📝HISTORIA EN BREVE
- Las personas con psoriasis suelen tener niveles más bajos de vitamina D (un promedio de 6.26 ng/mL menos que los individuos sanos) y niveles elevados de hormona paratiroidea, lo que sugiere una conexión entre la afección y la deficiencia de vitaminas
- Las investigaciones revelan una clara correlación entre la gravedad de la psoriasis y los niveles de vitamina D; los pacientes con lesiones más extensas suelen presentar niveles más bajos de vitamina D
- La vía Wnt5a y los receptores de vitamina D interactúan en la piel con psoriasis: cuando los receptores de vitamina D disminuyen, la Wnt5a se vuelve hiperactiva, lo que provoca inflamación y un rápido crecimiento celular
- La obesidad complica el tratamiento de la psoriasis, ya que atrapa la vitamina D en el tejido graso y crea un ciclo en el que la deficiencia aumenta la inflamación y empeora ambas afecciones
- Es importante la exposición segura al sol para producir vitamina D, pero quienes consumen aceites de semillas deben limitar la exposición hasta que su cuerpo se desintoxique, lo que, por lo general, demora entre cuatro a seis meses; en algunos casos, puede ser necesario revisar con regularidad sus niveles de vitamina D y tomar suplementos en caso de ser necesario
🩺Por el Dr. Mercola
La psoriasis es más que una simple afección de la piel, es un trastorno autoinmune crónico que se manifiesta como placas rojas y escamosas en la piel. Dichas placas son el resultado de la proliferación anormal de queratinocitos, la cual impulsa el sistema inmune hiperactivo que libera mediadores proinflamatorios. Esta condición afecta a entre el 2 y 3 % de la población en el mundo, con tasas de prevalencia más altas en el norte de Europa.1
La psoriasis no sólo afecta la piel, sino que también afecta su calidad de vida y el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, incluyendo el síndrome metabólico y la enfermedad cardiovascular. La función de las mitocondrias es importante en el desarrollo y avance de las enfermedades autoinmunes, como la psoriasis.
La mayoría de las personas tienen disfunción mitocondrial, y si no tienen suficientes mitocondrias, no pueden crear la suficiente energía celular para evitar estas afecciones. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D también podría ser un factor que contribuye a la psoriasis. Dicho nutriente esencial influye en la función de los queratinocitos, la respuesta inmunitaria y la integridad de la barrera cutánea, todos los cuales influyen en la enfermedad.2
La importancia de la vitamina D en la salud de la piel
La vitamina D es conocida por su importancia para la salud ósea y la regulación del calcio. No obstante, sus beneficios van más allá. La vitamina D ayuda a regular el sistema inmunológico y contribuye a la salud de la piel, lo que regula la proliferación y diferenciación de los queratinocitos, que son las células responsables de formar la capa externa de la piel.
También refuerza la barrera cutánea y reduce la inflamación, lo que la hace esencial para preservar una piel sana. El cuerpo produce vitamina D cuando se expone la piel a la luz del sol, aunque también puede obtenerse de fuentes alimenticias, tales como el pescado graso, los alimentos fortificados y los suplementos.
A pesar de que es de fácil acceso, la deficiencia de vitamina D es común, sobre todo en personas que no se exponen al sol, viven en latitudes del norte o que tienen piel más oscura, lo cual reduce la síntesis de vitamina D. Para las personas con psoriasis, la deficiencia de vitamina D puede no sólo ser una consecuencia de evitar la exposición al sol, sino que también podría relacionarse con los mecanismos subyacentes de la enfermedad.
Evidencia que vincula a la deficiencia de vitamina D con la psoriasis
Los investigadores descubrieron que, por lo general, las personas con psoriasis tienen niveles mucho más bajos de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D) sérica, que es el marcador que se usa para evaluar el estado de la vitamina D. Dicha deficiencia puede exacerbar los procesos inflamatorios subyacentes a la psoriasis, por lo que tener niveles idóneos de vitamina D es fundamental en el manejo de la enfermedad.
En un análisis sistemático y metaanálisis de 27 estudios se reveló que las personas con psoriasis tienen niveles séricos de vitamina D mucho más bajos, en comparación con las del grupo de control. En promedio, los niveles de vitamina D de los pacientes con psoriasis eran 6.26 ng/mL más bajos que los de las personas sin la enfermedad.3
De manera intrigante, los estudios también encontraron que los pacientes con psoriasis tuvieron niveles elevados de hormona paratiroidea (PTH), que es un marcador que a menudo se asocia con niveles bajos de vitamina D. Los niveles altos de la PTH podrían reflejar el esfuerzo del cuerpo por mantener el equilibrio de calcio a pesar de la deficiencia de vitamina D. Algunos investigadores sugieren que la PTH podría incluso funcionar en la patogénesis de la psoriasis, ya que influye en la actividad inmune, específicamente en la proliferación de células T auxiliares proinflamatorias 17 (Th17).
Los síntomas de la psoriasis también se pueden relacionar con la inflamación que provoca los niveles elevados de citocinas como IL-17, IL-23 e IL-18.4 Estas moléculas son fundamentales para los procesos inmunes subyacentes a la psoriasis, y la IL-17 se vincula con los casos moderados y graves.
Por interesante que parezca, la vitamina D regula estas vías inflamatorias. Se ha demostrado que la forma activa de la vitamina D, 1,25(OH)2D3, suprime a la IL-17 y otras citocinas proinflamatorias, al mismo tiempo que ayuda a las células T reguladoras antiinflamatorias.
Sin embargo, en un estudio reciente, los investigadores no encontraron una correlación directa entre los niveles séricos de vitamina D y las concentraciones de citoquinas, lo que sugiere que los efectos reguladores de la vitamina D podrían depender de otros factores o umbrales que aún no se comprenden por completo.5 Estos hallazgos enfatizan la función doble de la vitamina D: si bien puede que no reduzca de manera directa los niveles de citocinas, mantener suficiente vitamina D podría favorecer el equilibrio del sistema inmunológico y reducir la carga inflamatoria general.
La relación entre la gravedad de la psoriasis y los niveles de vitamina D
La evidencia emergente de uno de los estudios más grandes realizados hasta la fecha, que se presentó en la Nutrition 2023, que es la reunión anual de la American Society for Nutrition, destaca otra conexión sorprendente entre los niveles de vitamina D y la gravedad de la psoriasis. Los investigadores que analizaron datos del National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) encontraron una relación lineal clara: cuanto más grave es la psoriasis, más bajos tienden a ser los niveles de vitamina D.6
Dicho estudio exhaustivo, que abarcó casi 500 casos de psoriasis, aportó nuevos conocimientos sobre la vitamina D y su función en el tratamiento de ésta enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Los pacientes con psoriasis con las áreas más pequeñas de piel afectadas por la enfermedad tuvieron los niveles promedio más altos de vitamina D, mientras que aquellos con las lesiones más extensas tuvieron los niveles más bajos.
Incluso después de ajustar factores como el tabaquismo y el índice de masa corporal, la deficiencia de vitamina D siguió siendo un predictor importante de una mayor gravedad de la psoriasis. Aunque las cremas sintéticas con vitamina D ganan terreno como tratamientos recetados, optimizar los niveles de vitamina D mediante la exposición solar segura y suplementos orales, si es necesario, podría servir como una estrategia accesible y complementaria para el tratamiento de la psoriasis.
Además, la respuesta del cuerpo a la vitamina D depende de pequeñas estructuras dentro de las células, llamadas receptoras de vitamina D (VDR, por sus siglas en inglés). En personas con psoriasis de moderada a grave, las investigaciones reportan que estos receptores son más activos en ciertas células inmunes, en especial los monocitos CD14+, en comparación con individuos sanos.7
Dicho aumento de actividad podría relacionarse con la inflamación que provoca la psoriasis. Es notorio que, a medida que la inflamación mejoró con el tratamiento, la diferencia en la actividad de las VDR entre los pacientes con psoriasis y las personas sanas desapareció, aunque la gravedad de la afección disminuyó. Lo que sugiere que la actividad de las VDR se relaciona más con la inflamación general que con la gravedad de la psoriasis.
Aunque este estudio no encontró una conexión clara entre la actividad de las VDR y los niveles de vitamina D, garantizar que sus niveles de vitamina D se encuentren en niveles saludables puede ayudar a su cuerpo a controlar mejor la inflamación. Esta es otra razón para considerar la vitamina D como parte de su estrategia para el manejo de la psoriasis.
Cómo la señalización celular y la obesidad influyen en la psoriasis
La vía de señalización Wnt funciona como un sistema de comunicación celular que ayuda a regular cómo las células de la piel crecen, se dividen y se reparan. Esto es primordial para mantener una piel sana y equilibrada. Sin embargo, en la psoriasis, este sistema parece funcionar excesivamente, en particular a través de una proteína llamada Wnt5a. Dicha hiperactividad puede provocar que las células de la piel se multipliquen demasiado rápido y provoquen inflamación, lo que da lugar a las manchas engrosadas y escamosas características de la enfermedad.
Los investigadores descubrieron que los niveles de la Wnt5a son mucho más altos en la piel con psoriasis en comparación con la piel sana, especialmente en las capas superiores.8 Esto sugiere que la Wnt5a no sólo está involucrada, sino que también impulsa de manera activa algunos de los cambios anormales que se observan en la psoriasis. Es importante destacar que la Wnt5a interactúa con las células inmunes y estimula la liberación de sustancias químicas que provocan inflamación, como la IL-17A, que empeoran la afección.
Por su parte, las VDR son como puertas en las células de la piel que dejan entrar la vitamina D para hacer su trabajo. Además, la vitamina D ayuda a que las células de la piel crezcan y se reparen mientras reduce la inflamación. Sin embargo, en la psoriasis, los niveles de VDR son mucho más bajos en la piel afectada, en comparación con la piel sana, lo que dificulta que la vitamina D actúe de manera efectiva. Dicha reducción puede debilitar las defensas naturales de la piel y contribuir a la inflamación y al rápido crecimiento de las células cutáneas que se observan en la psoriasis.
En el estudio también se encontró que los pacientes que desarrollaron psoriasis más tarde en la vida tuvieron niveles de las VDR incluso más bajos, lo que sugiere que la edad de aparición de la enfermedad puede influir en el funcionamiento de las VDR.9 Los investigadores también revelaron una conexión entre las VDR y la Wnt5a, lo que sugiere que estos dos factores podrían influir de manera mutua en la psoriasis.
Cuando los niveles de las VDR son bajos, la actividad de la Wnt5a puede descontrolarse, lo que genera más inflamación y un crecimiento acelerado de las células de la piel. Dicho desequilibrio podría ser un factor clave en el desarrollo o empeoramiento de la psoriasis. 10
La deficiencia de vitamina D, la obesidad y la psoriasis también están interconectadas de una manera que aumenta la inflamación y los riesgos para la salud. La obesidad es tanto un factor de riesgo para el desarrollo de la psoriasis como una afección que empeora la inflamación sistémica que desencadena la psoriasis. Los niveles más bajos de vitamina D son comunes en personas con obesidad, ya que la vitamina queda atrapada en el tejido graso y está menos disponible para su uso en el cuerpo.11
Dicha deficiencia crea un círculo vicioso: un nivel bajo de vitamina D contribuye al aumento de la inflamación y a una mala regulación del sistema inmunológico, lo que empeora la psoriasis y sus comorbilidades asociadas, como el síndrome metabólico y la enfermedad cardiovascular. Los estudios demostraron que los niveles más elevados de vitamina D se asocian con un menor riesgo de padecer estas afecciones, lo que destaca la importancia de una adecuada exposición a la luz del sol y de la suplementación, si es necesario, en particular para los pacientes psoriásicos obesos.12
Aprovechar la luz del sol para mantener niveles equilibrados de vitamina D
La exposición consciente a la luz del sol es la mejor manera de mantener sus niveles de vitamina D y, al mismo tiempo, de obtener otros beneficios para la salud que se relacionan con la exposición responsable al sol. A menudo, los niveles saludables de vitamina D reflejan una exposición constante y moderada al sol, lo que se asocia con algunas ventajas, como un riesgo menor de cáncer y una mayor longevidad.
La luz solar también estimula la producción de melatonina, que es un compuesto natural con propiedades anticancerígenas. Sin embargo, es necesario hacerlo con moderación para obtener los beneficios de la luz del sol y evitar la sobreexposición. Encontrar el equilibrio adecuado le garantizará obtener beneficios y minimizará los riesgos.
Si consume aceites de semillas, es importante tener mucho cuidado con la exposición al sol. Los aceites de semillas tienen mucho ácido linoleico (AL), el cual es un ácido graso omega-6 que se oxida al contacto con los rayos UV. Dicha reacción provoca inflamación y daño al ADN de la piel. Para proteger su piel y salud en general:
- Limite la exposición al sol del mediodía: si los aceites de semillas son parte de su alimentación, evite las horas pico de radiación ultravioleta, que van de 11 a. m. a 3 p. m. durante el verano (horario de verano) o de 10 a. m. a 2 p. m. en el horario estándar.
- Elimine los aceites de semillas de su alimentación: evite la exposición a los rayos fuertes del sol, hasta que haya eliminado los aceites de semillas de su alimentación durante cuatro a seis meses. Esto le dará tiempo a su cuerpo para desintoxicarse de los aceites de semillas acumulados, lo que permite una exposición al sol más segura y prolongada.
La habilidad de su cuerpo para soportar la luz del sol también depende de factores como la grasa corporal y el color de la piel. El tejido adiposo almacena compuestos liposolubles, incluyendo los aceites de semillas oxidados, que aumentan su vulnerabilidad al sol. Además, las personas con tonos de piel más oscuros necesitan una exposición más prolongada al sol para sintetizar la misma cantidad de vitamina D que aquellos con piel más clara, debido a los niveles más altos de melanina. Entender todo sobre sus necesidades particulares le ayudará a maximizar los beneficios de tomar el sol.
Enfoques naturales para exponerse de forma segura a los rayos del sol
Una estrategia simple, pero eficaz, para prevenir las quemaduras de sol, es vigilar la piel durante la exposición. Una "prueba de quemadura del sol" es si hay algún enrojecimiento. Si su piel no se ve afectada, es probable que la exposición se encuentre dentro de un rango seguro.
Como se mencionó antes, reducir las reservas de AL en el cuerpo disminuye en gran medida el riesgo de sufrir quemaduras solares y cáncer de piel. De todas formas, esté atento a cómo reacciona su piel y deje de asolearse de inmediato si aparece enrojecimiento. Si planea pasar tiempo al sol antes de que su cuerpo haya eliminado por completo los aceites de semillas, las siguientes medidas de protección adicionales le ayudarán:
- Astaxantina: este potente antioxidante combate los radicales libres y la inflamación, lo que refuerza la resistencia de la piel al daño de los rayos UV. Tome 12 miligramos al día para fortalecer sus defensas contra los daños relacionados por el sol.
- Crema de niacinamida (vitamina B3): proteja su piel del daño al ADN provocado por los rayos UV, mientras refuerza su barrera natural. Aplique la crema antes de exponerse al sol.
- Aspirina: tome una aspirina infantil entre 30 y 60 minutos antes de exponerse al sol, pues ayuda a prevenir que el AL se convierta en metabolitos oxidados (OXLAM) dañinos, que se relacionan con el cáncer de piel. Esto proporciona una capa adicional de protección.
- Hidrógeno molecular (H2): esta molécula minimiza el estrés oxidativo, ya que neutraliza los radicales libres dañinos, como el radical hidroxilo. Su habilidad para penetrar las células ayuda a reducir la inflamación, al tiempo que mantiene las especies reactivas de oxígeno (ROS) beneficiosas. El hidrógeno molecular también favorece la producción de energía y la salud celular, lo que ofrece protección contra la exposición al sol y los desafíos relacionados con la alimentación con AL.
Tomar suplementos de vitamina D cuando no hay suficiente luz solar
Si no puede obtener suficiente luz del sol, suplementar con vitamina D ayuda a mantener niveles saludables. Una deficiencia se define como menos de 20 ng/mL, pero los niveles superiores a este umbral suelen ser insuficientes para una salud óptima. Para garantizar un consumo idóneo de vitamina D3, revise sus niveles dos veces al año y ajuste la suplementación y exposición al sol en consecuencia. Después de tres o cuatro meses vuelva a realizar la prueba para verificar el progreso. Los niveles óptimos son:
- Ideal para la salud y prevención de enfermedades: 60 a 80 ng/mL (150 a 200 nmol/L)
- Umbral mínimo de suficiencia: 40 ng/mL (100 nmol/L en Europa)
Al equilibrar la exposición al sol, incorporar estrategias de protección y complementar con vitamina D3, según sea necesario, apoya su salud general y reduce la psoriasis, al mismo tiempo que disminuye los riesgos asociados con muy poca o demasiada exposición al sol.
🔍Fuentes y Referencias
- 1, 2, 3 Nutrients. 2023 Jul 30;15(15):3387
- 4, 5 Biomed Pap Med Fac Univ Palacky Olomouc Czech Repub. 2024 Jun; 168(2):124-131
- 6 American Society for Nutrition July 25, 2023
- 7 Int J Mol Sci. 2024 Oct 3;25(19):10677
- 8, 9, 10 Acta Dermatovenerol Alp Pannonica Adriat. 2023 Dec;32(4):129-133
- 11, 12 Rev Endocr Metab Disord. 2017 Feb 7;18(2):195–205