📝Historia en breve
- Las mujeres con diagnóstico de depresión posparto (DPP) tienen una estructura cerebral muy diferente a la de las mujeres que no la padecen. Las observaciones incluyen mayores volúmenes de materia gris en regiones como el putamen, el pálido, el caudado y el tálamo
- Las puntuaciones de riesgo poligénico del estradiol influyen en los volúmenes del cerebro de manera diferente según el historial de depresión posparto con una correlación positiva en mujeres con depresión posparto y una correlación negativa en aquellas sin ella
- Los cambios neurobiológicos durante el período de periparto, provocados por fluctuaciones hormonales, cambios del sistema inmunológico y alteraciones del sueño, aumentan el riesgo de depresión posparto, lo que afecta tanto a las madres, como a sus hijos
- Las mujeres con depresión posparto tienen un mayor grosor cortical en regiones cerebrales específicas, como el giro frontal superior izquierdo y el giro lingual derecho, lo que se correlaciona con síntomas depresivos y desafíos en las interacciones madre-bebé
- Comprender las diferencias en la estructura cerebral y los cambios neurobiológicos ayudará a desarrollar intervenciones específicas para la depresión periparto, y así ayudar a mejorar los resultados de salud mental de las mujeres afectadas
🩺Por el Dr. Mercola
La DPP es un trastorno del estado de ánimo que afecta a las mujeres durante el embarazo o durante el primer año después del parto. Ésta se caracteriza por sentimientos constantes de tristeza, ansiedad y fatiga, que tienen un gran impacto en la habilidad de la madre de preocuparse por ella y su bebé. Y, es muy diferente de la “tristeza posparto” que desaparece unas pocas semanas después del parto.
Las causas subyacentes de la depresión posparto son multifacéticas. Los cambios hormonales durante y después del embarazo son importantes, ya que los niveles de estrógeno y progesterona aumentan de forma drástica durante el embarazo y disminuyen de manera brusca después del parto. Estos cambios hormonales afectarán el estado de ánimo y la estabilidad emocional en algún momento.
Además, la genética hace que algunas mujeres sean más susceptibles a la depresión posparto. Los factores del entorno, tales como: el estrés, la falta de sueño y las exigencias físicas del cuidado de un recién nacido, también contribuyen al desarrollo de ésta afección. Dichos factores crean una tormenta perfecta que conduce a la depresión posparto.
Cuando éstas causas subyacentes convergen, alteran el funcionamiento normal del cerebro. Los desequilibrios hormonales afectan los sistemas de neurotransmisores, los cuales son responsables de regular el estado de ánimo y las emociones. Ahora, los investigadores intentan comprender cómo cambia y se adapta el cerebro humano durante éste tiempo con la esperanza de ayudar a las nuevas madres a manejar de mejor manera su condición.
La estructura del cerebro de una mujer con depresión periparto
Una investigación que se publicó en Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging, tuvo como objetivo descubrir las diferencias neurobiológicas entre las mujeres que experimentaron depresión posparto y las que no. Los autores se centraron sobre todo en los ganglios basales, un grupo de estructuras del cerebro que se relacionan con los procesos de emoción, recompensa y toma de decisiones, así como en el impacto de las puntuaciones de riesgo poligénico del estradiol (PRS) en la morfología del cerebro.1
En el estudio participaron 64 madres con diagnóstico de trastorno depresivo mayor (TDM), de las cuales 30 tenían antecedentes de DPP y 34 no, y a quienes se les reclutó de una cohorte más grande de 219 pacientes en Milán. Con el fin de comparar la estructura cerebral entre los dos grupos, el equipo utilizó un análisis de morfometría que se basó en vóxeles para estudiar los volúmenes de materia gris dentro de regiones específicas de los ganglios basales.
Se encontró que el grupo con antecedentes de DPP tuvo un volumen de materia gris mucho mayor en los grupos bilaterales que incluyen el putamen, el pálido, el caudado y el tálamo, en comparación con aquellos sin DPP. Dicha diferencia estructural indica que, los ganglios basales son cruciales en la fisiopatología de la DPP y que tienen una concentración elevada de receptores de estrógeno sensibles a los cambios hormonales.2
Además, la investigación demostró que los PRS de estradiol interactúan de manera diferente con los volúmenes cerebrales según el historial de DPP.3 En específico, en mujeres con DPP, los niveles más altos de PRS de estradiol se asociaron con mayores volúmenes de materia gris en los grupos de ganglios basales. Por el contrario, las mujeres sin DPP tuvieron una relación negativa entre los PRS de estradiol y los volúmenes de materia gris en éstas regiones.4
El efecto del estradiol sobre la función del cerebro
El estudio también exploró cómo los niveles de estradiol afectan la estructura y función de los ganglios basales. Para contextualizar, el estradiol influye en la expresión genética, la densidad de las espinas dendríticas y la función de los neurotransmisores dentro de éstas regiones del cerebro.5 Dichas vías contribuyen a las diferencias estructurales observadas, lo que indica que las fluctuaciones hormonales durante el período de periparto desencadenan o exacerban los síntomas depresivos en mujeres susceptibles.
Además, el efecto de los ganglios basales en la forma de regular las emociones y la toma de decisiones proporcionan un contexto funcional para las diferencias estructurales observadas. Otros estudios encontraron un vínculo entre la estructura y función alteradas de los ganglios basales y el Trastorno Depresivo Mayor (TDM), lo que indica que éstas regiones tienen una función en la progresión de la depresión.6
En general, el estudio da una visión renovada sobre cómo los factores hormonales y genéticos interactúan para influir en la estructura y la función del cerebro en el contexto de la depresión posparto. Al identificar mayores volúmenes de materia gris en regiones específicas de los ganglios basales entre mujeres con DPP, se resalta la importancia de considerar tanto la sensibilidad hormonal como las predisposiciones genéticas en el diagnóstico y el tratamiento de ésta afección.7
Otros cambios neurobiológicos durante el período periparto
En un metaanálisis que se publicó en Social Cognitive and Affective Neuroscience, los investigadores exploraron los cambios importantes que ocurren en el cerebro de una mujer durante el embarazo y después del parto. En particular, se centraron en comprender cómo los cambios hormonales, los ajustes del sistema inmunológico, los trastornos del sueño y el aumento de los niveles de estrés afectan la salud mental y la estructura cerebral de las mujeres.8
Tras comparar a mujeres embarazadas y en posparto con mujeres que no estaban embarazadas, los resultados dicen que más de una cuarta parte de las mujeres experimentan síntomas depresivos durante éste período. Además, los síntomas se relacionan con cambios notorios en la estructura y función del cerebro. Los cuales son impulsados por fluctuaciones en las hormonas y el sistema inmunológico, así como por interrupciones en el sueño y mayores responsabilidades de cuidado después del parto.9
Los investigadores descubrieron que durante el período periparto (el período poco antes, durante y justo después del parto10), las mujeres experimentan cambios significativos en sus cerebros. En concreto, menor volumen de materia gris, en específico en el hipocampo, que una región crucial para la memoria y el aprendizaje.
Además, se altera la amígdala, la cual influye en el proceso de las emociones. Dichos cambios no son sólo temporales, sino que se extienden más allá del período posparto inmediato.11
Las fluctuaciones hormonales influyen de forma significativa en éstos cambios. La caída de los niveles de estrógeno y progesterona después del parto desencadena una cascada de reacciones químicas en el cerebro, que provocan cambios de humor y una mayor vulnerabilidad a la depresión. Dichas hormonas son esenciales para mantener el embarazo, y su rápida disminución afecta diversas regiones del cerebro que son responsables de regular las emociones y las funciones cognitivas.12
El sistema inmunológico también se ajusta de manera importante durante el embarazo, para proteger tanto a la madre como al feto en desarrollo. Éste equilibrio impacta al cerebro, lo que altera la función de las células inmunitarias, las cuales influyen en los procesos del neurodesarrollo. Las alteraciones en la función inmunológica contribuyen a cambios estructurales en el cerebro y aumentan el riesgo de desarrollar síntomas depresivos.13
Los trastornos del sueño son otro factor importante que contribuye a los cambios neurobiológicos. Muchas mujeres que recién son madres tienen sueño de baja calidad o no duermen y esto afecta a la amígdala, lo que genera respuestas emocionales reactivas y exacerbadas. Ésta mayor reactividad lleva a una mayor intensidad y volatilidad emocional, lo que agrava aún más los síntomas de depresión y ansiedad.14
El estrés psicosocial, que se deriva de los desafíos que supone el cuidado y la adaptación a la maternidad, también afecta la estructura del cerebro. El estrés crónico provoca cambios en las regiones del cerebro implicadas en el procesamiento de recompensas y la toma de decisiones, tales como el cuerpo estriado y la corteza prefrontal. Dichos cambios afectan las funciones cognitivas como la memoria y el procesamiento de la información, lo que dificulta que las nuevas madres afronten sus responsabilidades diarias.15
Se detectan anomalías estructurales del cerebro en la depresión posparto
En otro estudio que se publicó en Behavioural Brain Research, un equipo investigó las diferencias en las estructuras cerebrales entre las mujeres que experimentan depresión posparto y las que no la padecen. La investigación se centró en examinar las áreas corticales y subcorticales del cerebro, y se involucraron a 29 mujeres a quienes se les diagnosticó depresión posparto y 23 mujeres posparto sanas como grupo de control. Todas las participantes eran diestras, tenían entre 20 y 40 años y habían dado a luz entre uno y dos meses antes.16
El estudio reveló que las mujeres con depresión posparto exhibieron un mayor grosor en varias regiones específicas del cerebro. En específico, se observó un aumento importante del grosor cortical del giro frontal superior izquierdo, el cuneo, el giro lingual derecho y el giro fusiforme en comparación con el grupo de mujeres posparto sanas.17 Además, éstas mujeres tuvieron inflación regional en el pálido derecho, que es una estructura subcortical que influye en la regulación de las emociones y el proceso de recompensas.
Al profundizar en los hallazgos el estudio encontró que las puntuaciones de depresión fueron mucho más altas en el grupo de DPP que en el grupo sano, lo que indica síntomas de depresión más graves.18 De manera asombrosa, no hubo diferencias importantes en el índice de girificación local (otra herramienta para medir la morfología cortical) entre los dos grupos, lo que sugiere que ciertos aspectos del plegamiento cerebral no se vieron afectados por la DPP.19
El aumento del grosor cortical en las regiones afectadas resalta alteraciones importantes en áreas responsables del control cognitivo, la regulación emocional y el procesamiento visual. Por ejemplo, el giro frontal superior izquierdo es fundamental para las funciones ejecutivas, incluyendo la toma de decisiones y el manejo de las emociones.
Mientras tanto, el cuneo y el giro fusiforme son fundamentales para procesar la información visual y reconocer las emociones faciales, que son esenciales para las interacciones sociales y el vínculo con el bebé.20
Además, en el estudio se destacó que la inflación regional en el pálido derecho se vincula al circuito límbico-cortical-estriatal-palidal-talámico (LCSPT). Dicho circuito es crucial para regular las emociones y procesar las recompensas. La disfunción del globo pálido produce síntomas como falta de motivación, incapacidad para sentir placer y pensamientos negativos persistentes, todos ellos comunes en la depresión posparto.
En escencia, el agrandamiento del globo pálido que se observa en mujeres con depresión posparto se relaciona con dificultades para responder bien a los estímulos infantiles, lo que afectará el comportamiento materno.21
Cuatro maneras de ayudar a las madres a controlar la depresión posparto
Los cambios hormonales drásticos, así como el estrés que se acumula durante el embarazo y el posparto, crearán de manera inevitable cambios importantes en la estructura y el funcionamiento del cerebro de la madre. Comprender éstos cambios y prepararse para ellos le ayudará a su salud mental durante éste momento crucial. Aquí hay algunas estrategias que podrían ayudarle a controlar los síntomas:
1. Priorizar el sueño y la recuperación: la falta de sueño afecta de forma significativa las regiones del cerebro involucradas en la regulación emocional y en la función cognitiva general. Haga del sueño una prioridad, pídale ayuda a sus familiares para asegurarse de obtener entre siete y ocho horas de descanso mientras le ayudan a cuidar al bebé. Para obtener consejos sobre cómo mejorar la calidad del sueño, le recomiendo leer mi artículo: "Este error puede aumentar en un 70 % su riesgo de enfermedades".
2. Realice ejercicio de intensidad moderada con regularidad: una vez que pueda, le recomiendo que salga a caminar al aire libre. A medida que comienza a moverse de nuevo, su cuerpo experimenta una disminución dosis-dependiente de la depresión, la sarcopenia y la mortalidad general. Hacer ejercicio con un amigo o en una clase grupal es incluso mejor, ya que agrega un componente de apoyo social, en comparación con hacer ejercicio sola.
3. Mejore su nutrición con alimentos que estimulan el cerebro: reduzca el consumo de alimentos inflamatorios como el azúcar procesada y los aceites vegetales, que afectan la función del cerebro. Concéntrese en alimentos ricos en la familia de la vitamina B, ya que éste grupo de nutrientes es crucial para la salud del cerebro y la regulación emocional.
4. Optimice su equilibrio hormonal: apoye la producción de progesterona para contrarrestar la rápida caída de los niveles hormonales después del parto. Obtener una exposición adecuada al sol favorece la producción de vitamina D, que actúa en sinergia con la progesterona, para lograr que el cerebro funcione de manera óptima. Estas son mis recomendaciones para administrar progesterona de forma adecuada.
Cómo utilizar la progesterona
Antes de utilizar progesterona es importante entender que no es una solución mágica y que obtendrá mejores resultados si la utiliza junto con una alimentación bioenergética que le permita quemar glucosa de manera efectiva como combustible principal, sin tener que acumular electrones en sus mitocondrias, los cuales disminuyen la producción de energía. Mi libro nuevo titulado: "Los Secretos de la Salud Celular: guía para alcanzar la longevidad y la felicidad", habla a detalle sobre este proceso.
Una vez que haya abordado su alimentación, otra estrategia efectiva que podría ayudar a contrarrestar el exceso de estrógenos es tomar progesterona transmucosa (es decir, la que se aplica en las encías, no oral, ni transdérmica), ya que es un antagonista natural de los estrógenos. La progesterona es una de las cuatro hormonas que, en mi opinión, podría beneficiar a la mayoría de los adultos. (Las otras tres son la hormona tiroidea T3, la DHEA y la pregnenolona).
No recomiendo la progesterona transdérmica, ya que su piel exhibirá niveles elevados de la enzima 5-alfa reductasa, lo que provoca que una gran parte de la progesterona que toma se convierta en alopregnanolona y no pueda volver a convertirse en progesterona.
La mejor manera de administrar progesterona
Cabe recalcar que, cuando usa la progesterona por vía transmucosa en las encías, como lo recomiendo, la FDA cree que eso la convierte en un medicamento, y prohíbe a cualquier compañía indicarlo en su etiqueta. Por esa razón, compañías como Health Natura promocionan sus productos de progesterona como “tópicos”.
Sin embargo, es legal que cualquier médico recomiende un uso no indicado o no aprobado para un medicamento. En este caso, la progesterona es una hormona natural y no un medicamento, y es muy segura incluso en dosis altas. Esto es muy diferente a la progesterona sintética llamada progestina, que las compañías farmacéuticas utilizan y, que con frecuencia y de forma incorrecta, llaman progesterona.
El Dr. Ray Peat realizó un trabajo trascendental sobre la progesterona y, en mi opinión, hasta la fecha no hay nadie que supere su conocimiento en este tema. En 1982 escribió su doctorado sobre el estrógeno, y pasó la mayor parte de su carrera profesional estudiando y documentando la necesidad de contrarrestar los peligros del exceso de estrógeno con alimentaciones bajas en ácido linoleico y suplementos de progesterona por vía transmucosa.
El Dr. Ray encontró que la mayoría de los solventes no disuelven de forma adecuada la progesterona, y descubrió que la vitamina E es el mejor solvente para llevar la progesterona a los tejidos. La vitamina E también podría ayudar a proteger contra el daño ocasionado por el ácido linoleico. Pero, debe elegir bien sus suplementos de vitamina E, ya que la mayoría son de muy mala calidad y podrían causar mas daños que beneficios.
Nunca utilice vitamina E sintética (acetato de alfa tocoferol; acetato significa que es sintética). La vitamina E natural se etiqueta como "d alfa tocoferol". Este es el isómero D puro, qué es lo que su cuerpo puede utilizar.
También hay otros isómeros de vitamina E, y lo que necesita es el espectro completo de tocoferoles y tocotrienoles, en particular los tipos beta, gamma y delta, en el isómero D efectivo. Para que se dé una idea de una buena vitamina E, puede ver la etiqueta de nuestra vitamina E en nuestra tienda. Puede utilizar cualquier marca que tenga una etiqueta similar.
Puede comprar progesterona bioidéntica de grado farmacéutico como la Progesterone Powder, Bioidentical Micronized Powder de 10 gramos por $ 40 en muchas tiendas en línea como Amazon. Esa cantidad podría durarle casi un año, pero depende de la dosis que elija.
Cabe recalcar que, necesitará comprar algunas cucharas medidoras de acero inoxidable, ya que necesitará 1/64 de cucharadita, que son 25 mg, y 1/32 de cucharadita, que son 50 mg. Por lo general, una dosis normal es de 25 a 50 mg, y lo más recomendable es tomarla 30 minutos antes de acostarse, ya que tiene una función anticortisol y aumentará los niveles de GABA, lo que le ayudará a dormir mejor.
Por desgracia, este producto suele agotarse muy rápido y, si ese es el caso, puede utilizar Simply Progesterone de Health Natura, que también contiene vitamina E y aceite de MCT. Le repito, aunque Health Natura afirma que su producto es solo para "uso tópico", le recomiendo que lo aplique por vía transmucosa, es decir, frotándolo sobre las encías.
Si está en periodo de menstruación, debe tomar progesterona durante la fase lútea o la última mitad de su ciclo, es decir, comenzar 10 días después del primer día de su período y dejar de tomarla cuando vuelva a empezar su período.
Si es hombre o mujer que no menstrua, puede tomar progesterona todos los días durante 4 a 6 meses, y descansar una semana. Lo más recomendable es tomar progesterona 30 minutos antes de acostarse, ya que tiene una función anticortisol y aumentará los niveles de GABA, lo que le ayudará a dormir mejor.
Esto es lo que yo hago desde hace más de un año con muy buenos resultados. Soy médico, así que no tengo ningún problema para hacerlo. Si no es médico, deberá consultar a uno, ya que la terapia con progesterona por vía transmucosa requiere receta médica.
🔍Fuentes y Referencias
- 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging, October 1, 2024
- 8, 9, 11, 12, 13, 14, 15 Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2020, 1097–1110
- 10 Harvard Catalyst, “Peripartum Period”
- 16, 17, 18, 19, 20, 21 Behavioural Brain Research, Volume 447, June 5, 2023, 114414