📝HISTORIA EN BREVE
- Los aceites vegetales y de semillas, como el aceite de soya, canola, girasol, semilla de uva, maíz, cártamo, cacahuate y salvado de arroz, tienen una gran cantidad de ácido linoleico (AL) omega-6, el cual podría afectar el metabolismo cuando se consume en exceso. Consumir más de 10 gramos de ácido linoleico al día podría causarle problemas
- Los aceites de semillas promueven la inflamación y oxidación en el cuerpo. Esta oxidación provoca una disfunción mitocondrial que favorece el proceso de la enfermedad
- Se ha demostrado que el aceite de soya provoca cambios genéticos en el cerebro de ratones. Esto ocurrió tanto con el aceite de soya normal como con el aceite de soya modificado para tener un bajo contenido de AL. Ambos provocaron efectos considerables en el hipotálamo, el cual regula el metabolismo y las respuestas al estrés
- El estudio encontró que el aceite de soya afectó a alrededor de 100 genes en los ratones, incluyendo a un gen que produce oxitocina, también conocida como la "hormona del amor". Estos cambios podrían influir en el metabolismo energético, la función del cerebro y en enfermedades como el autismo y párkinson
- El aceite de oliva y de aguacate a menudo son adulterados con aceites de semillas más baratos, e incluso el aceite de oliva puro contiene una gran cantidad de AL. Si consume aceite de oliva, lo ideal es limitarlo a 1 cucharada o menos al día
Por el Dr. Mercola
El tipo de aceite que utiliza puede hacer una gran diferencia en su salud. A menudo advierto contra el uso de aceite de soya. El aceite de soya parcialmente hidrogenado no sólo tiene una gran cantidad de grasas trans, las cuales podrían tener una relación con enfermedades del corazón,1 sino que también es una fuente de ácido linoleico (AL) omega-6, que es muy susceptible a la oxidación y que por lo regular proviene de semillas transgénicas.
El problema surge cuando comienza a digerir esta grasa, ya que se descompone en subcomponentes dañinos, como los productos finales de la lipoxidación avanzada (ALE) y los metabolitos oxidados de AL (OXLAM), que pueden provocar daños significativos a nivel celular. Por ejemplo, el 4HNE, que es un tipo de ALE, es un mutágeno conocido por provocar daños en el ADN. Los estudios demuestran que existe una correlación entre los niveles elevados de 4HNE y la insuficiencia cardíaca.
Además, el AL se descompone más rápido en 4HNE cuando se calienta.2 Esta es una de las razones principales por las que los cardiólogos recomiendan evitar los alimentos fritos. Los ALE y OXLAM también influyen en gran medida en el desarrollo del cáncer y de las enfermedades del corazón.
El aceite de soya rico en AL tiene relación con la obesidad y la diabetes
En 2015, investigadores de la UC Riverside encontraron que el aceite de soya provocó obesidad, resistencia a la insulina, diabetes e hígado graso en ratones.3 Dos años más tarde se demostró que el aceite de soya modificado para ser bajo en AL, provocó menos obesidad y resistencia a la insulina que el aceite de soya común.4
“La creencia es que la grasa saturada es mala y la grasa insaturada es buena. El aceite de soya es una grasa poliinsaturada, pero nunca se ha demostrado que es bueno para la salud”. ~ Frances Sladek, toxicóloga de UC Riverside
En 2020, los mismos investigadores publicaron un estudio 5,6 que demuestra que el aceite de soya, ya sea modificado o normal, provocó cambios genéticos en los cerebros de los ratones. Sin embargo, esta vez el AL no fue el culpable principal.
El aceite de soya podría tener relación con cambios genéticos en el cerebro
En este estudio, 7 los investigadores compararon alimentaciones ricas en tres tipos de grasa.
- Aceite de soya, que tiene un gran contenido de AL
- Aceite de soya modificado para ser bajo en AL
- Aceite de coco
En lo personal, pensé que el AL produciría los efectos dañinos, pero no fue así. Los investigadores encontraron otra razón más para evitar los productos de soya. De acuerdo con la UC Riverside: 8
"... los investigadores no encontraron ninguna diferencia entre los efectos en el cerebro del aceite de soya modificado y no modificado. Los científicos encontraron que el aceite de soya provocó efectos en el hipotálamo, el cual se encarga de diversos procesos críticos.
‘El hipotálamo regula el peso corporal a través del metabolismo, mantiene la temperatura corporal y es esencial para la reproducción, el crecimiento físico y la respuesta al estrés’, dijo Margarita Curras-Collazo, profesora asociada de neurociencia de la UC Riverside y autora principal del estudio.
Los investigadores encontraron que el aceite de soya afectó diversos genes en los ratones. Uno de esos genes produce oxitocina, también conocida como la hormona del "amor". El aceite de soya disminuyó los niveles de oxitocina en el hipotálamo de los ratones.
Los investigadores descubrieron que el aceite de soya también afectó a otros 100 genes. Estos cambios podrían influir en el metabolismo energético, la función del cerebro y en enfermedades como el autismo y párkinson ...
El equipo de investigación aún no determina qué componentes son los responsables de los cambios en el hipotálamo. Pero descartaron dos opciones.
No es ácido linoleico, ya que el aceite modificado también alteró los genes, ni es estigmasterol, que es una sustancia química similar al colesterol y que se encuentra de forma natural en el aceite de soya. Los investigadores mencionan que es fundamental identificar los componentes responsables de los efectos negativos...
'La creencia es que la grasa saturada es mala y que la grasa no saturada es buena. El aceite de soya es una grasa poliinsaturada, pero nunca se ha demostrado que es bueno para la salud', dijo Frances Sladek, toxicóloga de la UC Riverside.
De hecho, el aceite de coco, el cual contiene grasas saturadas, produjo muy pocos cambios en los genes del hipotálamo. 'Mi recomendación es reducir el consumo de aceite de soya", dijo Poonamjot Deol, científica asistente de proyectos...'".
Los aceites de semillas son uno de los ingredientes más dañinos en las alimentaciones modernas
Aunque el estudio de la UC Riverside mencionó que los cambios genéticos en el cerebro solo son provocados por el aceite de soya, hay muchas investigaciones que demuestran que los aceites vegetales, también conocidos como aceites de semillas, son algunos de los alimentos más dañinos que existen.
El Dr. Chris Knobbe9, oftalmólogo y presidente de Cure AMD Foundation, que es una organización sin fines de lucro que se dedica a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad (AMD), explica por qué los aceites de semillas son uno de los culpables principales de las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, la obesidad, el cáncer y la diabetes.
En el siglo XIX casi no había enfermedades cardíacas, sin embargo, hoy en día son una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos.10 Lo mismo ocurre con el cáncer, que en 1811 solo se relacionó con un 0.5 % de las muertes y en 1900 con un 5.8 %, pero en 2010 esta cifra incrementó a más del 31 %.11
La diabetes también presenta un patrón similar, ya que en el siglo XIX pocos sabían de esta enfermedad, que en 1935 tenía una prevalencia del 0.37 %, pero en un periodo de 85 años tuvo un gran incremento y para el 2020 el índice ya era del 10.5 %.
¿Qué pasó con la obesidad? La misma historia. En el siglo XIX, la obesidad solo tenía una prevalencia del 1.2 %, pero en 115 años se multiplicó por 33 y en 2015 alcanzó el 39.8 %.12 Por otro lado, en 1990 el 24 % de los adultos tenían síndrome metabólico, que es una combinación de presión arterial alta, dislipidemia, resistencia a la insulina, hiperglucemia y obesidad visceral.
Para 2015, el 88 % de los adultos tenían niveles elevados de alguno o de todos los criterios de la salud metabólica, es decir, la glucosa, los triglicéridos, el colesterol HDL, la presión arterial y la circunferencia de la cintura.13
Lo mismo ocurrió con la degeneración macular y la osteoartritis, lo que llevó al Dr. Chris a preguntarse: "¿Qué era tan común en esa época que podría haber provocado estos cambios?" La respuesta: la llegada de cuatro alimentos procesados, el azúcar, los aceites de semillas, la harina refinada y las grasas trans.
Los aceites de semillas promueven la inflamación
El problema con los aceites de semillas es que promueven la inflamación14 y aumentan el daño oxidativo en su cuerpo. Este estrés oxidativo provoca una disfunción mitocondrial que luego favorece el proceso de la enfermedad. Varios estudios15,16,17,18,19,20,21 han comprobado esto.
Los OXLAM (metabolitos de AL) también son citotóxicos, genotóxicos, mutagénicos, cancerígenos, trombogénicos, aterogénicos y obesogénicos.22 Además, también está el problema de la toxicidad directa de los pesticidas y herbicidas.
La mayoría de los aceites vegetales, en especial de canola, maíz y soya, están hechos con cultivos genéticamente modificados y, por lo tanto, aumentan la exposición al glifosato tóxico. De acuerdo con el Dr. Chris, la razón por la que, sin importar su toxicidad, aún forman parte del suministro de alimentos, es que no se trata de venenos biológicos sino crónicos.23
Los aceites de semillas llegaron a la alimentación de los Estados Unidos en 1866. En 2010, ya representaban el 32 % de la alimentación, lo que equivale a 80 gramos por persona al día.24 A modo de comparación, en 1865 la mayoría de las personas obtenía alrededor del 2 % al 3 % de su consumo calórico del omega-6 de la mantequilla, la manteca de cerdo y el sebo de res.
En el pasado, los animales tenían niveles muy bajos de omega-6, pero esto cambió cuando comenzaron a criarse en operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés). La carne de cerdo de CAFO puede contener hasta un 20 % de grasas omega-6, ya que se les brinda una alimentación rica en granos omega-6.25 El impacto de este cambio en la alimentación ha sido muy grande.
Hoy en día, las grasas omega-6 representan entre el 20 % y 30 % de las calorías diarias de una persona promedio, y el 80 % son AL. En lugar de 80 gramos al día, lo ideal es consumir menos de 7. Eso es lo que consumían nuestros antepasados hace apenas 150 años.
De acuerdo con un informe de Jeff Nobbs,26 en Estados Unidos, 6 de cada 10 personas padecen alguna enfermedad crónica, y las enfermedades cardíacas, el asma, el cáncer y la diabetes han aumentado un 700 % desde 1935. Según las guías convencionales para reducir las grasas saturadas y el sodio, ahora, las personas fuman y beben menos, hacen más ejercicio y comen "de manera más saludable". Jeff también cree que los aceites de semillas son una de las razones por las que las personas desarrollan tantas enfermedades.
Los aceites de semillas afectan la salud de diversas maneras
Además de la oxidación, la inflamación y la disfunción mitocondrial, los aceites de semillas y vegetales, como el aceite de soya, también dañan la salud de otras maneras, por ejemplo:27
Dañan el endotelio (que es un conjunto de células
que recubren los vasos sanguíneos) y provocan que el LDL y las partículas de
lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) entren al subendotelio.28 En otras palabras, estos aceites se adhieren a las
membranas de las células y mitocondrias, y una vez que estas membranas se
dañan, se crea un entorno ideal para múltiples problemas de salud. Dado que
su vida media es de 600 a 680 días,29 puede tardar años en
eliminarlos del cuerpo. También se adhieren a los tejidos del corazón y
cerebro. Esto podría afectar la memoria y aumentar el riesgo de alzhéimer. El
aceite de canola se ha relacionado con el alzhéimer. 30 |
Aumentan la permeabilidad de las membranas
celulares, lo que permite que entren cosas que no deberían. |
Hacen que las membranas celulares sean menos
fluidas, lo que afecta a los transportadores de hormonas y ralentiza la tasa
metabólica. |
Inhiben la cardiolipina,31 la cual es una
grasa importante en la membrana interna de las mitocondrias que necesita
grasas no dañadas para funcionar de manera óptima y mejorar el funcionamiento
de la cadena de transporte de electrones y la producción de ATP. La cardiolipina también funciona como una alarma
celular que provoca la apoptosis (muerte celular), ya que envía señales a la
caspasa-3 cuando hay algo malo en la célula. Si la cardiolipina no tiene la
cantidad suficiente de DHA, no puede enviar estas señales a la caspasa-3 y,
por lo tanto, no ocurre la apoptosis. Como resultado, las células
disfuncionales crecen y podrían convertirse en células cancerígenas. |
Inhiben la eliminación de células senescentes, es
decir, células envejecidas o dañadas que han perdido la capacidad de
reproducirse, y producen citocinas inflamatorias que aceleran la enfermedad y
el envejecimiento. |
Eliminan el glutatión (el cual produce enzimas
antioxidantes) del hígado, lo que disminuye sus defensas antioxidantes.32 |
Inhiben la delta-6 desaturasa (delta-6), la cual es
una enzima que influye en la conversión de omega-3 de cadena corta a omega-3
de cadena más larga en el hígado.33 |
Afectan la función del sistema inmunológico y
aumentan la mortalidad por COVID-19. Por el contrario, las grasas saturadas
podrían disminuir el riesgo de muerte.34 Los autores del estudio
indicaron que las grasas no saturadas "provocan lesiones y problemas en
los órganos de forma similar al COVID-19". De manera más específica, se sabe que las grasas
insaturadas provocan pancreatitis aguda lipotóxica, así como sepsis y la
falla multisistémica de órganos que se presenta en casos graves de COVID-19.
En resumen, el ácido linoleico contribuye al efecto dominó inflamatorio que
mata a algunas personas con COVID-19. |
Hace que sus células grasas sean más sensibles a la
insulina, lo que provoca resistencia a la insulina.35 |
Cómo evitar estas grasas peligrosas
Teniendo en cuenta el daño inmenso que provocan, eliminar los aceites vegetales y de semillas de su alimentación es, sin duda alguna, el primer paso para mejorar su salud. Esto incluye al aceite de soya, canola, girasol, semilla de uva, maíz, cártamo, cacahuate y salvado de arroz.
Además, tenga cuidado con el aceite de oliva y de aguacate, ya que ambos suelen estar adulterados con aceites de semillas más baratos. Dicho lo anterior, incluso el aceite de oliva puro y el de aguacate tienen una concentración muy elevada de AL. Si es igual que yo, que tiene el hábito de consumir aceite de oliva, le recomiendo que limite su consumo a 1 cucharada o menos al día. Desde mi punto de vista, el aceite de oliva no es una panacea mágica, y si ya consume 80 gramos de AL por día, solo empeorará su salud.
No solo tiene que evitar cocinar con ellos, también debe evitar los alimentos procesados, los condimentos, las comidas rápidas y las de restaurantes. Si decide comer fuera de casa, tenga en cuenta que su comida contendrá cantidades poco saludables de aceites de semillas, ya que la mayoría de los alimentos de los restaurantes se cocinan con estos aceites.
Los alimentos fritos, los aderezos y las salsas tienden a ser los principales. Su mejor opción es preparar la mayoría de sus comidas en casa, para que sepa lo que está comiendo y, en el caso de los aceites de semillas, lo que incluyen sus alimentos.
La carne de pollo y de cerdo criados de forma convencional también tienen un alto contenido de AL, así que es mejor evitarlos. Como lo mencione, los animales de CAFO son alimentados con granos, como el maíz, y como resultado su carne tiene un alto contenido de AL.
Consumo ideal de ácido linoleico
En la actualidad, muchas personas saben que su proporción de omega-6 a omega-3 es muy importante, y que debería ser de 1 a 1 o incluso de 4 a 1, pero solo aumentar su consumo de omega-3 no contrarrestará el daño provocado por el exceso de AL. Es necesario disminuir los niveles de omega-6 para evitar daños.
Lo ideal es menos de 7 gramos al día, que es lo que consumían nuestros antepasados antes de estas condiciones de salud crónicas, como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Si el aceite de oliva lo pone por encima del límite, considere cocinar con sebo de res o manteca de cerdo.
Para determinar la cantidad de AL que consume al día, puede utilizar la aplicación Cronometer que, además de ser gratis, le ayuda a registrar su consumo total de nutrientes. Es importante pesar los alimentos con una báscula digital para que pueda ingresar el peso más exacto.
El rastreador Cronometer le dirá cuánto omega-6 obtiene de sus alimentos, y el 90 % de esa cantidad es AL. Más de 10 gramos podría causarle problemas.
🔍Fuentes y Referencias
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- 2 Science Daily February 22, 2012
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- 11 YouTube, Omega-6 Apocalypse 2, Chris Knobbe August 25, 2021, 8:26
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