📝HISTORIA EN BREVE
- El consumo de chocolate amargo se relaciona con un riesgo 21 % menor de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que el chocolate con leche no ofrece el mismo beneficio, ya que se relaciona con el aumento de peso
- Los efectos positivos del chocolate amargo se atribuyen a su gran contenido de flavonoides polifenólicos que mejoran la sensibilidad a la insulina y ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre
- Las investigaciones demuestran que consumir cinco o más porciones de chocolate amargo a la semana disminuyen un 3 % el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2; no obstante, los beneficios son más evidentes en las personas jóvenes
- Los flavonoides del chocolate amargo ayudan a reducir el riesgo de desarrollar diabetes y mejoran la salud metabólica al optimizar la función vascular y reducir la inflamación
- El chocolate amargo rico en polifenoles (con al menos un 70 % de cacao) ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre y la presión arterial en ayunas en tan solo dos semanas, lo que ofrece un control rápido para la salud metabólica
🩺Por el Dr. Mercola
La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico crónico que se caracteriza por niveles muy altos de azúcar en la sangre debido al mal uso de la insulina por parte del organismo. Esta afección se desarrolla cuando las células producen resistencia a la insulina o cuando el páncreas no produce suficiente insulina para mantener niveles normales de glucosa.
Si la diabetes tipo 2 no se trata a tiempo puede provocar complicaciones graves. La tasa de diabetes tipo 2 ha aumentado de manera constante en todo el mundo, lo que plantea un importante desafío para la salud pública. De acuerdo con los últimos resultados del estudio titulado “Standards of Care in Diabetes — 2024”, publicados en la revista Diabetes Care, la tasa mundial de diabetes tipo 2 continúa en aumento por ciertos factores de estilos de vida como el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios y la predisposición genética.1
Alrededor del 10.5 % de la población adulta padece diabetes tipo 2, y se estima que las cifras aumentarán a medida que las tasas de obesidad también aumenten. Solo en los Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que existen más de 38 millones de personas con diabetes, y entre el 90 % y el 95 % de estos casos son tipo 2.2 El impacto económico es fundamental y los costos de atención médica que se relacionan con el control de la diabetes y sus complicaciones alcanzan los miles de millones al año.
Además, la tasa de mortalidad que se vincula con las complicaciones relacionadas con la diabetes tipo 2, como la enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal y la neuropatía, destaca la necesidad de crear estrategias efectivas para tratar y prevenir la afección. Por suerte, los cambios en el estilo de vida, incluyendo los cambios en la alimentación, que incluyen agregar chocolate amargo, suelen ayudar a controlar e incluso revertir la diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 afecta la calidad de vida
Además de los riesgos inmediatos que conlleva, la diabetes tipo 2 afecta la calidad de vida. Las personas que no controlan su problema de diabetes tienen un riesgo mayor de sufrir complicaciones graves, como ataques cardíacos, derrames cerebrales, pérdida de la visión y amputaciones.
Asimismo, la carga psicológica que involucra controlar una enfermedad crónica provoca ansiedad, depresión y problemas de bienestar general. Para tratar la diabetes tipo 2 es necesario seguir un enfoque integral que no sólo involucre el tratamiento médico, sino que también enfatice la importancia de los cambios en el estilo de vida y las medidas para prevenir y mitigar estos riesgos.
La diabetes tipo 2 está influenciada por factores de estilo de vida como la mala alimentación, la falta de actividad física y la obesidad. Por lo general, los tratamientos convencionales incluyen medicamentos como la metformina, el cual tiene efectos secundarios como problemas gastrointestinales. Además, la mayoría de estos tratamientos se enfocan en controlar los síntomas en lugar de tratar las causas de la enfermedad.
Alimentos que contribuyen a la diabetes tipo 2
La predisposición genética desempeña un papel importante en el desarrollo de la diabetes tipo 2, pero los factores ambientales también son indispensables. Un estilo de vida sedentario y platillos cocinados con alimentos procesados, que contienen exceso de ácido linoleico (AL), contribuyen a la resistencia a la insulina.
Desde mediados del siglo XX, el consumo de AL, un ácido graso poliinsaturado omega-6 que se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados, ha aumentado en las alimentaciones occidentales. Dicho crecimiento dramático coincide con el aumento de enfermedades metabólicas crónicas como la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2.
Aunque el AL es esencial para mantener una piel saludables, así como otras funciones del cuerpo, su consumo desmedido genera preocupación sobre su función como un veneno metabólico que interfiere con la función de las mitocondrias y que altera la homeostasis de la glucosa y la producción de energía en las células. Además, el estrés crónico y los malos patrones de sueño intensifican la enfermedad. La interacción entre estos factores crea una red compleja que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La resistencia a la insulina, que es una característica distintiva de la diabetes tipo 2, ocurre cuando las células del cuerpo no responden bien a la insulina. Esta resistencia obliga al páncreas a producir más insulina para mantener niveles normales de glucosa, lo que tarde o temprano provoca problemas en el páncreas. Con el tiempo, este proceso produce niveles muy elevados de azúcar en la sangre, lo que causa daños a varios órganos y sistemas del cuerpo.
El diagnóstico de la diabetes tipo 2 es un desafío debido a su aparición gradual y a sus síntomas inespecíficos. Existen muchas personas que permanecen sin diagnosticarse hasta que experimentan problemas importantes. Las pruebas de diagnóstico estándar, como la glucemia en ayunas y la HbA1c, no siempre detectan las primeras etapas de la resistencia a la insulina, lo que lleva a un retraso en el tratamiento y a un riesgo mayor de desarrollar complicaciones.
El chocolate amargo se relaciona con un riesgo menor de desarrollar diabetes tipo 2
Al utilizar datos de tres estudios de cohorte prospectivos, los investigadores analizaron cómo los diferentes tipos de consumo de chocolate se relacionan con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El estudio se enfocó en el consumo de chocolate amargo, chocolate con leche y chocolate en general para determinar sus respectivos impactos en el riesgo de diabetes tipo 2 y el control del peso.3
El estudio incluyó un grupo de 192 208 participantes del Estudio “Nurses’ Health Study”, “Nurses’ Health Study II” and “Health Professionals Follow-Up”. Cabe destacar que ninguna de estas personas tenía diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular o cáncer al inicio de la investigación, lo que garantiza que los hallazgos se enfocaron en los efectos del consumo de chocolate en las personas sin afecciones preexistentes.4
Los hallazgos demostraron que el consumo de chocolate amargo se relacionó con un riesgo menor de desarrollar diabetes tipo 2. Los participantes que consumieron cinco o más porciones de chocolate amargo a la semana experimentaron un riesgo 21 % menor de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los que consumieron menos.5 Además, por cada porción de chocolate amargo que se consumió a la semana, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 disminuyó un 3 %, lo que confirma un efecto protector constante.6
Por el contrario, el chocolate con leche no demostró ningún beneficio similar. El estudio no encontró ninguna relación entre el consumo de chocolate con leche y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además, el consumo regular de chocolate con leche se relacionó con un aumento de peso a lo largo del tiempo, lo que sugiere que, aunque el chocolate amargo podría ofrecer beneficios, el chocolate con leche podría contribuir a cambios de peso.7
Los mecanismos detrás de los efectos protectores del chocolate amargo tienen su raíz en su contenido de cacao, en especial en la presencia de flavan-3-oles como la epicatequina. Estos compuestos mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que permite que el cuerpo controle los niveles de azúcar en la sangre de manera más efectiva y, por lo tanto, disminuye el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.8
De manera interesante, el estudio también señaló que los beneficios del consumo de chocolate amargo fueron más evidentes en las personas más jóvenes. Esto indica que agregar chocolate amargo a la alimentación desde una edad temprana podría ofrecer mejores efectos protectores contra la diabetes tipo 2.9 Además, los participantes que consumieron chocolate amargo tendían a comer otros alimentos y bebidas ricos en flavan-3-ol, lo que demuestra que el chocolate amargo es parte de un mejor patrón alimenticio.10
Los polifenoles del cacao demuestran resultados mixtos en estudios sobre control de peso
Una revisión de alcance analizó los efectos de los polifenoles del cacao y del chocolate amargo en la obesidad, con el objetivo de determinar su papel en el control del peso. Esta revisión exhaustiva analizó muchos artículos de investigación, destacando los resultados del consumo de cacao en los factores relacionados con la obesidad.11
El estudio se enfocó en adultos con problemas de obesidad, incluyendo los que tenían problemas adicionales, como enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Los investigadores se propusieron descubrir si los compuestos que se encontraron en el cacao podrían ayudar a controlar el peso y reducir la inflamación en este grupo de personas.
Aunque algunas investigaciones demostraron que los polifenoles del cacao podrían ayudar a controlar el peso al estimular el metabolismo y reducir la acumulación de grasa, hubo estudios que no observaron ningún cambio. Esta disparidad sugiere que el impacto del cacao en la obesidad depende de varios factores, incluyendo el tipo de cacao que se consumió y la dosis que se utilizó.
Los polifenoles del cacao, en especial los flavonoles, como la epicatequina y la catequina, son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se cree que estos compuestos mejoran el gasto de energía, lo que significa que el cuerpo quema más calorías incluso en reposo.
Además, podrían promover la termogénesis, un proceso en el que el cuerpo genera calor al quemar calorías, lo que favorece aún más la pérdida de peso. Sin embargo, la efectividad de estos mecanismos varía de acuerdo al metabolismo de cada persona y el producto de cacao que se consumió.12
El estudio también demostró variabilidad en los resultados según la forma y la cantidad de cacao. Existen diferentes productos de cacao, como el chocolate amargo, el cacao en polvo y los suplementos, los cuales contienen distintos niveles de polifenoles.
Por ejemplo, el chocolate amargo suele tener más polifenoles en comparación con el chocolate con leche, lo que lo hace más efectivo para influir en los factores relacionados con el peso. Además, la dosis de polifenoles del cacao desempeña un papel muy importante, ya que las dosis más altas podrían producir más beneficios, pero la cantidad óptima aún requiere más investigación.13
La revisión también enfatizó la necesidad de realizar más investigaciones para comprender cómo los polifenoles del cacao contribuyen al control del peso. Aunque los hallazgos preliminares son prometedores, la manera exacta a través de la cual estos compuestos afectan el peso corporal y el metabolismo aún no está clara. Los próximos estudios deberían identificar los tipos y dosis más efectivas de polifenoles del cacao, así como su impacto a largo plazo en la obesidad y las condiciones relacionadas de salud.
Beneficios de los polifenoles del chocolate amargo
Los polifenoles del chocolate amargo se relacionaron con mejores perfiles metabólicos, incluyendo niveles óptimos de azúcar en la sangre y colesterol, al igual que menor resistencia a la insulina. Estas mejoras son muy beneficiosas en las personas con obesidad, ya que éstas tienen un riesgo mayor de desarrollar trastornos metabólicos, como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Debido a que mejoran la sensibilidad a la insulina, los polifenoles del cacao ayudan al cuerpo a utilizar la glucosa de manera más eficiente, lo que evita picos en los niveles de azúcar en la sangre que pueden provocar almacenamiento de grasa.14
El estudio también señaló que la mayoría de las investigaciones existentes se han enfocado en personas con obesidad y otros problemas. Existe una diferencia importante en cómo los polifenoles del cacao afectan a personas sanas con obesidad que no tienen comorbilidades. El estudio de este grupo podría proporcionar más conocimientos sobre los efectos independientes del cacao en el control del peso y la salud general, sin la influencia de otras enfermedades.15
Además, los beneficios de los polifenoles del cacao van más allá del control del peso. Estos compuestos desempeñan un papel muy importante para prevenir enfermedades crónicas ya que reducen el estrés oxidativo y la inflamación, que son factores subyacentes muy comunes en muchos problemas. Al proteger las células del daño y mejorar la función vascular, los polifenoles del cacao contribuyen a mejores resultados a largo plazo. 16
A pesar de los resultados prometedores, el estudio destacó varias limitaciones en la investigación actual. Muchos estudios tienen tamaños de muestra pequeños o períodos de intervención cortos, lo que dificulta tener conclusiones definitivas. Además, la falta de estandarización en los tipos de productos de cacao y las dosis de polifenoles en los estudios aumenta la inconsistencia de los resultados.17
El chocolate amargo rico en polifenoles y su impacto en los indicadores de salud
Una investigación publicada en el British Journal of Nutrition también investigó cómo el chocolate amargo rico en polifenoles afecta indicadores de salud importantes como el nivel de azúcar en la sangre y la presión arterial.18 Los investigadores quisieron descubrir si consumir diferentes cantidades de estos compuestos beneficiosos marca una diferencia en el manejo de estos marcadores, en especial en personas con sobrepeso u obesidad.
El estudio incluyó adultos sanos que no fumaban, de entre 19 y 50 años, todos con un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más, lo que indica que tenían sobrepeso u obesidad. A lo largo de la investigación, los participantes consumieron un chocolate amargo que contenía 500 miligramos o 1000 miligramos de polifenoles todos los días. El objetivo fue observar cualquier cambio en sus niveles de glucosa en la sangre en ayunas, colesterol total y presión arterial después de dos semanas de esta alimentación.
Los resultados demostraron que las dosis de polifenoles de 500 mg y 1000 mg fueron efectivas para reducir los niveles de glucosa en la sangre en ayunas y bajar la presión arterial sistólica y diastólica. Esto significa que la dosis más baja de polifenoles en el chocolate amargo fue tan beneficiosa como la dosis más alta en términos de estas mejoras específicas.
La tasa de mejoría fue muy rápida, y logró cambios significativos en los niveles de glucosa en la sangre y la presión arterial que se pudieron observar después de sólo dos semanas de incluir chocolate amargo en la alimentación de los participantes. Esta respuesta tan rápida resalta el potencial del chocolate amargo como intervención alimentaria para mejorar los marcadores de salud metabólica en un período muy corto.
Después de dos semanas de consumir chocolate amargo rico en polifenoles, no se observaron cambios en los niveles de colesterol total ni en las medidas corporales de los participantes, como el peso o el porcentaje de grasa corporal. En términos de mecanismos biológicos, el estudio sugiere que las mejoras en los niveles de glucosa en la sangre y la presión arterial se deben a una mejor función vascular.
Además, el estudio apunta a un posible efecto de saturación con dosis de polifenoles. Esto significa que una vez consumida una cierta cantidad de polifenoles, aumentar la dosis tal vez no brinde más beneficios.
En general, el estudio destaca el papel que desempeña el chocolate amargo rico en polifenoles en la salud metabólica. Dado que mejora los niveles de glucosa en la sangre y la presión arterial, el chocolate amargo es un valioso complemento a la alimentación de personas con sobrepeso y obesidad que buscan reducir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, como con cualquier cambio en la alimentación, es importante consumir chocolate amargo como parte de una alimentación equilibrada para lograr los mejores resultados.
Cuatro pasos para aprovechar los beneficios del chocolate amargo y mejorar la diabetes
Las investigaciones ahora confirman que el chocolate amargo, cuando se consume de manera adecuada, ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y mejora la sensibilidad a la insulina. La clave está en entender cómo maximizar sus beneficios y evitar errores que podrían anular sus efectos positivos.
1. Elija chocolate amargo de alta calidad con al menos un 70 % de cacao e ingredientes seguros: elija un chocolate amargo rico en flavonoides que contenga un mínimo de 70 % de cacao. Asegúrese de que el chocolate no contenga sustancias nocivas como el cadmio y el plomo eligiendo marcas libres de toxinas y de alta calidad.
Evite los productos que contengan aceites vegetales y opte por marcas que prioricen la transparencia de los ingredientes y las pruebas de metales pesados. Busque marcas que no contengan lecitina de soya, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa o sabores artificiales.
2. Incorpore chocolate amargo a una alimentación rica en carbohidratos de manera estratégica: agregue chocolate amargo a una alimentación que incluya entre 200 y 350 gramos de carbohidratos específicos por día, ajustados en función de las necesidades del microbioma de cada persona y los niveles de actividad.
3. Realice actividad física de manera regular y reduzca el consumo de AL: comer chocolate amargo es solo una parte de un enfoque holístico para la diabetes tipo 2. La actividad física regular también es importante. Realice actividades como caminar de manera constante u otras formas de ejercicio para mejorar la sensibilidad a la insulina y apoyar la función de los vasos sanguíneos, además de mantener niveles saludables de presión arterial y la salud metabólica general.
Reducir el consumo de AL de aceites de semillas también es clave para el control de la diabetes. Cuando consume niveles elevados de AL, el cuerpo produce más eicosanoides proinflamatorios que desencadenan una inflamación crónica de bajo grado. Dicho estado inflamatorio persistente interfiere con las vías de señalización de la insulina, lo que hace que las células respondan menos a los efectos de la insulina.
Como resultado, el cuerpo necesita producir más insulina para lograr el mismo efecto reductor de glucosa, lo que conduce a la hiperinsulinemia. Con el tiempo, este mecanismo compensatorio agota las células beta pancreáticas, lo que reduce la producción de insulina y exacerba la resistencia a la insulina. Además, los marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva y la interleucina-6, que se elevan con el aumento del consumo de AL, se relacionan con riesgos mayores de desarrollar diabetes tipo 2.19
Debido a que fomenta un ambiente inflamatorio, el consumo excesivo de AL no sólo altera el equilibrio metabólico, sino que también acelera la progresión hacia la diabetes. La razón principal por la que el exceso de AL daña la salud es porque altera las fuentes de energía de las células, es decir, las mitocondrias, lo que interrumpe la energía celular. Sin energía, las células no pueden repararse ni regenerarse, lo que conduce a enfermedades crónicas.
4. Controle su salud metabólica: reconocer la resistencia a la insulina de forma temprana es esencial, ya que es una señal de advertencia para la salud metabólica, que a menudo precede a la diabetes tipo 2. La prueba HOMA-IR (Homeostatic Model Assessment of Insulin Resistance) es una valiosa herramienta de diagnóstico que ayuda a evaluar la resistencia a la insulina a través de un simple análisis de sangre. La fórmula de la HOMA-IR es la siguiente:
HOMA-IR = (glucosa en ayunas x insulina en ayunas) / 405, en donde
• La glucosa en ayunas se mide en mg/dL
• La insulina en ayunas se mide en μIU/mL (microunidades internacionales por mililitro) y 405 es una constante que normaliza los valores
No obstante, si utiliza mmol/l para la glucosa en lugar de mg/dl, la fórmula cambia un poco:
HOMA-IR = (glucosa en ayunas x insulina en ayunas) / 22.5, en donde
• La glucosa en ayunas se mide en mmol/L
• La insulina en ayunas se mide en μIU/mL y 22.5 es el factor normal para esta unidad de medida
Cualquier valor inferior a 1.0 se considera una puntuación HOMA-IR saludable. Si está por encima de ese nivel, se le considera resistencia a la insulina. Mientras más altos sean sus valores, mayor será su resistencia a la insulina. Por el contrario, cuanto menor sea su puntuación HOMA-IR, menor resistencia a la insulina tendrá, suponiendo que no tenga diabetes tipo 1.
🔍Fuentes y Referencias
- 1 Diabetes Care 2024;47(Supplement_1):S20–S42
- 2 CDC, Type 2 Diabetes
- 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 BMJ 2024;387:e078386
- 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 Nutrients. 2020 Nov 30;12(12):3695
- 18 British Journal of Nutrition. 2010;103(6):842-850
- 19 Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids. 2021 Oct 29;175:102366