📝HISTORIA EN BREVE

  • La carragenina es un aditivo alimentario común que se relaciona con la resistencia a la insulina y la inflamación intestinal ya que aumenta la permeabilidad intestinal y promueve la inflamación sistémica
  • En un estudio se descubrió que, el consumo de carragenina provocó una menor sensibilidad a la insulina y un aumento de los marcadores inflamatorios en participantes con sobrepeso, lo que sugiere una alteración en la función de la barrera intestinal
  • Los estudios realizados en animales demostraron que la carragenina causa lesiones intestinales y favorece el desarrollo de cáncer, y que la carragenina degradada se asocia con efectos cancerígenos
  • El mecanismo por el cual la carragenina causa daño implica la infiltración de macrófagos y la alteración lisosomal, lo que conduce a la inflamación y la formación de tumores
  • Evite los alimentos procesados para reducir su exposición a la carragenina, ya que muchos contienen este tóxico aditivo

🩺Por el Dr. Mercola

La carragenina, que es un aditivo alimentario común que se utiliza para mejorar la textura de productos, tales como los lácteos y la carne, está bajo escrutinio por sus riesgos para la salud. Este ingrediente, conocido como E 407, se relaciona con la resistencia a la insulina y la inflamación crónica en el intestino.

La resistencia a la insulina es una afección en la que las células del cuerpo no responden bien a la insulina, lo cual provoca niveles elevados de azúcar en la sangre. Ésta se caracteriza por fatiga, aumento del hambre y de peso, y es un precursor de la diabetes tipo 2, que es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. En una investigación publicada en BMC Medicine se destaca que, la carragenina altera la sensibilidad a la insulina del cuerpo, sobre todo si tiene sobrepeso.1

Dado que el consumo de carragenina aumentó en las últimas décadas, comprender su impacto en la salud metabólica es importante para la salud pública. El estudio de BMC Medicine resalta la necesidad de tener precaución con el consumo de alimentos que contienen carragenina. Las investigaciones futuras deben investigar más a fondo los efectos a largo plazo de la carragenina sobre la salud, para garantizar la seguridad y el bienestar públicos.

Los riesgos de la carragenina para la salud

Es común encontrar carragenina en los alimentos procesados, sobre todo en aquellos comercializados como bajos en grasa o alternativas lácteas. Si bien, la carragenina se utiliza por sus propiedades que gelifican y emulsionan, surgió preocupación sobre su impacto en la salud intestinal y los procesos metabólicos.

La principal preocupación es que puede aumentar la permeabilidad intestinal, a menudo denominada "intestino permeable". Dicha afección permite que sustancias nocivas pasen a través del revestimiento intestinal hacia el torrente sanguíneo, lo que desencadena una inflamación sistémica. Además, se demostró que la carragenina activa las células inmunes, lo que conduce a la liberación de citocinas proinflamatorias.

Estas respuestas inmunitarias complican las condiciones de salud existentes, sobre todo en las personas predispuestas a sufrir trastornos metabólicos. La interacción entre la carragenina y el microbioma intestinal es otro motivo de preocupación, pues altera el equilibrio de las bacterias beneficiosas, lo que contribuye aún más a los problemas de salud.

Es necesario comprender la compleja respuesta del cuerpo a la carragenina, para explicar cómo estas causas subyacentes conducen a problemas de salud. Cuando la permeabilidad intestinal aumenta, se produce una reacción en cadena. Las sustancias nocivas que deberían permanecer confinadas en el intestino ingresan al torrente sanguíneo, lo que provoca que el sistema inmunológico responda. Dicha activación del sistema inmunológico puede provocar una inflamación crónica, un precursor conocido de varias enfermedades, incluyendo la diabetes tipo 2.

La alteración del microbioma intestinal también afecta la digestión y absorción de nutrientes, lo que agrava los efectos negativos sobre la salud general. Dichos procesos ilustran cómo un aditivo alimentario en apariencia inocuo tiene consecuencias de gran alcance.

Es un desafío diagnosticar problemas relacionados con el consumo de carragenina. Muchos síntomas, tales como el malestar digestivo y la fatiga, son inespecíficos y se atribuyen a numerosas afecciones. Esta superposición dificulta que los profesionales de la salud identifiquen a la carragenina como la culpable.

A menudo, el proceso de diagnóstico resulta insuficiente, debido a la complejidad de los síntomas y al conocimiento limitado de los efectos de la carragenina sobre la salud. Muchos proveedores de atención médica no consideran a los aditivos alimentarios como un factor principal en sus evaluaciones, y se centran en factores alimenticios o de estilo de vida más comunes.

A medida que la investigación continúa y descubre los riesgos asociados con la carragenina, se vuelve cada vez más importante que, tanto los proveedores de atención médica como los consumidores estén informados sobre sus implicaciones para la salud.

El consumo de carragenina afecta de manera importante la sensibilidad a la insulina y la salud intestinal

En el estudio de BMC Medicine se investigaron los efectos de la carragenina sobre la resistencia a la insulina, la inflamación subclínica y la salud intestinal en seres humanos.2 La investigación tuvo como objetivo específico determinar cómo el consumo de carragenina influye en los procesos metabólicos y la integridad del intestino, lo que arroja evidencia sobre su función en los problemas de salud crónicos.

El estudio involucró a 20 hombres jóvenes, delgados, con una edad promedio de 27.4 años y un índice de masa corporal (IMC) de 24.5.3 Dichos participantes fueron expuestos a carragenina o un placebo durante un período de dos semanas, con un período de lavado posterior para evaluar los impactos duraderos del aditivo.

Los resultados indicaron que consumir carragenina no alteró mucho la sensibilidad general a la insulina; no obstante, en los participantes con sobrepeso, se asoció con una reducción de la sensibilidad a la insulina en todo el cuerpo y en el hígado.4

También se descubrió que la carragenina aumenta la permeabilidad intestinal. Dicha alteración de la barrera intestinal se evidenció por una mayor absorción de lactulosa y niveles elevados de zonulina circulante, una proteína que se asocia con la permeabilidad intestinal. 5 El estudio señaló que, los participantes que consumieron carragenina tuvieron un aumento importante en los niveles de zonulina en comparación con aquellos que tomaron un placebo, lo que subraya el impacto del compuesto en la integridad del intestino.6

Además, los participantes que se expusieron a la carragenina tuvieron una "tendencia a una mayor inflamación cerebral y niveles elevados de proteína C reactiva (PCR) e IL-6", mientras que la exposición a la carragenina también activó las células asesinas naturales (NK) y aumentó la liberación de citocinas proinflamatorias como IL-6.7

Dichas respuestas inmunitarias contribuyen a un estado de inflamación subclínica, que es un precursor de varias enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes tipo 2. La activación de las células NK en respuesta a la carragenina sugiere que el aditivo promueve las vías inflamatorias dentro del cuerpo.8

El estudio también destacó que la resistencia a la insulina inducida por carragenina fue más pronunciada en individuos con IMC más elevados.9 Los participantes con mayor masa corporal experimentaron una mayor disminución en la sensibilidad a la insulina y mayores niveles de marcadores inflamatorios como PCR e IL-6 durante el consumo de carragenina.10 Lo cual sugiere que la carragenina puede dificultar los problemas metabólicos en personas con sobrepeso, lo que lleva a complicaciones de salud más graves con el tiempo.11

En resumen, este estudio proporciona evidencia convincente de que el consumo de carragenina puede alterar de manera importante las funciones metabólicas e intestinales, sobre todo en individuos con mayor masa corporal. La función del aditivo en el aumento de la permeabilidad intestinal y al promover la inflamación resalta la necesidad de realizar más investigaciones sobre sus efectos a largo plazo sobre la salud.12

Efectos nocivos de la carragenina en el sistema gastrointestinal

Un análisis de la investigación profundizó en los efectos adversos de la carragenina en los sistemas gastrointestinales de diferentes animales. La investigación tuvo como objetivo determinar cómo la carragenina contribuye a la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, las úlceras e incluso el cáncer en diferentes modelos animales.13

El estudio utilizó un grupo diverso de animales, incluyendo conejillos de indias, ratas, monos, ratones, conejos y hurones. Expusieron a dichos animales a formas degradadas y no degradadas de carragenina para evaluar su impacto. Los hallazgos revelaron una fuerte asociación entre el consumo de carragenina y el desarrollo de tumores y ulceraciones intestinales. Cabe destacar que, se identificó a la carragenina degradada como un posible carcinógeno, lo que generó importantes preocupaciones de salud.14

La alta incidencia de tumores en el colon de ratas fue uno de los resultados más sorprendentes. Cuando se les dio una alimentación que contenía 10 % de carragenina degradada durante menos de dos años, el 32 % desarrolló tumores colónicos.15 Además, la exposición de los animales a un 5 % de carragenina degradada en su agua potable resultó en una incidencia del 100 % de metaplasia colónica después de sólo 15 meses. La metaplasia colónica se refiere a la transformación anormal de las células del colon, que a menudo es un precursor del cáncer.16

El estudio también destacó las graves lesiones gastrointestinales causadas por la carragenina. En varios modelos animales, la exposición a carragenina condujo a la formación de lesiones polipoidales y cambios significativos e irreversibles en la mucosa rectal.

Dichas lesiones ulcerativas fueron muy parecidas a las observadas en la colitis ulcerosa humana, una enfermedad inflamatoria crónica del colon.17 Dichas similitudes sugieren que la carragenina podría desencadenar procesos inflamatorios similares en los seres humanos, dando lugar a enfermedades intestinales graves.

La carragenina se descompone en el estómago e implica riesgos para la salud

A nivel biológico, la carragenina sufre una transformación química durante la digestión. En el ambiente ácido del estómago, se descompone en moléculas más pequeñas, que se conocen como carragenina degradada y son más dañinas.18

Dicha degradación aumenta su habilidad para penetrar la barrera intestinal, lo que le permite llegar a tejidos y órganos más profundos. Ya dentro del cuerpo, provoca pérdida y erosión de células epiteliales, debilita el revestimiento intestinal y lo hace más susceptible a infecciones e inflamación.19

A través de la infiltración de macrófagos induce estos efectos nocivos. Los macrófagos son células inmunitarias que responden a sustancias extrañas en el cuerpo. Cuando hay carragenina, atrae a los macrófagos a las paredes intestinales, lo que provoca una respuesta inflamatoria. Dicha inflamación no sólo daña el revestimiento intestinal, sino que también, altera las funciones celulares normales, lo que allana el camino para la formación de tumores y enfermedades crónicas.20

Otro aspecto importante de la acción nociva de la carragenina es su capacidad de atravesar la barrera intestinal y acumularse en los ganglios linfáticos. Dicha acumulación complica aún más las respuestas inmunitarias y conduce a una inflamación sistémica.21 Asimismo, la interacción de la carragenina con los lisosomas, que son los centros de reciclaje de las células, provoca que se alteren. Cuando los lisosomas se dañan, liberan enzimas que descomponen los componentes celulares de manera indiscriminada.22

A su vez, el estudio señaló que los efectos nocivos de la carragenina dependen de la dosis y se relacionan con la duración de la exposición. Las dosis más altas y períodos de exposición más prolongados provocaron daños gastrointestinales más graves y una mayor probabilidad de desarrollar tumores.23 Esta relación dosis-respuesta resalta la importancia de minimizar el consumo de carragenina para reducir el riesgo de problemas de salud crónicos.

Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para la salud humana, sobre todo al considerar el uso generalizado de carragenina en alimentos procesados. La evidencia de modelos animales sugiere que el consumo de carragenina podría provocar problemas gastrointestinales similares en seres humanos, incluyendo inflamación crónica y un riesgo mayor de cáncer colorrectal.24 Dichos resultados exigen una reevaluación de la seguridad de la carragenina en los productos alimenticios para proteger la salud pública.

Pasos sencillos para evitar la carragenina y protegerse de sus efectos nocivos

Adopte una estrategia integral que elimine la exposición a la carragenina y al mismo tiempo mejore las capacidades de curación natural de su cuerpo, para proteger su salud celular de los efectos perjudiciales de la carragenina sobre la sensibilidad a la insulina y la integridad intestinal. Siga estos pasos:

1. Evite los alimentos procesados: elimine los alimentos procesados de su alimentación, ya que muchos contienen carragenina. Si está considerando comprar algún alimento procesado, revise a detalle sus ingredientes.

Si se incluye carragenina, evite el producto y elija alternativas más limpias que se ajusten a las pautas de salud óptimas. El Cornucopia Institute tiene una guía en línea para evitar la carragenina en los alimentos orgánicos. 25 Asimismo, evite los suplementos que contengan carragenina para proteger aún más su salud.

2. Cree sus propias alternativas: reemplace los productos lácteos comerciales, como el yogur y las sopas cremosas, que a menudo contienen carragenina, por versiones caseras. Dicho enfoque garantiza un control total sobre los ingredientes, lo que elimina aditivos innecesarios. Utilice leche de vacas alimentadas con pastura y espesantes naturales, como crema o puré de vegetales, para lograr la textura y el sabor deseados sin comprometer su salud.

3. Mejore su producción de energía celular: aumente la habilidad natural de su cuerpo para mantener una barrera intestinal saludable al optimizar su función mitocondrial, que es esencial para la producción de energía celular.

Las mitocondrias producen trifosfato de adenosina (ATP), que es el combustible esencial para que las células funcionen y se reparen. Sin energía, las células no pueden repararse ni regenerarse. Por ende, el problema crucial que subyace a la mayoría de las enfermedades crónicas es que las células no producen suficiente energía.

Al evitar los venenos mitocondriales, como el ácido linoleico (AL) de los aceites de semillas, los productos químicos sintéticos que alteran el sistema endocrino (EDC), los estrógenos y los campos electromagnéticos (EMF), protege su salud mitocondrial y aumenta la energía celular, lo que aumenta la capacidad de su cuerpo de recuperarse de la exposición a toxinas como la carragenina.