sanguíneos, lo que destaca genes y vías que pueden contribuir a sus efectos beneficiosos. Las influencias del butirato en estas células se atribuyeron en su mayoría a sus efectos epigenéticos como inhibidor de la histona desacetilasa, así como a su impacto como agonista de los receptores de ácidos grasos libres".2

Si bien, la fibra es esencial para la producción de butirato, se necesita tener un microbioma intestinal saludable para aprovechar los beneficios de la fibra. Como analicé en mi libro reciente "Los secretos de la salud celular", la gran mayoría de la población tiene el microbioma dañado debido a la exposición a venenos del metabolismo.

Para estas personas, el consumo elevado de fibra agrava los problemas existentes debido a que alimenta las bacterias patógenas, lo que produce endotoxinas que comprometen la energía de las células y la salud general. Más adelante, explicaré por qué ocurre esto, así como también estrategias para reparar la salud intestinal que le permita procesar la fibra de una manera que favorezca su salud.

El butirato es la mejor fuente de nutrición para el intestino

A diferencia de la mayoría de las células de su cuerpo que dependen de la glucosa para obtener energía, sus colonocitos prefieren el butirato. Esta adaptación metabólica especializada destaca la influencia del butirato en el mantenimiento de la salud y la función del epitelio colónico.

El butirato se transporta a los colonocitos a través de varios mecanismos, incluyendo la difusión pasiva, que depende de la concentración, y el transporte activo a través de otros transportadores de la membrana celular.3 Una vez dentro de los colonocitos, el butirato sufre una beta-oxidación dentro de las mitocondrias, que son la fuente de energía de las células.

Esta vía metabólica descompone el butirato en acetil-CoA para generar ATP, que es la moneda de energía principal de las células.4 Este proceso es muy efectivo y proporciona a los colonocitos hasta un 70 % a 80 % de sus necesidades de energía, que es una proporción mucho mayor en comparación con otros sustratos energéticos, como la glucosa o la glutamina.5

Este uso efectivo de la energía es fundamental para mantener la salud de los colonocitos.6 Además, la influencia del butirato como fuente principal de combustible para los colonocitos contribuye a su habilidad de eliminar oxígeno del colon, lo que ayuda a crear el entorno ideal para que crezcan las bacterias intestinales beneficiosas.7

La influencia del butirato en la función de la barrera intestinal

La barrera intestinal, la cual es una estructura dinámica y compleja compuesta por una sola capa de células epiteliales conectadas por uniones estrechas, junto con una capa protectora de moco, es fundamental para la regulación selectiva del paso de sustancias entre el intestino y el torrente sanguíneo.

Previene la entrada de bacterias dañinas, toxinas y partículas de alimentos no digeridos, y a la vez permite la absorción de nutrientes esenciales. Pero, para ser exactos ¿cómo protege? Como se explicó en un artículo publicado en Clinical Nutrition:8

"El butirato fortalece la barrera intestinal debido a que actúa sobre tres elementos complementarios: las uniones estrechas, la capa de moco y la producción de péptidos antimicrobianos. Muchas proteínas de unión estrecha son reguladas de forma positiva por el butirato (por ejemplo, TJP1, claudina 7, cadherina 1 en el íleon de rata; TJP1, claudina 3 y ocludina en el colon de cerdo).
La proteína de unión estrecha 1 (TJP1; antes llamada ZO1) es importante, ya que modula las uniones estrechas y por lo general se utiliza como marcador de la permeabilidad intestinal. Por el contrario, la claudina 2, que es una proteína de unión estrecha que forma canales de separación y contribuye a la barrera del intestino permeable, es regulada de forma negativa por el butirato.
Además de alterar la expresión de las proteínas de unión estrecha, el butirato promueve el ensamblaje de la unión estrecha ya que activa la AMPK, lo que reduce la permeabilidad de las monocapas de células de cáncer de colon".

Como ya se señaló, la absorción de butirato por los colonocitos también refuerza el colon, lo que ayuda a prevenir la inflamación y la activación inmunitaria.9 Según un estudio de 2021 publicado en Metabolites, las alteraciones de la función de la barrera intestinal están implicadas en la patogenia de diversos trastornos gastrointestinales, así como en enfermedades metabólicas.10

El butirato y su efecto en la inflamación

El butirato destaca por su acción antiinflamatoria potente, la cual ejerce a través de una variedad de mecanismos complejos. Un estudio publicado en Immune Network11 describió cómo el butirato actúa contra la inflamación, lo cual protege la salud metabólica:

"El butirato puede regular la inflamación debido a que inhibe el crecimiento de patobiontes, aumenta la integridad de la barrera mucosa, fomenta el predominio de bacterias anaerobias obligadas y disminuye la disponibilidad de oxígeno en el intestino.
El butirato también puede disminuir la inflamación excesiva a través de la modulación de las células inmunitarias, como aumentar las funciones de los macrófagos M2 y las células T reguladoras, e inhibir la infiltración por neutrófilos".12

El impacto sistémico del butirato en la obesidad

Una investigación publicada en la revista Gut13 demostró que el butirato combate la obesidad debido a que influye en el gasto de energía. Cuando se absorbe en el colon, el butirato activa partes diferentes del cuerpo, como los músculos, el hígado y los depósitos de grasa (tanto blanca como parda), para aumentar su gasto de energía.

Además, los investigadores observaron que el butirato mejora la oxidación de las grasas, lo que reduce la acumulación de grasa en el cuerpo. También lo anima a reducir su consumo de alimentos, ya que modula las vías de regulación del apetito en el intestino y el cerebro, lo que contribuye al control de un peso saludable.

Según informan los autores,14 "el butirato actúa en el circuito neuronal intestino-cerebro para mejorar el metabolismo energético, ya que reduce el consumo de energía y mejora la oxidación de grasas debido a que activa el tejido adiposo pardo (Bat, por sus siglas en inglés)".

En apoyo de estos hallazgos, un metaanálisis publicado en Frontiers in Endocrinology15 demostró que el butirato tiene un efecto claro y positivo en el control del peso, la masa grasa y la función de la glucosa relacionada con la obesidad. De acuerdo con los estudios revisados, el butirato mejoró los niveles de glucosa e insulina en ayunas, previno el desarrollo de resistencia a la insulina y redujo los niveles de triglicéridos plasmáticos. Según el estudio:16

"El butirato redujo la acumulación de lípidos ya que reguló la función mitocondrial del hígado, lo cual redujo la efectividad de la energía de las mitocondrias del hígado y mejoró la capacidad de las mitocondrias para utilizar la grasa como combustible metabólico.
La administración oral a corto plazo de butirato puede aliviar la obesidad inducida por la alimentación en ratones, ya que estimula la función de las mitocondrias en el músculo esquelético. También se informó que el butirato aumenta la cantidad de mitocondrias en el músculo esquelético".

De manera similar, un estudio publicado en Molecules17 demostró que el butirato ayuda a controlar el peso debido a que suprime el apetito. Más que eso, descubrieron que el butirato ayuda a promover la función hepática, lo que aborda los trastornos metabólicos que se asocian con la obesidad. "El butirato es capaz de regular de forma negativa la expresión de nueve genes clave implicados en la vía de biosíntesis del colesterol intestinal y, por lo tanto, puede inhibir la hipercolesterolemia", señalaron los investigadores.18

La fibra ayuda a producir butirato, pero existen salvedades

Como lo demuestran los estudios presentados, el butirato es mucho más que solo un subproducto metabólico. Sirve como la fuente de energía preferida para sus colonocitos, fortalece su barrera intestinal, atenúa la salud metabólica, modula la sensibilidad a la insulina, combate la inflamación y ayuda a regular el apetito.

En esencia, el butirato es fundamental para favorecer la salud intestinal y el bienestar general. Sin embargo, aunque por lo general se recomienda promover la producción de butirato a través de intervenciones en la alimentación, como aumentar el consumo de fibra, esto supone que cuenta con un intestino que funciona de forma correcta.

Como expliqué en mi libro "Los secretos de la salud celular", es muy contraproducente que las personas con una salud intestinal comprometida solo consuman una gran cantidad de fibra para promover la producción de AGCC. ¿Por qué? Porque cuando come fibra con un microbioma intestinal desequilibrado, las bacterias malas (bacterias tolerantes al oxígeno) fermentan la fibra y producen endotoxinas que perjudican el metabolismo y la función de las células.

Para beneficiarse de una alimentación rica en fibra, primero debe sanar y sellar su intestino para que las bacterias beneficiosas puedan prosperar. Obtener la cantidad suficiente de carbohidratos es una parte importante de ese proceso.

Desarrolle su salud intestinal desde cero

La mayoría de los adultos necesitan entre 200 y 250 gramos de carbohidratos que provengan de fuentes saludables y no procesadas, como frutas y vegetales. Sin embargo, si su intestino está muy comprometido, le recomiendo que comience a curarlo con agua dextrosa. Solo mezcle dextrosa pura con agua y bébala poco a poco para evitar que sus niveles de insulina aumenten rápido.

Después de una o dos semanas, comience la transición a otras fuentes de carbohidratos cada vez más complejas, como frutas enteras y arroz blanco.

Las frutas enteras y maduras aportan nutrientes esenciales, carbohidratos saludables y fibra que el intestino necesita para producir butirato y otros AGCC. Como beneficio adicional, sus evacuaciones intestinales también deben ser más regulares.

Ahora la pregunta es ¿cómo puede saber si tiene un intestino sano? Como se explica en "Los secretos de la salud celular", los cinco indicadores de una buena salud intestinal son:

  • Deposiciones regulares (de una a tres veces al día)
  • Inflamación o malestares mínimos
  • Capacidad de digerir una gran variedad de alimentos
  • Niveles adecuados de energía
  • Absorción adecuada de nutrientes

Recuerde, la clave para aumentar la producción de butirato es la fibra. Piense en ella como la materia prima para la “fábrica” de butirato en su intestino. Cuando come alimentos enteros ricos en fibra, sus bacterias intestinales la fermentan y producen AGCC como subproducto. Algunas fuentes excelentes de fibra son las frutas (como manzanas, bayas y plátanos) y vegetales (sobre todo las verduras de hoja verde, brócoli y zanahorias). Otros carbohidratos beneficiosos para el intestino son:

  • Arroz blanco bien cocido
  • Pan de masa madre o artesanal
  • Verduras de raíz, como patatas y camotes
  • Frutas frescas y maduras
  • Masa harina o tortillas tradicionales

Limite el consumo de ácido linoleico para favorecer la producción de butirato

Otro factor de la alimentación que afecta la salud intestinal es el consumo excesivo de ácido linoleico (AL), que considero uno de los culpables principales de la disfunción metabólica y la mala salud intestinal cuando se consume en cantidades grandes. Para aclarar, su cuerpo necesita cantidades pequeñas de AL para funcionar de manera correcta. Sin embargo, el problema es que el AL está muy presente en el suministro de alimentos modernos, sobre todo en los alimentos muy procesados.

Un estudio publicado en Scientific Reports19 destacó que el AL induce estrés metabólico en bacterias beneficiosas como la cepa Bifidobacterium breve (B. breve), lo que altera las vías biosintéticas esenciales para aminoácidos, carbohidratos y grasas. Esto es significativo porque la B. breve favorece la producción de butirato de forma indirecta debido a que mantiene el equilibrio del intestino.

Dada la presencia generalizada de AL en los alimentos muy procesados, es importante minimizar su consumo para proteger su salud y favorecer la producción de butirato. Es recomendable limitar su consumo de AL a menos de 5 gramos al día, pero lo ideal es reducirlo a menos de 2 gramos.