📝HISTORIA EN BREVE

  • El aumento de la oxidación de las grasas está relacionado con la senescencia celular, que es un proceso en el que las células dejan de dividirse, esto contribuye al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad. Cambiar el metabolismo de la glucosa al de la grasa acelera este proceso
  • Las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) son subproductos del metabolismo que pueden dañar las células. Las ROS favorecen la senescencia, en parte a través de cambios en la expresión genética, lo que podría conducir a diversas afecciones relacionadas con la edad
  • Cambiar la fuente de energía de su cuerpo de la glucosa a la grasa podría causar disfunción celular y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento
  • Algunos medicamentos pueden imitar los efectos de la oxidación de las grasas, lo que agrava el envejecimiento y la disfunción celular
  • Las estrategias para reducir la oxidación de las grasas y promover el metabolismo de la glucosa podrían ayudar a postergar el envejecimiento y mejorar la salud en general. Esto incluye explorar cambios en la alimentación y otros enfoques para mantener el equilibrio metabólico

🩺Por el Dr. Mercola

¿Sabía que la forma en que su cuerpo quema grasa puede influir de forma directa en la rapidez con la que envejece y desarrolla enfermedades relacionadas con la edad? Resulta que el aumento de la oxidación de las grasas está relacionado con la senescencia celular (que es un proceso en el que las células dejan de dividirse, lo que contribuye al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad), y cambiar el metabolismo de la glucosa al metabolismo de las grasas acelera este proceso.

Esta es una mala noticia para la comunidad cetogénica que consume pocos carbohidratos, la cual está más que encantada con los beneficios aparentes de la cetosis para la salud. Si bien, son aceptables los períodos cortos de ayuno, como los de 12 a 16 horas, el depender de manera constante de las grasas como fuente de combustible es la fórmula para un desastre de salud a largo plazo.

El impacto de la senescencia celular en el envejecimiento

La senescencia celular influye de forma significativa en el envejecimiento. A medida que las células entran en un estado en el que ya no se dividen, comienzan a secretar sustancias nocivas que contribuyen al deterioro de su cuerpo. 1 En este proceso influyen muchos factores como los telómeros, que protegen el ADN, y las vías antioncogénicas que pueden desencadenar la senescencia para prevenir el cáncer.

Las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) son otro factor clave en esta historia. Los niveles altos de ROS pueden dañar las células, lo que las lleva a la senescencia y acelera el envejecimiento. 2 Estas moléculas trabajan de manera constante en el cuerpo, y su equilibrio es esencial para mantener la salud a medida que envejece. Por lo tanto, tratar estas células senescentes podría ser la clave para retrasar el envejecimiento y mejorar la salud en general. 3

Al entender la conexión entre la oxidación de grasas y el envejecimiento, comprenderá por qué cambiar su metabolismo de la grasa a la glucosa puede hacer una diferencia muy grande en su envejecimiento.

El impacto de la oxidación de grasas en el envejecimiento

La oxidación de grasas, que es el proceso mediante el cual el cuerpo descompone los ácidos grasos para obtener energía, está cada vez más relacionada con la enfermedad y disfunción y celular. Esta vía metabólica, aunque es importante para la producción de energía, puede provocar efectos adversos cuando predomina sobre la oxidación de la glucosa. Cambiar de la glucosa a la grasa como fuente principal de energía es perjudicial, ya que altera el equilibrio del metabolismo celular y acelera el envejecimiento. 4

No se puede subestimar el efecto de las especies reactivas de oxígeno en este proceso. Las ROS son subproductos del metabolismo del oxígeno que, en exceso, causan estrés oxidativo y dañan los componentes celulares, lo que lleva a las células a un estado de senescencia. 5 Este estrés oxidativo se agrava por el aumento de la oxidación de las grasas, ya que genera más ROS en comparación con el metabolismo de la glucosa.

Los beneficios de dar prioridad a la oxidación de la glucosa son muy importantes. Mantener en equilibrio el metabolismo de la glucosa y las grasas reduce el estrés oxidativo, mejora la función celular y retrasa la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Este enfoque no solo favorece la salud general, sino que también se alinea con una visión holística del envejecimiento, donde la salud metabólica influye en gran medida en la longevidad y la calidad de vida.

La oxidación de los ácidos grasos en las mitocondrias provoca el envejecimiento celular

Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances descubrió cómo la forma en que las células queman grasa influye de manera directa en el envejecimiento.6,7 En resumen, se descubrió que el cambio de la oxidación de glucosa a la oxidación de ácidos grasos conduce a la senescencia celular ya que altera el metabolismo energético en las mitocondrias. 8

Cuando las células sufren daños en el ADN, se desencadena una reacción en cadena dentro de las mitocondrias, que son las fuentes de energía de las células. Este daño activa una proteína llamada BNIP3, la cual influye en este proceso. La proteína BNIP3 modifica las mitocondrias, lo que las lleva a quemar más ácidos grasos para obtener energía.

A medida que aumenta la quema de ácidos grasos, se acumula una molécula llamada acetil-CoA. Esta acumulación es importante, ya que el acetil-CoA afecta la forma en que se expresan nuestros genes.

En particular, el acetil-CoA promueve la adición de grupos químicos a las histonas, que son las proteínas alrededor de las cuales se envuelve nuestro ADN. Esta modificación aumenta la expresión de p16, que es una proteína que indica a las células que dejen de dividirse y entren en un estado de senescencia.

Por interesante que parezca, el estudio también descubrió que el aumento artificial de la oxidación de ácidos grasos mediante ciertos medicamentos puede desencadenar este proceso de senescencia. Esto apunta a que manipular la quema de grasa en las células podría influir en el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad. 9,10

La FAO interfiere en la oxidación de la glucosa y altera el metabolismo

La oxidación de ácidos grasos (FAO, por sus siglas en inglés) interfiere de forma directa con la oxidación de glucosa en las vías de producción de energía de la célula. La glucosa suele ser el combustible principal, pero cuando la FAO aumenta, ocupa las vías metabólicas que por lo general utilizaría la glucosa. Esta competencia disminuye la oxidación de glucosa, lo que provoca un exceso de acetil-CoA de FAO.

El exceso de acetil-CoA resultante del aumento de FAO promueve la acetilación de histonas, lo que influye en la expresión genética relacionada con el envejecimiento.11

Además, el exceso de acetil-CoA interfiere con el ciclo de Krebs, lo que provoca una acumulación de electrones en la cadena de transporte de electrones, esto altera las funciones celulares y promueve el envejecimiento.12 Esta acumulación de electrones se conoce como estrés reductivo. Cuando eso sucede, los sistemas de su cuerpo comienzan a recibir más energía de la que pueden manejar, lo que podría conducir a una menor eficiencia y, con el tiempo, generar daños.

Como se explica en el estudio presentado, las ROS, que a menudo son confundidas como subproductos dañinos, son en realidad indicadores de estrés reductivo dentro de las células. A diferencia del estrés oxidativo, el cual implica un exceso de oxidantes, el estrés reductivo se presenta cuando hay un desequilibrio que propicia las reacciones de reducción. El aumento de FAO promueve la generación de ROS mediante procesos mitocondriales, que pueden impulsar la senescencia celular. 13

El estudio también descubrió que el aumento de FAO reduce la relación FAD/FADH, lo que provoca que los electrones se acumulen y fluyan en sentido inverso. Esto se conoce como estrés reductivo y también incrementa la producción de ROS. También afecta la relación NAD+/NADH mitocondrial, lo que agrava el estrés metabólico. El flujo inverso de electrones crea un círculo vicioso que altera de manera continua el metabolismo celular, esto conduce a las células hacia la disfunción y el envejecimiento. 14,15

Cabe destacar que la investigación indicó que incluso las grasas saturadas, que suelen ser más estables y menos propensas a la oxidación que las grasas insaturadas, pueden impulsar el metabolismo hacia una mayor FAO. El estudio utilizó octanoato, que es una grasa saturada de cadena media, para demostrar que los niveles altos de grasas saturadas podrían provocar cambios metabólicos similares a los causados por las grasas insaturadas. 16,17

Como lo he mencionado en muchos artículos, consumir demasiadas grasas poliinsaturadas (PUFA, por sus siglas en inglés) puede generar un gran daño celular. Cuando las PUFA interactúan con las ROS, como los radicales hidroxilo, experimentan un proceso llamado peroxidación lipídica. Esta reacción descompone las grasas y hace que se acumulen en partes vitales de la célula, incluyendo las membranas y mitocondrias.

Esta acumulación altera las funciones celulares y reduce la capacidad de las células de producir energía. A su vez, la baja producción de energía es un factor que contribuye a la mayoría de los problemas de salud crónicos.

Para dar un ejemplo, la peroxidación lipídica causada por el exceso de PUFA da lugar a la formación de moléculas dañinas que interfieren con la señalización de la insulina. Esto conduce a la resistencia a la insulina, en la que las células ya no responden con eficacia a la insulina. En consecuencia, se afecta la captación de glucosa por parte de las células, lo que aumenta los niveles de azúcar en la sangre y eleva el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

La acumulación de gotas lipídicas en el hígado, que es una condición conocida como enfermedad del hígado graso, es otra consecuencia directa del consumo elevado de PUFA.

El consumo elevado de ácido linoleico (AL), que es un PUFA que se encuentra en muchos aceites de semillas, también se ha relacionado con la obesidad. El consumo excesivo de AL altera el metabolismo, lo que dificulta mantener un peso saludable. Por lo tanto, eliminar los aceites de semillas de su alimentación es una estrategia efectiva para controlar y reducir el riesgo de obesidad.

Ciertos medicamentos agravan estos trastornos metabólicos

El estudio también demostró que algunos medicamentos de uso común, como la doxorrubicina y el fenofibrato, pueden imitar los efectos del aumento de FAO, lo que lleva a problemas metabólicos similares. Se demostró que la doxorrubicina, que es un medicamento contra el cáncer, induce la senescencia ya que activa la FAO, lo que acelera el envejecimiento y contribuye a problemas de salud secundarios.

El fenofibrato, que se utiliza para reducir los niveles de lípidos, también promueve la FAO y el estrés reductivo, lo que aumenta el riesgo de las mismas enfermedades que pretende prevenir. Estos hallazgos sugieren que ciertos medicamentos pueden acelerar de manera inadvertida el envejecimiento ya que alteran los procesos metabólicos normales. 18,19

Soluciones para tratar la oxidación de las grasas y promover un envejecimiento saludable

Si nota signos de envejecimiento o se siente más cansado de lo habitual, combatir la oxidación de grasas podría generar una gran diferencia. A continuación, encontrará cuatro pasos que puede seguir para ayudar a controlar la oxidación de grasas y favorecer su salud general:

1. Optimice su consumo de grasas: procure incorporar más grasas saturadas y reducir las PUFA en su alimentación. Elija fuentes como la mantequilla, el ghee y el sebo de animales alimentados con pastura en lugar de aceites vegetales. Estas grasas son más saludables, estables y menos propensas oxidarse, lo que ayuda a proteger las membranas celulares y reducir la inflamación.

2. Apoye la salud mitocondrial: mejore la función de sus mitocondrias incluyendo en su alimentación algunos nutrientes como el treonato de magnesio y el azul de metileno de grado farmacéutico. Utilice azul de metileno en forma de cápsulas o tabletas que proceda de una farmacia especializada y que cumpla con la dosis recomendada de 5 mg una vez al día. Estos suplementos pueden contribuir a la producción de energía y proteger sus células del daño oxidativo.

Asegúrese de seguir las guías de dosificación adecuadas y consulte con un profesional de la salud en caso de adaptar estos suplementos a sus necesidades.

3. Consuma carbohidratos específicos: añada a su alimentación diaria entre 250 a 300 gramos de carbohidratos. Seleccione los carbohidratos según su salud intestinal. Algunas opciones para comenzar son las frutas enteras y el arroz blanco bien cocido. Si usa jugo de fruta, asegúrese de beberlo poco a poco para evitar picos excesivos de insulina.

Si su salud intestinal está en buen estado, los almidones como las papas y los tubérculos son opciones excelentes. Para las personas que tienen una salud intestinal muy comprometida, use agua dextrosa y bébala poco a poco. Este enfoque ayuda a mantener niveles óptimos de glucosa, lo que favorece el metabolismo de las grasas sin afectar el sistema digestivo.

4. Minimice la exposición a oxidantes ambientales: reduzca su exposición a contaminantes como el humo del cigarrillo.

Controlar la oxidación de las grasas retrasa el envejecimiento

En resumen, una mayor oxidación de las grasas altera el metabolismo celular, lo que provoca un envejecimiento acelerado y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad. Cuando el cuerpo pasa de quemar glucosa a quemar grasas, se genera un desequilibrio que produce estrés reductivo y favorece la acumulación de moléculas dañinas, como las ROS.

Este cambio metabólico interfiere con el ciclo de Krebs y las funciones celulares, lo que lleva a las células a un estado de senescencia donde dejan de dividirse y contribuyen al deterioro del tejido.

Reducir su consumo de PUFA ayudará a mantener el equilibrio metabólico y prevenir el daño celular. Sin embargo, incluso las grasas saturadas, si se consumen en abundancia, pueden agravar este proceso ya que promueven la quema excesiva de grasa y el estrés oxidativo. Ciertos medicamentos también estimulan este proceso.

Por lo tanto, para controlar la oxidación de grasas y envejecer de forma saludable, es importante optimizar el consumo de grasas al dar preferencia a las grasas saturadas, equilibrar el consumo de grasas y carbohidratos para mantener niveles saludables de glucosa y minimizar la exposición a oxidantes ambientales. Estas estrategias pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo, mejorar la función celular y promover la longevidad.

Es aconsejable sustituir las grasas por carbohidratos saludables que su cuerpo tolere. Como regla general, debe intentar consumir un mínimo de 250 gramos de carbohidratos por día, ya que consumir un nivel menor a eso no le permitirá gozar de una salud óptima. Recuerde, los carbohidratos más seguros son las frutas frescas. Sin embargo, si su microbioma está muy dañado, incluso la fruta podría causarle problemas.