📝HISTORIA EN BREVE

  • Los investigadores identificaron el anión cloronitramida como un nuevo subproducto en el agua cloraminada, lo que genera preocupación debido a su similitud estructural con moléculas tóxicas conocidas y su presencia constante en las muestras analizadas
  • Los niveles elevados de trihalometanos (THM) en el agua potable están asociados con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en los hombres, lo que afecta en particular al colon proximal
  • Los niveles elevados de trihalometanos totales (TTHM, por sus siglas en inglés) y de ácidos haloacéticos (HAA5, por sus siglas en inglés) en el agua potable están asociados con un mayor riesgo de cáncer de endometrio, en especial para tumores de bajo grado entre las mujeres con una exposición a largo plazo
  • La presencia del anión cloronitramida en los suministros de agua de Estados Unidos destaca la necesidad de reevaluar los métodos y políticas actuales para el tratamiento del agua, debido a su similitud con otros compuestos tóxicos conocidos
  • Para proteger su salud, invierta en sistemas de filtración de agua para toda su casa que eliminen los contaminantes comunes del agua, y manténgalos en buen estado para que le brinden una protección constante

🩺Por el Dr. Mercola

Se siguen detectando contaminantes tóxicos en el agua potable de Estados Unidos, lo que expone a millones de personas en este país al riesgo de contraer enfermedades crónicas. Según un informe del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés):1

"La falta de inversión ha dejado las infraestructuras hídricas obsoletas y al borde del colapso en muchos lugares del país.
El plomo, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas conocidas como PFAS (por sus siglas en inglés), la contaminación industrial y los vertidos agrícolas están contaminando el agua potable de cientos de millones de personas, y muchas de ellas ni siquiera lo saben".

Las PFAS, también conocidas como sustancias químicas permanentes, se han relacionado con diferentes enfermedades como el cáncer, los problemas hepáticos, el desarrollo fetal anormal y las alteraciones hormonales.2 Ahora la lista de contaminantes se ha extendido. Los investigadores han descubierto un contaminante nuevo que aún no se ha determinado sus efectos sobre la salud pública: el anión cloronitramida.

El anión cloronitramida: un nuevo subproducto detectado en el agua potable de Estados Unidos

Un estudio publicado en la revista Science investigó la presencia de un subproducto previamente no identificado, el cual resulta de la descomposición de cloraminas inorgánicas en los sistemas de agua potable de Estados Unidos. La investigación se centró en el agua clorada, que es un tratamiento desinfectante común cuyo objetivo es prevenir el crecimiento de microorganismos dañinos.3 Para dar más contexto, la cloramina es una mezcla de cloro y amoníaco.4

El estudio examinó 10 sistemas de agua potable clorada en todo Estados Unidos, los cuales abastecen a más de 113 millones de personas. Al analizar 40 muestras de agua de estos sistemas clorados, los investigadores descubrieron el "anión cloronitramida" (Cl–N–NO2−), un nuevo subproducto que se forma durante la descomposición de las mono y dicloraminas.5 Se detectó de manera consistente en todas las muestras analizadas.6

Las muestras de agua presentaban una concentración media de 23 microgramos por litro, con un rango real que iba desde 1.3 microgramos por litro hasta 92 microgramos por litro. En particular, el anión cloronitramida estuvo ausente en el agua ultrapura y en los sistemas de agua potable que no utilizan desinfectantes a base de cloro, lo que indica una relación directa entre el uso de cloramina y su formación.7

Aunque se desconoce la toxicidad exacta del anión cloronitramida, su similitud estructural con otras moléculas tóxicas sugiere que su presencia plantea importantes consecuencias para la salud.8 De acuerdo con un informe de NBC News:9

"Podría llevar años descubrir si el anión cloronitramida es peligroso, ya que nunca se ha estudiado.
Los científicos informaron que no hay evidencia sólida que sugiera que el compuesto representa un peligro, pero que tiene similitudes con otras sustancias químicas preocupantes. Creen que merece un mayor estudio porque se ha detectado de forma muy extensa".

Ahora que los científicos identificaron cuál es el subproducto, están pasando a la fase de estudio. El autor principal, Julian Fairey, expresó lo siguiente:

"Ahora podemos dedicarnos a la ardua tarea de intentar averiguar cuál es su relevancia toxicológica en nuestros sistemas de agua".10

El agua clorada se relaciona con un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal en los hombres

En otro estudio, realizado en Suecia, los investigadores profundizaron en cómo la exposición a largo plazo a los trihalometanos (THM) en el agua potable clorada influye en las probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal. Los investigadores se propusieron descubrir si los niveles elevados de estos subproductos, que suelen encontrarse en el agua tratada, podrían ser un factor de riesgo significativo para este tipo de cáncer:11

"Aunque se ha confirmado que varios subproductos de la desinfección del agua potable son carcinógenos para los roedores, en los humanos la evidencia de carcinogenicidad asociada con estos subproductos, incluido el cáncer colorrectal, aún no es concluyente".

El estudio examinó a 58 672 participantes (32 872 hombres y 25 800 mujeres), a partir de datos de la Swedish Mammography Cohort y de la Cohort of Swedish Men. Los participantes fueron monitoreados durante un periodo promedio de casi 17 años, en el cual se acumuló la información equivalente a 988 000 personas. La atención se centró en las personas que consumían agua de sistemas públicos, lo que garantizaba que los resultados fueran relevantes para las fuentes más comunes de agua potable.12

Los hallazgos revelaron una relación entre las concentraciones elevadas de THM (15 microgramos por litro o más) y un mayor riesgo de cáncer de colon proximal en los hombres. En concreto, la exposición a este rango pone a los hombres en un riesgo 59 % mayor en comparación con aquellos que tienen una exposición menor. Resulta curioso que el estudio no observó una asociación similar en las mujeres, lo que indica que el riesgo es diferente según el género.13

La investigación también destacó que la parte proximal del colon, que es la sección más cercana al intestino delgado, se vio sobre todo afectada por la exposición a los THM. El riesgo para los hombres en esta región intestinal fue muy elevado, lo que enfatiza el impacto localizado de estos químicos dentro del intestino. Los hallazgos también coinciden con estudios anteriores que han citado los investigadores, lo que reafirma la amenaza que representan los THM en el agua potable.14

Para contextualizar, los THM se forman cuando el cloro, que se utiliza para desinfectar el agua, reacciona con los materiales orgánicos naturales que están presentes en el suministro de agua. Estos productos químicos no solo son subproductos, también poseen propiedades que dañan el ADN y que provocan mutaciones que acaban causando cáncer. "Las concentraciones elevadas de THM en el agua potable se asociaron con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en los hombres", anotaron los investigadores. 15

Desde el plano biológico, los THM son sustancias reactivas. Cuando ingresan al cuerpo, los THM interactúan con componentes celulares, lo que provoca genotoxicidad. Esto significa que dañan la información genética dentro de las células, esto provoca mutaciones que resultan en cáncer.

Estudios previos en animales han demostrado que la exposición a los THM conduce a la formación de criptas aberrantes y carcinomas del intestino grueso, lo que proporciona un mecanismo posible de cómo los THM contribuyen al desarrollo del cáncer en humanos.16

Los contaminantes del agua aumentan el riesgo de padecer cáncer de endometrio

En otro estudio, los investigadores estudiaron la relación entre ciertas sustancias químicas presentes en el agua potable y el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, el cual afecta el revestimiento del útero. En concreto, el equipo analizó los subproductos de la desinfección (DBP, por sus siglas en inglés), como los trihalometanos totales (TTHM) y los ácidos haloacéticos (HAA5), para determinar su impacto en el riesgo de cáncer de endometrio.17

Los investigadores seleccionaron un grupo de mujeres posmenopáusicas de entre 55 y 69 años de la cohorte del Iowa Women's Health Study. En él participaron 10 501 mujeres que habían utilizado el mismo suministro público de agua durante más de 10 años, lo que garantizó niveles de exposición consistentes a los DBP entre las participantes.18

Los resultados revelaron que las mujeres con concentraciones promedio más elevadas de DBP en el agua potable tenían un mayor riesgo de cáncer de endometrio, y aquellas en el percentil más alto de exposición presentaron una asociación significativa en el riesgo. Esta tendencia fue más evidente en los tumores de grado bajo, que son menos agresivos y que suelen tener un mejor pronóstico que los tumores tipo I de grado alto.19

El estudio también destacó que la exposición a largo plazo a niveles de DBP superiores a la mitad del nivel máximo contaminante (MCL, por sus siglas en inglés) se relacionó con un riesgo más elevado de cáncer. Las mujeres que estuvieron expuestas a este rango específico durante un período superior a la mediana (16 años) mostraron una asociación más fuerte en comparación con aquellas que no tuvieron dicha exposición.20

Cabe destacar que la investigación no encontró un vínculo significativo entre los niveles de nitrato en el agua potable y el riesgo de cáncer de endometrio. Los nitratos son contaminantes comunes, sobre todo en zonas agrícolas, pero en este caso no influyeron en el riesgo de cáncer de la misma manera que los DBP. Según los investigadores, "no se observó ninguna asociación o tendencia estadísticamente significativa entre los quintiles de nitrato o nitrito en la alimentación". 21

Los DBP como TTHM y HAA5 contribuyen al desarrollo del cáncer, ya que alteran el equilibrio hormonal en el cuerpo. Estos químicos interfieren con los receptores hormonales y la homeostasis hormonal, lo que provoca un aumento de los niveles de estrógeno y disminuye los niveles de progesterona. Este entorno es un factor de riesgo conocido para el cáncer de endometrio, ya que promueve el crecimiento y la proliferación de células cancerosas en el revestimiento del útero.22

El estudio también señaló que algunos DBP han sido clasificados como posibles carcinógenos humanos, debido a su capacidad de unirse a los receptores hormonales y alterar las funciones hormonales normales. Los estudios realizados en animales respaldan estos hallazgos y demuestran que el consumo de DBP produce infertilidad, niveles elevados de estradiol y altera los ciclos estrales, todos ellos relacionados con un mayor riesgo de cáncer. 23

Cómo protegerse de los contaminantes tóxicos en el agua

Las toxinas ambientales modernas se infiltran de manera constante en el suministro de agua del país, lo que afecta su producción de energía celular y su salud en general. Los contaminantes, como los metales pesados y los residuos farmacéuticos, alteran la función mitocondrial y presentan riesgos importantes para su bienestar. Ahora la población también tiene que lidiar con el anión cloronitramida.

Le presentamos soluciones eficaces para protegerse y cuidar a su familia de las amenazas ambientales relacionadas con el agua:

1. Instale un sistema integral de filtración de agua en toda su casa: el primer paso para proteger todo su hogar contra los contaminantes tóxicos del agua es instalar un sistema de filtración adecuado.

Los sistemas de filtración para toda la casa disponibles incluyen la ósmosis inversa, el intercambio iónico y la filtración de carbón activado en bloque, que eliminan el cloro, los THM, los metales pesados y otros productos químicos dañinos en diferentes grados. Averigüe cuál es la mejor opción para su hogar a un precio razonable.

Al garantizar que toda el agua que ingresa a su hogar esté purificada (tanto el agua potable como el agua de la ducha) evitará que las toxinas afecten su producción de energía celular.

2. Filtre por separado el agua potable y el agua de la ducha: si bien un sistema de filtración para toda la casa brinda una gran protección, agregar otra capa de filtración en el punto de uso aumentará la seguridad. Instale filtros de ósmosis inversa o de carbón activado, ambos de alta calidad, en los grifos de su cocina para garantizar que su agua potable esté libre de toxinas residuales.

Para el agua de la ducha, instale filtros de ducha especializados para eliminar el cloro y otros químicos que se absorben mediante la piel. Este enfoque de filtración dual garantiza una protección completa para todos los usos de agua en el hogar.

3. Examine y controle de forma periódica la calidad del agua: para mantener una filtración óptima se requiere una evaluación periódica de la calidad del agua.24

Para un análisis preciso, en especial si depende del agua de pozo o vive cerca de sitios industriales o agrícolas, le recomiendo realizar pruebas de agua independientes con el apoyo de un laboratorio. El monitoreo regular le permite ajustar sus sistemas de filtración según sea necesario, lo que asegura una protección continua contra las toxinas emergentes del agua que alteran las funciones celulares.

4. Manténgase informado y actualice las tecnologías de filtración según sea necesario: siempre surgirán contaminantes del agua nuevos debido a la intrusión constante de desechos industriales y la contaminación ambiental en el suministro de agua. Mantenerse al día sobre los avances en la tecnología de filtración de agua más recientes garantizará que sus sistemas aborden de manera eficaz las amenazas actuales.

5. Realice el mantenimiento y la revisión a sus sistemas de filtración con regularidad: para garantizar que sus sistemas de filtración de agua funcionen con la eficiencia máxima, es importante realizar un mantenimiento regular. Sustituya los filtros según las recomendaciones del fabricante y realice inspecciones de rutina para identificar cualquier signo de desgaste o mal funcionamiento.

Los sistemas en buen estado son más eficaces a la hora de eliminar los contaminantes, lo que apoya de manera continua la función mitocondrial y la producción de energía celular.