📝HISTORIA EN BREVE

  • La vitamina D3 sintetizada a partir de la luz de los rayos del sol, desempeña un papel muy importante en la salud bucal ya que promueve la remineralización del esmalte debilitado, lo que ayuda a revertir las caries en fase inicial y fortalecer los dientes
  • Las investigaciones demuestran que la vitamina D3 mejora la absorción y disponibilidad del calcio, que son esenciales para reparar y fortalecer de manera natural el esmalte de los dientes y, por lo tanto, reduce el riesgo de desarrollar caries
  • La investigación epidemiológica demuestra una relación entre los niveles bajos de vitamina D en adolescentes y un riesgo mayor de desarrollar caries, lo que destaca la importancia de tener niveles óptimos de vitamina D para gozar de una buena salud bucal
  • La vitamina D contribuye al desarrollo saludable de los dientes incluso antes de nacer, y fortalece las defensas del cuerpo contra las bacterias que causan caries ya que aumentan las proteínas antimicrobianas en la saliva
  • Optimizar los niveles de vitamina D al exponerse a los rayos del sol o consumir suplementos, combinado con prácticas de higiene bucal constantes, es esencial para proteger y mantener una sonrisa saludable y fuerte

🩺Por el Dr. Mercola

¿Recuerda ese dolor al morder una palomita de maíz? ¿O la temida visita al dentista con la noticia de una caries? Las caries, también conocidas como picaduras dentales, son un problema común que afecta a personas de todas las edades. Estos pequeños agujeros en los dientes son causados por un deterioro del esmalte, que es la capa exterior que protege los dientes. Las caries suelen ser dolorosas, costosas y además pueden promover la pérdida de dientes.

Pero existen buenas noticias, las investigaciones confirman que existe una manera de combatir las caries, y es la vitamina D3, también conocida como la vitamina del sol.1 La vitamina D3 es un nutriente único. A diferencia de la mayoría de las vitaminas que obtenemos de los alimentos, nuestro cuerpo sintetiza la vitamina D3 a partir de la exposición a los rayos del sol. Es como si su piel fuera una fábrica de vitaminas. Cuando la luz de los rayos del sol llega a la piel, se produce una reacción química que fomenta la producción de vitamina D3.

La vitamina D3 es un factor importante en la salud, ya que mantiene los huesos fuertes y favorece el funcionamiento del sistema inmunológico y los músculos. También ayuda a absorber el calcio, que es necesario para construir y mantener huesos fuertes.

Pero ¿por qué son tan comunes las deficiencias de vitamina D? Existen varios factores que contribuyen a dicha tendencia. La poca exposición a los rayos del sol debido a nuestro estilo de vida, en especial durante los meses de invierno o en regiones con menos sol, afecta la producción de vitamina D.

Ciertos tonos de piel, en especial los más oscuros, requieren una exposición mayor para producir la misma cantidad de vitamina D. Incluso existen algunas afecciones que obstaculizan la absorción o el metabolismo de la vitamina D. Si sus niveles son bajos, es muy probable que su salud general (y bucal) sufra las consecuencias.

Cómo las caries arruinan los dientes

Los dientes son como un castillo. El esmalte, que es la capa exterior, actúa como un escudo que protege las estructuras internas más blandas de los invasores. El esmalte es la sustancia más dura del cuerpo humano, y está compuesto de minerales como calcio y fosfato. Este escudo protege las capas más vulnerables de la dentina y pulpa que se encuentran debajo.

Pero, estos invasores son bacterias microscópicas que aman los alimentos y las bebidas azucaradas. Cuando estas bacterias se acumulan como placa entre los dientes, producen ácido. Imagine que la placa es como una capa pegajosa que se forma de manera constante entre los dientes. Cuando consume alimentos o bebidas azucaradas, las bacterias de la placa se alimentan de esos azúcares y liberan ácidos.

Este ácido erosiona el esmalte, lo que contribuye a un proceso llamado desmineralización, donde se pierden minerales esenciales como el calcio, y eso afecta su escudo. Así es como se forman las caries, que en realidad son pequeñas grietas en el esmalte que se profundizan y causan dolor si no se tratan a tiempo.

Si la desmineralización continúa, el esmalte se rompe y se forma una caries. Cepillarse los dientes dos veces al día elimina la placa, mientras que el uso de hilo dental ayuda a eliminar las partículas de comida ocultas entre los dientes. Sin embargo, otra estrategia importante para reducir el riesgo de desarrollar caries es optimizar sus niveles de vitamina D.

La vitamina D3 ayuda a tener dientes fuertes

Cuando el esmalte comienza a debilitarse debido a la desmineralización, existe un proceso que ayuda a revertir el daño, llamado remineralización. Este proceso es similar a reparar grietas en una pared. Los minerales como el calcio se depositan de nuevo en el esmalte, lo que lo fortalece e incluso revierte las caries en etapa inicial. Este proceso mantiene la integridad de sus dientes y previene las caries.

Las investigaciones sugieren que la vitamina D3 es indispensable en este proceso. Un estudio publicado en Cureus investigó los efectos de consumir vitamina D3 por vía oral para la remineralización de las lesiones del esmalte en las primeras etapas.2 Los investigadores utilizaron premolares extraídos y crearon lesiones artificiales similares a las caries en las superficies del esmalte. Luego, expusieron estos dientes a la saliva recolectada de voluntarios que habían tomado 1 000 UI de vitamina D3 todos los días durante períodos variables (tres y seis semanas).

Los investigadores compararon estos resultados con los dientes que se expusieron a la saliva de los mismos voluntarios antes de que comenzaran a tomar los suplementos, así como con los grupos de control (uno con esmalte sano y otro expuesto solo a la desmineralización). El estudio valoró dos aspectos importantes: la microdureza de la superficie del esmalte y el porcentaje en peso de calcio (Ca) y fósforo (P), ya que son los minerales principales de los dientes.

Utilizaron una máquina de microdureza llamada Vickers para evaluar la dureza de la superficie y saber qué tan resistente es el esmalte. También utilizaron espectrometría de fluorescencia de rayos X (XRF), que es una técnica que mide con precisión la cantidad de elementos en una muestra, para cuantificar el contenido de calcio y fósforo.

El estudio descubrió que los dientes que se expusieron a la saliva de los voluntarios que consumieron vitamina D3 demostraron un aumento tanto en la microdureza como en el contenido de Ca y P en comparación con los que estuvieron expuestos a la saliva antes de consumir los suplementos. Esto indicó que la saliva del grupo de vitamina D3 promovió una mejor remineralización.

Este estudio proporcionó evidencia de que los suplementos con vitamina D3 mejoran de manera indirecta la remineralización de las lesiones de caries en las primeras etapas.3 La vitamina D3 mejora la absorción y disponibilidad del calcio, lo que al mismo tiempo apoya los procesos naturales encargados de reparar el esmalte de los dientes. Esto significa que tener niveles adecuados de vitamina D es beneficioso para proteger y fortalecer los dientes.

La función de la vitamina D en la salud dental de los adolescentes

Aunque he analizado la importancia de la vitamina D3 para la remineralización a nivel microscópico, también es importante observar una perspectiva más amplia. Una revisión sistemática publicada en el Dentistry Journal examinó muchos estudios que analizan la relación entre los niveles de vitamina D y las caries en adolescentes con dientes permanentes.4 Este tipo de revisión es valiosa porque combina los hallazgos de muchos estudios diferentes, lo que proporciona un conocimiento más amplio del tema.

Los investigadores analizaron ocho estudios realizados en varios países, incluyendo Estados Unidos, Portugal, Reino Unido, Qatar, Corea del Sur, China y Corea. Es importante realizar el estudio en diferentes países porque factores como la alimentación, la exposición a los rayos del sol y el acceso a la atención dental varían en todo el mundo.

La mayoría de los estudios observacionales eran transversales, lo que significa que analizaron datos de un momento específico en el tiempo. Esto sirve para encontrar relaciones, pero no puede probar en definitiva que una cosa causa otra. Algunos estudios demostraron una relación evidente entre los niveles bajos de vitamina D y un riesgo mayor de desarrollar caries.

De hecho, algunos estudios demostraron que los adolescentes con niveles bajos de vitamina D tuvieron una probabilidad dos veces más alta de desarrollar caries en comparación con los que tuvieron niveles óptimos. De acuerdo con los investigadores, “nuestra revisión sugiere que mejorar el nivel de la vitamina D podría ser una medida beneficiosa para prevenir las caries en niños y adolescentes”.5

Cómo la vitamina D protege los dientes en desarrollo

Una revisión narrativa publicada en el European Journal of Pediatrics explica varios mecanismos clave por los cuales la vitamina D ayuda a proteger los dientes, en especial los de los niños.6 Este tipo de revisión reúne información de diferentes estudios para proporcionar una descripción mucho más completa.

Un punto importante destacado en la revisión es el efecto de la vitamina D incluso antes de que el niño nazca. Los dientes comienzan a desarrollarse muy rápido durante el embarazo, y la vitamina D desempeña un papel muy importante en este proceso. Si una madre tiene deficiencia de vitamina D durante el embarazo, es posible que se presenten defectos en los dientes en desarrollo del bebé, lo que lo hace más susceptible a generar caries a lo largo de la vida. Esto resalta la importancia de que las mujeres embarazadas mantengan niveles óptimos de vitamina D.

Además de que la vitamina D fomenta el desarrollo de los dientes, también fortalece las defensas naturales contra las bacterias que causan las caries, ya que estimula la producción de proteínas antimicrobianas, que son como pequeños guerreros que luchan contra los microbios dañinos en la boca. Uno de estos guerreros, llamado catelicidina, es muy efectivo contra el Streptococcus mutans, una bacteria involucrada en la formación de caries.

Varios estudios han demostrado que los niños con niveles óptimos de vitamina D tienen niveles más altos de catelicidina en la saliva, lo que les proporciona protección adicional contra las caries. Por último, la revisión destaca la importancia de la saliva para mantener la salud bucal. La saliva ayuda a eliminar las partículas de comida y neutralizar los ácidos que producen las bacterias. También contiene minerales como calcio y fósforo que ayudan a reparar el esmalte.

La vitamina D es importante para mantener el flujo y la composición saludable de la saliva. Cuando los niveles de vitamina D son bajos, la producción de saliva disminuye, y su contenido mineral suele reducir, lo que hace que los dientes sean más vulnerables a las caries. Esta revisión concluye que la deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo de caries en los niños, y los niveles óptimos de vitamina D durante el embarazo y la niñez son una medida preventiva adicional.

La vitamina D y la salud de las encías

Además de ayudar a mantener los dientes fuertes y prevenir las caries, la vitamina D también es indispensable para la salud de las encías. Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition analizó la relación entre los niveles de vitamina D y la enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías.7 Este estudio, que se realizó con datos de una gran encuesta nacional de salud en los Estados Unidos, incluyó a 11 202 adultos de 20 años o más.

La enfermedad periodontal es una infección grave que daña los tejidos blandos y el hueso que sostienen los dientes. Provoca recesión de las encías, dientes flojos e incluso pérdida de piezas, además de efectos sistémicos en todo el cuerpo. Los investigadores de este estudio midieron algo llamado "pérdida de inserción periodontal", que es un signo de cuánto daño ha causado la enfermedad de las encías. También midieron los niveles de vitamina D de los participantes.

Lo que encontraron fue interesante: en adultos de 50 años o más, se encontró una relación entre los niveles de vitamina D y la salud de las encías. Las personas con niveles más bajos de vitamina D presentaron una mayor pérdida de inserción, lo que significa que tenían una enfermedad de las encías más grave. Esta relación se observó tanto en hombres como en mujeres.

Ahora, tal vez se pregunte si esto se debe a que la vitamina D es importante para la salud de los huesos en general, y la enfermedad de las encías se relaciona con la pérdida ósea en la mandíbula. Aunque es una buena pregunta, los investigadores también analizaron la densidad ósea y descubrieron que no explicaba por completo la relación.

Esto sugiere que la vitamina D podría ayudar a la salud de las encías de otras maneras, tal vez al reducir la inflamación, que es una parte importante de la enfermedad de las encías. Este estudio es otra razón para asegurarse de obtener suficiente vitamina D. No sólo puede ayudar a mantener los dientes fuertes y prevenir las caries, sino que también podría ayudar a mantener las encías sanas, en especial a medida que envejece.

La importancia de la vitamina D3 para tener una sonrisa saludable

Los rayos del sol son la forma más efectiva para que el cuerpo produzca vitamina D, y ofrecen beneficios que van más allá de la mera producción de vitaminas. Sin embargo, es esencial exponerse a los rayos del sol con precaución, en especial si se considera el impacto de los aceites de semillas en la alimentación.

Los aceites de semillas, que tienen un alto contenido en ácido linoleico (AL), reaccionan de manera negativa con la radiación ultravioleta, lo que provoca inflamación y daños en el ADN. Si consume estos aceites de manera regular, es recomendable moderar la exposición a los rayos del sol, en especial durante las horas pico alrededor del mediodía, que es entre las 10 a. m. y las 4 p. m. durante el horario de verano.

Después de eliminar los aceites de semillas durante cuatro a seis meses (aunque la eliminación total del tejido demora alrededor de dos años), aumente poco a poco su exposición a los rayos más suaves de la mañana o la tarde.

Factores individuales como la pigmentación de la piel y la composición corporal también influyen en cómo la piel responde a los rayos del sol; las personas con un tono de piel más oscura requieren una exposición más prolongada para la síntesis de vitamina D, mientras que las personas con porcentajes de grasa corporal más altos deben ser más cautelosas porque los aceites de semillas oxidados almacenados en el tejido graso extienden el período de riesgo incluso después de los cambios en la alimentación.

La forma más sencilla de calcular la exposición solar adecuada es la "prueba de la quemadura solar". Observe su piel para detectar cualquier signo de enrojecimiento. Si la exposición al sol es inevitable antes de que elimine el AL, considere medidas de protección como consumir 12 miligramos de astaxantina al día, aplicar niacinamida por vía tópica, tomar una aspirina infantil de 30 a 60 minutos antes de la exposición o utilizar hidrógeno molecular.

Sin embargo, muchas personas no pueden obtener niveles suficientes a través de este método y necesitan incluir suplementos de vitamina D. Intente mantener niveles óptimos de vitamina D entre 60 y 80 ng/mL (150 a 200 nmol/L), en lugar de solo evitar la deficiencia (por debajo de 20 ng/mL).

El control regular es clave: analice sus niveles dos veces al año, ajuste la exposición a los rayos del sol o el consumo de los suplementos según los resultados y vuelva a realizar este análisis después de tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado su objetivo. Recuerde que, cada persona reacciona diferente a los rayos del sol.

Preste atención a las señales de su cuerpo y ajuste su exposición si es necesario, siempre y cuando priorice los beneficios de los rayos del sol y minimice el riesgo de sufrir quemaduras. Si combina prácticas sensatas y, cuando sea necesario, consume suplementos específicos, optimizará sus niveles de vitamina D y eso favorecerá su salud general y bucal. Mantener niveles óptimos de vitamina D, junto con una buena higiene bucal, es un paso importante para proteger su sonrisa a lo largo de los años.