📝HISTORIA EN BREVE
- La taurina, que es un aminoácido condicional, influye en varias funciones del cuerpo y es investigada por su habilidad para promover la longevidad
- Los estudios sugieren que la deficiencia de taurina es un factor determinante para el envejecimiento. Se demostró que la suplementación con taurina aumenta la esperanza de vida y mejora la salud en ratones, ya que reduce la senescencia de las células y mejora la función de las mitocondrias
- La taurina ofrece beneficios cardiovasculares importantes. Ayuda a regular la presión arterial, mejora la función endotelial y mejora la salud metabólica
- La taurina protege contra la enfermedad de Parkinson, ya que reduce la inflamación y el estrés oxidativo. También ayuda a mantener una función mitocondrial efectiva en las neuronas dopaminérgicas
- Aumentar el consumo de taurina mediante la alimentación o suplementos mejora la esperanza de vida y retrasa el envejecimiento biológico. Los alimentos ricos en taurina incluyen los productos de origen animal, como la carne de res de vacas alimentadas con pastura, huevos de gallinas camperas y productos lácteos
🩺Por el Dr. Mercola
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo se vuelve lento de forma natural. Esta es una parte normal de la vida, pero ¿qué pasaría si existiera una sustancia natural, algo que quizás ya tenga en su refrigerador, que pudiera ayudarlo a mantenerse más saludable y activo por más tiempo?
Una de esas sustancias es la taurina, que es un aminoácido presente en muchos alimentos, y existen investigaciones que respaldan su utilidad para promover la longevidad y el bienestar general. Como aminoácido, la taurina es un componente esencial de las proteínas. Si bien, la mayoría de los aminoácidos se utilizan para construir proteínas, la taurina es un poco diferente.
Se considera un aminoácido "condicional", lo que significa que su cuerpo produce parte de él por sí solo, pero también necesita obtenerlo de su alimentación. Piense en la taurina como una molécula auxiliar versátil que tiene muchas funciones en su cuerpo. Se encuentra en grandes concentraciones en los productos de origen animal, sobre todo en carnes y mariscos. También está presente en cantidades más pequeñas dentro de los productos lácteos.
La taurina interviene en numerosas funciones del cuerpo, entre ellas, el apoyo al sistema nervioso, la salud del corazón y la función de los músculos. Además, actúa como antioxidante, ya que protege a las células contra daños. Esta función de alcance amplio es la razón por la que los científicos están tan interesados en explorar los beneficios de la taurina para la salud, en especial a medida que envejecemos.
¿La taurina retrasa el proceso de envejecimiento?
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta una serie compleja de cambios, que la mayoría de las personas conocen como las características del envejecimiento. Estos cambios, que ocurren a nivel celular y fisiológico, contribuyen al deterioro de la función de los órganos, a una mayor susceptibilidad a las enfermedades y, en última instancia, a la muerte. Los científicos investigan de manera activa cómo intervenir en estos procesos y promover un envejecimiento saludable.
Un estudio publicado en Science llamó la atención sobre el impacto de la deficiencia de taurina como un factor clave del envejecimiento. 1 Esta investigación exploró la relación entre los niveles de taurina y el envejecimiento en varias especies, y reveló algunos hallazgos convincentes.
En primer lugar, los investigadores observaron que, con la edad, las concentraciones de taurina circulante disminuyeron de forma constante en ratones, monos y humanos. Este descubrimiento sugiere que la menor disponibilidad de taurina es más que solo una consecuencia de envejecer: podría ser un factor contribuyente.
Cabe destacar que el estudio investigó los efectos de la suplementación con taurina en ratones de mediana edad. Los resultados fueron sorprendentes: los ratones que recibieron suplementos de taurina aumentaron del 10 % al 12 % su esperanza de vida en comparación con el grupo de control. Más importante aún fue la mejora en la esperanza de vida, lo que indicó que la taurina no sólo prolonga la vida, sino que también mejora la calidad de vida durante el envejecimiento.
Investigaciones posteriores sobre los mecanismos de los efectos antienvejecimiento de la taurina demostraron su impacto positivo en varios rasgos clave del envejecimiento. Se descubrió que la suplementación con taurina disminuye la senescencia de las células, que es la acumulación de células disfuncionales que contribuyen al envejecimiento de los tejidos. También protegió contra el acortamiento de los telómeros, que es un factor del envejecimiento de las células, y mejoró la función de las mitocondrias, que son la fuente de energía de las células.2
Además, la suplementación con taurina disminuyó el daño al ADN, que es un gran contribuyente a la disfunción celular relacionada con la edad, y atenuó la inflamación, el cual es un estado crónico vinculado a varias enfermedades relacionadas con la edad. Estos hallazgos combinados sugieren que la taurina ejerce sus efectos antienvejecimiento a través de múltiples vías, y aborda varios procesos fundamentales que se involucran en el envejecimiento.
El estudio también descubrió una asociación entre menores niveles de taurina y un riesgo mayor de varias enfermedades humanas, incluyendo enfermedades hepáticas, diabetes y presión arterial elevada.3 Por interesante que parezca, el estudio también descubrió que el ejercicio aumenta los metabolitos de taurina en la sangre, lo que ofrece un vínculo intrigante entre la actividad física y los beneficios antienvejecimiento.
La influencia de la taurina en la salud cardiovascular
Una revisión publicada en Nutrients aportó una descripción general completa de las diversas funciones de la taurina en la salud humana, con un enfoque particular en el envejecimiento y la función cardiovascular. 4 Una de las conclusiones clave es la presencia significativa de taurina en los tejidos con actividad metabólica elevada, como el corazón, el cerebro y los músculos esqueléticos. Esta distribución sugiere su participación en procesos que consumen mucha energía y destaca su importancia para la salud general.
La revisión enfatizó el impacto de la taurina como antioxidante, ya que protege a las células del daño causado por los radicales libres y el estrés oxidativo, los cuales están implicados en el envejecimiento y en diversas enfermedades. Esta capacidad antioxidante favorece los beneficios de la taurina para la salud cardiovascular y neurológica.
La revisión de Nutrients exploró más a fondo el impacto de la taurina en la salud cardiovascular, y citó evidencia de sus efectos positivos en la regulación de la presión arterial, la contractilidad cardíaca y la función vascular.5 Los estudios demostraron que la taurina mejora la función endotelial, la salud del revestimiento interno de los vasos sanguíneos, lo cual es importante para mantener un flujo sanguíneo saludable y prevenir la aterosclerosis.
La revisión también analizó la influencia de la taurina en la regulación metabólica, en particular en el metabolismo de la glucosa y los lípidos. Las investigaciones sugieren que la taurina mejora la sensibilidad a la insulina, lo cual beneficia a las personas con diabetes tipo 2 o las personas en riesgo de desarrollar dicha enfermedad. 6 Además, la taurina contribuye a tener perfiles de lípidos más saludables debido a que reduce los niveles de triglicéridos, lo cual disminuye aún más el riesgo de enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.
Estos hallazgos destacan el impacto de la taurina como agente de apoyo para mantener la salud metabólica y cardiovascular. La revisión de Nutrients también exploró los mecanismos por los cuales la taurina puede influir en el envejecimiento, incluyendo sus efectos sobre la senescencia de las células, la respuesta de la proteína desplegada, el desgaste de los telómeros y las proteínas de longevidad llamadas sirtuinas, todas ellas implicadas en el envejecimiento.
El impacto de la taurina en la protección contra la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurológico complejo que se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas productoras de dopamina en el cerebro. Esta pérdida provoca los síntomas motores característicos del Parkinson, como temblores, rigidez y dificultad con el equilibrio y la coordinación.
Si bien, aún se investigan las causas exactas de la enfermedad de Parkinson, un conjunto creciente de investigaciones señala la participación de la inflamación crónica y el estrés oxidativo en el desarrollo y la progresión de la enfermedad.
Un estudio publicado en el International Journal of Molecular Sciences exploró la influencia de varios nutracéuticos, incluyendo la taurina, para combatir estos procesos y ofrecer protección contra el Parkinson.7 Uno de los factores clave en la cascada inflamatoria asociada con el Parkinson es el peroxinitrito, que es una molécula muy reactiva que daña las células y contribuye a la disfunción neuronal.
Este estudio destacó la importancia de abordar la producción y actividad del peroxinitrito como una estrategia para prevenir o retardar la progresión del Parkinson. Los investigadores propusieron que podrían ser beneficiosos los nutracéuticos que reducen la producción de peroxinitrito por parte de las células inmunitarias (llamadas microglia) o mejoran la eliminación de oxidantes derivados del peroxinitrito. Aquí es donde la taurina interviene.
El estudio sugirió que la taurina reduce la inducción del óxido nítrico sintasa inducible (iNOS, por sus siglas en inglés) en la microglía.8 La iNOS es una enzima que produce óxido nítrico, el cual es un precursor del peroxinitrito. Debido a que reduce la actividad de la iNOS, la taurina podría ayudar a limitar la formación de esta molécula dañina. Esto es importante porque la producción excesiva de peroxinitrito contribuye al daño de las neuronas dopaminérgicas, que son las mismas células que se pierden en el Parkinson.
Además, el estudio analizó la importancia de mantener una buena función mitocondrial en las neuronas dopaminérgicas.9 Las mitocondrias son la fuente de energía de las células, y se encargan de la producción de energía. Se cree que el daño a las mitocondrias favorece la inflamación autosostenida que impulsa la patogénesis del Parkinson.
El estudio sugirió que la taurina, junto con la N-acetilcisteína (NAC), promueve la producción de sulfuro de hidrógeno (H2S), que es un gasotransmisor con varios efectos fisiológicos, incluyendo propiedades neuroprotectoras. Un gasotransmisor es una molécula de gas que actúa como molécula de señalización en el cuerpo, de manera similar a cómo funcionan los neurotransmisores en el sistema nervioso. Las células producen estos gases, y pueden viajar distancias cortas y afectar la función de otras células cercanas.
El H2S apoya la función de las mitocondrias y protege contra los daños, lo que puede ser beneficioso en el contexto del Parkinson. Esta es una consideración importante, ya que las mitocondrias dañadas generan una reacción en cadena de inflamación y mayor daño neuronal.
La taurina para mejorar la edad biológica y la salud metabólica
A medida que las personas viven más tiempo, surge una pregunta: ¿vivimos de forma más saludable por más tiempo? Aquí es donde entra el concepto de “esperanza de vida saludable”, que es el periodo de vida que se transcurre con buena salud y libre de enfermedades crónicas importantes. Una revisión en el Journal of Geriatric Cardiology exploró cómo mejorar la esperanza de vida saludable, y se centró en la taurina.10 Los autores señalaron que, si bien, los avances médicos prolongaron la esperanza de vida, no siempre se puede decir lo mismo de la esperanza de vida saludable.
Cada vez hay más adultos mayores con fragilidad y múltiples enfermedades crónicas, lo que afecta su calidad de vida y supone una carga para los sistemas de atención médica. La revisión destacó el "envejecimiento biológico acelerado", en el cual la edad biológica de una persona, que se determina por biomarcadores como la metilación del ADN, es mayor que su edad cronológica. 11 Piénselo de esta manera: es posible que tenga 50 años cronológicos, pero su cuerpo puede actuar como si tuviera 60, según estos marcadores biológicos.
Este envejecimiento acelerado se relaciona con enfermedades comunes asociadas con la edad, como diabetes, enfermedades cardíacas, deterioro cognitivo y fragilidad. Entonces ¿qué puede hacer al respecto? La revisión sugirió que las intervenciones nutricionales, en particular la taurina, son fundamentales en la desaceleración de este reloj biológico. De hecho, la habilidad de la taurina para mejorar la salud celular y metabólica, en particular el control del azúcar en la sangre, hizo que se le denominara como el "aminoácido de la longevidad".12
Los estudios realizados en animales demostraron resultados prometedores: suplementar con taurina mejora diversos aspectos de la salud, incluyendo la función de las mitocondrias y la reducción del estrés de las células. La revisión también exploró algunas conexiones interesantes entre la taurina y otros aspectos de la salud. Por ejemplo, mencionó que la taurina interactúa con el microbioma del intestino y la conjugación de ácidos biliares, los cuales son cada vez más reconocidos como importantes para la salud general.13
También se discutió cómo la taurina influye en la liberación del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1), que es una hormona involucrada en la regulación del azúcar en la sangre, más conocida por el fármaco GLP-1 Ozempic. Los autores también indicaron que la taurina actúa como un "mimético de la restricción calórica", lo que significa que proporciona algunos de los mismos beneficios que brinda el reducir el consumo de calorías, lo cual se sabe que promueve la longevidad en varias especies.
Más pruebas de los beneficios de la taurina para la salud del corazón
Un estudio publicado en el Journal of Biomedical Science exploró el vínculo entre la taurina y la salud cardiovascular, y se basó tanto en investigaciones experimentales como en encuestas epidemiológicas a gran escala.14
Los investigadores destacaron la importancia de la taurina en la prevención de derrame cerebral y enfermedades cardiovasculares (ECV), que en un principio se observaron en modelos genéticos de ratas. Estos primeros hallazgos sugirieron que los beneficios de la taurina provienen de su habilidad para regular la presión arterial y reducir la inflamación, los cuales son factores clave en las ECV.
Uno de los aspectos más significativos de este estudio fue el uso de datos del estudio Cardiovascular Diseases and Alimentary Comparison (CARDIAC), que es una encuesta internacional que examinó la alimentación, los riesgos de las ECV y la mortalidad en 61 poblaciones diferentes en todo el mundo. 15 Esto permitió a los investigadores vincular los hábitos alimentarios y el consumo de taurina con resultados de salud reales a gran escala. Mediante el análisis de muestras de orina de 24 horas pudieron estimar el consumo de taurina y compararlo con varios marcadores de salud.
El estudio CARDIAC demostró una gran relación inversa entre la excreción de taurina (lo que indica un mayor consumo de taurina) y la mortalidad por la enfermedad cardíaca coronaria.16
En otras palabras, las poblaciones con mayor consumo de taurina tendieron a presentar menores tasas de muerte por la enfermedad cardíaca coronaria. Aquellos con mayor excreción de taurina también tuvieron menor índice de masa corporal (IMC), presión arterial (tanto sistólica como diastólica), colesterol total e índice aterogénico, que es una medida del riesgo de desarrollar aterosclerosis.
Estos datos proporcionan evidencia convincente de la influencia protectora de la taurina contra las ECV en poblaciones diversas. Por interesante que parezca, el estudio descubrió que los efectos positivos de la taurina en los riesgos de las ECV fueron aún más pronunciados en las personas con mayor excreción de magnesio.17 Esto indica un efecto sinérgico entre la taurina y el magnesio.
Por último, los investigadores examinaron los hábitos alimentarios de los aborígenes australianos, que a lo largo de la historia consumieron una alimentación rica en taurina y magnesio procedente de alimentos silvestres y mariscos. Sin embargo, con los cambios en los patrones alimentarios, ahora experimentan una de las tasas más elevadas de enfermedades relacionadas con el estilo de vida.18 Esto resalta la importancia de las formas tradicionales de alimentación, las cuales son ricas en estos nutrientes, para la salud a largo plazo.
Cómo aumentar los niveles de taurina
Aunque su cuerpo puede sintetizar una cierta cantidad de taurina, no será suficiente a largo plazo, sobre todo con la edad, puesto que su cuerpo pierde la capacidad de sintetizar este aminoácido importante. Entonces, si busca aumentar su consumo de taurina de forma natural, una manera excelente es mediante la incorporación de alimentos ricos en taurina a su alimentación. Como ya se mencionó, los productos de origen animal son las principales fuentes de taurina. Algunas opciones buenas incluyen la carne de res de animales alimentados con pastura, huevos de gallinas camperas y productos lácteos.
Si bien, una alimentación equilibrada que incluya estos alimentos aporta una buena cantidad de taurina, para algunas personas les es difícil obtener niveles óptimos solo a través de la alimentación, sobre todo a los vegetarianos y veganos. En estos casos son útiles los suplementos de taurina. En última instancia, es fundamental adoptar un enfoque personalizado de la salud y longevidad. Si bien, aún continúan las investigaciones sobre la taurina, es importante recordar que cada persona es diferente.
Un plan personalizado que incorpora cambios en el estilo de vida y estrategias alimentarias para aumentar la energía de las células, junto con el uso adecuado de suplementos como la taurina, favorece sus objetivos de salud individuales y promueve un envejecimiento saludable. La combinación de los avances científicos con la atención personalizada sienta las bases para una vida más larga, más saludable y más plena.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 2, 3 Science, June 9, 2023;380(6649)
- 4, 5, 6 Nutrients, September 30, 2023;15(19):4236
- 7, 8, 9 International Journal of Molecular Sciences, May 21, 2020;21(10):3624, Conclusion
- 10, 11, 12, 13 Journal of Geriatric Cardiology, November 28, 2023;20(11):813-823, Conclusion
- 14, 15, 16, 17, 18 Journal of Biomedical Science, August 24, 2010;17(Suppl 1):S6