📝HISTORIA EN BREVE

  • La deficiencia de vitamina D durante el embarazo representa una amenaza para la salud tanto de la madre como del hijo, ya que se relaciona con un riesgo mayor de preeclampsia, parto prematuro y bajo peso al nacer. Se necesitan niveles óptimos de vitamina D para tener un embarazo saludable
  • Pero, cada persona tiene necesidades diferentes y por esa razón, es importante recibir recomendaciones personalizadas. Hay factores como la genética, el índice de masa corporal y la pigmentación de la piel, que influyen en la forma en la que el cuerpo utiliza la vitamina D. Para determinar y mantener niveles óptimos de vitamina D, es necesario que se realice análisis periódicos
  • Las recomendaciones sobre vitamina D, en particular para las mujeres embarazadas, pueden ser confusas porque hay muchas opiniones diferentes al respecto. La cuestión es que, algunas organizaciones le restan importancia a la vitamina D debido a que existen sesgos institucionales e intereses financieros
  • Mantener niveles óptimos de vitamina D es importante para la salud en todas las etapas de la vida, no solo durante el embarazo. La vitamina D influye en la función inmunológica, la absorción de calcio y la prevención de enfermedades crónicas
  • Aunque exponerse de forma segura a la luz del sol es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D, muchas veces las personas tienen que recurrir a un suplemento. Póngase como objetivo niveles de 60 y 80 ng/ml y considere factores como el consumo de aceite de semillas, que puede provocar que exponerse al sol no sea la mejor opción

🩺Por el Dr. Mercola

La vitamina D, que también se conoce como la "vitamina del sol", es un nutriente clave para una serie de procesos fisiológicos. Aunque se produce de forma natural en la piel cuando se expone a la luz del sol, muchas personas, sobre todo las que viven en latitudes septentrionales, tienen tonos de piel más oscuros o pasan mucho tiempo en interiores, no obtienen la cantidad que necesitan.

Esto ha provocado una ola de deficiencia de vitamina D, que puede tener consecuencias graves, en especial para las mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. En el video de arriba, el Dr. Mobeen Syed y Jen Aliano de GrassrootsHealth entrevistan a Bruce Hollis, profesor de pediatría, bioquímica y biología molecular, y a la Dra. Carol Wagner, especialista en pediatría y neonatología de la Medical University of South Carolina.

El debate se centra en el tema de la vitamina D durante el embarazo y los primeros años de vida, y también se habla de la importancia de considerar las necesidades de cada persona al momento de la suplementación, la controversia en torno a las recomendaciones actuales y algunos consejos prácticos para optimizar el estado de la vitamina D, que es un aspecto fundamental para una salud óptima.

Los conceptos básicos de la vitamina D

Primero que nada, la vitamina D no es un compuesto único, sino un grupo de secosteroides liposolubles. Las dos formas principales para la salud humana son la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol). La vitamina D3, la forma más potente, se sintetiza en la piel cuando se expone a la radiación UVB de la luz del sol y también se encuentra en algunos alimentos de origen animal.

Mientras que la vitamina D2 proviene de fuentes de origen vegetal y es menos efectiva para incrementar los niveles de la forma activa. La vitamina D sufre una serie de transformaciones dentro del cuerpo, el primer paso ocurre en el hígado, donde la vitamina D se convierte en 25-hidroxivitamina D (25(OH)D), que también se conoce como calcidiol. Esta es la forma principal en la que se almacena la vitamina D en el cuerpo, y la forma que se mide en los análisis de sangre para determinar su estado.

Luego, en los riñones y otros tejidos, la 25(OH)D se convierte en la forma hormonal activa, 1,25-dihidroxivitamina D (1,25(OH)2D), que también se conoce como calcitriol. El calcitriol se une al receptor de vitamina D (VDR), un receptor nuclear que se encuentra en casi todas las células del cuerpo. Esta distribución del VDR es un ejemplo de la versatilidad de la vitamina D en los procesos fisiológicos, que va mucho más allá de su función en el metabolismo del calcio y los huesos.

El calcitriol regula la expresión genética, por lo que, influye en muchos procesos celulares, que incluyen el crecimiento y la diferenciación celular, la función inmunológica y la inflamación. Si bien, la vitamina D es popular porque ayuda a prevenir el raquitismo y la osteoporosis, sus efectos tienen un alcance mucho más amplio, y las investigaciones sugieren que puede ayudar a prevenir o controlar una serie de problemas de salud que incluyen enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, afecciones autoinmunes e incluso trastornos de salud mental como la depresión.1

El proceso de conversión de la vitamina D3 en su forma hormonal activa es un proceso biológico complejo que requiere ciertas enzimas y cofactores. El cuerpo tiene la capacidad de controlar la conversión de 25(OH)D a 1,25(OH)2D, lo que garantiza que tenga los niveles que se requieren para satisfacer una serie de necesidades fisiológicas y, al mismo tiempo, evita una acumulación excesiva que podría causar toxicidad.

Las consecuencias de la vitamina D en el embarazo

La deficiencia de vitamina D durante el embarazo se relaciona con una serie de problemas tanto para la madre como para el feto en desarrollo. Bruce Hollis y la Dra. Carol Wagner hablaron de varios riesgos importantes, que incluyen la preeclampsia, una enfermedad grave que se caracteriza por la hipertensión y el daño orgánico, que puede tener complicaciones que podrían ser mortales tanto para la madre como para el bebé.

Bruce Hollis citó el Vitamin D Antenatal Asthma Reduction Trial (vDAART) en el que ninguna de las mujeres embarazadas que al inicio del estudio tenía niveles de vitamina D de 40 ng/ml o más desarrollaron preeclampsia. 2 Esto sugiere que mantener niveles óptimos de vitamina D desde el comienzo del embarazo (o desde antes de la concepción que sería lo ideal) reduce el riesgo de este problema de salud que puede ser muy peligroso.

La preeclampsia se relaciona con un riesgo mayor de parto prematuro, bajo peso al nacer y otras complicaciones graves, lo que demuestra la importancia de optimizar los niveles de vitamina D como estrategia para prevenir esta enfermedad. El parto prematuro, que se define como el parto antes de las 37 semanas de gestación, es otro riesgo importante que se relaciona con la deficiencia de vitamina D. En la entrevista también mencionan un estudio en el que, los datos que solo se basaron en la dosis de vitamina D no mostraron una diferencia significativa en las tasas de nacimientos prematuros.

Pero, cuando se analizaron los datos en función de los niveles de vitamina D, surgió una relación clara: los niveles elevados se relacionaron con un riesgo menor de parto prematuro. Esto demuestra la importancia de considerar las respuestas individuales a la suplementación en lugar de solo basarse en la dosis.

El nacimiento prematuro es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad infantil, y tienen consecuencias a largo plazo en la salud de los bebés que logran sobrevivir, que incluyen problemas respiratorios, retrasos en el desarrollo, parálisis cerebral y deficiencias visuales y auditivas. Optimizar los niveles de vitamina D durante el embarazo, ayuda a reducir bastante la incidencia del parto prematuro y sus complicaciones.

Más allá de estos riesgos inmediatos, la deficiencia de vitamina D en el embarazo también se relaciona con consecuencias a largo plazo en la salud de los bebés. Los estudios sugieren que existe una relación entre los niveles bajos de vitamina D en el embarazo y un riesgo mayor de asma, eczema, diabetes tipo 1 y ciertos tipos de cáncer más adelante en la vida del niño.

Estos hallazgos sugieren que la vitamina D influye en la programación fetal y afecta el desarrollo del sistema inmunológico y otros procesos fisiológicos, lo que tiene efectos a largo plazo en la salud.

Aunque aún no se sabe con precisión cuáles son los mecanismos detrás de estas relaciones, lo que sí se sabe es que las implicaciones son profundas. Optimizar los niveles de vitamina D durante el embarazo no sólo mejora los resultados a corto plazo, sino que también podría determinar la salud y el bienestar a largo plazo de la próxima generación. Esto demuestra que implementar medidas para optimizar los niveles de vitamina D durante el embarazo podría ser una estrategia clave para proteger la salud pública.

La importancia de realizar análisis y utilizar un enfoque personalizado

Este debate también resalta la necesidad de un enfoque personalizado que se base en los resultados de los análisis. Esto se debe a que hay varios factores que influyen en la forma en que el cuerpo metaboliza y utiliza la vitamina D. Por ejemplo, las variaciones genéticas afectan la actividad de las enzimas que participan en el metabolismo de la vitamina D o la función de su receptor.

Otro factor es el índice de masa corporal (IMC), ya que las personas con un mayor IMC suelen necesitar dosis más altas de vitamina D para alcanzar niveles óptimos. Esto se debe a que, el tejido adiposo absorbe vitamina D liposoluble, lo que la hace menos biodisponible. Además, en la entrevista también señalan que el magnesio es un cofactor del metabolismo de la vitamina D. Eso significa que, la deficiencia de magnesio, reduce la capacidad del cuerpo para convertir la vitamina D en su forma activa, lo que afectará sus niveles, sin importar si consume la dosis recomendada.

La pigmentación de la piel es otro factor, la melanina, que es el pigmento que le da color a la piel, actúa como un protector solar natural, ya que absorbe la radiación UVB y reduce la capacidad de la piel para sintetizar vitamina D3. Por lo tanto, las personas con tonos de piel más oscuros necesitan exponerse más al sol para producir la misma cantidad de vitamina D que las personas con piel más clara. Esta diferencia contribuye a la prevalencia de deficiencia de vitamina D entre las poblaciones de piel más oscura, incluso si viven en lugares soleados.

Además, mencionaron que estas variaciones individuales hacen que un enfoque universal de suplementación con vitamina D sea poco efectivo y apto para muchas personas. Sin realizar análisis, es imposible saber si tiene una deficiencia de vitaminas o si sus niveles son óptimos. Además, en la entrevista afirman que los análisis no solo sirven para determinar la dosis inicial, sino también para monitorear el progreso y ajustar la suplementación según sea necesario.

Los niveles de vitamina D varían con el tiempo en respuesta a los cambios en la exposición al sol, la alimentación, el estado de salud y otros factores. Y, por esa razón es importante realizar de forma periódica los análisis, ya que permitirá realizar ajustes personalizados para garantizar que se mantengan los niveles óptimos. Este enfoque personalizado se vuelve aún más importante durante el embarazo, donde mantener niveles suficientes de vitamina D es fundamental no solo para la salud de la madre sino también para el desarrollo saludable del feto.

La diferencia entre las recomendaciones de dosis y un enfoque personalizado

Los expertos enfatizan que es importante analizar los niveles de vitamina D durante todo el embarazo para mantener niveles óptimos, por lo que, es probable que un enfoque universal que no incluye análisis periódicos deje a muchas mujeres con deficiencia. Además, citan estudios que demuestran que incluso con una dosis diaria de 4000 UI, muchas mujeres embarazadas no logran alcanzar los niveles deseados de vitamina D a mitad del embarazo.

Por esa razón, es muy importante personalizar las dosis con base en los resultados de los análisis, ya que esto garantizará que todas las mujeres embarazadas alcancen y mantengan los niveles de vitamina D que necesitan. En la entrevista, recomiendan que todos, incluyendo las mujeres embarazadas, mantengan un nivel de vitamina D de 50 ng/ml, lo que se basa en toda la evidencia que relaciona los niveles elevados de esta vitamina con mejores resultados del embarazo.

Pero, al parecer, un nivel entre 60 y 80 ng/ml (150 a 200 nmol/L) ayudará a obtener todos los beneficios de este poderoso nutriente.

Aunque algunas organizaciones de salud recomiendan umbrales más bajos, en la entrevista afirman que es necesario tener niveles elevados para satisfacer las demandas fisiológicas únicas del embarazo. Por ejemplo, Bruce Hollis dijo que la forma hormonal activa de la vitamina D, 1,25(OH)2D, incrementa tanto durante el embarazo que puede alcanzar niveles que se considerarían tóxicos en personas que no están embarazadas.

Esto sugiere que la función de la vitamina D durante el embarazo va más allá de sus funciones tradicionales en el metabolismo del calcio y los huesos.

Las investigaciones sugieren que la vitamina D puede afectar la función placentaria,3 modulación inmunológica y desarrollo fetal, lo que vuelve a demostrar la necesidad de mantener niveles óptimos durante esta etapa vulnerable. Los expertos también señalan que los ensayos controlados aleatorios (ECA) no son la mejor fuente para evaluar los efectos de la vitamina D. Si bien, los ECA se consideran el estándar de oro para evaluar la efectividad de los medicamentos, no son ideales para analizar nutrientes como la vitamina D.

A diferencia de los medicamentos, que no suelen encontrarse en el cuerpo de forma natural, la vitamina D ya está presente en diferentes niveles que varían de una persona a otra. Esta variabilidad basal influye mucho en los resultados de los ECA, lo que hace que sea más difícil determinar los efectos exactos de la suplementación. Además, los ECA suelen tener algunas inconsistencias, ya que en ocasiones, los participantes no cumplen al pie de la letra con las dosis asignadas.

Mientras que los estudios observacionales, que evalúan el estado de vitamina D y los resultados de salud en entornos del mundo real, ofrecen información valiosa sobre los efectos a largo plazo de la vitamina D. En la entrevista también afirman que deberían considerarse ambos tipos de estudios al momento de formular las recomendaciones y que no debería ignorarse todos los datos observacionales que respaldan los beneficios de los niveles óptimos de vitamina D.

La controversia sobre la vitamina D y las directrices contradictorias

En la entrevista hablan sobre una controversia importante en torno a las recomendaciones de vitamina D, en especial para mujeres embarazadas. Expresan su preocupación por un estudio que se publicó hace poco en la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas,4 que minimizó la importancia de la vitamina D en el embarazo.

Bruce Hollis sugiere que esta revisión excluyó de forma intencional algunos estudios relevantes y que sus conclusiones contradicen los resultados de la ciencia básica, los estudios observacionales e incluso algunos ECA. Los expertos mencionan casos en los que se ignoraron las preocupaciones de los revisores, y la publicación final no incluyó las revisiones que se hicieron.

Esto plantea interrogantes sobre la transparencia y la fiabilidad del proceso de revisión, y es un ejemplo más del sesgo en la interpretación de la evidencia científica. En la entrevista sugieren que los intereses institucionales y financieros influyen mucho en estas recomendaciones, ya que hay personas muy poderosas dentro de estas organizaciones que hacen todo por proteger sus puntos de vista y agendas de investigación.

Además, Bruce Hollis menciona el problema del "gaslighting", que es cuando las organizaciones presionar para solicitar más investigaciones, mientras descartan la evidencia existente.

También afirma que en el caso de la vitamina D, ya existe una gran cantidad de datos que demuestran con claridad la importancia de un estado óptimo de vitamina D para la salud general y, en particular, para los resultados del embarazo. Si bien, nunca está de más realizar más investigaciones, en la entrevista afirman que la evidencia actual es suficiente para justificar recomendaciones sólidas para realizar análisis de vitamina D y personalizar la suplementación.

Además, expresan su preocupación por el hecho de que solicitar más y más estudios, sin reconocer la evidencia existente, sirve para crear confusión y retrasar la implementación de estrategias efectivas de salud pública. Si consideramos la prevalencia de la deficiencia de vitamina D y sus consecuencias para la salud, se trata de un problema grave.

Consejos para combatir la deficiencia de vitamina D

Bruce Hollis y la Dra. Carol Wagner dan algunas recomendaciones prácticas para que las personas optimicen su estado de vitamina D. Enfatizan que, si bien, la luz del sol es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D, muchas personas no pueden exponerse lo suficiente debido a factores como la ubicación geográfica, estilo de vida y uso de bloqueador solar. Por lo tanto, muchas veces las personas tienen que recurrir a un suplemento de vitamina D3.

Los multivitamínicos o vitaminas prenatales no serán suficientes, ya que suelen contener dosis bajas de vitamina D (casi siempre unas 400 UI) que no serán suficiente para optimizar sus niveles, sobre todo en mujeres embarazadas o personas con factores de riesgo de deficiencia. Mejor, recomiendan que elija un suplemento de vitamina D3, y que sus dosis se ajusten a sus necesidades, según los resultados de los análisis.

En el caso de las personas que no pueden realizarse análisis periódicos, recomiendan una dosis inicial de 5000 UI al día para adultos, incluyendo las mujeres embarazadas. Pero, enfatizan que esta es una recomendación general y que, las necesidades varían mucho de una persona a otra. También mencionan la importancia del consumo adecuado de magnesio, que es un cofactor del metabolismo de la vitamina D.

Los vegetales de hoja verde son una buena fuente de magnesio, pero en ocasiones, es necesario recurrir a un suplemento para aprovechar al máximo la vitamina D.

Otro tema del que se habla en la entrevista es la seguridad de la suplementación con vitamina D, y aseguran que las dosis que recomiendan están dentro del rango que se considera seguro por la mayoría de los expertos y están destinadas a alcanzar niveles de vitamina D similares a los que se obtienen de la exposición al sol.

Para facilitar el acceso a los análisis, en la entrevista mencionan la disponibilidad de pruebas de sangre caseras, como las que ofrece GrassrootsHealth. Para estas pruebas solo debe pincharse el dedo para recolectar una pequeña muestra de sangre, que luego se envía por correo a un laboratorio para su análisis. Este método es una forma práctica y más accesible para que las personas controlen sus niveles de vitamina D y ajusten la suplementación según sea necesario.

La vitamina D es fundamental para todas las etapas de la vida

En la entrevista hablan del impacto de la vitamina D más allá del embarazo y la lactancia, y enfatizan su importancia en todas las etapas de la vida. Por ejemplo, mencionan el efecto de la vitamina D en la función inmunológica y los estudios que sugieren que podría ayudar a reducir el riesgo y la gravedad de las infecciones respiratorias, incluyendo el COVID-19.5

Por lo tanto, mantener niveles óptimos de vitamina D no sólo implica prevenir las enfermedades que se relacionan con la deficiencia, como el raquitismo y la osteomalacia, sino también reforzar todos los aspectos de la salud, lo que reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Recomiendan a las personas de todas las edades que analicen sus niveles de vitamina D e implementen las estrategias necesarias para alcanzar y mantener niveles óptimos.

En la entrevista también hablan de los beneficios de la vitamina D en niños y adolescentes. Los estudios sugieren que la deficiencia de vitamina D durante la infancia se relaciona con un riesgo mayor de problemas de salud como asma, alergias y enfermedades autoinmunes en el futuro.

En la entrevista hablan de la importancia de obtener suficiente vitamina D durante estos años de desarrollo, ya que las necesidades de vitamina D incrementan con la edad.6Optimizar los niveles de vitamina D desde una edad temprana, podría ayudar a promover un desarrollo saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas más adelante en la vida.

Estrategias para optimizar sus niveles de vitamina D

Aunque hay muchos suplementos de vitamina D en el mercado, la luz del sol es la forma más efectiva de optimizar sus niveles. De manera curiosa, los beneficios que solemos relacionar con la vitamina D en realidad provienen de la exposición segura al sol, y los niveles elevados sirven como un marcador de esta exposición.

Pero, hay un factor importante que debe considerar: los aceites de semillas en la alimentación. Estos aceites, que son muy comunes en los alimentos procesados y comida rápida, contienen mucho ácido linoleico (AL). Cuando el AL entra en contacto con la radiación ultravioleta (UV) del sol, se descompone, lo que puede causar inflamación y dañar el ADN de la piel. Si estos aceites forman parte de su alimentación, que es el caso de la mayoría de las personas que viven en Estados Unidos, debe ser más cuidadoso cuando se exponga al sol.

Se recomienda que limite el tiempo de exposición al sol a las primeras horas de la mañana o a las últimas de la tarde. Lo ideal es que, reduzca el consumo de estos aceites durante cuatro a seis meses antes de exponerse más al sol. Como se mencionó, hay factores como la pigmentación de la piel y la composición corporal que también influyen en la exposición segura al sol. Las personas con tonos de piel más oscuros necesitan exponerse más al sol que las personas de piel clara para producir la misma cantidad de vitamina D.

Dado que la grasa corporal almacena AL, las personas con mayor porcentaje de grasa corporal deben ser más cautelosas, ya que esos aceites podrían prolongar el periodo de riesgo incluso después de hacer cambios en la alimentación. Para determinar si la exposición al sol es segura, realice la "prueba de quemaduras solares", que consiste en observar bien su piel para detectar cualquier enrojecimiento. Mantenerse por debajo del umbral en el que su piel muestra incluso un ligero tono rosado indica que está dentro de los límites de una exposición segura. Evite las quemaduras solares a toda costa.

Una vez que disminuya sus reservas de AL, reducirá bastante su riesgo de quemaduras solares y cáncer de piel. Pero, evite el contacto directo con la luz del sol en sus horas más intensas (10 a.m. a 4 p.m.) durante al menos seis meses después de eliminar los aceites de semillas de su alimentación. Si bien, eliminar los aceites de semillas de los tejidos puede tardar unos dos años, este periodo de seis meses suele desintoxicar lo suficiente el cuerpo para que la persona aproveche los beneficios de la exposición al sol durante las horas de luz intensa.

Si necesita pasar tiempo bajo sol antes de que su cuerpo elimine por completo los aceites de las semillas, considere estas estrategias de protección:

  • Aplique crema tópica de niacinamida antes de exponerse al sol para protegerse del daño al ADN que pueden causar los rayos UV
  • Tome una aspirina infantil entre 30 y 60 minutos antes de exponerse al sol, ya que esto ayudará a evitar que el AL se convierta en metabolitos oxidados

Si no tiene la posibilidad de exponerse al sol, es probable que necesite suplementos de vitamina D, sobre todo en el embarazo. Trate de alcanzar un nivel de entre 60 y 80 ng/ml (150 a 200 nmol/l). Para lograrlo, analice sus niveles dos veces al año, ajuste la exposición al sol o el consumo de los suplementos según los resultados.

Cuando se trata de la vitamina D, es muy importante adoptar un enfoque proactivo para reforzar su salud y reducir su riesgo de enfermedades crónicas.  En esta entrevista, el mensaje es claro: la vitamina D es un nutriente que no recibe la atención que merece, y optimizar sus niveles debería ser una prioridad para todos, no solo para las mujeres embarazadas.