📝Historia en breve
- Durante años, la medicina convencional ha expuesto a las madres a tratamientos que dañan tanto su salud como la de sus bebés. Después de prohibir las radiografías fetales de rutina, se implementaron las ecografías prenatales como una alternativa “segura”
- Aunque las ecografías se consideran seguras, hay muchas investigaciones, de las que ya nadie habla, que demuestran que pueden dañar los tejidos
- La evidencia demuestra que los fetos en etapa temprana son muy susceptibles a las ecografías; y algunos ensayos que se realizaron en China demuestran que los fetos que se sometieron a una ecografía antes de sufrir un aborto, tenían daño en sus tejidos
- Es un daño que depende de la dosis. En 1992, a pesar de todas las preocupaciones de seguridad, la FDA incrementó ocho veces los niveles permitidos en Estados Unidos, lo que se cree que influyó en el incremento en las tasas de enfermedades crónicas infantiles
- Dado que la ecografía prenatal en realidad no tiene tantos beneficios, suele ser un tratamiento innecesario que daña la salud tanto de las madres como de los bebés
- En este artículo hablaremos sobre los riesgos y beneficios de la ecografía prenatal, así como de alternativas más seguras y estrategias para proteger la salud durante el embarazo
🩺Por A Midwestern Doctor, autor invitado
Cuando se interfiere con el sistema humano a una edad muy temprana, el impacto es más profundo. Por ejemplo, el abuso, el abandono o el trauma en la primera infancia suelen marcar la vida de las personas (y en muchos casos también la de sus descendientes).1
Del mismo modo, se sabe que exponerse a toxinas durante el embarazo (sobre todo en los primeros dos meses de vida2) puede causar problemas de por vida. Por desgracia, la medicina convencional ignora este principio cada vez que le conviene (por ejemplo, cuando recomienda la vacuna antiCOVID en mujeres embarazadas).
El verdadero significado de "seguro y efectivo" en la medicina convencional
En las facultades de medicina enseñan que las vacunas son “seguras y efectivas”. Y, esa es una de las razones por la que muchos médicos se niegan a ver los peligros evidentes de estos productos farmacéuticos (por ejemplo, toda la evidencia que las relaciona con muertes súbitas infantiles “sin explicación aparente", que "por casualidad", ocurren cuando se administran las vacunas en la primera infancia).
Algo similar ocurre con la ecografía, ya que a todos los médicos se les enseña que, a diferencia de otros diagnósticos por imágenes, es inofensiva. Más bien, la única desventaja de este examen es que la calidad de la imagen depende del operador, aunque muchos dispositivos médicos utilizan ecografías de alta potencia que destruyen los tejidos humanos.
En realidad, al igual que con las vacunas, al principio la profesión médica era bastante escéptica con respecto a las ecografías (ya que la evidencia sugería que eran dañinas). Pero, con el paso de los años se volvieron muy populares, tanto que todos se olvidaron del riesgo que representan. Por ejemplo, en 1983, CNN emitió un programa sobre algunos de sus peligros (en donde la FDA los confirmaba) que casi nadie conoce.
La medicalización del embarazo
En un principio, a los médicos no les interesaban los partos. Pero, esto cambió en los años de 1820 después de que un prestigioso médico de Harvard dijera que las madres se sienten tan agradecidas con los médicos por ayudarlas a superar este momento tan vulnerable que se convierten en sus pacientes de por vida.3
Al mismo tiempo, comenzaron las estrategias para convertir lo que había sido un proceso natural, en una intervención que requería una variedad de intervenciones médicas (a menudo dañinas), pero que generarían grandes ganancias.
Nota: a pesar de que esas intervenciones hacen que Estados Unidos sea por mucho el lugar más caro para tener un hijo,4 (junto con Japón), el 0.56 % de los bebés no sobreviven al parto5 (la tasa de mortalidad más alta entre las naciones ricas6), lo que hace que este país ocupe el lugar 65 en la tasa de mortalidad materna. 7 Esto sugiere que su estrategia para atender los partos no es la mejor, por decir lo menos.
En 1923 se propusieron las radiografías fetales durante el embarazo, un método que la medicina convencional no tardó en adoptar. 8 En poco tiempo, se acumuló evidencia que demostraba lo peligrosas que eran, pero no fue hasta 1975 que el campo de la obstetricia dejó de utilizarlas, un cambio que en gran parte se produjo porque encontraron una forma alternativa de realizar esos exámenes de rutina.
Por suerte, en esa época, muchos médicos, incluyendo a Robert S. Mendelsohn, sabían sobre todos los estudios que demostraban que la ecografía no era segura, por lo que señaló que estaban cometiendo el mismo error:
Nota: el feto en desarrollo es muy sensible a la energía externa (por ejemplo, estudios relacionan la exposición prenatal a campos electromagnéticos con la obesidad, el deterioro neurológico y el autismo).
Los niveles “seguros” de las ecografías
Casi todas las investigaciones sobre las ecografías demuestran que su toxicidad depende de la dosis. A finales de la década de los 70's, se advirtió sobre el uso de ecografías en fetos y que era crucial administrar una dosis correcta.
Nota: casi toda la evidencia se basaba en el hecho de que las ecografías calientan los tejidos (sobre todo los que se encuentran cerca de huesos densos como el cerebro) a niveles que dañan al feto. Se cree que este efecto (junto con la cavitación y el estrés mecánico que causan las ecografías) es el mecanismo principal del daño, aunque también hay otras explicaciones (por ejemplo, que estos procedimientos eliminan muchas de las frecuencias centrales del cuerpo9).
Por desgracia, cuando la tecnología evolucionó, se necesitaron dosis más altas para obtener imágenes de mayor calidad, por lo que en 1992, la FDA tomó la controversial decisión de incrementar los niveles permitidos.
Pero, este límite (720 mW/cm2), excedía por mucho la dosis aceptada10 que según la evidencia también daña los tejidos (y de forma lamentable, debido a la incompetencia de la FDA, muchas máquinas utilizan intensidades mucho mayores).
En ese momento, justificaron el incremento con la afirmación de que capacitarían mejor a los operadores para prevenir daños al feto, pero eso jamás sucedió. En lugar de eso, la ecografía se declaró como un alternativa “segura y efectiva”, y toda la evidencia que demostraba lo contrario quedó en el olvido, se retiraron los fondos para las investigaciones de seguridad, se eliminaron poco a poco las directrices médicas que advertían sobre el mal uso de la ecografía y los operadores dejaron de preocuparse por la seguridad de los fetos.
Pero, el mayor impacto que tuvo este cambio fue que coincidió con el incremento en las tasas de enfermedades crónicas infantiles.11
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Aunque es probable que las vacunas estén detrás de esta epidemia, un estudio descubrió que12 las ecografías incrementan el riesgo de autismo en niños con susceptibilidad genética, lo que sugiere que también podrían ser un factor (lo que podría relacionarse13 con el hecho de que incrementan la citotoxicidad de los antibióticos y otros medicamentos farmacéuticos).
De la misma manera, se descubrió que14 la ecografía prenatal redujo el crecimiento fetal, alteró la migración neuronal e incrementó el riesgo de:
Dislexia | Retraso en el habla | Zurdera |
Esquizofrenia | Problemas de aprendizaje y bajo rendimiento académico | Pasividad y cansancio |
Nota: también encontramos casos de padres que utilizaron ecografías caseras durante todo el embarazo para observar a su hijo en desarrollo (por ejemplo, Tom Cruise se volvió tema de controversia por hacerlo15) y el resultado fue que sus bebés tendieron a ser más pequeños y propensos a enfermarse.
¿Qué es la reactividad fetal?
Una de las primeras señales de advertencia fue que los fetos reaccionaron a la ecografía y muchas veces parecía como si trataran de alejarse cuando la sonda se dirigía hacia ellos, lo que sugirió que, contrario a lo que nos decían, no era inofensiva. Después de investigar un poco, descubrí que:
- Casi todas las parteras (y algunos médicos) con las que hablé, me hicieron observaciones similares y por lo tanto, también cuestionaron su seguridad.
- Las investigaciones científicas demuestran que la ecografía incrementa el movimiento fetal. 16
- Se colocó un hidrófono dentro del útero17 que determinó que la ecografía produce entre 100 y 12018 decibeles (lo que equivale a que un metro entre en una estación de tren19), mientras que OSHA limita la exposición al ultrasonido en el lugar de trabajo a entre 105 y 115 decibeles. 20
El efecto mortal de las ecografías
Otro momento crucial fue cuando vi a una madre en la sala de urgencias mientras sufría un aborto espontáneo y no paraba de decir: “no entiendo qué pasó, hoy vimos a nuestra ginecóloga y dijo que todo estaba bien”. Me dispuse a investigar y comencé a encontrar muchos informes similares a este:
También encontré muchos estudios a gran escala que demuestran que la ecografía puede causar abortos espontáneos o partos prematuros,21,22,23,24 y desde que comencé esta serie, muchos lectores me han compartido experiencias similares.
La evidencia del daño
Durante el último siglo, se realizaron cientos de estudios que demuestran los peligros de las ecografías, aquí resumo más de 200. En general, demuestran que se produce un daño biológico que depende de la dosis (a niveles que muchas veces fueron inferiores al 1 % del límite de 720 mW/cm que permite la FDA)2. En estudios que se enfocaron en las células, se observó que las ecografías:
causan daños genéticos similares a los rayos X | Hacen que las células susceptibles se vuelvan cancerosas |
Dañan las estructuras celulares (por ejemplo, los microtúbulos, las mitocondrias, el núcleo y el retículo endoplásmico) | Producen radicales libres dañinos |
Alteran la motilidad celular | Activan la muerte celular |
Mientras que estudios con animales demuestran que las ecografías:
causan el mismo daño que se observó en los estudios con células | Alteran el comportamiento de ratones y monos (por ejemplo, aprendizaje, memoria, actividad y sociabilidad) |
Deterioran la función cardíaca | Inhiben el crecimiento embrionario o matan los embriones en desarrollo |
Dañan los nervios y causan parálisis motora | Reducen el recuento de glóbulos blancos |
Provocan hemorragias en los pulmones y los huesos | Causan malformaciones congénitas (por ejemplo, en el corazón, la cabeza y la columna vertebral) |
Nota: muchos de estos defectos, en particular los del corazón, se volvieron más comunes cuando las ecografías comenzaron a ganar popularidad.
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Por razones éticas, no se pueden realizar estudios similares en humanos. Pero, a principios de los años de 1980, se publicaron decenas de estudios que se realizaron en China ( aquí resumo 41 de ellos) y que involucraron a mujeres embarazadas, la mitad sufrió un aborto, y luego los fetos se diseccionaron (puede encontrar esta información en PubMed). En general, se observaron daños similares en cada órgano que se examinó y dijeron que la ecografía:
activó el proceso de muerte celular: un efecto que los investigadores consideraron muy preocupante dado que incluso, pequeños cambios en las células embrionarias pueden tener consecuencias profundas para el resto de la vida |
Incrementó la cantidad de proteínas que se relacionan con la muerte celular |
Provocó cambios mutagénicos y transformaciones cancerosas |
Dañó el ADN |
Incrementó los niveles de malondialdehído (una molécula muy reactiva), TNF-α y peroxidación lipídica (un signo de daño oxidativo) |
Inhibió la actividad de muchas enzimas antioxidantes y del óxido nítrico |
Dañó las células (por ejemplo, causó degeneración, desintegración, desorganización, cariolisis y necrosis) |
Dañó muchas estructuras celulares (por ejemplo, picnosis, rarefacción, vacuolización, desintegración), en especial dentro de las mitocondrias |
Agotó los niveles de glucógeno |
Además, encontraron daños específicos en la placenta, la glándula pituitaria, los ojos, el sistema inmunológico, los riñones, el hígado, los ovarios, los testículos, los espermatozoides, las neuronas y las células gliales del cerebro.
Nota: hay investigaciones sobre las ecografías como método anticonceptivo masculino25 y se sabe que induce la ovulación prematura. 26 Además, un estudio a gran escala que se realizó en 2012, descubrió que el 1.25 % de los niños que se sometieron a una ecografía cuando eran fetos tuvieron trastornos urológicos (por ejemplo, una obstrucción urinaria), mientras que, los que no se sometieron a este procedimiento solo representaron el 0.66 %. 27
Algunos ensayos controlados aleatorios a gran escala que se publicaron en revistas médicas de primer nivel confirman los peligros de la ecografía:
• Un ensayo controlado aleatorio que se realizó en 199028 consistió en someter a 4 691 mujeres a ecografías. Se produjeron 20 abortos espontáneos y 11 abortos electivos (debido a defectos congénitos que se diagnosticaron), mientras que en el grupo de control no se experimentó ninguno de estos efectos. Además, se determinó que de las 250 placentas previas que se diagnosticaron con la ecografía (que es uno de los motivos principales por los que se realizan en primer lugar), solo 4 se mantuvieron hasta el nacimiento.
Nota: la placenta previa suele resolverse en etapas más avanzadas del embarazo.
• Un ensayo controlado aleatorio que se realizó en 1990 comparó a 57 pacientes que estaban bajo monitoreo por riesgo de parto prematuro y se sometieron a exámenes pélvicos o ecografías cervicales de forma semanal. El 52 % de las mujeres que se sometieron a una ecografía y el 25 % de las que se sometieron a un examen pélvico tuvieron parto prematuro. Las mujeres que se sometieron a una ecografía tuvieron una probabilidad mayor de recibir agentes tocolíticos (inductores del parto) (55 % en comparación con el 21 %) y no experimentaron ningún beneficio de la ecografía. 29
• Un ensayo controlado aleatorio que se realizó en 1992 realizó exámenes Doppler regulares (un tipo de ecografía más potente) en 1 246 mujeres. 30 A diferencia de los controles, la tasa de muerte perinatal incrementó 2.4 veces, la pérdida total del embarazo 1.67 veces, la tasa de cesáreas de emergencia un 17 % y la necesidad de reanimaciones al nacer un 6 % (junto con una disminución importante en las puntuaciones de Apgar).
• Un ensayo controlado aleatorio que se realizó en 1993 realizó exámenes Doppler regulares en 1 415 mujeres. A diferencia de las mujeres que se sometieron una ecografía convencional, los bebés de las mujeres que recibieron un examen Doppler tuvieron un riesgo 35 % mayor de experimentar una restricción del crecimiento intrauterino y 65 % mayor de tener bajo peso al nacer. 31
Por desgracia, en lugar de cambiar el estándar de atención, decidieron ignorar toda esta evidencia.
La efectividad real de las ecografías
Muchos estudios demuestran que la ecografía proporciona un beneficio general mínimo, sobre todo si se utiliza al comienzo del embarazo, cuando el feto es más vulnerable a sus efectos dañinos. Por ejemplo:
• En 2010, una revisión de Cochrane (el estándar de oro para evaluar la evidencia médica) de 11 ensayos que involucraron a 37 505 mujeres descubrió que, realizar una ecografía en las primeras etapas del embarazo proporcionó un beneficio mínimo (es decir, no ayudó a reducir los resultados adversos para los bebés, ni en el uso de los servicios de salud por parte de las madres y los bebés). 32
• Un ensayo clínico aleatorio que se realizó en 2005 e involucró a 4 187 mujeres embarazadas determinó que la técnica Doppler solo incrementó el número de ecografías y exámenes Doppler, pero no tuvo ningún efecto en el resultado del embarazo. 33
• Un metaanálisis que se realizó en 1993 encontró que la ecografía no produjo ninguna mejora en los resultados del nacimiento, ni en la mortalidad perinatal, pero afirmó que diagnosticó de forma errónea malformaciones fetales. 34
• Un ensayo clínico aleatorio que se realizó 199335 e involucró a 15 151 mujeres con embarazo de bajo riesgo descubrió que la ecografía de rutina no proporcionó ningún beneficio.
Nota: la ecografía también se utiliza para monitorear la frecuencia cardíaca del feto durante el parto. Por desgracia, no hay evidencia de que esta práctica mejore los resultados en los recién nacidos. Todo lo contrario, incrementa la tasa de cesáreas (por ejemplo, en 1970, cuando comenzó, el 5.5 % de los partos fueron cesáreas,36 mientras que en 2023, la cifra incrementó al 32.3 %37).
En realidad, el “beneficio” principal de la ecografía es que puede informar a los padres si el bebé tiene un defecto grave y, por lo tanto, se requiere un aborto. Pero, esto es un problema porque:
• muchos padres no aceptarían hacerse ecografías prenatales si supieran que eso puede obligarlos a tomar esa decisión.
• por lo general, las ecografías producen resultados ambiguos que requieren evaluaciones adicionales durante todo el embarazo (o pruebas invasivas como la amniocentesis y el muestreo de vellosidades coriónicas que se relacionan con riesgos graves, que incluyen defectos de nacimiento, una probabilidad del 0.5 % al 1 % de causar abortos espontáneos,38 y una disminución del 4.6 % en la probabilidad de un embarazo exitoso39).
Muchas veces, esta ambigüedad causa ansiedad, depresión y otros problemas en la madre40 (lo que afecta la salud del bebé).
• Los padres que abortan a niños “con defectos" se sienten culpables por la decisión durante años, mientras que los abortos espontáneos (un resultado común en los embarazos no viables) y los mortinatos, suelen ser más fáciles de superar.
• Los estudios demuestran que un número significativo de “defectos” fueron diagnósticos erróneos, y hay muchas historias de bebés sanos de padres que se resistieron a la presión de abortarlos (que es el caso de algunos amigos míos).
La mayoría de los beneficios de la ecografía son innecesarios (por ejemplo, obtener una fotografía de su rostro), pueden obtenerse con otros métodos (por ejemplo, su edad, si son gemelos o si tiene un defecto genético) o bien, determinarse cerca del momento del parto (por ejemplo, si es necesaria una cesárea).
Más bien, el beneficio principal es que informa si el bebé tiene un problema de alto riesgo que requiere cirugía intrauterina (que aplica en alrededor de 1 de cada 2 000 embarazos)41 o requiere atención quirúrgica justo después del parto (lo que puede determinarse con un examen físico).
Nota: un estudio que se realizó en 1997 e involucró a 36 niños con defectos congénitos determinó que solo ayudó a identificar el 19 % al 36 % de los casos. En los bebés que ayudó a detectar defectos (y por lo tanto se modificó el manejo de su trabajo de parto), el 77 % sobrevivió, pero en bebés que no se detectaron los defectos, el 96 % sobrevivió (y tuvieron mejores puntajes de Apgar, mayor peso al nacer y pasaron menos tiempo en el respirador). Además, aunque a los bebés que necesitaron cirugía les tomó tres veces más tiempo conseguirla, no se observaron diferencias en la mortalidad. 42
Por lo que, creo que en lugar de ser una práctica de rutina, las ecografías prenatales solo deberían realizarse cuando exista una necesidad médica específica (por ejemplo, en embarazos de alto riesgo donde los resultados de la ecografía cambiarían su manejo después de un sangrado inexplicable o para despejar las incertidumbres durante el parto) y cuando se realicen, se minimice la exposición del feto a la ecografía.
Conclusión
Para que las especialidades médicas sean viables en términos económicos, deben realizar procedimientos rentables (lo que suele considerarse el “pan de cada día” de la especialidad y se financia como resultado de un cabildeo agresivo por parte de la American Medical Association). 43
De manera lamentable, muchos de estos procedimientos brindan beneficios mínimos a los pacientes y, en muchos casos, son muy dañinos (como es el caso de los pediatras y su dependencia a las vacunas). Además, muchas veces, los médicos ni siquiera entienden la evidencia a favor o en contra de la práctica (por ejemplo, descubrí que este también es el caso de los pediatras que las realizan de forma rutinaria).
En mi opinión, uno de los mayores beneficios de la tragedia del COVID-19 es que ayudó a exponer las tácticas sucias que ha utilizado la industria médica durante décadas para obtener ganancias a costa de nuestra salud. Esto ha ayudado a que el público comience a cuestionar muchas de las prácticas médicas de larga data en las que había confiado sin dudarlo y, de manera similar, líderes como RFK Jr. comenzaron a proponer que se elimine el poder que tiene la AMA de establecer tasas de reembolso exorbitantes para los procedimientos médicos. 44
Los niños son los más vulnerables a las lesiones médicas y no pueden expresarse cuando sufren una (aunque, como cualquier observador juicioso puede decirle, se esfuerzan por decírnoslo), pero tengo la sincera esperanza de que la nueva era en la que estamos entrando nos permita por fin protegerlos de estos depredadores. Nuestros hijos son nuestro futuro y debemos protegerlos a como dé lugar.
Nota del autor: este es un resumen de un artículo que habla a mayor detalle sobre los datos que se mencionan aquí, además de alternativas seguras a la ecografía, estrategias efectivas para prevenir abortos espontáneos, tener un niño feliz, saludable y alerta, y métodos para prevenir complicaciones comunes del embarazo (por ejemplo, dolor de espalda, preeclampsia, edema). Aquí puede encontrar el artículo completo y otras referencias.
El Dr. Mercola habla sobre el autor
Midwestern Doctor es un médico en el Medio Oriente (AMD) y lector regular de Mercola.com. Creo que sabe mucho sobre una gran variedad de temas, y le agradezco que comparta su conocimiento con nosotros. También respeto su deseo de permanecer en el anonimato ya que todavía está en primera línea tratando a los pacientes. Para más información sobre AMD, consulte The Forgotten Side of Medicine en Substack o sígalo en Twitter𝕏).
🔎Fuentes y Referencias:
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- 10, 11 Townsend Letter, April 1, 2017
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