📝HISTORIA EN BREVE

  • Hace poco, una investigación del Framingham Heart Study descubrió que el microbioma intestinal influye mucho en los niveles de colesterol, y que bacterias como la Oscillibacter ayudan a descomponer el colesterol a través de enzimas y procesos metabólicos específicos
  • Los científicos identificaron enzimas deshidrogenasas de colesterol (genes ismA) en bacterias intestinales que convierten el colesterol en coprostanol, una forma que es más difícil de absorber por el cuerpo
  • Ciertas bacterias intestinales influyen de forma directa en los niveles de colesterol no HDL, por ejemplo, la Eubacterium rectale ayuda a reducirlos, mientras que la Clostridium sp CAG_299 los incrementa
  • El colesterol participa en funciones esenciales de su cuerpo: ayuda a mantener la estructura de la membrana celular, producir hormonas, sintetizar la vitamina D y a transmitir señales nerviosas, y por esa razón es tan importante tener niveles óptimos
  • Un enfoque holístico para reforzar la salud del corazón consiste en mantener el entorno intestinal libre de oxígeno con el fin de proteger a las bacterias beneficiosas, evitar los alimentos procesados, controlar el estrés y mantenerse activo

🩺Por el Dr. Mercola

Aunque muchas personas no lo saben, el estado de su intestino influye mucho en la salud de su corazón. Hace poco, se realizó una investigación como parte del Framingham Heart Study, en la que se descubrió que la comunidad de microbios del sistema digestivo tiene un impacto directo en los niveles de colesterol.1

Después de analizar muestras de heces y perfiles metabólicos de 1429 participantes, los científicos identificaron las interacciones complejas entre el microbioma intestinal y la salud del corazón. Este estudio conecta a las bacterias intestinales con los niveles de lípidos, y demuestra que la composición de los microbios intestinales influye mucho en los niveles de colesterol, lo que abre el camino a estrategias personalizadas para optimizar la salud.

Descubren bacterias que metabolizan el colesterol

El estudio descubrió que de todas las bacterias que viven el intestino, el género Oscillibacter es clave en el metabolismo del colesterol. En términos generales, los participantes con mayores niveles de especies de Oscillibacter tuvieron menores niveles de colesterol tanto en la sangre como en las heces.2 Esto sugiere que estas bacterias ayudan a descomponer el colesterol y reducen su acumulación en el cuerpo.

Después de buscar homología y redes moleculares, los investigadores descubrieron que la Oscillibacter produce enzimas específicas que promueven el metabolismo del colesterol. Estas enzimas participan en procesos como la glicosilación y la deshidrogenación, los cuales modifican el colesterol para que pueda realizar sus funciones esenciales en el cuerpo.

Este descubrimiento innovador podría ayudar a crear estrategias naturales para optimizar los niveles de colesterol. Solo imagine que en su intestino viven guardianes microscópicos que trabajan sin descanso para mantener su colesterol bajo control. Pues, según esta investigación, eso es justo lo que hacen las especies de Oscillibacter.

Además de descubrir que esta especie puede metabolizar el colesterol, los investigadores también confirmaron que es una característica que comparten las diferentes cepas de Oscillibacter.3 Esto significa que, sin importar la especie específica de Oscillibacter que viva en el intestino, todas producen este efecto beneficioso en los niveles de colesterol. Y cuando reducen los niveles de colesterol en plasma y heces, también mejoran la homeostasis lipídica.

La buena noticia es que existen estrategias a base de alimentos y probióticos que pueden estimular de forma natural y efectiva el crecimiento de la Oscillibacter en su intestino, lo que a su vez tendrá un impacto positivo en su salud cardiovascular.

Además, identificar las vías microbianas específicas que participan en el metabolismo del colesterol abre las puertas para crear estrategias terapéuticas nuevas. Cada vez hay más investigaciones que ayudan a entender mejor las complejidades del microbioma intestinal, esto abre la posibilidad de mantener un corazón sano a través de la salud intestinal y permitirá implementar medidas proactivas para tener una vida más larga y saludable.

El mecanismo detrás de este efecto beneficioso

El intestino tiene pequeñas máquinas moleculares que están diseñadas para descomponer el colesterol. Hace poco, se identificaron dichas enzimas, que se conocen como colesterol deshidrogenasas, pero no se sabía qué tipo de bacterias las producían.4 Por esa razón, los investigadores estudiaron los planos genéticos del microbioma intestinal y analizaron millones de genes para identificar a los responsables de transformar el colesterol en coprostanol, una forma que es más difícil de absorber por el cuerpo.

Estas enzimas, que se conocen como genes ismA, tienen una función muy importante en este proceso de conversión. Después de integrar una serie de datos metagenómicos con perfiles metabolómicos, los científicos confirmaron la existencia de estas enzimas que metabolizan el colesterol. Incluso expresaron estos genes en bacterias de laboratorio para comprobar su actividad, lo que volvió a confirmar que estas enzimas reducen los niveles de colesterol.

Este descubrimiento no solo ayudó a identificar los mecanismos exactos que utilizan las bacterias intestinales para controlar el colesterol, sino que también demuestra que existe una interacción compleja entre el microbioma y el metabolismo lipídico del cuerpo. Entender mejor estas enzimas podría ayudar a crear terapias dirigidas que estimulen o imiten su actividad, y convertirse en una estrategia natural para mantener niveles saludables de colesterol.

¿Cuáles son estos diminutos guardianes y por qué son tan beneficiosos?

En lo profundo de su sistema digestivo vive un grupo de bacterias que puede ayudarlo a mantener el colesterol bajo control. Estas bacterias, si bien aún no se cultivan en laboratorios, se identificaron con ayuda de técnicas avanzadas de secuenciación genética. Estas bacterias portan los genes ismA, que codifican las enzimas colesterol deshidrogenasa, esenciales para convertir el colesterol en coprostanol.

Aunque estas bacterias son muy comunes en diferentes poblaciones, hasta ahora se identificaron como parte del microbioma intestinal. Los estudios demuestran que hasta el 92 % de las personas de ciertos grupos de la población tienen estas especies que metabolizan el colesterol, lo que las convierte en un aliado natural para mantener el equilibrio lipídico.5

Además, su abundancia tiene una relación inversa con algunos problemas inflamatorios, como la enfermedad de Crohn, lo que sugiere que mantener un entorno intestinal saludable promueve su actividad. Estas bacterias necesitan condiciones libres de oxígeno de los intestinos para prosperar, y cuando eso sucede, reducen la absorción de colesterol, lo que, a su vez, ayuda a mantener sus niveles saludables.6

Implementar medidas, ya sea a través de la alimentación, los prebióticos o los probióticos, para incrementar la población de estas bacterias, podría ser una estrategia natural para optimizar los niveles de colesterol, lo que ofrece un camino personalizado hacia una mejor salud.

La relación causal entre las bacterias intestinales y el colesterol no HDL

Ciertas bacterias de su intestino también influyen de manera directa en sus niveles de colesterol no lipoproteico de alta densidad (no HDL-c). Hace poco, un estudio que se publicó enla revista eBioMedicine descubrió que tener una menor cantidad de Eubacterium rectale y una mayor cantidad de Clostridium sp CAG_299 tiene una relación causal con mayores niveles de colesterol no HDL en el torrente sanguíneo.7

Esto significa que estas bacterias no solo se correlacionan con los niveles de colesterol, sino que también influyen en su variación. Después de utilizar técnicas sofisticadas, como la aleatorización mendeliana, los investigadores descubrieron que estos microbios intestinales producen un efecto directo en la regulación del colesterol. Al parecer, la Eubacterium rectale reduce el colesterol no HDL, mientras que la Clostridium sp CAG_299 lo incrementa.

Los hallazgos sugieren que optimizar el microbioma intestinal podría ser una estrategia natural para mantener niveles saludables de colesterol. El estudio también descubrió que las actividades metabólicas de las bacterias intestinales tienen una relación estrecha con los niveles de colesterol no HDL. En términos específicos, el ciclo del ácido tricarboxílico (TCA), que es una vía metabólica, tiene una función fundamental.

Los niveles elevados de Clostridium sp CAG_299, inhiben el ciclo reductor del TCA, lo que provoca que se produzcan menos metabolitos beneficiosos, como el ácido 3-indolpropiónico y la N-metiltriptamina. Estos metabolitos son importantes para mantener niveles saludables de colesterol y podrían convertirse en postbióticos: que son compuestos que se derivan de las bacterias beneficiosas y que pueden consumirse de forma directa para obtener sus beneficios.

Por otro lado, la Eubacterium rectale estimula el ciclo del TCA, lo que ayuda a que se produzca una mayor cantidad de estos compuestos beneficiosos. Cuando las bacterias dañinas inhiben el ciclo del TCA, los niveles de estos metabolitos son más bajos, lo que incrementa el colesterol no HDL en la sangre. Esta interacción bioquímica demuestra la importancia del microbioma intestinal, el cual participa de forma muy activa en una serie de procesos metabólicos que afectan todos los aspectos de la salud.

El colesterol no es malo, sino todo lo contrario

Ya se demostró que el microbioma intestinal tiene un impacto directo en los niveles de colesterol, pero hay que dejar bien claro que el colesterol es una de las sustancias más importantes de su cuerpo. El colesterol es un componente fundamental en las membranas celulares, ya que les ayuda a mantener su integridad estructural y fluidez. Además, actúa como precursor de varias hormonas esenciales y es fundamental para producir vitamina D al momento de exponer su piel a la luz del sol, lo que refuerza la salud de sus huesos y estimula su función inmunológica.

En el sistema digestivo, el colesterol ayuda a formar los ácidos biliares que ayudan a absorber las grasas y las vitaminas liposolubles. Además, es fundamental para producir la vaina de mielina, la cual participa en la transmisión de señales nerviosas.

Como puede ver, el colesterol es indispensable para una salud óptima, y se vuelve aún más importante con el paso de los años;8 por esa razón, no debe enfocarse en reducir sus niveles, sino en optimizarlos.

De hecho, las enfermedades cardíacas suelen ser el resultado de los daños en la pared endotelial a causa de factores como una mala alimentación, el tabaquismo, la contaminación, las sustancias químicas y el estrés. Cuando se produce un daño, el cuerpo envía colesterol como parte del proceso de reparación. Por esta razón, suele haber colesterol en el lugar del daño arterial, pero está allí para ayudar, no para dañar.9

Implemente un enfoque holístico para reforzar su salud cardíaca

Mantener un corazón sano implica mucho más que controlar los niveles de colesterol o que llevar cierta alimentación. Es fundamental adoptar un enfoque integral que se componga de varios factores. Comience por priorizar los alimentos enteros y sin procesar, asimismo evite las alternativas refinadas y procesadas. También asegúrese de dormir bien y de controlar el estrés, ya que estos dos factores no solo afectan su corazón, sino todos los aspectos de su salud.

Aunque no hay duda de que el ejercicio regular es muy beneficioso, es fundamental evitar un estilo de vida sedentario. Las actividades simples, como caminar, son muy buenas para la salud, ya que no solo refuerzan su corazón, sino que mejoran la función de todo el cuerpo. Mantenerse en movimiento también mejora la flexibilidad, la circulación y reduce riesgo de enfermedades crónicas.

Como ya se dijo, el estado del microbioma intestinal es fundamental. Los microorganismos anaeróbicos son necesarios para transformar la materia vegetal no digerible en ácidos grasos valiosos. Estas bacterias intolerantes al oxígeno prosperan en entornos libres de oxígeno, los cuales requieren de mucha energía celular.

No obstante, las dietas modernas, que se componen de una gran cantidad de aceites de semillas, así como la exposición a las sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC) que se encuentran en el plástico, alteran este delicado equilibrio. Estos factores inhiben la producción de energía que se requiere para mantener un ambiente intestinal libre de oxígeno, lo que representa una amenaza para todas las bacterias intolerantes al oxígeno.

Cuando el intestino no tiene condiciones libres de oxígeno, las bacterias tolerantes al oxígeno comienzan a tomar el control. Estos microorganismos producen endotoxinas muy potentes, lo que incrementa la inflamación y las reacciones adversas a ciertos carbohidratos. Este cambio no solo altera el microbioma intestinal, sino que también tiene un impacto en los niveles de colesterol.

Además, la endotoxemia, una enfermedad que se caracteriza por la presencia de endotoxinas en la sangre, puede tener complicaciones graves como el shock séptico, que es una de las principales causas de muerte.

No se puede separar la salud cardíaca de la salud intestinal

Para proteger la salud de su corazón, debe hacer todo lo que esté en sus manos para mejorar la función de sus mitocondrias y mantener el equilibrio en su microbioma intestinal. Comprender la compleja relación entre el microbioma intestinal y los niveles de colesterol, abre la puerta a nuevas estrategias para reforzar la salud del corazón.

Implementar un enfoque holístico a base de alimentos enteros y nutritivos, mantenerse activo, controlar el estrés y promover un entorno intestinal saludable, es una forma natural de optimizar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esta estrategia no solo refuerza la salud del corazón, sino que mejora su bienestar general, lo que le permitirá tener una vida más larga y saludable, sin depender de intervenciones farmacéuticas.