📝Historia en Breve

  • El documental "Pretty Toxic" destaca casos reales con graves consecuencias para la salud, derivadas del uso de productos de cuidado personal seguros y destaca la necesidad de establecer normas de seguridad más estrictas
  • La industria cosmética norteamericana opera bajo una norma mínima con leyes obsoletas que datan de 1938 y sin autoridad de la FDA para retirar productos peligrosos, lo que plantea riesgos para la salud de los consumidores
  • Los ingredientes comunes en los productos de cuidado personal, como ftalatos, parabenos y formaldehído, se relacionaron con graves problemas de salud, incluidos cáncer, problemas reproductivos y alteraciones hormonales
  • Las preocupaciones ambientales surgen de los químicos de los productos de cuidado personal que ingresan a los sistemas de agua, y la contaminación por protector solar impacta a los ecosistemas marinos, en particular los arrecifes de coral
  • Los consumidores pueden tomar decisiones informadas al utilizar recursos como la base de datos Skin Deep de EWG, al mismo tiempo apoyar a las empresas que priorizan la seguridad y la transparencia y abogan por normas más estrictas y educación sobre química verde

🩺Por el Dr. Mercola

"Pretty Toxic" es un documental revelador que expone la impactante falta de normas en la industria de los cosméticos y productos de cuidado personal, junto con las posibles consecuencias para la salud de los consumidores.1

Se espera que la industria mundial de la belleza alcance los 670 800 millones de dólares en 2024.2 No obstante, en los Estados Unidos la industria de cosméticos y productos de cuidado personal opera con una supervisión mínima. Y la controlan tan sólo "dos páginas de ley federal", con un contraste marcado con las 110 páginas que rigen los alimentos y los medicamentos.

La ley federal de alimentos, medicamentos y cosméticas aprobada en 1938 es la encargada de supervisar esta industria, pero, por desgracia es muy obsoleta. Se centra en específico en prevenir productos adulterados o mal etiquetados, no en monitorear ingredientes dañinos.

Lo que es aún más preocupante es que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos carece de autoridad para retirar productos peligrosos del mercado. Dice la congresista Jan Schakowsky en la película: "Tenemos cierta fe en que cuando usamos un champú o un jabón para bebés, alguien en algún lugar se aseguró de que sea adecuado para nuestros hijos, pero eso no sucede".3

La industria de la belleza está plagada de ingredientes venenosos y conflictos de interés

Tras la falta de una supervisión gubernamental sólida, la industria se autoreguló a través de organizaciones tales como el Personal Care Products Council (PCPC) y su panel de Cosmetic Ingredient Review (CIR). No obstante, a estos grupos los financia la propia industria cosmética, lo que plantea serias dudas sobre conflictos de intereses. Así como señala Ken Cook, presidente del Grupo del Trabajo Ambientan (EWG):4

"El PCPC y el CIR no son organizaciones gubernamentales, pero nos resultó muy difícil convencer a los periodistas de que ese era el caso. Al final tuvimos que enviarlos a los sitios en línea de las organizaciones que hacían las normas, donde se dieron cuenta de que el organismo regulador no era una agencia gubernamental. De alguna manera está reconocida por el gobierno y se localizó en la asociación comercial de la industria cosmética.
Lo financió la industria cosmética y el personal fue seleccionado por la industria cosmética. Éstas eran las personas que evaluaban a los ingredientes de los productos de cuidado personal, para ver si eran adecuados".

En el documental se destacan varios químicos que es común hallarlos en productos de cuidado personal:

• Ftalatos: son productos químicos que se utilizan a menudo en fragancias, se asocian a problemas reproductivos.5 defectos de nacimiento y alteraciones hormonales. Es alarmante que en un estudio se hayan encontrado ftalatos en el 75 % de los productos analizados, aunque no figuraban en las etiquetas.6

• Parabenos: estos productos se utilizan como conservadores y tienen propiedades similares a las del estrógeno que aumentan el riesgo de cáncer de mama.

• Formaldehído: se encuentra en algunos productos para alisar el cabello en niveles superiores a los que se usan para embalsamar y es reconocido por ser cancerígeno.

• Metilcloroisotiazolinona (MCI) y metilisotiazolinona (MI): estos conservadores se encuentran en los controvertidos productos capilares WEN, pueden provocar reacciones alérgicas graves y caída severa del cabello.

Asimismo, existe una "laguna jurídica sobre las fragancias", la cual les permite a las empresas ocultar cientos de ingredientes bajo el único término "fragancia" o "perfume" en las etiquetas de los productos. Stacy Malkan, cofundadora de la Campaign for Safe Cosmetics y codirectora de Right to Know de los Estados Unidos, afirma en la película que:7

"La secreta laguna jurídica de las fragancias se debe a que las empresas afirman que se trata de un secreto comercial y por eso no quieren que sus competidores sepan cómo elaboran sus fragancias. No obstante, ese es un argumento obsoleto, pues se puede realizar ingeniería inversa de las fragancias y se puede saber qué contienen. Y cualquier empresa puede hacer eso con cualquiera de sus competidores y es un hecho que lo hacen.
Así que las únicas personas que no saben lo que hay en las fragancias son los consumidores que las ponemos en nuestros cuerpos a partir de todo tipo de productos, no solo perfumes, sino... champú, desodorante, loción, productos para bebés. "Está en todas partes".

Consecuencias trágicas en la vida real

El documental comparte historias desgarradoras sobre personas que sufrieron graves consecuencias para la salud a causa de acciones en apariencia indefensas de productos de cuidado personal:

• Eliana Lawrence: con tan solo 9 años perdió todo el cabello después de usar el Acondicionador Limpiador WEN. Cinco años después, todavía tiene zonas calvas y se volvió muy sensible a muchos productos.

• Hannah Forcier: una joven influencer de las redes sociales cuyo cabello definía su imagen, experimentó una pérdida de cabello devastadora después de usar un alisador. Relata la experiencia:8

"Cuando me di vuelta en la ducha y sentí toda el agua corriendo por mi cabello, trataba de lavarlo y lo comencé a sentir muy grumoso y comenzó a caerse. Podía sentir que se me estaba cayendo, como resbalaba sobre mi espalda y como caía".

La batalla por una normativa más segura para los cosméticos

Queda claro que, el marco regulatorio actual para los productos de cuidado personal en los Estados Unidos es muy inadecuado. Mientras que la Unión Europea prohibió el uso de 1 400 sustancias químicas en cosméticos y Canadá de 600, los Estados Unidos solo ha prohibido 11 desde 1938.9

Bruce Jensen, quien es director ejecutivo de Pure Haven dijo: "Cada día hay más investigaciones científicas que vinculan las sustancias químicas de esos productos con cosas como el cáncer, el Alzheimer y el autismo. Y eso es lo que me da miedo".10 Además, incluso cuando los consumidores intentan tomar decisiones informadas, no pueden encontrar cosméticos y productos de cuidado personal más seguros:

• Ecologismo: muchos productos utilizan términos y envases engañosos para parecer más seguros o más naturales de lo que en verdad son.

• Listas de ingredientes complicadas: el sistema International Nomenclatures of Cosmetic ingredients (INCI) que se usa para etiquetar, dificulta que los consumidores comprendan que contienen sus productos.

• Falta de pruebas previas a la comercialización: a diferencia de los medicamentos, los cosméticos y productos de cuidado personal no requieren pruebas de seguridad antes de llegar a las tiendas.

Es a través de dos cuentas en el Congreso que se busca mejorar las normas de seguridad de los cosméticos La Personal Care Products Safety Act respaldada por la senadora Feinstein y las principales empresas de belleza, propone algunos cambios, pero no indaga a fondo sobre la protección de los consumidores. Por otro lado, la Safe Cosmetics and Personal Care Products Act de 2019 de Schakowsky ofrece protección más sólida.

El proyecto de ley de Schakowsky prohibiría 12 productos químicos nocivos y le solicitará a la FDA evaluar la seguridad de 300 ingredientes cosméticos dentro de los primeros dos años. Por el contrario, el proyecto de ley Feinstein sólo evaluaría entre cinco y diez ingredientes por año. Si bien la legislación es crucial, está claro que la influencia de la industria a menudo diluye estos esfuerzos.

Los productos de cuidado personal y su impacto al medio ambiente

Los químicos en nuestros productos de cuidado personal no sólo afectan al cuerpo, sino que, impactan al medio ambiente. Cuando estos productos llegan al drenaje, entran en contacto con los sistemas de aguas y permanecen en la etapa de tratamiento de estas.

El protector solar es un ejemplo. Tal y como lo señala el documental, "se cree que cada año 14 000 toneladas de protector solar llegan a los océanos". Lo que significa que 82 000 sustancias químicas procedentes de productos de cuidado personal podrían contaminar los mares".11

Dicha contaminación devasta a los ecosistemas marinos, en específico a los arrecifes de coral. Hawái dio un paso audaz al prohibir los protectores solares que contienen oxibenzona y octinoxato, que son sustancias químicas conocidas por dañar a los arrecifes de coral. Éste es un modelo que otras regiones deberían de seguir.

De tal manera que, un obstáculo es que, incluso los químicos no conocen si los productos que crean son nocivos. John Warner quien es un reconocido químico que fundó el Warner Babcock Institute for Green Chemistry, destacó una brecha crítica en la educación en química:12

"Nunca en mi vida tuve una clase, seminario o discusión sobre cómo mirar las moléculas e interpretar si su exposición a los seres humanos o al medio ambiente es dañina o no".

Dicha falta de formación significa que muchos químicos que crean productos no tienen las herramientas para evaluar el posible daño. El trabajo de Warner para integrar los principios de la química verde en la educación es crucial para crear productos más seguros en el futuro.

Empoderar a los consumidores a través de la información

Mientras se necesitan cambios, los consumidores no están cruzados de manos. Las herramientas tales como: la base de datos Skin Deep del Grupo del trabajo ambientan y las aplicaciones como Think Dirty, le permiten a los consumidores elegir de manera informada. De acuerdo con Cook: "el gran cambio es que ahora existe una capacidad de informar y organizar a la gente que antes no teníamos y la gente ya toma decisiones sobre un producto o una categoría a la vez".13

La creciente demanda de productos más seguros hizo que surgieran empresas de belleza naturales y orgánicas de verdad, que lideran el camino, no sólo al crear productos más seguros, sino también en defender normas más estrictas. Mientras tanto, la cuestión de los cosméticos venenosos nos obliga a reconsiderar nuestras nociones de belleza.

El documental plantea preguntas importantes sobre los costos, tanto personales como ambientales, de adherirse a ciertos estándares de belleza. La verdadera belleza no tiene efectos secundarios nocivos. Se trata de ser la mejor versión de uno mismo, lo que incluye priorizar la salud propia y la del planeta.

Avanzar: convocatoria para actuar

El estado actual de la industria de productos de cuidado personal es muy preocupante. La falta de normas importantes en conjunto con los riesgos para la salud que plantean muchos ingredientes comunes, crea una tormenta perfecta para el daño al consumidor.

Queda claro que se necesita una reforma integral de las leyes que rigen esta industria, mientras tanto, insto a que se informe más sobre los productos que usa cada día. Siempre que sea posible, opte por productos con ingredientes más simples y que pueda identificar.

Recuerde que es tan importante lo que pone fuera y dentro del cuerpo. Al tomar decisiones más conscientes sobre sus productos de cuidado personal, puede reducir su exposición a sustancias químicas nocivas y proteger su salud a largo plazo. También podemos hacer lo siguiente para tener cambios importantes:

1. Educarnos: use recursos como la base de datos Skin Deep del Grupo del trabajo ambiental para tomar decisiones informadas sobre los productos que usamos.

2. Votemos con nuestro dinero: apoye a las empresas que priorizan la seguridad y la transparencia en sus ingredientes.

3. Abogue por una mejor educación en química: aliente a las universidades a incorporar los principios de la química verde en sus planes de estudio.

4. Considere el impacto ambiental: elija productos que no sólo sean seguros para nosotros, sino también para nuestro planeta.

5. Reconsideré los estándares de belleza: desafié las normas sociales que priorizan la apariencia sobre la salud.

Tal y como lo señala Warner: "el miedo orilla a comunicarse, pero no a resolver el problema, en caso de que no exista esperanza para solucionarlo". 14 Vayamos más allá del miedo, avancemos para resolver. Al trabajar en conjunto (consumidores, compañías, legisladores y científicos), es posible crear un futuro más seguro y sano para nosotros y el planeta. Llegó el momento de limpiar las leyes y brindar una definición nueva de la belleza que considere a la salud, sustentabilidad y autenticidad sobre todo lo demás.