📝HISTORIA EN BREVE

  • La conjuntivitis viral ("ojo rosado") es muy contagiosa y, por lo general, la causa es el adenovirus; los primeros síntomas son: ojos rojos, irritados, con costras y llorosos
  • La conjuntivitis bacteriana presenta secreción amarillo-verdosa y, por lo general, afecta sólo a un ojo; por otro lado, cuando son casos virales, éstos se acompañan de síntomas como irritación en la garganta y nariz congestionada
  • El peróxido de hidrógeno nebulizado, diluido a una concentración del 0.1 %, y aplicado a través de una mascarilla sobre los ojos afectados puede eliminar rápido los síntomas de la conjuntivitis viral
  • Las medidas preventivas esenciales incluyen: una adecuada higiene de las manos, evitar tocarse los ojos, no compartir objetos personales y mantener una buena salud inmunológica, a través del sueño, el control del estrés y el ejercicio
  • Se necesita atención médica si los síntomas incluyen: dolor ocular intenso, aumento de la sensibilidad a la luz, cambios en la visión o si el paciente está inmunodeprimido, ya que complicaciones como la queratitis pueden provocar pérdida de la visión

🩺Por el Dr. Mercola

Alguna vez despertó y descubrió que sus ojos estaban rojos, irritados, con costras y muy llorosos. Este escenario describe a la conjuntivitis viral, también conocida como "ojo rosado"

Aunque puede parecer una molestia menor, la conjuntivitis viral puede afectar mucho su vida diaria y salud ocular. A diferencia de la conjuntivitis bacteriana o alérgica, la conjuntivitis viral es provocada por un virus, que se le conoce como adenovirus. Dichos virus suelen acompañar a otras infecciones virales, como el resfriado común o la gripe

La conjuntivitis viral es muy contagiosa y puede propagarse rápido, en especial en entornos comunitarios, como escuelas y lugares de trabajo

Diferencias entre la conjuntivitis alérgica, bacteriana y viral

Comprender las diferencias entre la conjuntivitis viral, bacteriana y alérgica es fundamental para el tratamiento y recuperación efectiva:

• La conjuntivitis alérgica se origina a partir de alérgenos como el polen o la caspa de las mascotas, además provoca comezón y lagrimeo en los ojos.

• La conjuntivitis bacteriana se origina por bacterias como la Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae; por lo general, produce una secreción espesa de color verde amarillento que puede hacer que los párpados se peguen, sobre todo después de dormir. Dichas bacterias pueden ingresar al ojo a través del contacto directo con manos o superficies contaminadas o gotitas de la respiración.

Al inicio, el enrojecimiento puede ser más pronunciado en un ojo, pero puede propagarse si no se trata rápido. En los casos bacterianos, es común que los párpados se inflamen. A diferencia de la conjuntivitis viral, la bacteriana por lo general no presenta síntomas sistémicos como secreción nasal o dolor de garganta, lo que puede ayudar a distinguirla de su contraparte viral.

A menudo, la conjuntivitis bacteriana presenta un inicio de síntomas graves más rápido, que aumentan en uno o dos días y que se vuelven más graves si no se tratan. Sin el tratamiento adecuado, la conjuntivitis bacteriana puede propagarse a ambos ojos y provocar infecciones oculares más graves, lo que destaca la importancia de una intervención médica oportuna.

• La conjuntivitis viral es una infección de la conjuntiva, que es el tejido delgado y transparente que recubre el interior del párpado y que cubre la parte blanca del ojo. Los síntomas comunes incluyen enrojecimiento notable en la parte blanca del ojo o el párpado interno, secreción acuosa excesiva de los ojos, una sensación de comezón o ardor persistente que hace que parpadear sea incómodo y una secreción acuosa o mucosa que puede formar una costra, sobre todo al despertar.

Además, la conjuntivitis viral puede incluir síntomas como secreción nasal, dolor de garganta o fiebre, lo que indica una infección viral latente. Los pacientes también pueden experimentar una sensación de comezón o ardor persistente, aunque, por lo general, es menos intensa que la que se observa en la conjuntivitis alérgica.

La conjuntivitis viral se propaga a través del contacto directo con secreciones infectadas, superficies contaminadas o gotitas de la respiración, de la tos o del estornudo de una persona infectada. Compartir artículos personales, tales como toallas, maquillaje o lentes de contacto, también puede facilitar la transmisión del virus.

Varios factores aumentan el riesgo de contraer conjuntivitis viral, entre ellos vivir en espacios reducidos con una persona infectada, tener un sistema inmunológico débil y una mala higiene, como lavarse las manos con poca frecuencia o tocarse los ojos con las manos sucias.

Los síntomas de la conjuntivitis viral pueden persistir durante una o dos semanas y mejorar poco a poco a medida que el cuerpo combate el virus. La mayoría de los casos se resuelven sin necesidad de antibióticos y dependen de la respuesta inmunitaria del cuerpo para la recuperación.

Tratamientos médicos populares

Los tratamientos populares para la conjuntivitis viral se centran en aliviar los síntomas. Los tratamientos de apoyo, tales como lágrimas artificiales y gotas lubricantes para los ojos, pueden aliviar la irritación y reducir el enrojecimiento.

Aplicar un paño limpio y frío sobre los ojos cerrados puede aliviar las molestias e inflamación. En casos graves, sobre todo aquellos causados por el virus del herpes simple, se pueden recetar gotas o ungüentos oftálmicos antivirales.

No obstante, aunque los tratamientos populares pueden aliviar los síntomas, no atacan directo la infección viral latente. Además, el uso indebido de antibióticos para la conjuntivitis viral puede contribuir a la resistencia a los antibióticos y provocar efectos secundarios innecesarios. El diagnóstico preciso también es esencial para evitar tratamientos inadecuados.

Los remedios naturales funcionan mucho mejor

Mantener una higiene impecable es la primera línea de defensa contra la conjuntivitis viral. Es esencial lavarse bien las manos con agua y jabón, sobre todo antes de tocarse la cara o los ojos. Dicho esto, lavarse las manos en exceso es contraproducente y puede aumentar el riesgo de infecciones al dañar la piel de las manos.

Evite tocarse o frotarse los ojos, para contrarrestar una mayor irritación y la propagación del virus. Además, evite compartir artículos personales como toallas, almohadas o maquillaje para minimizar los riesgos de transmisión.

Una alimentación rica en nutrientes favorece la salud ocular general y la función inmunológica. Las vitaminas A, C y E son antioxidantes que protegen los tejidos oculares y fortalecen la salud inmunológica. Al incorporar alimentos como zanahorias, frutas cítricas y vegetales de hoja verde en sus comidas puede proporcionar estos nutrientes esenciales. Las grasas omega-3, que se encuentran en los pescados grasos de agua fría, reducen la inflamación y fortalecen la salud ocular.

Consumir suficiente agua lo mantiene hidratado y, de igual manera, preserva la hidratación ocular y ayuda al cuerpo a mantener sus defensas naturales. Otras estrategias de estilo de vida que fortalecen la función del sistema inmunológico incluyen:

  • Sueño: trate de dormir entre 7 y 9 horas de calidad cada noche, para permitir que su cuerpo se repare y fortalezca sus defensas.
  • Alivio del estrés: el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, por lo tanto, practicar técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, es beneficioso.
  • Ejercicio: realizar actividad física moderada mejora la circulación y favorece la salud inmunológica.

El peróxido de hidrógeno nebulizado puede eliminar la conjuntivitis en 30 minutos

Una de las formas más efectivas de erradicar rápido las infecciones virales es con peróxido nebulizado, y también funciona para la conjuntivitis. Hace poco, desperté con conjuntivitis viral en un ojo, y 30 minutos después de aplicar este tratamiento, todos mis síntomas habían desaparecido.

En cuanto a las infecciones respiratorias, todo lo que necesita es un nebulizador que emita una fina niebla con peróxido de hidrógeno de grado alimenticio bien diluido. La única diferencia es que la mascarilla se coloca sobre los ojos afectados en lugar de la boca y la nariz.

Por lo general, el peróxido de grado alimenticio viene en concentraciones de 3 a 12 %, por lo que debe diluirse hasta un 0.1 %, como se describe en la siguiente tabla.

Peróxido de hidrógeno nebulizado

El peróxido de hidrógeno (H2O2) consiste en una molécula de agua (H2O) con un átomo de oxígeno adicional, y es el átomo de oxígeno adicional el que le permite que se inactiven los patógenos virales.

Algunas de las células inmunológicas pueden producir peróxido de hidrógeno. Es posible detener la reproducción viral al matar la célula infectada. El peróxido de hidrógeno ayuda a que las células inmunológicas realicen su función natural de manera más efectiva.

En qué momento se debe buscar atención médica

Aunque la conjuntivitis viral por lo general se cura por sí sola, ciertas situaciones requieren de una evaluación médica profesional. El dolor ocular persistente o intenso puede indicar una afección más grave que requiere de atención inmediata.

Una mayor sensibilidad a la luz puede ser un signo de problemas en la córnea u otras complicaciones que requieren una evaluación inmediata por parte de un profesional del cuidado ocular. También, cualquier cambio en la visión debe de tomarse en serio y evaluarse para descartar problemas más graves.

La conjuntivitis viral puede provocar complicaciones como la queratitis, que es una inflamación de la córnea que puede causar cicatrices y pérdida de la visión si no se trata. También puede producirse una sobreinfección bacteriana, la cual requerirá tratamiento con antibióticos.

Se deben tener consideraciones especiales para los bebés, los adultos mayores y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos, ya que estos grupos son más vulnerables a infecciones y complicaciones graves.

Los mitos sobre la conjuntivitis viral

Es importante aclarar conceptos erróneos comunes en torno a la conjuntivitis para promover una comprensión precisa y un tratamiento efectivo.

Un error muy común es creer que todos los casos de conjuntivitis son muy contagiosos. Si bien la conjuntivitis viral es en efecto contagiosa, los tipos bacterianos y alérgicos no siempre lo son. Comprender el tipo de conjuntivitis ayuda a controlar de manera efectiva los riesgos de transmisión.

Otro mito es que los antibióticos son efectivos para la conjuntivitis viral. Los antibióticos sólo funcionan contra infecciones bacterianas. El uso indebido de antibióticos puede contribuir a la resistencia a los antibióticos y a otros efectos secundarios, lo que indica la importancia de un diagnóstico preciso.

Además, la creencia de que la conjuntivitis viral siempre requiere de tratamiento médico no es del todo exacta. La mayoría de los casos se resuelven por sí solos con cuidados de apoyo. No obstante, los casos graves o complicados pueden necesitar intervención médica, lo que resalta la importancia de reconocer cuándo es necesario la ayuda profesional.

Apoyar la salud ocular

Incluso si no presenta síntomas, los exámenes oculares regulares ayudan a detectar problemas de manera temprana y mantener la función ocular de manera óptima. Se recomienda realizarlos cada año, sobre todo si usa lentes de contacto o tiene antecedentes de afecciones oculares.

También son importantes las medidas de protección. Usar lentes de seguridad en actividades que supongan un riesgo para los ojos, tales como deportes o determinados entornos laborales, ayudará a prevenir lesiones e infecciones.

Llevar un estilo de vida saludable también contribuye a la salud ocular. Evitar fumar reduce el riesgo de enfermedades oculares, tales como cataratas y degeneración macular. Controlar las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, también es esencial, ya que estas enfermedades pueden afectar la salud ocular.

Para finalizar, la conjuntivitis viral, si bien es común y a menudo autolimitada, puede causar molestias e inconvenientes importantes. Comprender sus causas, reconocer los síntomas y utilizar remedios naturales, como el peróxido de hidrógeno nebulizado, le ayuda a controlar y prevenir este padecimiento de manera efectiva.

Adoptar un enfoque holístico, que se centre en la higiene, la nutrición, el apoyo inmunológico y los remedios naturales, mejorará la salud ocular y el bienestar general a largo plazo.