📝HISTORIA EN BREVE

  • El benceno es una toxina ambiental omnipresente que se encuentra en los escapes de los automóviles, las emisiones industriales, el humo del cigarro, los productos de cuidado personal, los productos de limpieza del hogar, las pinturas e incluso algunos productos desechables, incluyendo pañales y tampones
  • La exposición al benceno durante el embarazo se relaciona con trastornos metabólicos en la descendencia, y los hijos varones presentan una mayor susceptibilidad a la intolerancia a la glucosa y a la resistencia a la insulina
  • Tanto los hijos como las hijas expuestas al benceno en el útero experimentan una mala homeostasis energética, lo que indica alteraciones en su habilidad para equilibrar el consumo y gasto de energía
  • El benceno es un carcinógeno del grupo 1 que también se relaciona con la leucemia, el linfoma no Hodgkin y el mieloma múltiple, y que causa daño al ADN, estrés oxidativo y anomalías cromosómicas incluso a niveles bajos de exposición
  • Las estrategias clave para reducir la exposición al benceno incluyen usar purificadores de aire, elegir alternativas orgánicas y naturales, mejorar de la ventilación de su hogar, almacenar de forma adecuada los productos químicos y limitar el tiempo en zonas de mucho tráfico

🩺Por el Dr. Mercola

El benceno, que es una toxina ambiental omnipresente, está presente en los gases de escape de los automóviles, en las emisiones industriales e incluso en el humo del cigarro, lo que pone a millones de personas en riesgo de exposición todos los días. Es alarmante que cada vez haya más evidencia que indique que exponerse al benceno durante el embarazo perjudica la salud metabólica de los niños.

En 2019, un estudio publicado en Toxicological Sciences1 demostró que los ratones expuestos a 50 partes por millón (ppm) de benceno presentaron un aumento del 13 % en la glucosa plasmática en ayunas, y un aumento del 39 % en los niveles de insulina en comparación con los controles no expuestos. Estos cambios indican que el benceno altera la regulación de la glucosa, lo que obliga al páncreas a sobrecompensar.

Además, sus puntuaciones HOMA-IR, que es un índice de resistencia a la insulina, estuvieron muy elevadas en los ratones expuestos al benceno. La fosforilación de Akt estimulada por insulina, que es un paso crucial para la captación y utilización de glucosa, también se vio muy afectada, lo que resaltó una alteración importante en las vías de señalización de la insulina.

Un estudio posterior, publicado en la misma revista en enero de 2021, respaldó estos hallazgos y reveló que la exposición materna al benceno durante el embarazo predispone a la descendencia a desequilibrios metabólicos a largo plazo, y sienta las bases para problemas de salud graves más adelante en la vida. A medida que la urbanización y las actividades industriales aumentan, comprender y mitigar la exposición al benceno se vuelve esencial para prevenir un incremento repentino de los trastornos metabólicos en las generaciones futuras.

La exposición prenatal al benceno: su impacto a largo plazo en la salud metabólica de los hijos

El estudio de enero de 2021 en Toxicological Sciences2 analizó cómo la exposición prenatal al benceno influye en el metabolismo de la glucosa, la resistencia a la insulina y el equilibrio energético general de la descendencia a medida que llega a la edad adulta.

Se expuso a ratas C57BL/6JB preñadas a benceno en una concentración de 50 ppm (que es considerada una exposición de alto nivel) o a aire filtrado como control, durante seis horas todos los días desde el día 0.5 al 21 de gestación, y sus crías se monitorearon para detectar indicadores de salud metabólica a medida que maduraban.

Los hallazgos demostraron alteraciones significativas en la homeostasis energética, tanto en las crías macho como en las hembras a los 4 meses de edad. Estas alteraciones incluyeron un menor consumo de oxígeno (VO2), producción de dióxido de carbono (VCO2) y producción de calor.

Sin embargo, los efectos en el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina fueron más graves en la descendencia masculina. A los 4 meses, solo los hijos varones de madres expuestas al benceno mostraron una intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina, mientras que las hembras no se vieron afectadas.

A los 6 meses, ambos sexos presentaron una intolerancia a la glucosa notable, pero la resistencia severa a la insulina siguió predominando en el grupo masculino. Los ratones machos también registraron una secreción elevada de insulina y una mayor masa de células beta, lo que indica el esfuerzo del páncreas para controlar la resistencia a la insulina. Su índice HOMA-IR también se elevó de forma significativa, lo que resalta aún más su vulnerabilidad.

Ambos sexos exhibieron una mayor expresión de genes hepáticos relacionados con la inflamación y el estrés del retículo endoplásmico (RE), lo que indica que el estrés celular sistémico y la inflamación son mecanismos fundamentales que causan los desequilibrios metabólicos. En los hombres, la combinación de un metabolismo alterado de la glucosa, una secreción elevada de insulina y una mayor masa de células beta resaltó el intento del organismo de contrarrestar la resistencia a la insulina, lo que agravó su riesgo.

Los mecanismos biológicos que subyacen a estos hallazgos involucran el impacto del benceno en la expresión genética relacionada con el metabolismo de la glucosa y la inflamación. Debido a que altera la expresión de estos genes, el benceno afecta la habilidad del cuerpo de mantener el equilibrio energético y utilizar de manera efectiva la glucosa, lo que conduce a la resistencia a la insulina.

Por interesante que parezca, la exposición prenatal al benceno no alteró de forma significativa el peso ni la composición corporal de la descendencia. Este hallazgo sugirió que los trastornos metabólicos observados no se relacionaron con cambios en la masa corporal, sino más bien con deterioros funcionales en el metabolismo energético y de la glucosa. Los autores señalaron lo siguiente:

“El desequilibrio metabólico en la descendencia fue independiente de los cambios en el peso corporal y se asoció con un deterioro de la homeostasis energética y del metabolismo de la glucosa, lo que afectó a ambos sexos, aunque el efecto fue más grave en la descendencia masculina adulta. Nuestros datos proporcionaron un vínculo entre la exposición temprana a un contaminante ambiental y el riesgo de desarrollar un síndrome metabólico más adelante en la vida (de la descendencia)”.3

El benceno también es un carcinógeno conocido

Además de aumentar el riesgo de problemas metabólicos durante la edad adulta, se comprobó que la exposición al benceno contribuye en gran medida al riesgo de cáncer. Clasificado como carcinógeno del Grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el4 benceno está muy vinculado a cánceres hematológicos como la leucemia, en particular a la leucemia mieloide aguda (LMA).5

Este vínculo se observó tanto en entornos laborales, donde los trabajadores están expuestos a niveles altos de benceno, como en personas con exposición prolongada a concentraciones más bajas a través de la contaminación del aire. El benceno afecta al cuerpo ya que daña la médula ósea, que es vital para producir células sanguíneas sanas. Causa anomalías cromosómicas en las células hematopoyéticas, lo que da lugar a mutaciones que aumentan la probabilidad de desarrollar leucemia.6

Los estudios epidemiológicos demostraron de forma constante una relación dosis-respuesta, lo que significa que cuanto mayor sea la exposición al benceno, mayor será el riesgo de desarrollar cáncer. Incluso la exposición a niveles bajos en áreas urbanas suscitó preocupación por los riesgos acumulativos a lo largo del tiempo,7 sobre todo en poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas y los niños.

Más allá de la leucemia, el benceno se relacionó con otros tipos de cáncer, incluyendo el linfoma no Hodgkin y el mieloma múltiple. Sus metabolitos, como el óxido de benceno y la hidroquinona, son muy reactivos y capaces de causar daños al ADN, estrés oxidativo y alteraciones del ciclo de las células, todo lo cual contribuye al desarrollo del cáncer.8

El benceno se encuentra en otros productos del hogar

El alcance del benceno va más allá de la contaminación del aire, el humo del cigarro y las emisiones industriales: también está presente en numerosos productos domésticos y de cuidado personal. Un informe reciente en The New York Times9 destacó la presencia de benceno en artículos populares de cuidado personal, incluyendo protectores solares, desodorantes, champús secos, cremas para el acné e incluso desinfectantes para manos.

El informe explicó que el benceno no se añade de manera intencional a estos productos, pero los contamina durante su fabricación, en particular cuando los ingredientes no están purificados de forma adecuada o se degradan con el tiempo. Los productos en aerosol son los más preocupantes debido a que el benceno se introduce a través de propelentes contaminados, lo que aumenta el riesgo de inhalarlo durante su uso.

Los productos para el cuidado de la piel y del cuerpo implican un riesgo doble: el benceno ingresa al cuerpo a través de la piel o se inhala durante su aplicación. Los ingredientes de lociones, protectores solares y tratamientos contra el acné que están diseñados para mejorar la absorción también aceleran de forma inadvertida la absorción de benceno. Si bien, los niveles detectados en estos productos suelen ser bajos, los expertos están preocupados por la exposición acumulativa del uso a diario.

Más allá de los artículos de cuidado personal, el benceno también se encuentra en productos de limpieza del hogar, pinturas, barnices, adhesivos y aromatizantes. Las velas aromáticas y los aromatizantes en aerosol liberan benceno en el aire de las habitaciones, al igual que los artículos de plástico y caucho que están almacenados de forma incorrecta. Incluso se descubrió que los productos desechables como pañales, toallas femeninas y tampones contienen restos de esta sustancia química y sus derivados.

Ocho maneras de proteger a su familia del benceno

La evidencia que relaciona la exposición al benceno con problemas metabólicos y riesgos para la salud a largo plazo resalta la importancia de crear un ambiente seguro y libre de toxinas para su familia. Al tomar medidas proactivas, podrá reducir de forma significativa la exposición y apoyar la salud metabólica de su hijo o hija desde las primeras etapas. Aquí hay algunas estrategias prácticas que le recomiendo seguir:10,11,12,13

1. Mejore la calidad del aire dentro de su hogar: invierta en purificadores de aire de alta calidad equipados con filtros de aire de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés) y de carbón activado para reducir el benceno y otros compuestos orgánicos volátiles (COV) del aire interior. Si reside en áreas urbanas o cerca de zonas industriales, instale sistemas de ventilación que filtren los contaminantes del aire exterior. Además, ventile con regularidad su casa para mejorar la circulación del aire.

2. Elija productos de cuidado personal más seguros: evite los productos de cuidado personal en aerosol, como los champús secos, desodorantes y aerosoles corporales, ya que los aerosoles suelen estar contaminados con benceno a través de propelentes.

Busque etiquetas que especifiquen usar fórmulas orgánicas o sin benceno para garantizar opciones más seguras. Lo mejor es optar por alternativas naturales como productos para el cuidado corporal elaborados con ingredientes orgánicos y simples, por ejemplo, manteca de karité, aceite de coco o aceites esenciales.

3. Elimine las fuentes de toxinas ocultas en su hogar: reemplace pinturas, barnices y adhesivos con alto contenido de COV por alternativas con bajo contenido o sin contenido para reducir la exposición al benceno durante los proyectos de renovación del hogar. Además, evite usar velas aromáticas, aromatizantes o productos domésticos con perfume. En cambio, utilice alternativas naturales como difusores de aceites esenciales, velas de cera de abejas o hierbas y especias hervidas a fuego lento para refrescar su hogar de forma más segura.

4. Almacene los productos químicos de forma segura: mantenga cualquier producto químico esencial bien sellado en espacios de almacenamiento al aire libre y bien ventilados, como garajes o cobertizos, lejos de las áreas habitables, para minimizar el riesgo de contaminación del aire en interiores.

5. Optimice la nutrición para apoyar la desintoxicación: una alimentación orgánica, rica en nutrientes e integral es esencial para apoyar los procesos naturales de desintoxicación del cuerpo y reducir el estrés oxidativo. Es recomendable incorporar a su alimentación ingredientes ricos en azufre, como huevos de gallinas camperas, ajo, cebollas y vegetales crucíferos como el brócoli y la col rizada, ya que son fundamentales para mejorar la función hepática y las vías de desintoxicación.

También es importante evitar los alimentos procesados y los aceites vegetales, ya que afectan la producción de energía celular y aumentan la carga tóxica del organismo. Además, mantenerse hidratado con agua filtrada ayuda a su cuerpo a eliminar toxinas de manera eficaz, lo que garantiza que sus sistemas de desintoxicación funcionen de manera óptima.

6. Minimice su exposición al aire libre: en los días de alta contaminación, mantenga las ventanas cerradas y limite las actividades al aire libre, sobre todo durante las horas pico de tráfico, cuando las emisiones de benceno son mayores. Evite frecuentar zonas de mucho tráfico y zonas industriales, donde se concentran más las emisiones vehiculares e industriales.

Cuando cargue gasolina, opte por lugares bien ventilados y nunca deje el automóvil prendido cerca de su casa o en espacios cerrados para evitar que se acumulen vapores de benceno. Además, deje de fumar y evite las áreas donde haya humo de segunda mano, ya que el humo del cigarro es una gran fuente de exposición al benceno.

7. Manténgase informado: revise con frecuencia las alertas de seguridad y los informes de retiro de productos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos para mantenerse actualizado de los productos que contienen benceno. Además, infórmese de los niveles de calidad del aire local y utilice aplicaciones o recursos en línea para ajustar sus actividades en función de las condiciones de contaminación de su área. Esto le ayudará a planificar las actividades al aire libre durante las horas en las que el aire está más limpio.

8. Apoye a políticas más seguras: apoye políticas destinadas a reducir las emisiones industriales de benceno, mejorar los estándares de escape de los vehículos y crear espacios urbanos más seguros para proteger el medio ambiente y la salud pública.