📝HISTORIA EN BREVE
- La vitamina E, que es un antioxidante liposoluble, protege las células del daño, apoya el sistema inmunológico y reduce el estrés celular. Las investigaciones demuestran que el α-tocoferol, su forma más activa, ofrece muchos más beneficios
- Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Amberes descubrió que el α-tocoferol revierte la aterogénesis, lo que ayuda a reducir la acumulación de placa arterial y mejora la función cardíaca
- Otro estudio de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign reveló que el α-tocoferol protege contra la debilidad muscular causada por la inflamación inducida por endotoxinas
- La vitamina E también mitiga el daño causado por el exceso de ácido linoleico (AL) y estrógeno, lo que inhibe la oxidación del AL almacenado y funge como un antagonista del estrógeno para reducir el daño tisular y las alteraciones metabólicas
🩺Por el Dr. Mercola
La vitamina E es una vitamina liposoluble mejor conocida por su función como antioxidante, ya que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. También estimula la función inmunológica, ayuda en la señalización celular, promueve la salud de la piel y protege los tejidos del estrés celular.
Por desgracia muchas personas no obtienen suficiente vitamina E por medio de su alimentación. Alrededor del 88.5 % de la población estadounidense no consume la cantidad recomendada (RDA, por sus siglas en inglés) de este micronutriente.1
Una de las principales razones de este déficit es la dependencia generalizada a los alimentos procesados que, por lo general, tienen un bajo contenido de vitamina E y de otros nutrientes esenciales. La deficiencia grave de vitamina E provoca síntomas preocupantes, como debilidad muscular, problemas de equilibrio e incluso problemas del ritmo cardíaco. Algunas personas también experimentan problemas de vista, demencia y complicaciones hepáticas o renales.2,3
La vitamina E existe en ocho formas diferentes: cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles. El alfa-tocoferol (α-tocoferol) es el más activo en términos biológicos, además es la principal forma utilizada y almacenada por el cuerpo.4 Estudios recientes5,6 encontraron que el α-tocoferol desempeña un papel mucho más importante de lo que se creía.
En concreto, se ha demostrado que la vitamina E revierte la aterogénesis, el proceso que causa endurecimiento y estrechamiento de las arterias. También demostró una acción protectora contra el daño inducido por endotoxinas.7,8 Por todos esos beneficios, es importante mantener los niveles de vitamina E bajo control con el fin de favorecer la salud general.
La vitamina E revierte la aterogénesis y mejora la función cardíaca
Los medios de comunicación sugieren que una vez que desarrolla una enfermedad cardíaca no hay manera de revertirla, y que los tratamientos se centran en controlar los síntomas y retardar la acumulación de placa. Sin embargo, un estudio realizado en junio de 2024 y publicado en la revista Vascular Biology9 cuestiona este punto de vista, al sugerir que el α-tocoferol ayuda a reducir la aterosclerosis y a mejorar la función cardíaca.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Amberes, incluyó ratones que desarrollaron placas ateroscleróticas inestables, similares a las observadas en casos humanos avanzados. Esta ligera similitud con la inestabilidad de la placa humana nos da una base sólida para estudiar cómo la vitamina E afecta la salud cardiovascular.
Los ratones fueron alimentados con una típica dieta occidental con una dosis baja o alta de α-tocoferol durante 24 semanas. A lo largo del estudio, los investigadores observaron cambios en el grosor de la placa, el tamaño de los núcleos necróticos (células muertas) y la función cardíaca general. Su objetivo era ver si el α-tocoferol en dosis altas podía estabilizar estas placas vulnerables y favorecer la salud del corazón más allá de su función antioxidante.
Sus hallazgos demostraron que el α-tocoferol en dosis altas exhibió efectos positivos, en especial por su capacidad para reducir la acumulación de placa y las áreas de células muertas dentro de las arterias carótidas, que son factores clave que ayudan a prevenir rupturas de placa que causan derrames cerebrales y ataques cardiacos. Como explicaron los autores:10
"La formación de placa en la arteria carótida común derecha (ACCR), como lo muestra el índice de formación de placa, disminuyó con creces en los ratones tratados con una dosis alta de α-tocoferol. Además, el espesor de la placa en la ACCR disminuyó bastante en los ratones tratados con una dosis rica en α-tocoferol. Además, cuando a la dieta occidental se le agrego 500 miligramos de α-tocoferol por kilogramo redujo el área central necrótica".
Además de reducir la placa, la suplementación con α-tocoferol mejoró la función cardíaca en el grupo que tomo una dosis elevada. Los ratones tratados con altas dosis de vitamina E experimentaron un mejor rendimiento del ventrículo izquierdo, como se muestra en las medidas de acortamiento fraccional y fracción de eyección, que son indicadores clave de un bombeo sanguíneo en buen estado.
Además, una reducción de la masa cardíaca en el grupo que recibió la dosis alta es sinónimo de un efecto protector contra la hipertrofia cardíaca, que es una afección que progresa a insuficiencia cardíaca si no se controla a tiempo. Por curioso que parezca, en el grupo que recibió una dosis elevada, el estudio encontró un aumento inesperado en los marcadores de peroxidación lipídica, incluyendo el LDL oxidado (oxLDL) y el malondialdehído.
Este efecto sugiere que, en dosis más altas, la vitamina E contribuye al estrés oxidativo en lugar de reducirlo. Estos hallazgos demuestran que, si bien la vitamina E tiene claros beneficios que reducen la placa y mejoran la función cardíaca, sus efectos varían según la dosis. Es importante tomar la dosis adecuada para aprovechar sus beneficios y evitar desventajas.11
La deficiencia de vitamina E está relacionada con la debilidad muscular inducida por endotoxinas
Una deficiencia de α-tocoferol también se ha relacionado con diversos trastornos neurológicos, entre ellos la ataxia espinocerebelosa, la neuropatía periférica y la miopatía. Además, las personas y los animales con niveles bajos de vitamina E tienen una baja producción de anticuerpos, una mala función de las células T y niveles elevados de citocinas, que son indicadores de inflamación.12
Para investigar más a fondo cómo la vitamina E afecta la fuerza muscular en condiciones inflamatorias, los investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign utilizaron un lipopolisacárido (LPS) para imitar la inflamación.13 El LPS es una forma muy virulenta de endotoxina producida por bacterias patógenas. Si atraviesa la barrera intestinal comprometida y pasa a la circulación sistémica podría causar inflamación.
En el estudio,14 los modelos animales con y sin deficiencia de vitamina E fueron expuestos al LPS. Los investigadores midieron su fuerza muscular antes y después de la exposición para evaluar el impacto de la inflamación. Sus hallazgos demostraron que los animales con niveles más bajos de vitamina E experimentaron una caída en la fuerza muscular en comparación con los que tenían niveles adecuados de vitamina E.
Los investigadores también midieron los niveles de interleucina-6 (IL-6), un marcador inflamatorio que aumenta como parte de la reacción a factores estresantes como las infecciones. Ambos grupos mostraron tener niveles elevados de IL-6 después de la exposición al LPS, lo que confirma que todos los animales tuvieron inflamación.
Sin embargo, a pesar de los aumentos similares de IL-6, la debilidad muscular fue más severa en los animales con deficiencia de vitamina E, lo que indica que una deficiencia no necesariamente agrava la inflamación, pero sí intensifica sus efectos físicos sobre los músculos. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantener niveles adecuados de vitamina E, no sólo para proteger la función muscular sino también para mitigar los efectos de la inflamación inducida por endotoxinas.
La vitamina E mitiga el efecto del ácido linoleico y el estrógeno
Además de revertir la aterogénesis y de proteger contra el daño de las endotoxinas, otro beneficio importante de la vitamina E es su capacidad para evitar que el ácido linoleico (AL) almacenado en los tejidos se oxide en subproductos tóxicos. Esto es muy significativo, ya que la mayoría de las personas tienen reservas de AL hasta 10 veces más altas que los niveles normales, lo que contribuye al aumento de enfermedades crónicas.
Es beneficioso tomar vitamina E de manera regular hasta que reduzca su AL a un nivel saludable, en especial porque podría tardar hasta seis años en la mayoría de las personas. Durante este tiempo, la vitamina E inhibirá la mayor parte del daño causado por el AL.
Además, la vitamina E contrarresta los efectos del exceso de estrógeno. Los niveles elevados de estrógeno tienen efectos similares al exceso de AL, y ambos causan alteraciones metabólicas y otros problemas de salud.
Tanto el AL como el estrógeno aumentan la entrada de calcio a las células, lo que a su vez estimula el óxido nítrico y el superóxido dentro de esas células. Cuando estos se combinan, casi de manera automática forman peroxinitrito, un compuesto de nitrógeno muy reactivo que causa daños generalizados a los tejidos.
El AL y el estrógeno también promueven un proceso llamado lipólisis, donde las grasas se liberan de las células grasas al torrente sanguíneo. Esto aumenta la oxidación del AL, que es justo lo que se quiere evitar: la vitamina E neutraliza este efecto nocivo. Lo ideal es que el AL permanezca en las células grasas hasta que los peroxisomas lo metabolicen de forma segura.
La vitamina E también inhibe la aromatasa, que es la enzima que convierte las hormonas masculinas, como la testosterona y la DHEA, en estrógenos. Mejor aún, actúa como un antagonista del estrógeno, lo que impide que el estrógeno se adhiera a los receptores y, en última instancia, reduce el daño causado por los niveles altos de estrógeno. Funciona de manera similar al tamoxifeno, que es el medicamento que se utiliza para tratar los cánceres de mama con receptores de estrógeno positivos.
Aumente su consumo de vitamina E a través de su alimentación
Si bien los estudios anteriores se centraron en los beneficios de la suplementación con vitamina E, recuerde que los suplementos solo son un complemento de una alimentación saludable y no un reemplazo, y solo son necesarios si tiene deficiencias específicas. Puede incluir vitamina E a través de ciertos alimentos, así que antes de recurrir a los suplementos, considere agregar más opciones ricas en vitamina E.
Las plantas producen vitamina E de forma natural y algunos de los niveles más altos se encuentran en los aceites vegetales. Si bien algunas autoridades sanitarias recomiendan los aceites vegetales, las semillas y los frutos secos como buenas fuentes, en realidad son muy malas debido a su alto contenido de AL. Los frijoles, otro alimento rico en vitamina E, también son un problema para algunas personas debido a su alto contenido de lectina.
Las buenas fuentes naturales de vitamina E que no tienen efectos negativos incluyen las frutas y verduras frescas, como las espinacas, la calabaza, los espárragos, los pimientos rojos, los tomates, el kiwi y el mango. Los rumiantes alimentados con pastura, como el ganado vacuno o el bisonte, también son fuentes excelentes. Una sola porción proporciona suficiente vitamina E para ayudar a contrarrestar el estrés oxidativo, sobre todo cuando lleva una alimentación baja en AL.
Sin embargo, debido a los altos niveles de AL en la dieta occidental, la mayoría de las personas necesitan suplementos para obtener suficiente vitamina E para contrarrestar el estrés oxidativo. Para comprobar si un suplemento de vitamina E puede ser beneficioso, pruebe utilizar un rastreador de nutrientes, como la aplicación Cronometer. Esta aplicación es la más precisa, ya que evita imprecisiones en los datos obtenidos de fuentes, y además es gratis.
La suplementación con vitamina E no tiene por qué durar toda la vida, sobre todo si está intentando reducir su consumo de AL. Si mantiene el consumo de AL por debajo de 5 gramos al día durante tres años, es posible que ya no necesite suplementos regulares o que solo los necesite de vez en cuando. Si por casualidad ingiere una comida rica en AL, tomar una cápsula de vitamina E después le ayudará a protegerse de esa exposición.
Una vez que sus niveles de AL hayan bajado, solo necesitará alrededor de 2 miligramos (mg) de vitamina E por gramo de AL. Con un consumo recomendado de AL de 5 gramos o menos por día, esto equivale a 10 mg de vitamina E, que es una dosis muy baja. Dado que la vitamina E es liposoluble, permanece en los tejidos grasos durante un tiempo, lo que aporta beneficios por más tiempo.
Qué buscar en un suplemento de vitamina E
Cuando se trata de suplementos de vitamina E, muchas de las opciones en el mercado son sintéticas y es mejor evitarlas. Las investigaciones han demostrado que la vitamina E sintética tiene efectos opuestos a los de la vitamina E natural, y a veces incluso aumenta ciertos riesgos en lugar de reducirlos. Por eso es importante asegurarse de seleccionar una forma natural.
La vitamina E sintética está etiquetada como acetato de alfa-tocoferol. La palabra "acetato" indica que es sintético. Otro detalle clave que debe corroborar es el tipo de isómero, que se refiere a la orientación de la estructura molecular de la vitamina. Muchos suplementos sintéticos son "racémicos" y contienen isómeros levógiros (L) y dextrógiros (D), pero solo el isómero D es beneficioso. El isómero L no es beneficioso.
Las versiones sintéticas a menudo contienen un 50 % del isómero L ineficaz, y pueden utilizar una forma de éster de vitamina E que sólo ofrece cerca de la mitad de la potencia de la vitamina E natural. En conjunto, esto significa que algunos suplementos sintéticos son hasta un 75 % menos efectivos que sus contrapartes naturales.
Por lo tanto, lo primero que debe hacer para identificar suplementos saludables y buenos de vitamina E, es asegurarse de obtener vitamina E real. Debe buscar "d-alfa-tocoferol" en la etiqueta, que indica la forma D pura que su cuerpo puede usar, en lugar de "dl-alfa-tocoferol", que es una forma sintética.
También existen otros isómeros de vitamina E, y es conveniente contar con el espectro completo de tocotrienoles, en especial los tipos beta, gamma y delta de vitamina E, en el isómero D efectivo. Estas variaciones funcionan juntas para brindar una gama más amplia de beneficios. Tomar dosis altas de alfa-tocoferol por si solo agota las otras formas en el cuerpo. Esto aplica con la forma natural o la versión sintética.
Entonces, para que tenga un buen equilibrio, le recomiendo buscar un suplemento alimenticio que contenga las ocho formas de vitamina E. Asegúrese de elegir un suplemento que no contenga soya, aceite de soya ni ingredientes transgénicos (GE). Los ingredientes transgénicos comunes en los suplementos a menudo provienen del maíz, la soya o las semillas de algodón, por lo que elegir una fuente limpia y natural garantiza que obtendrá un producto de la mejor calidad posible.
Evite los suplementos que no cumplan estos criterios o que tengan dosis mucho más altas de vitamina E, ya que más no es necesariamente mejor y puede ser contraproducente. Para una mejor absorción, es ideal tomar vitamina E con una fuente de grasa saludable, como el aceite de coco, ya que la vitamina E es liposoluble. Los estudios demuestran que si se consume sin grasa, el cuerpo solo podrá absorber alrededor del 10 % del contenido de vitamina E en un suplemento.15
🔍Fuentes y Referencias
- 1 USA Today, April 1, 2023
- 2 StatPearls [Internet]. Vitamin E Deficiency
- 3 Oregon State University, Vitamin E
- 4 NIH ODS, Vitamin E
- 5, 7, 9, 10, 11 Vasc Biol. 2024 Jun 3;6(1):e240002
- 6, 8, 12, 13, 14 The Journal of Nutrition. Volume 154, Issue 2, February 2024, Pages 498-504
- 15 Science Daily, October 7, 2015