📝Historia en breve

  • La diabetes mellitus gestacional (DMG) afecta al 10 % de los embarazos en Estados Unidos, y las tasas siguen en aumento debido al estilo de vida y la obesidad. Las mujeres que pertenecen a minorías o que son de bajos recursos enfrentan mayores riesgos, debido al acceso limitado a la atención médica y a las barreras culturales
  • Los métodos actuales de prueba de DMG a menudo no logran detectar la afección de manera temprana; un estudio reciente demostró que las pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) estándar no detectan muchos casos debido a fallas de procedimiento
  • Las pruebas estándar solo identificaron DMG en el 9 % de los casos, mientras que un método mejorado con enfriamiento y procesamiento inmediato de la muestra la encontró en el 22 %, lo que indica un gran subdiagnóstico
  • La detección temprana de la diabetes gestacional también es un desafío, ya que las fluctuaciones de la glucosa en el primer trimestre no se ajusta a los criterios de prueba tradicionales, y, sin embargo, la hiperglucemia temprana causa una impronta metabólica dañina en los bebés
  • Las estrategias para reducir el riesgo de diabetes gestacional y proteger a su bebé incluyen minimizar la exposición a ftalatos y plomo, optimizar los niveles de vitamina D, mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad y llevar una alimentación rica en nutrientes

🩺Por el Dr. Mercola

La diabetes mellitus gestacional (DMG) afecta al 10 % de los embarazos en Estados Unidos y sigue en aumento debido al estilo de vida y la obesidad.1 Las mujeres de comunidades minoritarias y de bajos ingresos enfrentan un riesgo mayor debido al acceso limitado a la atención médica, las barreras culturales y la inseguridad alimentaria.2

A pesar de su prevalencia, diagnosticar la DMG aún es un gran desafío. Los métodos de prueba actuales a menudo no logran detectar la afección a tiempo y, a veces, no la detectan en absoluto. Estos puntos ciegos de diagnóstico ponen en riesgo tanto a la madre como al bebé, lo que aumenta la probabilidad de complicaciones durante el parto y prepara el terreno para problemas de salud a largo plazo, incluyendo la diabetes tipo 2, diabetes gestacional recurrente en embarazos futuros, enfermedades cardiovasculares y otros trastornos metabólicos.

Los estudios resaltaron estas deficiencias en la detección y el tratamiento de la diabetes gestacional. Un artículo reciente publicado en Diabetic Medicine3 demostró cómo los métodos de prueba actuales dejan, por accidente, a algunas mujeres embarazadas sin conocimiento de los riesgos que enfrentan y sin el cuidado que necesitan para protegerse a sí mismas y a sus bebés.

Nuevas investigaciones cuestionan el diagnóstico tradicional de la diabetes gestacional

El estudio presentado, el cual se publicó en diciembre de 2024,4 evaluó la confiabilidad de una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) estándar para diagnosticar la diabetes gestacional. Los autores destacaron la precisión limitada, reproducibilidad y practicidad de este procedimiento. No logró identificar un número sustancial de casos debido a fallas en el procesamiento preanalítico de las muestras de sangre.

La prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) implica tomar una muestra de sangre después de un ayuno nocturno y luego otra vez dos horas después de consumir una bebida azucarada. Sin embargo, los retrasos en el enfriamiento o procesamiento de estas muestras de sangre degradan la glucosa, lo que genera lecturas bajas falsas y diagnósticos erróneos.

Para evaluar el impacto de este problema, el estudio comparó el procedimiento PTGO estándar con un enfoque "mejorado" en el que las muestras de sangre se enfriaron, procesaron y congelaron de forma inmediata para preservar los niveles de glucosa. En nueve centros del Reino Unido, los investigadores evaluaron a 1 308 mujeres con una edad promedio de 31.5 años y un IMC de 33 kg/m2, lo que garantizó un tamaño de muestra diverso que refleja la población general del Reino Unido.

Los resultados demostraron que la tasa de diagnóstico de DMG aumentó más del doble con el uso del método mejorado, ya que incrementó del 9 % al 22 %. Las mujeres identificadas con DMG mediante el procedimiento mejorado también enfrentaron un riesgo mayor (37 %) de dar a luz bebés grandes para la edad gestacional (LGA, por sus siglas en inglés), en comparación con el 22.3 % de las que fueron diagnosticadas con el método estándar.

Los bebés LGA tienen más probabilidades de sufrir complicaciones durante el parto, como distocia de hombros o lesiones al nacer, y tienen un riesgo mayor de desarrollar afecciones metabólicas más adelante en la vida. El estudio también encontró que las mujeres con IMC más altos fueron más vulnerables a imprecisiones en la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) estándar, lo que agrava más su riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes gestacional.

Además, los investigadores probaron si la HbA1c, que es un marcador para medir el azúcar en la sangre, podría servir como una alternativa confiable a la prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO). Sin embargo, el análisis reveló que la HbA1c no es un buen predictor de la DMG, lo que destaca aún más la necesidad de perfeccionar los métodos de diagnóstico para reducir los resultados adversos para las madres y sus bebés. "Se garantizan los esfuerzos para mejorar la precisión del diagnóstico de DMG", señalaron los autores.5

Este estudio sirvió como un recordatorio importante para las futuras madres a ser proactivas respecto a su salud. Si está embarazada y se realizará un examen de detección de DMG, hable con su proveedor de atención médica sobre pruebas integrales y atención de seguimiento para asegurarse de que no se escape ningún detalle vital. Si se informa y defiende sus derechos, podrá proteger mejor su salud y la de su bebé.

Cómo abordar las lagunas en el diagnóstico de la DMG en las primeras etapas del embarazo

Por lo general, la detección de la diabetes mellitus gestacional (DMG) se realiza entre las semanas 24 y 28 del embarazo, un periodo en el que los cambios hormonales alteran en gran medida la tolerancia a la glucosa. Sin embargo, esperarse hasta esta etapa omite una ventana esencial en el primer trimestre, donde los cambios metabólicos tempranos ofrecen advertencias importantes.

Un taller del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), detallado en Obstetrics and Gynecology,6 abordó esta brecha en el diagnóstico temprano de DMG y los riesgos asociados a la detección tardía. Uno de los principales desafíos que se discutieron fue la falta de criterios claros para diagnosticar la DMG en las primeras etapas del embarazo.

Los cambios fisiológicos durante el primer trimestre, como los niveles fluctuantes de glucosa y los cambios en la sensibilidad a la insulina, dificultan la aplicación de los mismos umbrales que se utilizan más adelante en el embarazo. De hecho, los aumentos en los niveles de glucosa en el primer trimestre no suelen persistir en los trimestres posteriores, lo que significa que un diagnóstico de DMG realizado antes de las 24 semanas no se alineará con los criterios de prueba tradicionales.

El taller del NIDDK señaló que la hiperglucemia en el primer trimestre conduce a una impronta metabólica dañina, lo que predispone a los bebés a problemas de desarrollo, así como a obesidad o diabetes más adelante en la vida. Sin embargo, los intentos de tratar la diabetes gestacional antes de las 24 semanas aún no han mejorado de manera consistente los resultados, lo que destaca las limitaciones de las herramientas de diagnóstico actuales.

De manera similar a los hallazgos del estudio Diabetic Medicine,7 el taller señaló que, si bien, la HbA1c se suele utilizar para detectar diabetes preexistente, no logra predecir de manera confiable la diabetes gestacional durante el primer trimestre. Los biomarcadores más recientes, como el CD59 glucosilado plasmático, son prometedores, pero su impacto en la detección temprana aún está bajo investigación. 8 Los hallazgos concluyeron lo siguiente:

"Los participantes del taller concluyeron que los posibles criterios de diagnóstico que utilizan medidas glucémicas u otras antes de las 20 semanas, pero de preferencia entre las 12 y 14 semanas, deberían evaluarse para determinar su relación con resultados perinatales adversos asociados con la DMG".9

Otros factores que influyen en el diagnóstico erróneo de la DMG

Un estudio publicado en Diabetes Spectrum10 identificó otros factores de riesgo que complican el diagnóstico de DMG. Un problema importante es la gran dependencia de factores de riesgo tradicionales, por ejemplo, los antecedentes de diabetes gestacional, intolerancia a la glucosa o antecedentes familiares de diabetes tipo 2. Si bien estos indicadores son útiles, no detectan un gran porcentaje de mujeres en riesgo. De hecho, casi el 44 % de las mujeres diagnosticadas con DMG no presentan ninguno de estos factores de riesgo establecidos.

Las diferencias étnicas y raciales también complican el diagnóstico, ya que los factores de riesgo y los marcadores bioquímicos de la DMG varían en gran medida entre poblaciones. Por ejemplo, las mujeres del sudeste asiático con DMG tienen más probabilidad de tener triglicéridos elevados, mientras que las mujeres blancas a menudo presentan niveles más altos de leptina. Los métodos de diagnóstico actuales no contemplan estas diferencias, lo que genera disparidades en la atención y los resultados.

Otras inconsistencias surgen de los desacuerdos entre las sociedades médicas sobre el enfoque de prueba más efectivo. La prueba de provocación de glucosa en un solo paso es más rápida y más conveniente para las mujeres con horarios exigentes, sobre todo las que trabajan por horas, pero el requisito de ayunar las desalienta de participar. En cambio, el método de dos pasos es más exhaustivo, pero requiere más tiempo y recursos, lo que limita la accesibilidad para muchas mujeres.

Las barreras financieras y logísticas también dificultan el diagnóstico preciso. En áreas donde los pacientes se hacen cargo del costo de las pruebas, las tasas de diagnóstico tienden a ser más bajas. Sin embargo, los estudios demuestran que cuando se ofrecen las pruebas de detección gratis, más mujeres, en particular aquellas de entornos desfavorecidos, reciben diagnósticos precisos y la atención adecuada.

Los desafíos van más allá del diagnóstico y continúan después del parto, cuando dar seguimiento es esencial para detectar la intolerancia a la glucosa y reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Por desgracia, las tasas de pruebas siguen siendo muy bajas. En un centro médico, menos del 25 % de las mujeres se hicieron pruebas de detección de problemas de glucosa dentro de los seis meses posteriores al parto, y solo el 7 % completó la PTGO. 11

La falta de conciencia sobre la importancia de las pruebas posparto es un gran problema. Sin embargo, barreras sistémicas como la inseguridad alimentaria, las condiciones de vida inestables y el apoyo social limitado dificultan más que las mujeres cumplan con los cambios alimenticios y de estilo de vida recomendados durante y después del embarazo.

Si no se tratan estas deficiencias, el sistema de salud seguirá dejando a muchas mujeres vulnerables a una diabetes gestacional no diagnosticada o mal tratada, lo que pone a las madres y a sus bebés en riesgo de sufrir complicaciones prevenibles.

Estrategias útiles para reducir el riesgo de DMG

Si bien algunos factores de riesgo de diabetes gestacional, como la edad y la genética, están fuera de su control, ajustar otros aspectos como la alimentación, el estilo de vida y el entorno marca una diferencia significativa en su salud y los resultados del embarazo. A continuación encontrará algunos consejos para reducir el riesgo de DMG y proteger la salud de su bebé:

1. Reduzca su exposición a los ftalatos: los ftalatos, que están presentes en plásticos, productos de cuidado personal y varios artículos del hogar, se relacionaron con el desequilibrio hormonal, lo que perjudica el metabolismo de la glucosa y aumenta el riesgo de DMG. 12 Para minimizar la exposición, evite los recipientes de plástico para almacenar alimentos, compre productos de cuidado personal libres de ftalatos y reduzca su consumo de alimentos procesados y envasados.

2. Reduzca su exposición al plomo: la exposición al plomo, incluso en niveles bajos, se asoció con una menor tolerancia a la glucosa y un riesgo mayor de DMG. 13 El plomo se encuentra en la pintura vieja, suelo contaminado y algunos suministros de agua. Para reducir su exposición, asegúrese de que el agua de su hogar esté filtrada y evite las pinturas a base de plomo, sobre todo en edificios antiguos.

3. Optimice sus niveles de vitamina D: la vitamina D es esencial durante el embarazo, y las investigaciones demostraron que reduce en un 60 % el riesgo de preeclampsia, en un 50 % de DMG y en un 40 % de parto prematuro. 14 Exponerse al sol es la mejor manera de optimizar sus niveles, pero debe tomar precauciones, en especial si su alimentación es rica en aceites vegetales (que tienen una gran cantidad ácido linoleico).

Recomiendo evitar la exposición intensa al sol hasta que haya dejado de consumir aceites vegetales durante cuatro a seis meses. Aumente de forma gradual su exposición al sol a medida que reduce su consumo de AL. Con el tiempo, podrá disfrutar de una hora o más bajo la luz intensa del sol.

Si no puede exponerse de manera adecuada al sol, es necesario tomar suplementos de vitamina D3. Para determinar cuánta vitamina D3 necesita tomar, lo ideal es medir su nivel de vitamina D dos veces al año. Si recurre a los suplementos, equilibre siempre la vitamina D3 con magnesio, vitamina K2 (MK-7) y calcio para favorecer la salud general. Después, recuerde realizarse la prueba en tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado el nivel deseado.

4. Mantenga un peso saludable: el sobrepeso y la obesidad aumenta la probabilidad de tener resistencia a la insulina, lo que conduce a la DMG. Mantener un peso saludable antes y durante el embarazo disminuye este riesgo. Las investigaciones demostraron que por cada kilogramo de peso perdido antes del embarazo, el riesgo de recurrencia de DMG se redujo en un 24 %. 15

5. Siga una alimentación saludable: priorice una alimentación rica en nutrientes a base de alimentos enteros y no procesados, para mantener estable el nivel de azúcar en la sangre. Evite los carbohidratos refinados, los azúcares agregados y los alimentos muy procesados, en particular aquellos que contienen aceites vegetales inflamatorios, ya que alteran la sensibilidad a la insulina y provocan desequilibrios del azúcar en la sangre. En su lugar, consuma grasas tradicionales, como mantequilla de animales alimentados con pastura, sebo o aceite de coco.

6. Ejercítese con regularidad: el ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda al cuerpo a regular el azúcar en la sangre de manera más efectiva. Las actividades de bajo impacto como caminar, nadar o hacer yoga prenatal son beneficiosas para reducir el riesgo de padecer DMG. 16 Intente realizar como mínimo 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada por lo menos tres veces por semana,17 pero asegúrese de consultar a su obstetra-ginecólogo antes de comenzar o modificar su rutina.

7. Controle el estrés: el estrés crónico eleva los niveles de cortisol, lo que a su vez interfiere con la sensibilidad a la insulina. 18 Practique técnicas de relajación, como meditación, ejercicios de respiración profunda o atención plena, para controlar el estrés y mantener niveles saludables de azúcar en la sangre.

8. Duerma lo suficiente: la falta de sueño altera el control del azúcar en la sangre y aumenta la resistencia a la insulina. 19 Trate de dormir entre siete y nueve horas de calidad por noche. Hay muchas maneras de mejorar su sueño, como establecer una rutina relajante a la hora de acostarse, evitar las pantallas que emiten luz azul antes de dormir y asegurarse de que su habitación esté tranquila, oscura y cómoda.

9. Deje de fumar: fumar es un factor de riesgo de diversas complicaciones del embarazo, incluyendo la DMG. 20 Busque ayuda para dejar de fumar; hacerlo beneficiará su salud y la de su bebé.

10. No consuma alcohol: consumir alcohol durante el embarazo altera el metabolismo de la glucosa y aumenta el riesgo de padecer DMG, así como otras complicaciones graves. 21 Evite el alcohol por completo para minimizar estos riesgos y promover un embarazo saludable.

11. Hágase revisiones médicas con regularidad: la atención prenatal rutinaria ayuda a identificar los factores de riesgo y a controlar los niveles de azúcar en la sangre durante todo el embarazo. También permite una intervención oportuna, lo que ayuda a prevenir complicaciones para usted y su bebé.

12. Tome vitaminas prenatales: las vitaminas prenatales ayudan a llenar los vacíos nutricionales y favorecen un embarazo saludable. Está demostrado que nutrientes como el folato, el magnesio, la vitamina D, el zinc, los probióticos y el mioinositol ayudan a regular el azúcar en la sangre durante el embarazo. 22,23,24