📝Historia en breve

  • Según el California Teachers Study, la exposición crónica al arsénico en el agua potable, incluso en niveles inferiores a los límites reglamentarios, puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo de cardiopatía isquémica
  • La exposición al arsénico causa estrés oxidativo y disfunción endotelial, que incrementan bastante el riesgo de enfermedades cardíacas, lo que demuestra la necesidad de normas regulatorias más estrictas
  • El daño que causa el arsénico se debe a que deteriora las mitocondrias y altera las enzimas, ya que se une a grupos sulfhidrilo y sustituye el fósforo en reacciones biológicas.
  • Es importante que proteja su salud con estrategias que reduzcan su exposición al arsénico, tales como analizar el agua potable, cambiar su alimentación y utilizar métodos de cocción que reduzcan el contenido de arsénico en alimentos como el arroz
  • Reconocer el daño que causa el arsénico es esencial para desarrollar estrategias de salud pública que ayuden a reducir sus riesgos

🩺Por el Dr. Mercola

Sin saberlo, el agua que bebe podría incrementar su riesgo de enfermedades cardíacas debido a que contiene arsénico. Según un estudio que se publicó en Environmental Health Perspectives,1 esta alarmante posibilidad es más que una mera hipótesis: es una realidad que merece atención.

Las enfermedades cardiovasculares son una de las causas principales de mortalidad en todo el mundo.2 Si bien todos los reflectores apuntan a factores como el tabaquismo, la exposición al arsénico a través del agua potable es otro factor muy importante, aunque poco reconocido. Este elemento tóxico, presente de forma natural en la corteza de la Tierra, ha llegado a los suministros de agua de varias regiones, incluyendo partes de Estados Unidos, lo que representa una amenaza oculta para la salud del corazón.

Tal vez piense que los límites reglamentarios actuales sobre el arsénico en el agua son suficientes para proteger su salud. Pero, el California Teachers Study descubrió que incluso los niveles de arsénico por debajo del nivel máximo federal permitido de 10 microgramos por litro (µg/l) incrementan el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica.3

Esta investigación demuestra el problema que existe en nuestras normas de seguridad actuales, y sugiere que lo que se considera “seguro” en realidad no lo es tanto, al menos con respecto al riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El arsénico en el agua incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas

Según un estudio reciente, la exposición crónica al arsénico en el agua potable incrementa bastante el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica en mujeres. Esta investigación, que se realizó como parte del California Teachers Study, monitoreó a casi 100 000 participantes durante más de dos décadas.

Los hallazgos revelaron que las mujeres que se expusieron a niveles de arsénico de entre 5 y 10 microgramos por litro tenían un riesgo entre 18 % y un 20 % mayor de desarrollar enfermedad cardíaca isquémica que las mujeres con una exposición inferior a 1 microgramo por litro.4 Como se mencionó, incluso las concentraciones de arsénico por debajo del nivel máximo federal de 10 microgramos por litro se relacionaron con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

El estudio también analizó los efectos del arsénico en el cuerpo. Se descubrió que la exposición al arsénico causa estrés oxidativo y disfunción endotelial. El estrés oxidativo se produce cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes, lo que daña las células. Mientras que la disfunción endotelial se refiere a los problemas en el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, que ayuda a mantener una buena salud vascular.

Estos dos factores influyen en el desarrollo de aterosclerosis, una enfermedad en la que las arterias se obstruyen con sustancias grasas, y la hipertensión, ambos problemas incrementan el riesgo de enfermedades cardíacas.

Además, la investigación demuestra la necesidad de establecer normas más estrictas sobre los niveles de arsénico en el agua potable. Los límites actuales no son suficientes para prevenir los riesgos cardiovasculares a largo plazo, en especial si consideramos que una gran parte de la población se expone a niveles de arsénico que representan una amenaza para la salud. Este estudio también demuestra la urgencia por reducir las concentraciones aceptables de arsénico en los suministros de agua con el fin de proteger la salud pública.

Este estudio identifica el arsénico como un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares y abre el camino para nuevas políticas e intervenciones para reducir la exposición al arsénico en las comunidades. El garantizar un suministro de agua más limpio y seguro, así como crear conciencia sobre las fuentes y los efectos del arsénico ayudará a reducir los riesgos que se relacionan con la exposición a este elemento tóxico, lo que en última instancia protegerá y mejorará la salud cardíaca de la población.5

Los mecanismos de daño del arsénico

Otro estudio descubrió que el arsénico altera una serie de enzimas esenciales cuando se une a los grupos sulfhidrilo. Estos grupos ayudan a que muchas enzimas que participan en reacciones bioquímicas vitales funcionen de forma correcta. Cuando el arsénico se une a estos grupos, altera la estructura de la enzima y altera su función, lo que causa un colapso en varios procesos metabólicos.6

El arsénico también sustituye al fósforo en muchas reacciones biológicas. El fósforo es un componente esencial del ATP, el ADN y otras moléculas que son vitales para la energía y la replicación celular.7 El arsénico imita al fósforo y cuando lo hace, interfiere con sus funciones críticas y causa disfunción celular. Esta sustitución daña la integridad del ADN y altera la producción de energía, lo que mata las células y causa enfermedades crónicas.8

La exposición al arsénico también daña las mitocondrias, que se consideran como las fuentes de energía de las células y ayudan a producir la energía que se requiere para las funciones celulares.9 El arsénico daña las mitocondrias porque inhibe enzimas clave que participan en el ciclo de producción de energía. Esto reduce la disponibilidad de energía para las células y las obliga a trabajar de manera poco eficiente, lo que incrementa producción de subproductos dañinos como los radicales libres.10

Además de alterar las enzimas y la función mitocondrial, el estrés oxidativo a causa del arsénico daña las proteínas, los lípidos y el ADN, lo que produce inflamación e incrementa el riesgo de enfermedades degenerativas, como enfermedades cardíacas, cáncer y artritis.11

Estos mecanismos demuestran el impacto profundo que tiene el arsénico en el cuerpo. Dado que interfiere con los procesos biológicos fundamentales, el arsénico no sólo altera las funciones celulares, sino que también incrementa el riesgo de una serie de enfermedades crónicas.12

Estrategias para limitar su exposición al arsénico

Analizar de forma periódica su agua potable ayuda a garantizar que los niveles de arsénico no superen las normas seguridad. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos recomienda que analice su agua en primavera o principios del verano para detectar de manera temprana una posible contaminación y recomienda que utilice métodos de filtración adecuados para eliminar el arsénico de las fuentes de agua.13

Además de analizar su agua, llevar una alimentación variada y nutritiva es muy importante para minimizar la exposición al arsénico.14 Consumir una variedad de alimentos saludables no solo proporciona nutrientes esenciales, sino que también reduce la acumulación de contaminantes que pueden contener algunos alimentos en específico. Este enfoque equilibrado refuerza todos los aspectos de la salud y al mismo tiempo reduce los riesgos que se relacionan con la exposición al arsénico.

Además, existen estrategias específicas que reducen aún más la exposición al arsénico a través de ciertos alimentos. Por ejemplo, cocinar el arroz con exceso de agua y luego drenarlo, reduce el contenido de arsénico hasta en un 60 %, aunque este método también puede disminuir su valor nutricional.15 Si tiene un bebé, cuide su alimentación y asegúrese de que el cereal de arroz no sea la única fuente de granos para evitar la exposición excesiva al arsénico.

Estas estrategias pueden ayudar a reducir bastante su exposición al arsénico y, al mismo tiempo, reducir todos los riesgos de salud que se relacionan con este elemento tóxico.16 Los análisis periódicos, la variedad en la alimentación y las prácticas culinarias conscientes son la clave para reducir su exposición al arsénico.

Soluciones para reducir los niveles de arsénico en el agua potable

Para proteger la salud de su corazón de la exposición al arsénico en el agua potable, implemente las siguientes medidas:

1. Instalar un sistema de ósmosis inversa: los sistemas de ósmosis inversa (OI) son muy buenos para eliminar el arsénico del suministro de agua. Estos sistemas utilizan una membrana semipermeable para filtrar el arsénico y otros contaminantes, lo que garantiza que el agua que consume esté limpia y sea segura. Invertir en un sistema de ósmosis inversa para su hogar, reduce bastante su exposición a niveles dañinos de arsénico.

2. Analizar de forma periódica la calidad del agua: utilice un kit casero para analizar el agua o haga que un laboratorio certificado analice su agua para determinar los niveles de arsénico. Hacerlo de forma periódica le permitirá tomar medidas oportunas si los niveles son elevados, lo que garantizará que el agua sea segura de consumir.

3. Elegir alternativas seguras para beber agua: si, a pesar de sus esfuerzos de filtración, los niveles de arsénico en su suministro de agua no bajan, considere fuentes alternativas de agua para beber y cocinar. El agua de una fuente local confiable, como un manantial natural, puede ser una opción más segura.

Reduzca su exposición al arsénico para proteger la salud de su corazón

El arsénico en el agua potable representa una gran amenaza para la salud de su corazón, incluso en niveles inferiores a los que establecen las normas de seguridad actuales. Los estudios demuestran que la exposición crónica al arsénico incrementa la probabilidad de desarrollar enfermedad cardíaca isquémica, ya que altera funciones corporales esenciales.

Recuerde que el arsénico se encuentra en el agua potable y en ciertos alimentos, como el arroz. Instalar un sistema de ósmosis inversa también puede ayudar a eliminar el arsénico del agua. Analizar de forma periódica la calidad del agua y elegir alternativas seguras de agua potable minimizan aún más el riesgo de enfermedades cardíacas a causa de la exposición al arsénico.

Tomar medidas proactivas, como llevar una dieta variada y utilizar métodos adecuados para filtrar el agua, le permitirá proteger su salud. Minimizar su exposición al arsénico reducirá bastante su riesgo de enfermedades cardíacas y mejorará todos los aspectos de su salud.