📝HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), a menudo conocida como una simple acidez de estómago, contribuye al riesgo de sufrir problemas cardiovasculares como presión arterial alta y ataques cardíacos
  • La ERGE provoca una inflamación crónica que daña los vasos sanguíneos y contribuye a las enfermedades cardíacas
  • Las investigaciones sugieren que la ERGE también contribuye al riesgo de desarrollar latidos cardíacos irregulares (arritmias)
  • Los medicamentos más frecuentes para la ERGE, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP), tienen efectos secundarios muy graves que empeoran el problema a largo plazo
  • Por lo general, los cambios en el estilo de vida, incluyendo optimizar la función de las mitocondrias para mejorar la energía celular, realizar ajustes alimenticios y recurrir a remedios naturales, controlan la ERGE y protegen la salud cardiovascular

🩺Por el Dr. Mercola

Imagínese despertar a media noche con una sensación de ardor en el pecho. Es posible que piense que se trata de un ataque cardíaco, pero podría ser algo distinto: ERGE. La ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico) es una afección común en la que el ácido del estómago regresa al esófago, el conducto que conecta la boca con el estómago.

Imagine que es como una llave con fuga, ya que entre el estómago y el esófago existe una válvula que debería mantener las cosas fluyendo en una dirección. En la ERGE, esta válvula llamada esfínter esofágico inferior no funciona y contribuye a que el ácido suba. Aunque se considera como una simple molestia, investigaciones recientes sugieren que la ERGE podría relacionarse con un riesgo mayor de sufrir problemas cardiovasculares, como la enfermedad cardíaca. Es muy importante entender esta relación para preservar su bienestar general.

La ERGE no sólo es acidez estomacal

Para entender la ERGE, es necesario conocer el funcionamiento del sistema digestivo. Entre el estómago y el esófago existe un anillo muscular llamado esfínter esofágico inferior (EEI). Esta válvula se abre para permitir que los alimentos pasen al estómago y se cierra para evitar que el ácido estomacal regrese. Cuando el EEI se debilita o se relaja de manera indebida, el ácido estomacal se fuga, lo que produce la sensación de ardor conocida como acidez estomacal.

Algunos síntomas comunes de ERGE incluyen reflujo, que es cuando se siente el sabor del contenido del estómago en la boca, y dolor en el pecho, que a veces se confunde con un ataque cardíaco. A pesar de que muchas personas experimentan reflujo ácido ocasional, en especial después de comer demasiado, los episodios frecuentes (más de dos veces por semana) podrían indicar ERGE crónica, una afección que requiere atención médica.

Existen diferentes factores que contribuyen al riesgo de desarrollar ERGE. Los factores de estilo de vida, como la obesidad, el tabaquismo y una alimentación rica en alimentos grasos procesados, cafeína y alcohol debilitan el EEI. Sin embargo, también existen ciertas afecciones, como las hernias hiatales, (donde parte del estómago sobresale a través del diafragma) que lo hacen más susceptible. Además, algunos medicamentos, incluyendo los que se utilizan para tratar el asma y la presión arterial alta, empeoran los síntomas de la ERGE.

Si la ERGE crónica no se atiende a tiempo podría provocar complicaciones muy graves. La exposición constante al ácido del estómago irrita y daña el revestimiento del esófago, lo que provoca una afección llamada esofagitis. Con el paso del tiempo, esto provoca cicatrices y que el esófago se estreche, lo que dificulta tragar.

En algunos casos, la inflamación crónica provoca esófago de Barrett, una afección precancerosa que contribuye al riesgo de cáncer de esófago. Para prevenir complicaciones, es muy importante diagnosticar y tratar a tiempo la ERGE. La relación entre la ERGE y la salud cardiovascular puede parecer sorprendente, pero es más clara cuando se considera el rol de la inflamación.

La ERGE provoca una respuesta inflamatoria crónica en el cuerpo y, por lo general, esta inflamación se extiende más allá del esófago y afecta otros órganos, incluyendo el corazón y los vasos sanguíneos. Además, la ERGE y las enfermedades cardiovasculares comparten algunos factores de riesgo, como la obesidad y el tabaquismo, lo que las relaciona aún más.

La ERGE aumenta los factores de riesgo cardiovascular

Aunque la ERGE se relaciona con síntomas desagradables como acidez estomacal y reflujo ácido, las investigaciones sugieren que podría aumentar el riesgo de ocasionar problemas cardiovasculares graves. Un estudio publicado en el Journal of Translational Internal Medicine investigó la relación entre la ERGE y la salud cardiovascular.1

Los investigadores utilizaron un método llamado aleatorización mendeliana y analizaron cómo los factores genéticos que se relacionan con la ERGE influyen en varios indicadores de salud cardiovascular. Descubrieron que las personas con predisposición genética a la ERGE tienen niveles de presión arterial más altos, perfiles de colesterol alterados y un riesgo mayor de sufrir ataques cardíacos y presión arterial alta.

La presión arterial es una medida de la fuerza que la sangre puede ejercer cuando genera presión en las arterias. El estudio demostró que las personas genéticamente propensas a la ERGE tienden a tener presión arterial sistólica y diastólica elevadas. Más que los efectos secundarios, la presión arterial alta es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales.

Además, la investigación demostró cambios en los niveles de colesterol. El colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) fue más alto en personas con ERGE, mientras que el colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) fue más bajo.

Sin embargo, eso no es todo, el estudio también destacó que existe una relación directa entre la ERGE y una mayor probabilidad de sufrir un infarto de miocardio, también conocido como ataque cardíaco. Con una razón de probabilidades de 1272, las personas con una tendencia genética a la ERGE tuvieron una probabilidad 27 % mayor de sufrir un ataque cardíaco, en comparación con las que no la tenían.

Cómo la ERGE aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

Comprender la relación entre la ERGE y la salud cardiovascular puede parecer complejo, pero al analizarla se comprueba un riesgo evidente. Cuando la ERGE provoca reflujo ácido frecuente, no sólo irrita el esófago, sino que también causa una inflamación sistémica en todo el cuerpo.

Esta inflamación crónica es un elemento clave en el desarrollo de la aterosclerosis, donde las arterias se estrechan y endurecen debido a la acumulación de placa. Con el tiempo, esto provoca una restricción del flujo sanguíneo, lo que obliga al corazón a esforzarse más y eso aumenta las probabilidades de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales.

Además, el aumento de la presión arterial que se relaciona con la ERGE ejerce una presión adicional en el corazón, lo que provoca condiciones hipertensivas que causan complicaciones graves si no se controlan. Los hallazgos del estudio también demuestran que existen factores mediadores que relacionan la ERGE y la enfermedad cardíaca.

La presión arterial alta se identificó como un mediador considerable, responsable de más del 35 % del aumento del riesgo de infarto de miocardio en personas con ERGE.2 Esto significa que controlar la presión arterial atenúa el riesgo de enfermedad cardíaca que plantea la ERGE.

Si sufre de ERGE, es importante reconocer que su impacto supera con creces la mera incomodidad. El tratamiento para prevenir los síntomas de la ERGE, junto con el tratamiento de las causas subyacentes, desempeña un papel importante para proteger salud cardiovascular.

La ERGE aumenta el riesgo de sufrir arritmias y presión arterial alta

Aunque la relación entre la ERGE y la salud cardiovascular se ha examinado, investigaciones adicionales estudiaron cómo la ERGE afecta el ritmo cardíaco. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Cardiovascular Medicine investigó la relación entre la ERGE y las arritmias, que son latidos cardíacos irregulares que provocan graves problemas de salud.3

Las arritmias, como la fibrilación auricular y la taquicardia paroxística, son trastornos cardiovasculares comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. El estudio también utilizó la aleatorización mendeliana, con ayuda de información genética para determinar si existe una relación causal entre dos condiciones.

Al analizar las variaciones genéticas que se relacionan con la ERGE y su impacto en el riesgo de desarrollar diferentes tipos de arritmias, los investigadores buscaron descubrir si la ERGE contribuye a los problemas del ritmo cardíaco. Esta estrategia ayuda a eliminar los factores de confusión, que por lo general complican los estudios observacionales, lo que proporciona información más confiable sobre la relación entre la ERGE y las arritmias.

Los investigadores descubrieron que las personas con una predisposición genética a la ERGE tienen un riesgo 34 % mayor de desarrollar taquicardia paroxística, un tipo de arritmia caracterizada por episodios repentinos de frecuencia cardíaca rápida.4 Estos resultados demuestran la importancia de monitorear la salud cardiovascular en personas con ERGE. La taquicardia paroxística provoca síntomas como mareos, dificultad para respirar e incluso desmayos, lo cual afecta la calidad de vida de las personas.

Mientras la relación entre la ERGE y las arritmias esclarecen un aspecto de la salud cardiovascular, existe otra relación entre la ERGE y la presión arterial alta. Un estudio publicado en el World Journal of Clinical Cases demostró que las personas con predisposición genética a la ERGE tienen un riesgo 46 % mayor de desarrollar presión arterial alta.5

El estudio también demostró que la ERGE se relaciona con un riesgo mayor de sufrir enfermedad cardíaca hipertensiva, una afección en la que la presión arterial alta afecta el músculo cardíaco. Esto realza aún más la interconexión de los sistemas digestivo y cardiovascular. Al estudiar la ERGE de forma proactiva, reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas graves.

Por qué los medicamentos para la ERGE suelen resultar contraproducentes

A menudo se utilizan medicamentos para controlar los síntomas de la ERGE, pero el alivio de los síntomas que proporcionan conlleva un riesgo elevado de efectos secundarios. Los antiácidos neutralizan el ácido del estómago. Los inhibidores H2 reducen la cantidad de ácido que produce el estómago, mientras que los inhibidores de la bomba de protones (PPI) bloquean la producción de ácido. Sin embargo, los PPI se relacionan con diferentes efectos adversos, entre ellos:6

  • Osteoporosis y fracturas
  • Neumonía adquirida en la comunidad
  • Colitis por Clostridium difficile
  • Morbilidad cardiovascular
  • Hipomagnesemia o niveles bajos de magnesio

Además, es importante entender que los medicamentos como los PPI a menudo crean más problemas de los que resuelven. Los PPI actúan al bloquear la producción de ácido en el estómago. Sin embargo, contrario a la creencia popular, los síntomas de ERGE, como la acidez estomacal, son causados por tener muy poco ácido estomacal, no demasiado. Por lo tanto, tomar un PPI en realidad empeora el problema, ya que reduce aún más los niveles de ácido estomacal.

El ácido estomacal desempeña un papel muy importante en la manera en que se digieren las proteínas. Cuando los niveles de ácido son bajos, el cuerpo tiene dificultades para descomponer las proteínas de manera correcta, lo que provoca una mala absorción de nutrientes y un desequilibrio en las bacterias intestinales (disbiosis). La proteína que no se digiere se fermenta en el intestino y proporciona alimento para los patógenos dañinos, como la Candida, C. difficile y H. pylori.

Otro problema con los PPI es que por lo general provocan tolerancia y dependencia, lo que hace difícil dejar de tomarlos. Cuando deja de tomar PPI, es probable que experimente síntomas de rebote que persistirán hasta que los niveles de ácido estomacal regresen a la normalidad y su esfínter esofágico inferior funcione. En algunos casos, en especial con el uso prolongado de PPI, este proceso puede tardar hasta dos años.7

Por lo tanto, es importante no suspender los PPI de manera repentina. En lugar de eso, consulte a su médico para reducir de manera gradual su dosis mientras incorpora estrategias naturales para abordar el problema de ERGE. Una vez que haya reducido la dosis del PPI, considere sustituirlo por un bloqueador H2 de venta libre, como el Pepcid (famotidina), el cual parece ser una opción más segura. Luego, suspenda de manera gradual el bloqueador H2 durante las siguientes semanas.

Cómo tratar la ERGE

Por suerte, existen muchas maneras de controlar la ERGE y disminuir su impacto en la salud cardiovascular. Debido a que la producción de ácido estomacal requiere mucha energía, asegúrese de que sus mitocondrias funcionen de manera óptima, lo que mejorará su energía celular.

Además de optimizar la función de las mitocondrias, consumir alimentos ricos en hidrógeno, como frutas frescas, vegetales y proteínas, así como alimentos ricos en cloruro, como sal, tomates, lechuga, apio y aceitunas, proporciona los nutrientes que su cuerpo necesita para producir ácido estomacal. Consumir chucrut o jugo de repollo también le ayudarán a su cuerpo a producir ácido estomacal.

Además, su estómago necesita zinc para producir ácido estomacal, así que asegúrese de consumir la cantidad necesaria. Los alimentos ricos en zinc incluyen: ostras, langosta, carne de res y yogur de leche sin pasteurizar.

El consumo de productos amargos ayuda a estimular la secreción de ácido clorhídrico, mientras que, en casos de baja acidez estomacal, se recomienda tomar un suplemento de betaína HCl (sal de clorhidrato de betaína) antes de las comidas, con una dosis que aumente de manera gradual hasta que aparezca una sensación desagradable.8

Otra opción es tomar 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana sin pasteurizar ni filtrar en un vaso grande de agua antes o después de las comidas. Los cambios en el estilo de vida también son indispensables. Mantener un peso saludable con una alimentación equilibrada y hacer ejercicio de manera regular reduce los episodios de reflujo. Sin embargo, evitar los alimentos que los provocan, como alimentos fritos, platillos picantes, cafeína y alcohol, también hace una gran diferencia.

Además, es esencial dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol, ya que estos hábitos debilitan el esfínter esofágico inferior y empeoran la ERGE. También puede implementar técnicas para controlar el estrés, como la meditación y el yoga, ya que ayudan a reducir los síntomas. Además, en comparación con un placebo, se descubrió que la astaxantina, que es un potente antioxidante, disminuyó los síntomas del reflujo ácido, en particular en personas con una infección pronunciada por H. pylori. Los investigadores concluyeron que una dosis diaria de 40 mg de astaxantina era eficaz para disminuir el reflujo.