📝HISTORIA EN BREVE
- Estudios recientes indican que la exposición al fluoruro se relaciona con un menor coeficiente intelectual en los niños, y que la exposición durante el periodo prenatal es aún más perjudicial. Esto ha dado lugar a recomendaciones con respecto al uso de fluoruro en el agua debido a los riesgos neurotóxicos
- En consonancia con recientes descubrimientos científicos, el Director General de Salud Pública de Florida recomendó no agregar fluoruro al agua, ya que esto supone riesgos neuropsiquiátricos, sobre todo para las mujeres embarazadas y los niños
- Un gran número de publicaciones demuestran de manera consistente que existe una relación inversa entre los niveles de fluoruro y el coeficiente intelectual de los niños, ya que existen estudios de alta calidad que utilizan metodologías mejoradas y que respaldan estos resultados
- Diversos estudios internacionales de México, Canadá y Estados Unidos demuestran los efectos neurotóxicos del fluoruro en diferentes poblaciones, lo que sugiere un problema de salud pública que trasciende las fronteras geográficas y socioeconómicas
- Para reducir de forma proactiva la exposición al fluoruro instale un sistema completo de filtración de agua por ósmosis inversa, utilice agua sin este mineral para preparar la leche de fórmula para bebés, evite los alimentos procesados que se preparan con agua fluorada y defienda políticas comunitarias que eviten el uso de la misma
🩺Por el Dr. Mercola
El fluoruro se utiliza de forma generalizada desde la década de 1930 para prevenir la caries dental, que es un problema de salud mundial que afecta a millones de personas, sobre todo niños. El fluoruro se introduce en los suministros públicos de agua para estimular la salud dental, una práctica que numerosas autoridades de salud avalan como segura y rentable. Sin embargo, las investigaciones plantean serias dudas sobre los efectos neurotóxicos de este mineral, en particular su impacto en el desarrollo cognitivo de los niños.
Los estudios sugieren un vínculo preocupante entre la exposición al fluoruro y un menor coeficiente intelectual (CI) en los niños. Una revisión sistemática y un metaanálisis que se publicaron en Environmental Research examinaron los datos de 12 263 niños de siete países.1 Los resultados indican que una mayor exposición al fluoruro se asocia de forma constante con un menor coeficiente intelectual, incluso en concentraciones que antes se consideraban seguras.
Este descubrimiento pone en tela de juicio creencias arraigadas sobre la seguridad del fluoruro para promover la salud dental. Las estadísticas son alarmantes. El metaanálisis reveló una diferencia media de casi cinco puntos en la puntuación del coeficiente intelectual entre los niños que estaban expuestos a niveles elevados de fluoruro y los que tenían una exposición mínima.
En concreto, beber fluoruro del agua en concentraciones superiores a 1 mg/L se relacionó con una disminución significativa del coeficiente intelectual, y el efecto se intensificó por encima de 2 mg/L. Además, los niveles de este mineral en la orina presentaron un descenso lineal en las puntuaciones del CI a partir de solo 0.28 mg/L.
Estas cifras destacan los riesgos que supone para el desarrollo neurológico de los niños.2 Una evidencia de este tipo pone en tela de juicio el uso continuo de fluoruro en los sistemas públicos de agua sin reconsiderar en profundidad sus implicaciones más amplias para la salud.
La exposición al fluoruro se asocia con riesgos graves para la salud
Más allá del deterioro cognitivo, la exposición excesiva contribuye a otros problemas de salud. Exponerse a este mineral de manera excesiva y crónica se ha relacionado con la fluorosis dental y esquelética, enfermedades que se caracterizan por la aparición de manchas en los dientes y la calcificación de los huesos, respectivamente. Además, la capacidad que tiene para acumularse en las regiones cerebrales que son responsables de la memoria y el aprendizaje sugiere que empeora los trastornos del desarrollo neurológico.
Esta acumulación interfiere con los sistemas de neurotransmisores, que son fundamentales para los procesos cognitivos. Los efectos neurotóxicos del fluoruro se están convirtiendo en el centro del debate, y muchos expertos cuestionan si sus supuestos beneficios para los dientes compensan sus riesgos. La exposición al fluoruro durante el periodo prenatal es aún más preocupante, ya que afecta al cerebro en desarrollo.
Incluso niveles bajos de exposición durante periodos críticos del desarrollo tienen efectos duraderos en la función cognitiva. Por otra parte, la interacción del flúor con las hormonas tiroideas agrava aún más los problemas de desarrollo, ya que estas hormonas son fundamentales para el desarrollo del cerebro.
Diagnosticar los efectos cognitivos por la exposición al fluoruro es todo un reto, y esto se debe a que los síntomas son sutiles y varían según el caso. Muchos de los problemas de desarrollo neurológico que se relacionan con esto, como un menor coeficiente intelectual o el déficit de atención, se atribuyen a diversos factores ambientales y genéticos. Es por eso que resulta difícil aislar el fluoruro como la única causa de estos problemas.
Asimismo, muchos estudios se basan en medidas indirectas de la exposición a este mineral, como los niveles de fluoruro en el agua, que no siempre capturan las variaciones individuales en la exposición. De igual manera, el período tan largo de latencia entre la exposición y el momento en el que se manifiestan los efectos cognitivos nubla aún más la conexión.
La investigación pone en tela de juicio las prácticas de fluoración
El responsable de salud más importante de Florida, el Director General de Salud Pública Joseph A. Ladapo, ha adoptado una postura firme contra la fluoración del agua. Afirmó lo siguiente: "Con la información que disponemos, es una mala práctica de salud pública seguir agregando fluoruro al agua".3 Esta audaz declaración subraya la urgente necesidad de reevaluar las políticas de fluoración actuales a la luz de las nuevas pruebas científicas.
Para aumentar las crecientes preocupaciones, el juez Edward Chen dictaminó que los niveles actuales de fluoruro en el agua potable de Estados Unidos representan un "riesgo irrazonable" para la salud de los niños.4 Esta decisión histórica obliga a la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) a iniciar acciones regulatorias para abordar la exposición al fluoruro.
El Programa Nacional de Toxicología (NTP), una rama del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, publicó un informe exhaustivo en agosto de 2024 en el que se analiza la neurotoxicidad del fluoruro.5 Esta revisión sistemática incluyó 72 estudios, de los cuales 18 estudios de alta calidad encontraron una asociación inversa entre la exposición al flúor y el coeficiente intelectual de los niños.6
El NTP concluyó, con una confianza moderada, que los niveles más altos de fluoruro se relacionan con un menor rendimiento cognitivo, incluso en concentraciones que apenas duplican el nivel que se recomienda en la actualidad (0.7 mg/L).7
Ashley Malin Ph.D., quien funge como profesora adjunta del Departamento de Epidemiología de la Universidad de Florida, resaltó la gravedad de estos hallazgos, y señaló "estudios prospectivos de cohortes de embarazo y parto de alta calidad y realizados con rigor en Norteamérica".
De acuerdo con The Defender, "estos estudios demostraron que los niveles relativamente bajos de exposición al fluoruro durante el periodo prenatal, se relacionan con un peor desarrollo neurológico, lo que incluye un menor coeficiente intelectual, un mayor número de síntomas de TDAH y un declive en las funciones ejecutivas".8 Además, el informe del NTP reveló que no existe un margen de seguridad suficiente entre los niveles tóxicos de fluoruro y los niveles de exposición actuales en los suministros de agua de Estados Unidos.
Como informó The Defender, "[el juez] Chen dijo que no hay un margen de seguridad suficiente entre el nivel al que se sabe que el fluoruro es tóxico, o el nivel de peligro, y el nivel de exposición recomendado en la actualidad".9 Esta falta de un margen de seguridad plantea importantes problemas de salud pública, en particular para las poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas y los niños pequeños.
El fluoruro es una “neurotoxina que afecta a todas las personas”
Otros estudios realizados en México y Canadá que corroboran esta preocupación han hallado vínculos similares entre la exposición al fluoruro y el déficit cognitivo. Por ejemplo, un estudio que se realizó en 2017 en México relacionó la exposición al fluoruro durante el periodo prenatal con puntuaciones más bajas de coeficiente intelectual en niños de 6 a 12 años.10
Del mismo modo, un estudio de 2019 realizado en Canadá descubrió una correlación entre el consumo de agua fluorada y tasas más altas de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) entre niños y adolescentes de 6 a 17 años.11 Estos estudios sugieren de forma conjunta que los efectos neurotóxicos del fluoruro no son incidentes aislados, sino que forman parte de una tendencia más amplia y preocupante.12
El papel del fluoruro como una "neurotoxina que afecta a todas las personas por igual" significa que sus efectos nocivos no discriminan en función del estatus socioeconómico, la ubicación o la demografía.13 La naturaleza omnipresente de la exposición al fluoruro amplifica la crisis de salud pública.14
La oficina del Dr. Ladapo emitió una guía escrita que consolida los resultados más recientes de la investigación, lo que refuerza el mensaje de que la fluoración continua del agua plantea riesgos significativos para el desarrollo neurológico de los niños.15 Recomendó no agregar fluoruro al agua comunitaria y abogó por proteger la salud pública con base en la evidencia científica que cada vez es mayor.16
Stuart Cooper, director ejecutivo de la Fluoride Action Network (FAN), subrayó la gravedad de estos resultados. Afirmó lo siguiente: "La respuesta del Dr. Ladapo es justo la forma en que los líderes deberían reaccionar ante esta urgente crisis de salud pública que afecta a más de 200 millones de ciudadanos de Estados Unidos, entre los que se incluyen 2 millones de mujeres embarazadas y más de 300 000 lactantes que toman solo leche de biberón y que dependen del agua fluorada de la llave para la mayor parte de su alimentación".17
Una amplia investigación confirma que el fluoruro reduce el coeficiente intelectual de los niños
Los tres estudios prospectivos de cohortes que forman parte de la revisión sistemática del NTP revelaron que una mayor exposición al fluoruro en la madre o en el hijo se relacionó con un menor coeficiente intelectual en la descendencia.18 Los estudios de cohortes prospectivos realizan un seguimiento de los participantes durante un período de tiempo, lo que aporta solidez a las pruebas al demostrar cómo la exposición al fluoruro afecta a los niños a medida que crecen.
En cuanto a los estudios transversales, que evalúan los datos en un único momento, también informaron de manera consistente que los niveles más altos de fluoruro se asociaban con puntuaciones más bajas de CI.19 Un análisis más detallado reveló que 15 de los 16 estudios transversales de bajo riesgo de sesgo apoyaron la misma conclusión: una mayor exposición al fluoruro se relaciona con un menor coeficiente intelectual en los niños.20
Este alto nivel de coherencia entre los distintos diseños de estudio refuerza la fiabilidad de los resultados. La relación inversa siguió firme a pesar de las diferencias en las ubicaciones de los estudios, las poblaciones y los métodos utilizados para medir la exposición y los resultados del CI.21
Es importante destacar que la coherencia de estos resultados en diferentes tipos de estudios y poblaciones diversas sugiere que los factores externos o variables que puedan causar confusión no influyen en la relación entre la exposición y un menor CI.22
Los factores de confusión son otros elementos que podrían distorsionar la verdadera relación entre el fluoruro y el CI, pero la uniformidad de los resultados indica que se trata del principal factor que afecta al desarrollo cognitivo. Además, los estudios de esta revisión utilizaron metodologías mejoradas y muestras de mayor tamaño que las de investigaciones anteriores.23
Muchos de estos estudios de alta calidad midieron los niveles de fluoruro mediante evaluaciones individuales de muestras de orina o agua, con lo que se obtuvieron datos precisos y fiables sobre la exposición a este mineral. Este rigor metodológico aumenta la confianza en las pruebas, y demuestra que la relación inversa entre el fluoruro y el CI es coherente y significativa en diferentes contextos y técnicas de medición.24
Efectos cognitivos de la exposición al flúor en adultos
La revisión sistemática del NTP también exploró la relación entre la exposición al fluoruro y el deterioro cognitivo en adultos. Los investigadores analizaron 10 estudios diferentes, incluidos dos con bajo riesgo de sesgo y ocho con alto riesgo de sesgo, que abarcaban diversas poblaciones.25 El objetivo fue evaluar si los niveles más altos de exposición al fluoruro se asocian de forma consistente con un deterioro de la función cognitiva entre los adultos.
La población del estudio incluyó a adultos de diversos entornos, como residentes en zonas con alto contenido en flúor, trabajadores de fábricas de aluminio y personas procedentes de regiones donde la fluorosis es endémica. Los resultados fueron variados: mientras que algunos estudios no encontraron una conexión significativa entre el consumo de fluoruro y el deterioro cognitivo, otros informaron sobre deficiencias notables en personas con niveles elevados.26
Por ejemplo, los trabajadores de las fábricas de aluminio presentaron un descenso significativo en las puntuaciones de CI y un menor rendimiento en las pruebas neuroconductuales, lo que indica un daño cognitivo derivado de la alta exposición al mineral. Además, cinco de ocho estudios de alto riesgo de sesgo aportaron evidencias de que una mayor exposición está relacionada con el deterioro cognitivo en adultos.27
Un estudio realizado en Escocia descubrió que el riesgo de demencia aumentó de forma significativa con una mayor exposición al fluoruro, y que el grupo de mayor exposición tuvo un riesgo casi dos veces mayor que el grupo con una menor exposición.28 Además, dos estudios de alto riesgo de sesgo informaron sobre el deterioro de las funciones motoras y sensoriales en adultos expuestos a niveles más altos de fluoruro, junto con una mayor prevalencia de dolores de cabeza, insomnio y letargo declarados por ellos mismos.29
Cómo proteger a su familia de los efectos neurotóxicos del fluoruro
Las investigaciones revelan efectos alarmantes de la exposición al fluoruro, sobre todo durante el embarazo y la infancia temprana. Los estudios indican riesgos significativos, como un menor coeficiente intelectual y mayores problemas de comportamiento en los niños que se exponen a este mineral. Ahora, es fundamental tomar medidas proactivas para proteger la salud cognitiva de su familia. Siga estos pasos esenciales para reducir su exposición:
1. Instale un sistema integral de filtración de agua: utilice un sistema de ósmosis inversa de alta calidad o un sistema de filtración de carbón avanzado para eliminar el fluoruro del agua que utiliza para beber y cocinar. Para lograr evitarlo de forma óptima, considere combinar un filtro de carbón activado granular con carbón de hueso, que ha demostrado excelentes resultados en los estudios.30 Asimismo, los filtros de carbón comunes como PUR y Brita, así como los descalcificadores de agua, no filtran el fluoruro.
También intente instalar filtros en los grifos de las regaderas y otras fuentes de agua para el baño. Coloque filtros en varios puntos de su casa para garantizar una menor exposición total a toxinas tanto por consumo como por contacto externo.
2. Utilice agua sin fluoruro para preparar la leche de fórmula para bebés: nunca mezcle fórmula infantil con agua fluorada de la llave. Si lo hace, su bebé consumirá mucho más fluoruro que los bebés que toman leche materna, lo que representa varios riesgos para su cerebro en desarrollo. Si no es posible amamantar al bebé, opte por agua filtrada y sin fluoruro para proteger su desarrollo neurológico.
3. Compruebe las fuentes ocultas de fluoruro: tenga en mente que muchos alimentos y bebidas procesados se preparan con agua fluorada. El té suelto también acumula este mineral de forma natural. Cuando sea posible, opte por el té blanco, que suele contener niveles más bajos para reducir su consumo general de fluoruro.
4. Alce la voz para que se evite el uso de fluoruro en las comunidades: participe en los debates locales sobre las políticas hidráulicas y promueva la idea de eliminar el fluoruro de los suministros de agua. Comparta investigaciones confiables sobre los efectos neurotóxicos de este mineral con sus vecinos y con los funcionarios locales para generar conciencia. Apoye las iniciativas para acabar con la fluoración del agua, de manera que los más de 200 millones de ciudadanos del país, que en la actualidad usan agua fluorada, puedan renunciar a esta exposición involuntaria.
🔎Fuentes y referencias:
- 1, 2 Environmental Research March 15, 2023, Volume 221, 115239
- 3, 4, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 Children’s Health Defense, The Defender November 25, 2024
- 5, 6, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29 National Toxicology Program, NTP Monograph on the State of the Science Concerning Fluoride Exposure and Neurodevelopment and Cognition August 2024
- 30 Membranes (Basel). 2021 Nov 11;11(11):868, Abstract