📝HISTORIA EN BREVE

Una nueva investigación demostró que las células, no sólo las neuronas, retienen y recuerdan información, el cual es un concepto conocido como "memoria de las células"

  • Los estudios demuestran que la repetición espaciada de estímulos conduce a una respuesta de las células más fuerte en comparación con estímulos únicos e intensos, lo que refleja los principios del aprendizaje
  • Factores moleculares clave como ERK y CREB, que son conocidos por su impacto en la memoria del cerebro, también están involucrados en la memoria de las células en todo el cuerpo
  • La memoria de las células es fundamental en varios procesos de salud, incluyendo las respuestas inmunitarias, las reacciones al estrés e incluso el desarrollo de enfermedades como el cáncer
  • Las opciones de estilo de vida, como el manejo del estrés, una alimentación saludable, el ejercicio y el sueño influyen de manera positiva en la memoria de las células y el bienestar general

🩺Por el Dr. Mercola

A menudo asociamos la memoria con el cerebro, e imaginamos redes neuronales complejas que almacenan nuestras experiencias. Pero ¿qué pasaría si la memoria existiera más allá de su cerebro, dentro de las células de su cuerpo? Las investigaciones descubrieron un concepto fascinante: la memoria de las células. Esta idea sugiere que, además de las neuronas, las células individuales retienen y recuerdan información sobre experiencias pasadas, lo que repercute en la salud de maneras sorprendentes.

Imagínese aprender a andar en bicicleta. Incluso después de años sin practicar, su cuerpo a menudo puede recordar cómo hacerlo. Esto no ocurre solo en el cerebro, sino que los músculos se adaptan y, en esencia, “recuerdan” los movimientos. Esta área apasionante de investigación explora cómo sus células pueden almacenar recuerdos e investiga qué puede significar esto para su salud.

¿Cómo recuerdan las células?

La comprensión convencional de la memoria se centra en las neuronas del cerebro, las cuales son células especializadas que se comunican a través de señales eléctricas y químicas. Sin embargo, un estudio publicado en Nature Communications reveló que incluso las células no neuronales presentan una forma de memoria.1 Este estudio se centró en el “efecto masa-espacio”, el cual es un principio bien establecido en el aprendizaje y la memoria.

Este principio establece que el aprendizaje es más efectivo cuando se distribuye en el tiempo (aprendizaje espaciado) que cuando se concentra en una sola sesión (aprendizaje masivo). Imagine que necesita estudiar para un examen: repasar el material durante varios días suele ser más efectivo que estudiar toda la noche.

Los investigadores exploraron este efecto en células humanas no neuronales, y utilizaron pulsos repetidos de sustancias químicas para imitar una experiencia de aprendizaje. Descubrieron que los pulsos espaciados produjeron una respuesta más fuerte y sostenida en las células en comparación con un pulso único y largo. Esto sugiere que las células “recuerdan” y responden con más efectividad a los estímulos repetidos cuando están espaciados. Esto no solo es un efecto a corto plazo; los pulsos espaciados produjeron cambios más significativos en las células durante un periodo más largo.

Este descubrimiento desafía la visión convencional de que la memoria solo es una función de los circuitos neuronales. El estudio también investigó los mecanismos moleculares detrás de la memoria de las células. Descubrieron que factores moleculares específicos, los cuales son importantes para la formación de la memoria en las neuronas, también influyen en esta respuesta de las células. Dos actores clave fueron la quinasa regulada extracelularmente (ERK, por sus siglas en inglés) y la proteína de unión al elemento de respuesta a AMPc (CREB, por sus siglas en inglés).

La ERK es una proteína de señalización que transmite información dentro de las células y el CREB es un factor de transcripción que controla la expresión genética. Los investigadores descubrieron que los pulsos espaciados condujeron a una activación más fuerte y sostenida de ERK y CREB.

Mediante la inhibición de ERK o CREB, los investigadores pudieron bloquear el efecto masa-espacio, lo que confirmó su influencia en este proceso de memoria de las células. Este hallazgo destacó la importancia de estas vías moleculares, no solo en la memoria del cerebro, sino también en la memoria de las células de todo el cuerpo.

Un hallazgo clave del estudio fue el aumento de la actividad del CREB, a menudo llamado “gen de la memoria” porque influyen en la formación de recuerdos a largo plazo. Cuando el CREB se activa, enciende otros genes que participan en la creación de cambios duraderos en las células. Los investigadores descubrieron que el entrenamiento espaciado condujo a una activación más fuerte y duradera de CREB en comparación con el entrenamiento masivo.

Esto sugiere que el entrenamiento espaciado es más efectivo para provocar los procesos celulares necesarios para formar una “memoria” duradera dentro de las células. Por interesante que parezca, los investigadores no solo examinaron un tipo de célula no neuronal. Investigaron este efecto de “aprendizaje espaciado” en diferentes líneas de células, incluyendo las células derivadas de riñones humanos. Cabe destacar que estas células renales también demostraron el efecto masa-espacio.

Este hallazgo es significativo, ya que demuestra que esta forma de memoria de las células no está limitada a tipos de células o tejidos específicos. Esto sugiere que este mecanismo fundamental de memoria está extendido por todo el cuerpo y opera en células que realizan una variedad de funciones, no sólo aquellas que suelen asociarse con el sistema nervioso.

La influencia de la memoria de las células en las enfermedades

Esta investigación sobre la memoria de las células tiene implicaciones importantes para nuestra comprensión de la salud y las enfermedades. Si bien, el estudio de Nature Communications se centró en las respuestas de las células en un entorno de laboratorio, también permite explorar cómo funcionan los mecanismos similares en el cuerpo. Por ejemplo, su sistema inmunológico depende de una forma de memoria de las células. Las células inmunitarias “recuerdan” encuentros pasados con patógenos, lo que permite una respuesta más rápida y efectiva ante una nueva exposición.2

Más allá del sistema inmunológico, la memoria de las células también podría influir en otros procesos del cuerpo. Por ejemplo, el estrés continuo tiene un impacto duradero en el cuerpo.3 Esto podría deberse en parte a la memoria de las células dentro de varios tejidos, lo que genera una mayor respuesta al estrés, incluso después de que desaparezca el factor estresante inicial. Esta respuesta al estrés crónico contribuye a diversos problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y problemas de salud mental.

Comprender cómo las células recuerdan y responden al estrés podría generar nuevas estrategias para controlar las enfermedades que se relacionan con el estrés. Además, la memoria de las células podría estar involucrada en el desarrollo y progresión de ciertas enfermedades. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que la memoria de las células puede influir en el cáncer. Las células cancerosas pueden “recordar” exposiciones previas a ciertos estímulos, lo que les permite adaptarse y sobrevivir incluso en condiciones difíciles.4

Esta memoria de las células podría contribuir a la resistencia a los medicamentos y a la recurrencia del cáncer. Mediante la comprensión de los mecanismos de la memoria de las células en las células cancerosas, los investigadores esperan desarrollar nuevas terapias que se dirijan a estos procesos de memoria y mejoren los resultados del tratamiento.

El concepto de memoria de las células también destaca la importancia de la conexión mente-cuerpo. Sus experiencias físicas, incluyendo el estrés, el ejercicio y la alimentación, tienen un impacto duradero en sus células. Esto sugiere que las elecciones de estilo de vida influyen no solo en su salud general, sino también en los “recuerdos” almacenados en su cuerpo. Si adopta hábitos saludables, puede influir de manera positiva en la memoria de sus células y promover el bienestar a largo plazo.

El descubrimiento de que las células renales presentan una forma de memoria también plantea preguntas interesantes sobre la salud y la enfermedad renal. Aunque se necesitan más investigaciones, es posible que la memoria de las células influya en cómo los riñones responden a las lesiones o al estrés. Por ejemplo, después de una lesión, las células renales pueden “recordar” el daño e iniciar procesos de reparación. Sin embargo, en algunos casos, esta memoria de las células puede volverse desadaptativa y contribuir a la enfermedad renal crónica.

Las investigaciones futuras en esta área podrían generar nuevas terapias dirigidas a estos procesos de memoria de las células para promover la salud renal y prevenir la progresión de la enfermedad en otras partes del cuerpo. Como indicó Nikolay V. Kukushkin de la Universidad de Nueva York, y autor del estudio:5

“Este descubrimiento ofrece posibilidades nuevas para comprender cómo funciona la memoria, y podría generar mejores formas de potenciar el aprendizaje y tratar los problemas de memoria.

Al mismo tiempo, sugiere que en el futuro necesitaremos tratar nuestro cuerpo más como el cerebro: por ejemplo, considere lo que nuestro páncreas recuerda sobre el patrón de nuestras comidas anteriores para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre, o considere lo que una célula cancerosa recuerda sobre el patrón de quimioterapia”.

La memoria de las células al servicio de una mejor salud

El descubrimiento de la memoria de las células es un paso importante en la comprensión de cómo funciona nuestro cuerpo. El estudio de Nature Communications aporta evidencias convincentes de que los procesos de memoria no se limitan al cerebro, sino que ocurren en varios tipos de células en todo el cuerpo.6

Esta investigación abre vías nuevas y apasionantes para explorar la relación entre la memoria de las células y la salud. Comprender cómo las células recuerdan y responden a las experiencias genera estrategias nuevas para prevenir y tratar numerosas enfermedades.

Esta investigación también destaca la necesidad de realizar más estudios sobre los mecanismos de la memoria de las células. Aunque el estudio de Nature Communications identificó a la ERK y el CREB como actores clave, es probable que haya otros factores moleculares involucrados. Las investigaciones futuras van a centrarse en desentrañar la red compleja de vías de señalización celular que contribuyen a este fenómeno.

Este conocimiento puede conducir al desarrollo de terapias dirigidas que modulen la memoria de las células y mejoren los resultados de salud. Comprender el papel del CREB en la memoria de las células también abre posibilidades apasionantes para investigaciones futuras. El descubrimiento de formas de mejorar de manera segura y efectiva la actividad del CREB en tipos de células específicos podría favorecer la función celular en diversos contextos.

Por ejemplo, en el caso de la enfermedad renal, aumentar la actividad del CREB en las células renales dañadas podría promover la reparación y regeneración. De manera similar, en otras enfermedades donde la función celular está alterada, la focalización del CREB podría ofrecer un enfoque terapéutico nuevo. Sin embargo, es importante señalar que la manipulación de la actividad del CREB es compleja y requiere una consideración cuidadosa para evitar consecuencias no deseadas.

El concepto de memoria de las células lo anima a pensar en su salud de una manera nueva. Enfatiza la importancia de un enfoque holístico que considere no solo su bienestar mental y emocional, sino también la salud de sus células.

Pasos para influir de manera positiva en la memoria de las células

Puede aprovechar el poder de la memoria de las células para promover la salud y el bienestar a largo plazo si adopta opciones de estilo de vida saludables y comprende el impacto de sus experiencias en sus células. Si bien, las investigaciones continúan, aquí hay algunos pasos prácticos para influir de forma positiva en la memoria de sus células:

  • Priorice su manejo del estrés: el estrés crónico tiene un impacto negativo y duradero en sus células. Técnicas como la meditación, los ejercicios de respiración profunda y pasar tiempo en la naturaleza pueden ayudarlo a controlar el estrés de forma efectiva.
  • Adopte el aprendizaje espaciado: el “efecto masa-espacio” sugiere que la repetición espaciada conduce a una mejor memoria de las células. Implemente este principio a sus actividades de aprendizaje. Divida la información en fragmentos manejables y revíselos de nuevo en intervalos espaciados para mejorar su retención.
  • Nutra su cuerpo con alimentos enteros: elija una alimentación equilibrada rica en frutas, vegetales y fuentes de proteínas saludables, a la vez que evita los alimentos procesados. Los alimentos enteros aportan nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo de las células y pueden favorecer los procesos saludables de memoria de las células.
  • Mueva su cuerpo con regularidad: el ejercicio favorece la salud de las células de diversas maneras. Intente realizar alguna actividad física todos los días, esto incluye caminar y hacer entrenamiento de fuerza por una hora o menos, un par de veces a la semana.
  • Duerma lo suficiente y con calidad: el sueño permite que su cuerpo y células se reparen y rejuvenezcan. Asegúrese de dormir en oscuridad total y evite la luz azul en las horas previas a acostarse.