📝HISTORIA EN BREVE

  • La tiroides es el regulador maestro del metabolismo e influye en muchos aspectos de la salud, incluyendo la producción de energía, la digestión, el sueño y las hormonas, solo por mencionar algunos. Mantener su tiroides en óptimas condiciones le da a su cuerpo la energía que necesita para que todos sus sistemas funcionen de forma correcta
  • La falta de energía activa los mecanismos de supervivencia, y para conservar la poca energía, comienza a regular de forma descendente algunos procesos “no esenciales”, como el crecimiento del cabello y las uñas. En otras palabras, no se trata de un mal funcionamiento, sino de un mecanismo de adaptación del cuerpo
  • Cuando su tiroides no funciona de forma correcta se producen síntomas como problemas de peso, trastornos digestivos, cambios cognitivos y fallas en los procesos de desintoxicación del cuerpo
  • La temperatura corporal y el pulso dice muchos sobre la salud de la tiroides y el metabolismo. Tener rangos bajos podría ser señal de una disfunción metabólica que debe corregirse lo antes posible
  • Algunas estrategias para reforzar la salud de la tiroides incluyen: consumir suficientes calorías y carbohidratos saludables, moderar el consumo de proteínas, limitar los PUFA y controlar factores como el estrés y la dominancia del estrógeno

🩺Por Ashley Armstrong, autora invitada

El sistema tiroideo se encarga de regular el metabolismo del cuerpo y, a pesar de su importancia, no suele recibir la atención que merece.

La hormona tiroidea, sobre todo su forma activa T3, se considera el regulador maestro del metabolismo. Piense en esta hormona como el interruptor que activa las fuentes de energía de su cuerpo: las mitocondrias. Cada célula de su cuerpo depende de la hormona tiroidea para regular su metabolismo, por lo que la función tiroidea influye en todos los sistemas de su cuerpo.

El cuerpo depende de esta energía para funcionar de forma correcta, por lo tanto, cuando no tiene suficiente, activa el modo de ahorro de energía, en el que se les da prioridad a las funciones esenciales para sobrevivir. Mientras tanto, los procesos no esenciales, como fortalecer el cabello y las uñas, se consideran "secundarias" y solo se refuerzan cuando hay suficiente energía.

En otras palabras, no se trata de un mal funcionamiento, sino de un mecanismo de protección del cuerpo. ¿Qué hace cuando ya casi no tiene gasolina? Disminuye la velocidad para no desperdiciarla ¿no? Pues lo mismo hace su cuerpo cuando sus recursos son limitados.

Cuando su tiroides y su metabolismo están en óptimas condiciones, su cuerpo cuenta con la energía suficiente para que todos sus sistemas reciban el refuerzo que necesitan para funcionar de forma correcta. Esto significa que se sentirá lleno de vitalidad, pensará con claridad, digerirá mejor sus alimentos, dormirá mejor y mantendrá un equilibrio saludable entre sus hormonas.

¿Por qué? Porque producir suficiente energía sistémica le da a su cuerpo los recursos que necesita para funcionar de forma óptima. Cuando la tiroides se ralentiza significa que el cuerpo activó su modo de adaptación inteligente para ahorrar energía, ya que no tiene recursos suficientes, o bien, hay algún problema en los sistemas que se encargan de producir energía.

Sin embargo, cuando su cuerpo activa el estado de ahorro de energía debido a que el metabolismo no funciona de forma correcta, se produce un efecto negativo en la actividad enzimática de todos los sistemas. Algunas de las señales más comunes incluyen:

Problemas digestivos

Sensibilidades alimentarias

Mala función inmunológica

Problemas de peso

Resistencia a la insulina

Cambios cognitivos

Problemas en los procesos de desintoxicación

Niveles elevados de colesterol

Mala función endotelial

El Dr. Broda Barnes explicó la complejidad de los problemas de tiroides diciendo que "no existe ningún síntoma universal para un metabolismo lento". Esto significa que los síntomas varían mucho de una persona a otra y, por lo general, se manifiestan en el punto más vulnerable de la salud.

Sin embargo, no todas son malas noticias. Este estado puede revertirse con cambios específicos en el estilo de vida y la alimentación, lo que se conoce como un enfoque prometabólico. Como dijo el Dr. Ray Peat:

“El objetivo principal es mantener la tasa metabólica elevada y hay muchas maneras de hacerlo”.

No olvide que el cuerpo tiene una capacidad innata para curarse. Si le da las herramientas adecuadas restaurará y optimizará la función metabólica.

En esta guía completa hablaremos a detalle sobre la importancia de la tiroides en todos los aspectos de su salud, así como de estrategias simples para determinar el estado de su tiroides y, lo más importante de todo, enfoques naturales para optimizar su función tiroidea.

La importancia del sistema tiroideo

Pero ¿qué es la tiroides? La mayoría de las personas relacionan la salud de la tiroides con una glándula en forma de mariposa que se encuentra en el cuello. Sin embargo, el sistema tiroideo es mucho más complejo y su función influye en todos los aspectos de la salud. En realidad, es una red compleja que afecta cada célula y que actúa como el regulador maestro del metabolismo, lo que significa que controla la forma en la que se produce y utiliza la energía de todo su cuerpo.

El sistema tiroideo podría considerarse una fábrica muy sofisticada que depende de cuatro departamentos esenciales: el departamento de producción, los centros de conversión, la red de transporte y los usuarios finales.

1. Departamento de producción (glándula tiroides): la glándula tiroides contiene folículos, que son las estructuras que se encargan de producir y almacenar las hormonas tiroideas. Estos folículos toman el yodo del torrente sanguíneo y lo combinan con el aminoácido tirosina para producir las hormonas tiroideas.

La hormona que más se produce en la glándula tiroides es la T4 (tiroxina), que se considera una forma inactiva de la hormona tiroidea porque su actividad biológica es mínima. La hormona estimulante de la tiroides o TSH, que es segregada por la glándula pituitaria en respuesta a las señales del hipotálamo, regula la producción y liberación de la T4.

La hormona que más se produce en la glándula tiroides es la T4 (tiroxina), que se considera una forma inactiva de la hormona tiroidea porque su actividad biológica es mínima. La hormona estimulante de la tiroides o TSH, que es segregada por la glándula pituitaria en respuesta a las señales del hipotálamo, regula la producción y liberación de la T4.

2. Centros de conversión (sobre todo el hígado): la T4 funciona como una prohormona, en otras palabras, es una molécula precursora que debe convertirse en su forma activa (T3) para producir efectos metabólicos. Después de que la glándula tiroides produce y libera T4 en el torrente sanguíneo, varios tejidos, sobre todo el hígado, la transforman en formas más activas. La T4 se transforma en formas más activas a través de dos vías principales:

  • Vía activa: que la transforma en T3 (hormona tiroidea activa)
  • Vía inactiva: que la transforma en T3 inversa (rT3, hormona antitiroidea)

Aunque ambos procesos se producen de manera simultánea, el equilibrio entre ellos es crucial. Los niveles elevados de T3 optimizan la producción de energía, mientras que los niveles elevados de rT3 son una señal de un metabolismo lento. Este equilibrio es fundamental para mantener un peso saludable, ya que un metabolismo lento tiende a hacer que suba de peso. Además, la T3 influye mucho en la producción de energía celular, ya que:

  • Mejora la expresión de genes que participan en la cadena de transporte de electrones (ETC)
  • Estimula la actividad de las enzimas ETC, en particular los complejos I, III y IV
  • Optimiza la función mitocondrial, lo que incrementa la producción de ATP

Alrededor del 20 % de la T3 se produce en la glándula tiroides, mientras que el 80 % restante se crea en los tejidos periféricos a través de la conversión enzimática de T4 en T3.

3. Red de transporte (torrente sanguíneo): si bien la producción de hormonas tiroideas es crucial, su efectividad depende de la forma en que se transporta a través del cuerpo. Digamos que es un sistema de administración sofisticado y no basta con producir T3 y T4, es fundamental llevarlas de forma segura hasta sus destinos celulares para cumplir sus funciones metabólicas.

Los efectos positivos de las hormonas tiroideas comienzan cuando la T3 se une a los receptores nucleares dentro de las células. Los transportadores de proteínas especiales son el servicio de enlace molecular y controlan la cantidad de hormona tiroidea que entra en cada célula. Estos transportadores determinan la biodisponibilidad de la hormona, es decir, cuánta hormona activa hay para que las células la utilicen.

Esto significa que su cuerpo podría producir suficiente hormona tiroidea, pero sin un transporte adecuado, es como tener un almacén lleno, pero sin camiones de reparto para distribuirlos.

El sistema de transporte actúa como un punto de control crítico en la función de la hormona tiroidea, que determina la efectividad con la que las células pueden acceder y utilizar estos reguladores metabólicos vitales.

4. Usuarios finales (sus células): si bien es esencial producir la cantidad adecuada de hormona tiroidea, la verdadera medida de la salud de la tiroides radica en la efectividad con la que las células utilizan la T3. Es la cantidad de T3 que entra en sus células para que puedan utilizarla, lo que:

  • Acelera la tasa metabólica
  • Estimula la producción de energía
  • Mejora la función de las células

Existen varios factores que pueden influir en la forma en que las células responden a la hormona tiroidea circulante. Por ejemplo, los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) reducen la disponibilidad de T3 en las células, un tema que analizaremos a detalle más adelante.

Recuerde que tener una función tiroidea óptima no solo depende de cuántas hormonas produce, sino de qué tan bien las utilizan sus células. Incluso si tiene niveles óptimos de hormona tiroidea, si sus células no pueden utilizar de forma efectiva la T3, no experimentará los beneficios.

Estrategias simples para determinar el estado de su tiroides

Aunque los análisis de sangre proporcionan información útil, no muestran el panorama completo. Es posible que tenga niveles "normales" de tiroides en sus análisis de sangre y que, al mismo tiempo, su metabolismo no funcione de forma correcta a nivel celular.

La mayoría de los médicos basan sus recomendaciones en los niveles de TSH (hormona estimulante de la tiroides). Según la medicina convencional, un nivel elevado de TSH significa que la tiroides no puede satisfacer la demanda, y que un nivel normal de TSH demuestra una buena función tiroidea. No obstante, este enfoque ignora muchos factores cruciales, por ejemplo:

  • La T4 debe convertirse en T3 activa para poder utilizarse
  • Incluso con niveles "normales" de TSH, es posible que la T4 no se convierta en T3
  • Tener niveles bajos de TSH no siempre significa que tiene hipotiroidismo

Es mejor realizar un panel tiroideo completo que analice los niveles de TSH, T3, T4 y rT3. Lo ideal es que se realice un análisis completo que muestre lo siguiente:

  • Niveles bajos de TSH
  • Niveles de T3 en el rango superior
  • Niveles de rT3 en el rango inferior
  • Niveles moderados de T4

Sin embargo, incluso si obtiene estos resultados, no es una garantía de que su función tiroidea está en óptimas condiciones. Por ejemplo, las investigaciones demuestran que los niveles de T3 en la sangre pueden ser muy diferentes a los niveles de T3 en los tejidos.1 Además, hay muchos factores que pueden influir en los resultados del análisis, por ejemplo, las enfermedades o infecciones, la falta de sueño y el estrés.

Dos métricas que pueden ayudar a determinar si hay un desequilibrio en su sistema tiroideo son la rT3 y el colesterol. Los niveles de T3 inversa pueden proporcionar información valiosa sobre la función tiroidea. Es normal en pequeñas cantidades, ya que ayudan a reducir de forma natural la hiperactividad de la tiroides. Sin embargo, no es bueno tener niveles elevados de rT3 porque compiten con la T3 por los receptores celulares, bloquean los efectos metabólicos de la T3 y ralentizan la tasa metabólica.

Por su parte, los niveles elevados de colesterol suelen indicar que hay problemas en la función tiroidea,2 algo que se sabe desde hace mucho tiempo, mucho antes de la aparición de las estatinas. Como dijo el Dr. Ray Peat:

"La acumulación de colesterol es una señal clara de que no se convirtió en esteroides, por lo que un nivel elevado de colesterol es un indicador bastante confiable de hipotiroidismo".

Un metabolismo adecuado del colesterol requiere:

  • T3 activa
  • Vitaminas liposolubles
  • Función tiroidea óptima

Esta compleja relación entre el colesterol y la función tiroidea ofrece otra herramienta para evaluar la salud metabólica.

La temperatura y el pulso también dicen mucho sobre la salud metabólica

La forma más sencilla y efectiva de evaluar su tasa metabólica (y determinar si la hormona tiroidea activa está llegando a sus células) es midiendo su temperatura corporal y su pulso, por lo que solo necesitará un termómetro basal y las yemas de los dedos o un oxímetro. Estas métricas simples ofrecen información valiosa del estado de su metabolismo.

Por lo tanto, tener una temperatura corporal más alta significa que su tasa metabólica es elevada, ya que el calor es un subproducto de la producción de energía. Cuando su metabolismo funciona de forma correcta, se reflejará en su temperatura corporal. En pocas palabras: ¡es bueno tener una temperatura elevada! Por el contrario, mantener una temperatura corporal baja y un pulso bajo es una señal de que su metabolismo es lento y de que sus células no funcionan de forma correcta.

Métricas que son señal de un metabolismo saludable

•Temperatura corporal: 97.8 grados °F a 98.6 grados °F (36.5 grados °C a 37 grados °C)3

•Pulso: 75 a 90 bpm4

La temperatura corporal óptima para los sistemas del cuerpo humano es de 98.6 °F (37 °C). ¿Por qué? La temperatura determina la función de las enzimas, que son fundamentales para casi todas las reacciones químicas del cuerpo. Cuando la temperatura es baja, las enzimas se vuelven muy rígidas, lo que ralentiza la velocidad de reacción. Tener una temperatura óptima permite que las reacciones químicas sean más rápidas y efectivas, lo que ayuda a aprovecharlas al máximo.

Con estas temperaturas corporales subóptimas, las personas sobreviven, pero no prosperan. Esto significa que se desactivan los procesos no esenciales, es decir, los que no se consideran críticos para sobrevivir.

Por su parte, el pulso refleja la efectividad con la que la sangre se transporta por el cuerpo para suministrar hormonas y nutrientes, incluyendo la hormona tiroidea, a sus células. Tener un pulso más lento podría ser una señal de que los nutrientes y las hormonas no están llegando hasta sus células, lo que puede afectar la función metabólica.

Antes de que la medicina moderna comenzara a enfocarse en controlar los síntomas con ayuda de productos farmacéuticos, los parámetros de salud básicos, como la temperatura corporal y el pulso, eran la base de los chequeos de salud. En los años 30, los chequeos de salud se basaban en lo siguiente:

Pulso

Temperatura corporal

Niveles de colesterol

Carotenemia (pigmentación de la piel a causa de la alimentación)

Función intestinal

Estado del cabello y de la piel

Muchos de estos marcadores tienen una relación directa con la salud de la tiroides y el metabolismo. Para obtener un panorama completo de su salud metabólica, es importante medir la temperatura corporal y el pulso en diferentes momentos del día. Las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden incrementar la temperatura por las mañanas, lo que podría provocar que no se detecten los problemas subyacentes. Por esa razón, lo ideal es medir la temperatura corporal varias veces al día:

  • Mañana (al despertar): registre la temperatura de referencia.
  • Después de desayunar (30 a 45 minutos después): debería experimentar un incremento, ya que el cuerpo está utilizando los alimentos para producir energía.
  • Mediodía: debería alcanzar un máximo de alrededor de 98.6 grados °F.
  • Noche: debe experimentar una reducción gradual porque su cuerpo se prepara para el descanso.

Pero recuerde que no somos robots y no podemos ser perfectos. Es normal que experimente cambios y caídas ocasionales en su temperatura. De hecho, la temperatura corporal puede disminuir debido al consumo de alcohol, falta de sueño, mucho estrés, ejercicio intenso, infección o enfermedad.

Así que no crea que siempre tendrá 98.6 grados °F al mediodía. Sin embargo, mantener lecturas bajas durante mucho tiempo (y nunca alcanzar los 98.6 grados °F) puede ser una señal de disfunción metabólica. Además de la temperatura corporal y del pulso, hay otros factores que pueden decir mucho sobre la salud del metabolismo. Cuando tiene una tasa metabólica elevada, también suele experimentar lo siguiente:

Deposiciones regulares (1 a 3 veces al día)

Buena calidad del sueño

Cabello y uñas saludables

Piel clara

Niveles adecuados de energía y una estado de ánimo estable

Libido saludable

Apetito saludable

Puede considerar todos estos aspectos para tener un panorama más preciso del estado de su tiroides y metabolismo, y una vez que lo haga podrá implementar las medidas necesarias para optimizarlos.

Refuerce su salud metabólica y restaure su función tiroidea

Después de trabajar con cientos de pacientes, descubrí que mejorar la salud metabólica y restaurar la función tiroidea depende de dos pasos clave: 1) eliminar los bloqueos metabólicos y 2) darle al cuerpo las herramientas que necesita para funcionar de forma correcta. Una vez que lo hacen, la mayoría de las personas experimentan una mejora importante.

• Paso 1: abordar las causas subyacentes: el primer paso y el más importante es hacer cambios específicos en la alimentación y el estilo de vida. Es necesario abordar las causas subyacentes por las que su cuerpo no utiliza de forma correcta la T3 (la hormona tiroidea activa). Por ejemplo:

  • Mala alimentación: no puede darle a su cuerpo alimentos de mala calidad que no contienen nutrientes y esperar que tomar un suplemento haga todo el trabajo.
  • Restricción calórica: comer poco o restringir las calorías durante largos periodos de tiempo no optimizará la función de la tiroides, incluso si toma suplementos. Como dije, es como tener un coche sin gasolina y querer ir rápido. ¡No es saludable consumir menos de 1800 y 2000 calorías durante largos periodos de tiempo!

Para optimizar la salud de su tiroides y metabolismo, debe eliminar los factores que reducen la producción de energía y darle al cuerpo las herramientas que necesita para prosperar.

• Paso 2: darle al cuerpo las herramientas que necesita: el siguiente paso es darle al cuerpo los recursos que necesita para optimizar la función metabólica. Esto incluye consumir suficientes calorías de alimentos nutritivos, controlar el estrés, dormir bien y hacer ejercicio de forma regular.

Hacer de esto un estilo de vida puede ayudar a eliminar los obstáculos que impiden que produzca suficiente energía y crear un entorno en el que su sistema tiroideo pueda funcionar de manera óptima. Ahora le diré cómo implementar estas estrategias de manera efectiva.

Dele a su cuerpo las herramientas que necesita para prosperar

1. Consumir suficientes calorías y micronutrientes para darle al cuerpo el combustible que necesita: las calorías son esenciales para satisfacer las necesidades energéticas del cuerpo y estimular la función tiroidea. Consumir suficientes calorías también ayuda a satisfacer el Consumo Diario Recomendado de micronutrientes esenciales, como vitaminas y minerales.

La función de las hormonas tiroideas depende de los minerales (por ejemplo, selenio, yodo y zinc) y las vitaminas (por ejemplo, vitaminas B y vitaminas liposolubles). Sin embargo, este proceso requiere la cantidad adecuada de energía.

Las calorías son muy importantes porque el cuerpo utiliza los electrones de los alimentos que consume para activar la cadena de transporte de electrones y producir ATP (la fuente principal de energía del cuerpo). Sin suficientes calorías, este proceso no se realiza de forma correcta y eso deteriora el metabolismo y la función tiroidea.

Comer poco o restringir las calorías durante largos periodos de tiempo no optimizará la función de la tiroides, aunque tome suplementos. Como dije antes, es como tener un coche sin gasolina y querer ir rápido. ¡No es saludable consumir menos de 1800 y 2000 calorías durante largos periodos de tiempo!

Es importante que determine en dónde se encuentra su cuerpo en este momento, pero no puede incrementar su consumo de calorías de un día para otro. Por ejemplo, las personas con un metabolismo lento tendrán que comer pocas calorías para mantener su peso. Sin embargo, no consumir suficientes calorías de forma crónica ralentizará su metabolismo.

Entonces, si en este momento come poco, debe comenzar a incrementar de forma gradual su consumo de calorías y mantenerse en movimiento (8000 a 10 000 pasos al día y de 2 a 3 entrenamientos por semana), además de implementar todas las demás recomendaciones que se mencionan en esta guía.

2. Carbohidratos fáciles de digerir: los carbohidratos son fundamentales para convertir la T4 inactiva en la hormona tiroidea activa T3. Consumir pocos carbohidratos o mantener niveles muy bajos de azúcar ralentiza esta conversión, lo que incrementa la producción de T3 inversa (rT3), la cual compite con la T3 e inhibe sus efectos.

Cuando no consume suficientes carbohidratos, el cuerpo lo percibe como una señal de hambruna y activa los mecanismos de protección que regulan de forma descendente la función tiroidea para ahorrar energía.

La solución es simple, consuma más carbohidratos fáciles de digerir. Consumir suficientes carbohidratos promueve la conversión óptima de la hormona tiroidea y la producción de energía.

3. Consumo moderado de aminoácidos: si bien las proteínas son esenciales, consumir en exceso carne muscular (por ejemplo, solo pechuga de pollo) puede ser contraproducente. Esto se debe a que tener niveles elevados de aminoácidos, como el triptófano, la metionina y la cisteína, altera la función tiroidea.5

La carne muscular *no* es "mala", pero es importante mantener un balance adecuado de esos aminoácidos, incluyendo los aminoácidos antiinflamatorios y prometabólicos, como la glicina.

Por lo tanto, es importante que todos los días consuma fuentes nutritivas como huevos, productos lácteos y algo de carne de res para obtener vitaminas B, vitaminas liposolubles y otros nutrientes esenciales. No obstante, también debe consumir las siguientes fuentes de proteínas para obtener los aminoácidos que necesita:

  • Colágeno o gelatina en polvo
  • Caldo de huesos
  • Cortes de carne con alto contenido de gelatina (como pierna, cola o cachete)

Estas fuentes proporcionan glicina y otros aminoácidos beneficiosos que refuerzan la salud de la tiroides y el metabolismo.

Satisfacer estas tres necesidades fundamentales (calorías y micronutrientes adecuados, carbohidratos fáciles de digerir y una cantidad moderada de proteínas), le dará a su cuerpo las herramientas que necesita para optimizar la función metabólica y tiroidea.

¿Cómo acabar con los obstáculos metabólicos?

Para optimizar la salud metabólica y ayudar a que la T3 llegue hasta las células, es fundamental identificar y reducir los "obstáculos" metabólicos, que son factores que inhiben la producción de energía y alteran la función tiroidea. Para lograrlo, es importante hacer lo siguiente:

1. Controlar el estrés: el estrés es una parte inevitable de la vida, pero hay algunas formas de estrés, como el ejercicio, que pueden ser beneficiosas. No obstante, el estrés crónico o los factores estresantes innecesarios (por ejemplo, hacer ejercicio en exceso, comer poco, ayunar durante largos periodos de tiempo o tomar baños de hielo todos los días) pueden dañar la tiroides.

  • Impacto del estrés crónico: el estrés crónico activa el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), lo que estimula la producción de cortisol. Los niveles elevados de cortisol impiden que la T4 se transforme en T3 e incrementa la producción de T3 inversa (rT3), que bloquea los efectos celulares de la T3.
  • Solución: debe enfocarse en reducir los factores estresantes innecesarios y tómese el tiempo para recuperarse y realizar actividades que le ayuden a entrar en un estado de "descanso y digestión" (parasimpático). Esto puede ayudarlo a reforzar su salud tiroidea y metabólica.

2. Limitar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA): las fuentes de grasa de su alimentación influyen mucho en su salud metabólica. Los PUFA, sobre todo el ácido linoleico (omega-6), actúan como obstáculos metabólicos, ya que provocan que las células no puedan aprovechar la hormona tiroidea.

• El efecto de los PUFA en la función tiroidea:

  • Bloquean las proteínas transportadoras de la hormona tiroidea (TBG, TTR, albúmina), lo que reduce el suministro de T3 que llega hasta las células.
  • Alteran las vías de desintoxicación de estrógenos, lo que causa dominancia de estrógenos, que altera aún más la función tiroidea.

• Alimentos que debe limitar:

  • Aceites de semillas o de vegetales
  • Frutos secos y semillas
  • Pollo y cerdo de animales que se crían de forma convencional. Los pollos y los cerdos son animales monogástricos. Por lo tanto, la grasa que consumen de sus alimentos determina el tipo de grasa en su tejido graso. ¡La mayoría de los pollos y cerdos se alimentan a base de dietas con alto contenido de PUFA (sobre todo ácido linoleico)!

• Alimentos que debe consumir:

  • Grasa láctea, mantequilla, sebo, aceite de coco
  • Grasa de res
  • Huevos de gallinas camperas y productos de pollo y cerdo de animales alimentados con pastura

Si no puede conseguir estos alimentos de alta calidad y con menor contenido de PUFA, lo mejor es que limite su consumo de huevos a dos al día y que compre cortes magros de pollo y cerdo.

3.  Abordar la dominancia de estrógenos: existe una relación bidireccional entre la dominancia de estrógenos y la disfunción tiroidea. El exceso de estrógeno incrementa la producción de globulina transportadora de tiroxina (TBG),6 que se une a la T3 y reduce sus niveles.

Los niveles elevados de TBG reducen la cantidad de T3 activa que llega hasta las células, incluso si los niveles totales de T3 parecen normales en los análisis de sangre. La mayoría de las personas con disfunción tiroidea, sobre todo las mujeres, tienen dominancia de estrógenos debido a factores alimentarios y ambientales.

En la actualidad, vivimos una epidemia de exceso de estrógeno que está detrás de las crecientes tasas de cáncer de mama e infertilidad, así como de los problemas de testosterona. Estas son algunas estrategias para reducir la exposición al estrógeno:

  • Limitar la exposición a disruptores endocrinos ambientales (por ejemplo: pesticidas en los alimentos y algunos ingredientes en los productos de cuidado personal)
  • Evitar los alimentos con alto contenido de PUFA y fitoestrógenos (que se describen a mayor detalle en la sección 4)

Por desgracias, los alimentos con alto contenido de PUFA empeoran la dominancia del estrógeno, ya que estos compuestos destruyen la vía natural de desintoxicación de estrógenos en el cuerpo. Los estrógenos se almacenan en la grasa, pero se neutralizan a través de la 2-hidroxilación. Este proceso hace que las moléculas de estrógeno sean más solubles en agua y, por lo tanto, sean más fáciles de eliminar.

"Consumir mucho ácido linoleico y ácido araquidónico inhibe este proceso e incrementa los niveles de 16-alfa-hidroxilación, lo que produce metabolitos que pueden entrar al ciclo redox y producir radicales hidroxilo".7

Limitar el consumo de PUFA (sobre todo ácido linoleico) es fundamental para optimizar la salud metabólica y hormonal.

4. Reducir el consumo de fitoestrógenos: que son compuestos de origen vegetal que imitan al estrógeno en el cuerpo. Una alimentación con alto contenido de fitoestrógenos puede empeorar la dominancia de estrógenos y alterar la función tiroidea.8,9 Según algunos estudios, consumir muchos fitoestrógenos reduce los niveles de progesterona,10 algo que debería evitar, ya que la progesterona ayuda a mantener el estrógeno en equilibrio.

Se sabe que llevar una dieta con alto contenido de fitoestrógenos también incrementa los niveles de rT3.11 Estudios en animales sugieren que las isoflavonas de la soya (un tipo de fitoestrógeno) interfieren con la función tiroidea porque reducen la producción de peroxidasa tiroidea (TPO), una enzima necesaria para sintetizar la hormona tiroidea.

Además, las isoflavonas pueden alterar las actividades de la enzima desyodasa, que son fundamentales para convertir la T4 en T3 activa, lo que afecta el metabolismo de la hormona tiroidea fuera de la glándula tiroides y que incluye mayores niveles de rT3.12

Las isoflavonas también pueden desplazar a las hormonas tiroideas de sus proteínas transportadoras en la sangre, como la globulina transportadora de tiroxina (TBG), lo que reducirá aún más la disponibilidad y la función de la hormona tiroidea.13

La exposición crónica a los fitoestrógenos puede tener un impacto profundo en la salud hormonal y metabólica. Hace poco, investigadores en Japón utilizaron soya para convertir un bagre macho en hembra.14 Alimentos con alto contenido de fitoestrógenos:

  • Productos de soya (leche de soya, tofu, alternativas sin lácteos)
  • Semillas de linaza (que suelen encontrarse en algunos suplementos, panes y productos a base de granos)

Incluso los productos de origen animal (huevos, pollo, cerdo) de animales que se creían con dietas ricas en fitoestrógenos pueden contener niveles elevados de estos compuestos.15 Consumir pequeñas cantidades de estas fuentes durante largos periodos de tiempo puede causar efectos acumulativos. Consumir estas fuentes de fitoestrógenos día tras día, semana tras semana, mes tras mes, causará una acumulación importante.

Limitar el consumo de fitoestrógenos puede reducir la exposición al estrógeno exógeno y mejorar el equilibrio hormonal.

El problema es que muchas de las personas que defienden el consumo de fitoestrógenos se basan en estudios poco confiables. Para entender mejor este tema le recomiendo que consulte el trabajo del Dr. Hobbins16 y del Dr. Ray Peat17, que habla del verdadero impacto de los fitoestrógenos en la salud.

Comprar productos de granjas locales, en lugar de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO), lo ayudará a consumir grasa de alta calidad y a reducir su exposición a los fitoestrógenos. También hay granjas y cooperativas que se preocupan por producir productos de alta calidad y que crían a sus animales con alimentos con bajo contenido de fitoestrógenos y PUFA.

5. Reforzar la salud intestinal: hasta el 20 % del proceso de conversión de T4 a T3 se produce en el intestino. Tener una mala salud intestinal o niveles elevados de endotoxinas pueden obstaculizar este proceso y estimular la producción de rT3. Estrategias para reforzar la salud intestinal:

  • Evitar los alimentos difíciles de digerir, conservadores, gomas y aditivos.
  • Priorizar los alimentos y las preparaciones que mejor se adapten a sus necesidades!
  • Minimizar el consumo de alimentos procesados y con conservadores.
  • Consumir alimentos simples y enteros que mejoren la digestión y la función metabólica.

6. Revisar bien los medicamentos que toma: algunos medicamentos de prescripción pueden afectar la función tiroidea porque incrementan la producción de T4 a rT3 y reducen la producción de T3. (¡No es lo que queremos!) Consulte a su médico para que lo ayude a determinar qué medicamentos podrían tener un impacto negativo en la producción de T3 y los pasos a seguir para dejar de tomarlos de manera segura.

Además, los medicamentos que sólo contienen T4 (por ejemplo, tiroxina) pueden tener efectos antitiroideos en algunas personas.18 Tener niveles elevados de T4 puede estimular la producción excesiva de rT3, lo que contrarresta los beneficios de la T3. Con ayuda de su médico busque alternativas, como la tiroides desecada, que proporciona una combinación de T4 y T3.

Una vez que acabe con estos obstáculos metabólicos, podrá crear un entorno que estimule la función tiroidea y la producción de energía, lo que, a su vez, ayudará a que la T3 llegue hasta sus células.

Resumen

Optimizar la función tiroidea es un proceso que requiere de mucho trabajo. El éxito depende de comprender tanto la ciencia como la aplicación de los principios de la salud de la tiroides. Recuerde que no está corriendo un maratón, así que los beneficios no se producirán de la noche a la mañana, todo dependerá de su constancia.

La clave es comenzar justo donde está, hacer cambios graduales y ver cómo responde su cuerpo. Recuerde que con paciencia y constancia la mayoría de las personas pueden lograr mejoras significativas en su función tiroidea y su salud metabólica.

También considere que los enfoques restrictivos, como evitar los carbohidratos o el ayuno crónico de moda, pueden parecer beneficiosos si se comparan con la dieta occidental promedio. Sin embargo, tendrán consecuencias a largo plazo.

Si lleva una dieta baja en carbohidratos o realiza protocolos de ayuno extremo, y mide su temperatura corporal y el pulso, es muy probable que registre lecturas bajas, lo que es una señal de que su metabolismo no funciona de forma correcta. Esto puede deteriorar los sistemas de su cuerpo y es una señal clara de que está en modo de supervivencia y no de prosperidad. Para reforzar su salud tiroidea y metabólica, implemente las siguientes estrategias:

Consumir suficientes calorías y carbohidratos fáciles de digerir para satisfacer sus necesidades de energía.

Consumir proteínas de origen animal para obtener las vitaminas B esenciales y otros nutrientes.

Consumir colágeno todos los días de fuentes saludables, como caldo de huesos o gelatina en polvo.

Minimizar el consumo de PUFA, sobre todo ácido linoleico (un PUFA omega-6).

Limitar el consumo de fitoestrógenos y reducir la exposición a toxinas ambientales que alteran el sistema endocrino.

Consultar a su médico para que le ayudé a dejar de tomar cualquier suplemento de estrógeno, terapia hormonal o medicamentos de prescripción que interfieran con su función tiroidea y alteren su metabolismo

Consumir comidas balanceadas cada 3 a 6 horas para evitar el ayuno prolongado y mantener niveles de energía estables.

Mantenerse activo, lo ideal es que camine de 8000 a 10 000 pasos por día y entrene de 2 a 4 días por semana de una forma que sea apta para sus necesidades!

Implementar estas estrategias (dándole a su cuerpo las herramientas que necesita para prosperar y eliminando los obstáculos metabólicos), le ayudará a mejorar su salud metabólica y tiroidea a largo plazo, lo que permitirá que su cuerpo funcione en modo de prosperidad.