📝HISTORIA EN BREVE

  • Aunque la enfermedad tiroidea autoinmune es un problema de salud muy común, aún existe mucha confusión al respecto e incluso, muchos casos no se diagnostican por la falta de precisión de los análisis de sangre
  • El yodo es un factor importante en la disfunción tiroidea, y en muchos casos, reducir su consumo podría ayudar a revertir el problema
  • Otro problema importante es que, a muchos pacientes les prescriben medicamentos para la tiroides cuando no los necesitan, esto los expone a riesgo y efectos secundarios innecesarios
  • Reducir el consumo de yodo suele tener un impacto positivo en la salud de la tiroides, lo que demuestra la importancia de evitar los alimentos procesados y ciertos productos para el cuidado personal
  • También es importante optar por enfoques naturales para tratar los problemas de tiroides, tales como hacer cambios en la alimentación y reducir la dependencia a los medicamentos

🩺Por el Dr. Mercola

La enfermedad de la tiroides es un problema de salud complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo e influye en el metabolismo y el desarrollo. Se caracteriza por un desequilibrio en las hormonas tiroideas e incluye problemas como hipertiroidismo, hipotiroidismo y otras anomalías estructurales como bocios y nódulos.

Los síntomas más comunes incluyen fatiga, dificultad para baja de peso, resequedad en la piel y estreñimiento, el problema es que estos signos son muy generales, por lo que, puede confundirse con otros problemas de salud. Esta situación puede provocar diagnósticos tardíos, lo que permite que la enfermedad progrese de manera silenciosa hasta que surgen compilaciones graves.

Tal vez no lo sepa, pero en los últimos años, los trastornos de tiroides se convirtieron en uno de los problemas de salud más comunes a nivel mundial. Según un estudio que se publicó en Clinical Medicine Insights: Endocrinology and Diabetes,1 las tasas de enfermedades de la tiroides incrementaron bastante en las últimas décadas, lo que podría deberse a una serie de factores demográficos y geográficos.

Solo en Pakistán, más del 9.7 % de la población tiene hipotiroidismo, el 28.7 % padece hipertiroidismo, mientras que el 61.6 % se consideró eutiroideo, lo que significa que su función tiroidea es normal. Estas estadísticas demuestran que ya es una amenaza de salud pública que debe atenderse.

Las consecuencias de la enfermedad de la tiroides

Cuando no se trata, la enfermedad de la tiroides puede causar otros problemas de salud. Por ejemplo, el hipotiroidismo crónico produce osteoporosis, enfermedades cardíacas y deterioro de la función cognitiva, mientras que el hipertiroidismo causa fibrilación auricular, debilidad muscular y pérdida de peso grave.

Además, las anomalías estructurales como los bocios multinodulares incrementan el riesgo de cáncer de tiroides, lo que empeora una situación que ya es complicada. La progresión silenciosa de los trastornos de la tiroides resalta la importancia de realizar pruebas de detección periódicas e intervenciones tempranas para prevenir sus consecuencias que podrían ser mortales.

Es fundamental que, tanto las personas como los médicos, entiendan el alcance real de esta enfermedad. Con el creciente número de casos, también incrementa la necesidad de ofrecer herramientas de diagnóstico efectivas y opciones de tratamiento accesibles. Mantenerse informado e implementar un enfoque de prevención en la salud de la tiroides, son dos estrategias que reducen bastante el riesgo de este trastorno endocrino que suele pasar desapercibido.

Las consecuencias pueden ser graves, y tomar control de la salud de su tiroides a partir de este momento, le permitirá tener una vida más sana mañana. Algunos de los factores de riesgo de los trastornos de la tiroides incluyen la edad, el sexo, la genética y el yodo (ya sea mucho o poco).

Los factores ambientales, como exponerse a ciertas sustancias químicas y tener malos hábitos alimenticios, pueden empeorar la situación. El estrés y las opciones de estilo de vida, que incluyen la alimentación y el ejercicio, también afectan estos problemas subyacentes, ya sea para bien o para mal. Por lo general, los tratamientos convencionales se basan en medicamentos como la levotiroxina, que suelen prescribirse en exceso y no abordan la causa subyacente del problema.

Además, se relacionan con efectos secundarios como un riesgo mayor de osteoporosis y problemas cardiovasculares. Otro problema es que, los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) puede ser muy engañosa al momento de diagnosticar esta enfermedad, ya que esta hormona por sí sola no muestra todo el panorama de la salud de la tiroides.

Los niveles de TSH pueden cambiar en respuesta a factores que no se relacionan con la función tiroidea, como la edad y otros problemas de salud. Esto provoca diagnósticos erróneos o sobrediagnósticos, lo que hace que los pacientes reciban medicamentos que no necesitan, sin mencionar que no abordarán la causa subyacente del problema.

Además, los análisis convencionales no suelen considerar la presencia de anticuerpos tiroideos, que pueden ser una señal de enfermedad tiroidea autoinmune. Estos anticuerpos pueden estar presentes incluso cuando los niveles de TSH son normales, y los tratamientos convencionales no serán suficientes para abordar el problema.

Este descuido puede prolongar el sufrimiento de las personas porque el tratamiento no abordará la causa subyacente. Los paneles avanzados que incluyen hormonas libres y T3 inversa proporcionan un panorama más completo y preciso de la salud de la tiroides, pero rara vez se utilizan en la medicina convencional.

Factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad

La enfermedad de la tiroides y sus causas subyacentes se relacionan con procesos bioquímicos complejos. Por ejemplo, el exceso de yodo altera la estructura de la tiroglobulina, una proteína de la tiroides, lo que provoca que el sistema inmunológico no pueda reconocerla y lance una respuesta autoinmune.

Esto produce inflamación y daña el tejido tiroideo, lo que causa enfermedades como la tiroiditis de Hashimoto o la enfermedad de Graves. También hay factores genéticos que influyen en la efectividad con la que el cuerpo procesa el yodo, lo que a su vez, afecta la producción y regulación de la hormona tiroidea. Aunque el yodo es fundamental para producir la hormona tiroidea, y la deficiencia de yodo deteriora la salud de la tiroides, reducir el consumo de yodo podría ayudar a mejorar la enfermedad de la tiroides.

La opinión de los expertos sobre la salud de la tiroides

En nuestra reciente entrevista con el Dr. Alan Christianson, un experto endocrinología naturópata con una subespecialidad en enfermedades de la tiroides, nos compartió información que está cambiando nuestra perspectiva sobre la salud de la tiroides. Como presidente y fundador de la Endocrine Association of Naturopathic Physicians, el Dr. Alan Christianson brindó información muy valiosa sobre la prevalencia y el tratamiento de los trastornos de la tiroides.2

El Dr. Alan Christianson, que escribió: "The Thyroid Reset Diet", mencionó que la enfermedad tiroidea autoinmune es la forma más común de disfunción tiroidea, y afecta a alrededor del 10 % de la población adulta,3 abarca varios trastornos y de éstos, la tiroiditis de Hashimoto es la más prevalente.

De manera curiosa, la mitad de las personas con Hashimoto no muestran anticuerpos tiroideos positivos en los análisis de sangre, lo que complica el diagnóstico y el tratamiento.4 Esto demuestra la necesidad de contar con enfoques de diagnóstico más completos que ayuden a identificar y tratar con precisión los trastornos de la tiroides. En la entrevista, también se habló sobre el incremento en las tasas de cáncer de tiroides entre mujeres adultas, que ahora es el tipo de cáncer que crece más rápido en este grupo demográfico.5

Además, el Dr. Alan Christianson dijo que el hipotiroidismo subclínico es la razón principal para recibir tratamiento, que es un problema de salud en que los niveles de hormona tiroidea están un poco debajo de lo normal, pero no lo suficiente como para justificar la medicación inmediata.6 Si bien, este problema de salud suele correlacionarse con síntomas importantes y riesgos mayores de enfermedad, prescribir medicamentos a esta población suele ser contraproducente:

"El hipotiroidismo subclínico se correlaciona con los síntomas, se correlaciona con riesgos de enfermedades. Por lo que, podría parecer lógico pensar que si ese es el caso, entonces normalizar los niveles con medicamentos, hará que los riesgos desaparezcan. Pero no es así.
Entonces, si esas personas reciben medicamentos, incluso si experimentan aumento de peso, fatiga, pérdida de cabello y esos síntomas clásicos de tiroides, incluso si tienen otras enfermedades cardíacas, los medicamentos no serán la solución. De hecho, pueden provocar que incrementen sus riesgos generales y tasas de mortalidad”.

Los medicamentos para la tiroides suelen causar más daños que beneficios

Uno de los objetivos principales del trabajo del Dr. Alan Christianson es reducir o eliminar el consumo de medicamentos incensarios para la tiroides.7 Dijo que este trabajo implica capacitar a los médicos para que aprendan a reconocer cuándo los medicamentos para la tiroides causarán más daños que beneficios.

Según el Dr. Alan Christianson, "la evidencia incluso demuestra que, en casi todos los casos en que se utilizan medicamentos para la tiroides, causarán más daños que beneficios".8 Esta perspectiva contradice las prácticas de la medicina convencional que utilizan los medicamentos como primera línea de tratamiento, y afirma que, cuando se trata de la salud de la tiroides, podría ser más beneficioso implementar un enfoque personalizado.

El Dr. Alan Christianson compartió un ejemplo sorprendente de manejo exitoso de la tiroides que no involucró medicación crónica. Habló del caso de un paciente que tomó medicamentos para la tiroides durante 45 años, pero dejó de tomarlos y mantuvo una buena salud.9

Este caso ejemplifica los beneficios de dejar los medicamentos y resalta la importancia de implementar enfoques personalizados. Sirve como testimonio de la efectividad de las estrategias integrales para la salud de la tiroides que no solo se basan en controlar los síntomas con medicamentos.

El enfoque del Dr. Alan Christianson también implica informar a los médicos sobre los riesgos que se relaciona con la prescripción excesiva de medicamentos para la tiroides. Crear conciencia y entender cuándo un medicamento causará más daños que beneficios, ayudará a médicos a ofrecer una mejor atención a sus pacientes.10 Esta iniciativa es esencial para cambiar la mentalidad de la comunidad médica hacia prácticas más holística (que se basan en evidencia científica) para mejorar la salud de la tiroides.

En resumen, la información que compartió el Dr. Alan Christianson demuestra las complejidades de la salud de la tiroides y la necesidad de un enfoque multifacético para tratar cualquier problema que surja. Desde reconocer a prevalencia de la enfermedad tiroidea autoinmune y el impacto de la genética hasta reducir el uso de medicamentos y hacer cambios en la alimentación, sus contribuciones han tenido un impacto muy positivo en los resultados de salud de la tiroides.11

A medida que se empiece a comprender mejor la función de la tiroides, implementar estas estrategias respaldadas por investigaciones ayudará a mejorar la vida de las personas con trastornos de tiroides.

El equilibrio es fundamental cuando se trata de yodo

La genética es otro factor determinante en la enfermedad de la tiroides, sobre todo en las variaciones en el metabolismo del yodo.12 El Dr. Alan Christianson dijo que las variaciones genéticas influyen en la efectividad con la que el cuerpo procesa el yodo y explicó la importancia de mantener un consumo equilibrado, y afirmó que, el exceso de yodo causa disfunción tiroidea, mientras que la falta de yodo causa bocio y otros problemas que se relacionan con la tiroides.

También mencionó que las personas con predisposición genética a enfermedades de la tiroides, como lo indican antecedentes personales o familiares de enfermedad tiroidea, deberían mantener su consumo de yodo por debajo de 200 microgramos al día con el fin de reducir su riesgo de desarrollar un trastorno de tiroides.13 Además, el Dr. Alan Christianson dijo que:

"Solíamos creer que una vez que se desarrollaba una enfermedad autoinmune, no había nada más que hacer, pero ahora sabemos que se requiere de una exposición crónica para que esto suceda".
"De hecho, hay alrededor de media docena de estudios que involucra a participantes con enfermedad manifiesta que recibieron alimentaciones bajas en yodo (un total de 100 microgramos) y después de unos tres meses, casi la mitad de las personas experimentaron mejoras".

No es una sorpresa que, la alimentación tenga un impacto tan profundo en la salud de la tiroides. El Dr. Alan Christianson identificó los granos procesados, que contienen mucho yodo, como una fuente importante de problemas de tiroides.14 Consumir menos granos procesados ​​y basar la alimentación en alimentos enteros, sin procesar, produce efectos positivos en la salud de la tiroides. Incluso los productos para el cuidado personal representan una amenaza, ya que muchos contienen yodo en forma de polivinilpirrolidona (PVP). Según el Dr. Alan Christianson:

"Es un buen antioxidante, evita que las cosas se arrancien, hace que la loción mantenga una textura suave, pero aun así se absorba. Aunque en los productos naturales se etiquetan como extracto de algas marinas, en realidad es PVP, ya que es la misma cosa. Entre el 1 % y el 3 % de los acondicionadores o lociones corporales contienen este ingrediente. Y, hasta el 12 % de PVP se absorbe en forma de yodo, de este porcentaje, alrededor del 4 % termina en el torrente sanguíneo”.

Incluso los productos lácteos orgánicos y sin pasteurizar pueden contener yodo

Para las personas que se esfuerzan por minimizar su consumo, es importante mencionar que incluso los productos lácteos orgánicos y sin pasteurizar contienen yodo. Muchos consumidores asumen que la leche orgánica y sin pasteurizar no contiene aditivos y residuos, pero este no siempre es el caso. La presencia de yodo en estos productos es muy común debido a los desinfectantes que ponen en las ubres de las vacas durante el proceso de ordeño.

Esta práctica es muy común entre los productores de leche, incluso en los que realizan prácticas orgánicas, ya que ayuda a prevenir infecciones como la mastitis. Los ganaderos orgánicos suelen utilizar desinfectantes con yodo para proteger la salud del rebaño, pero eso provoca que queden residuos en la leche.

Si bien, las prácticas orgánicas priorizan los métodos naturales y sustentables, la necesidad de usar estos desinfectantes significa que la leche sin pasteurizar de fuentes orgánicas contendrá niveles elevados de yodo, que van desde 30 y 50 microgramos por porción, según el Dr. Alan Christianson.

"Se crea un círculo vicioso", dijo. "El yodo irrita la piel, lo que causa mastitis. Y luego se necesita más yodo para controlar la mastitis". Pero, los desinfectantes no son la única fuente de yodo en la cadena de suministros lácteos. Por ejemplo, el alimento fortificado con yodo y la harina de pescado que recibe el ganado incrementa aún más los niveles de yodo en la leche.

Todos estos factores provocan que haya residuos de yodo en los productos lácteos, tanto orgánicos como convencionales. Si bien, la leche orgánica y sin pasteurizar de vacas alimentadas con pastura tiene niveles más bajos de yodo que las alternativas convencionales, el uso de desinfectantes con yodo en las prácticas ganaderas significa que los consumidores no pueden asumir que un producto no tendrá residuos.

Informarse sobre las fuentes de yodo en la leche le permitirá tomar mejores decisiones, como buscar productores que prioricen la reducción o eliminación del uso de yodo en sus operaciones. Entender esta situación, lo ayudará a tomar decisiones alimentarias más inteligentes para optimizar su salud y bienestar.

Pero, considere que, para la mayoría de las personas, los granos procesados son la fuente principal de yodo y una mayor amenaza que la leche sin pasteurizar.

Soluciones naturales reforzar la salud de su tiroides

Tomar control de la salud de la tiroides implica abordar las causas subyacentes y no solo controlar los síntomas. Los factores ambientales modernos y las opciones de estilo de vida representan una gran amenaza para la función de la tiroides. Pero, actualizar los enfoques convencionales de diagnóstico y tratamiento de la tiroides e implementar intervenciones naturales específicas, ayudará a restablecer el equilibrio y recuperar su vitalidad.

1. Reduzca su consumo de yodo durante la etapa de reinicio: el Dr. Alan Christianson dice que, para restablecer la salud de la tiroides, es importante que lleve una alimentación baja en yodo en la que evite los granos procesados. Algunos alimentos con bajo contenido de yodo incluyen frutas y vegetales, proteínas de origen animal y sal sin yodo. Con este tipo de alimentación, la mayoría de las personas ven cambios importantes en su autoinmunidad tiroidea o niveles de tiroides en un periodo de tres meses:

"Durante los primeros dos meses, debe consumir menos de 100 microgramos. Lea bien la etiqueta de sus productos para el cuidado personal, considere el yodo que contienen los suplementos, no será fácil porque hay algunos productos que tienen fuentes ocultas de yodo.
Algunos incluso tienen cantidades ocultas de hormona tiroidea sintética, así que debe tener mucho cuidado".

Después de esta primera fase baja en yodo, el Dr. Alan Christianson recomienda una fase de mantenimiento. "Aquí es donde puede comenzar a incorporar algunos de esos alimentos saludables con un contenido moderado de yodo, como los productos lácteos orgánicos", dijo.

2. Equilibre su alimentación y su estilo de vida para estimular la recuperación natural de la tiroides: llevar una alimentación equilibrada a base de carbohidratos saludables y sin alimentos ultraprocesados, estimula la producción de energía celular que se requiere para una buena salud de la tiroides. Consumir muchas grasas polinsaturadas (PUFA) como el ácido linoleico que contienen los aceites de semillas interfiere con la capacidad de las células de utilizar la hormona tiroidea activa.

Además, los alimentos nutritivos garantizan que su cuerpo reciba las vitaminas y minerales esenciales que se requieren para que la tiroides funcione de forma correcta. Por otro lado, hacer ejercicio moderado de forma regular, acelera la tasa metabólica y estimula la función tiroidea.

3. Evite las toxinas ambientales: exponerse a toxinas como sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDCs) que se encuentran en los productos de plástico también interfiere con la producción y la función de la hormona tiroidea, lo que causa una serie de problemas metabólicos y endocrinos.

Aspectos como beber agua filtrada, evitar los productos que contienen sustancias químicas en el hogar y hacer consciencia sobre todo lo que aplica sobre su piel, forman parte de una buena estrategia para reducir su exposición. Evitar estas sustancias dañinas mejorará bastante la salud de la tiroides y evitará los problemas hormonales.

4. Restaure su equilibrio hormonal: evitar los factores que impiden la conversión de hormona tiroidea T4 a T3 será muy beneficioso para la salud de su tiroides. Reduzca el estrés para disminuir los niveles de cortisol, que también evita esta conversión, y controle los niveles de estrógeno para evitar que el exceso de estrógeno inhiba esta conversión.  Consuma grasas saturadas saludables de fuentes como el sebo y evite los aceites vegetales y de semillas procesados con alto contenido de grasas omega-6.

Además, realice actividad física regular según sus necesidades metabólicas, y asegúrese de exponerse de forma segura al sol,(hasta que elimine los aceites de semillas de su alimentación) para estimular la producción de energía celular. La progesterona también es esencial para la función tiroidea. Optimizar los niveles de progesterona ayuda a restablecer el equilibrio hormonal, lo que crea un entorno que promueve la actividad de la tiroides.

La progesterona estimula la función suprarrenal, que a su vez mejora la función de la tiroides. Sin niveles óptimos de progesterona, las glándulas suprarrenales no pueden respaldar la función de la tiroides, lo que causa una serie de problemas metabólicos. Optimizar los niveles de progesterona ayuda a estabilizar el equilibrio hormonal, reducir la ansiedad, mejorar la calidad del sueño y estimular la función tiroidea.

Un régimen de salud tiroidea integral debe incluir progesterona para garantizar el equilibrio hormonal, lo que optimizará la función de la tiroides y todos los aspectos de la salud metabólica. El aceite de coco, que contiene niveles elevados de triglicéridos de cadena media y moléculas esteroides, ayuda a convertir la T4 en la forma activa T3, lo que mejora la función tiroidea y el metabolismo energético.

Por esa razón, es importante incluir aceite de coco en su alimentación. Su composición única no solo proporciona una fuente de grasas saludables, sino que también estimula los procesos bioquímicos que se requieren para que la hormona tiroidea funcione de forma correcta. Implementar estos cambios de estilo de vida, lo ayudará a estimular la conversión hormonal y promoverá la función tiroidea de forma natural.