📝Historia en Breve

  • En Estados Unidos, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la causa principal de muerte en mujeres, y afecta a casi el 44 % de la población femenina (más de 60 millones de mujeres)
  • Un estudio de 30 años que se publicó en agosto de 2024 utilizó tres pruebas de sangre para analizar tres biomarcadores esenciales (PCR de alta sensibilidad, colesterol LDL y Lp(a)) y determinar cómo influyen en la enfermedad cardiovascular a largo plazo
  • La PCR de alta sensibilidad mide la inflamación, el colesterol LDL mide el riesgo de aterosclerosis y la Lp (a) evalúa el riesgo de formación de placa y coagulación de la sangre. Los niveles más bajos de estos biomarcadores son mejores para la salud cardiovascular
  • El estudio encontró que los niveles basales más elevados de los tres biomarcadores tuvieron una relación muy cercana con un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular a 30 años; la prueba PCR-as mostró la relación más fuerte
  • Los investigadores sugieren implementar intervenciones tempranas, entre los 30 y 40 años de edad, para poder disminuir de forma efectiva el riesgo de ECV. A continuación, encontrará estrategias para proteger su salud cardiovascular

🩺Por el Dr. Mercola

En Estados Unidos, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la causa principal de muerte en mujeres. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informan que el 44 % de la población femenina (más de 60 millones de mujeres) padece algún tipo de ECV.1

Las intervenciones tempranas son fundamentales para mitigar el desarrollo e impacto de la ECV, y los estudios recientes,2 los cuales tuvieron el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), encontraron que esto podría lograrse al medir biomarcadores específicos en el torrente sanguíneo para obtener una visión más amplia y a largo plazo del riesgo de enfermedad cardíaca de una persona.

"No podemos tratar lo que no podemos medir", menciono Paul M. Ridker, MD, MPH, uno de los autores del estudio y director del Centro para la Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Brigham and Women's de Boston. "Esperamos que estos hallazgos ayuden a prevenir e identificar de manera temprana las enfermedades del corazón".

Hallazgos de un estudio de 30 años sobre tres biomarcadores de riesgo cardiovascular

El estudio presentado, el cual se publicó en agosto de 2024 en el New England Journal of Medicine3 y expuso en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, analizó tres biomarcadores esenciales: la proteína C reactiva de alta sensibilidad (hs-CRP), el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) y la lipoproteína (a), o Lp (a).

Si bien, estos biomarcadores ya se utilizan para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular en períodos de cinco y diez años, los investigadores quisieron identificar su potencial para evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo. En el estudio participaron 27 939 mujeres sanas de Estados Unidos inscritas en el Estudio de Salud de la Mujer.

Las participantes, que comenzaron el estudio entre 1992 y 1995 a una edad promedio de 55 años, fueron monitoreadas durante 30 años. Al inicio del estudio, los investigadores midieron los niveles de PCR-as, colesterol LDL y Lp(a). El objetivo principal fue rastrear la primera aparición de un evento cardiovascular importante, como ataque cardíaco, revascularización coronaria, derrame cerebral o muerte por causas cardiovasculares.

Para evaluar el riesgo, los investigadores analizaron cómo los niveles de los biomarcadores influyeron en los resultados de la enfermedad cardíaca durante 30 años, en donde consideraron factores como la edad y otros problemas de salud. Durante el período de seguimiento, se produjeron 3 662 eventos cardiovasculares importantes, y el estudio demostró que los niveles basales más elevados de los tres biomarcadores tuvieron un vínculo muy fuerte con un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular a 30 años. De acuerdo con un comunicado de prensa de los NIH:4

"Los investigadores encontraron que las mujeres con los niveles más altos de colesterol LDL tuvieron un riesgo 36 % mayor de enfermedades del corazón. Las mujeres con los niveles más altos de Lp(a) tuvieron un riesgo 33 % mayor, y aquellas con los niveles más altos de PCR un riesgo 70 % mayor.
Cuando se analizaron las tres medidas (colesterol LDL, Lp(a) y PCR) juntas, las participantes con los niveles más elevados tuvieron un riesgo 1.5 veces mayor de derrame cerebral y tres veces mayor de enfermedad cardíaca coronaria, en comparación con las mujeres con los niveles más bajos".

Aunque el estudio5 se centró en mujeres, los investigadores creen que los hombres podrían tener resultados similares. Esto sugiere que utilizar estas pruebas que evalúan los tres biomarcadores podría ayudar de forma significativa a evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la población general, y podría promover la cardiología preventiva para hombres y mujeres.

¿Qué miden estos biomarcadores?

Por lo general, el colesterol LDL se mide para evaluar el riesgo de enfermedad cardíaca, ya que los niveles elevados podrían tener una relación con la aterosclerosis y los eventos cardiovasculares.6 Sin embargo, no siempre es un predictor exacto del riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que es posible tener niveles normales de colesterol total y colesterol LDL y aun así tener un número elevado de partículas LDL, que refleja con mayor precisión la cantidad de partículas LDL que circulan en la sangre.

En pocas palabras, el factor principal de riesgo de enfermedad cardíaca no es la cantidad de colesterol, sino la cantidad de partículas LDL que lo transportan. Una mayor cantidad de partículas LDL aumenta la probabilidad de tener LDL oxidada (oxLDL), que es más aterogénica.

Los niveles de hs-CRP y Lp(a) brindan una mejor evaluación del riesgo de ECV ya que revelan factores de riesgo menos obvios. De hecho, Paul recomienda siempre medir estos parámetros.7 Una prueba de PCR-as mide las proteínas del hígado que se producen en respuesta a la inflamación en el cuerpo.8 La inflamación crónica es una característica de la mayoría de las enfermedades crónicas, incluyendo la ECV. Promueve la formación de placa y la inestabilidad dentro de las arterias.

Los niveles elevados de PCR indican una mayor inflamación y un riesgo más elevado de enfermedades del corazón u otros eventos cardiovasculares como derrame cerebral. Por ende, cuanto más bajo sea su nivel de PCR-as, mejor. Lo ideal es un nivel inferior a 0.7 miligramos por decilitro (mg/dl). Yo mantengo el mío por debajo de 0.2 mg/dl. Los niveles superiores a 3 mg/L podrían tener una relación con un riesgo mayor de eventos cardiovasculares.

La Lp(a) es otro biomarcador importante de la salud cardiovascular. La Lp(a) es un tipo de partícula de colesterol LDL con una proteína llamada apolipoproteína (a), la cual ayuda a que se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos, lo que favorece la formación de placa y coagulación de la sangre. Los niveles elevados podrían tener una relación con un riesgo mayor de aterosclerosis, ataque cardíaco y derrame cerebral.9

En algunos países, la prueba de Lp(a) se utiliza con frecuencia porque tiene un componente genético fuerte. En países como Estados Unidos, donde la prueba de Lp(a) no es estándar, los médicos pueden solicitar pruebas para las personas con alguna enfermedad del corazón o antecedentes familiares de ECV.10 El nivel óptimo de Lp(a) es inferior a 30 mg/dL. Los niveles superiores podrían tener una relación con un riesgo mayor de ECV, incluso en personas con niveles normales de colesterol LDL.11

Bajar los niveles de colesterol con estatinas no es la solución

Si bien, el comunicado de prensa de los NIH12 mencionó que el colesterol LDL se puede tratar con estatinas, no comparto esa idea. Aunque estos medicamentos tan recetados son efectivos para disminuir el colesterol, apenas reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y provocan efectos secundarios importantes, incluyendo un riesgo mayor de diabetes tipo 2.

Cabe recalcar que, si bien, a menudo se culpa al colesterol de la ECV, la realidad es que el colesterol es más un marcador que una causa fundamental. El colesterol en sí no es dañino, de hecho, es muy importante para varias funciones del cuerpo, incluyendo la producción de hormonas y la integridad de la membrana celular.13 El problema viene cuando el colesterol, en especial el LDL, se oxida o daña debido a la inflamación y otras disfunciones metabólicas.

Centrarse en disminuir los niveles de colesterol sin abordar los factores subyacentes que contribuyen a su oxidación no es la solución. La inflamación, mala alimentación, estrés y exposición a toxinas ambientales como los aceites de semillas (que son ricos en ácido linoleico o AL) y alimentos procesados podrían provocar que las partículas LDL se oxiden, lo que las hace más propensas a formar placas. Esta es la razón de porque disminuir el LDL con medicamentos como las estatinas no aborda la causa fundamental de la enfermedad cardíaca.

Abordar la inflamación es esencial

Cada vez más estudios demuestran que la inflamación es un factor importante en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. La inflamación crónica de bajo grado daña el revestimiento de los vasos sanguíneos. Como resultado, su cuerpo envía colesterol al área dañada, de manera similar a cómo se forma una costra sobre una herida. Este proceso promueve la acumulación de placa y un riesgo mayor de coágulos de sangre. De acuerdo con el comunicado de prensa de los NIH:14

"En los últimos años, hemos aprendido más sobre cómo los niveles elevados de inflamación podrían interactuar con los lípidos y aumentar los riesgos de enfermedades cardiovasculares", menciono Ahmed AK. Hasan, MD, Ph.D., médico y director de programas del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) de los NIH. 'Esto ayuda a explicar por qué los niveles más bajos suelen ser mejores'.
Las células inmunitarias, las cuales ayudan al cuerpo a repararse de heridas o infecciones, también pueden detectar el exceso de colesterol en las células o activarse en respuesta a la acumulación de placa y enviar señales inflamatorias. Esto crea un entorno hiperinflamatorio donde se puede formar, agrandar o incluso romper la placa y provocar eventos cardiovasculares”.

El Dr. Marc Siegel, analista médico senior de Fox News y profesor clínico de medicina en el Centro Médico Langone de NYU, dijo para Fox News Digital que la inflamación aumenta hasta en un 70 % el riesgo de enfermedad cardíaca.15 Asimismo, un estudio de enero de 2024 encontró que la inflamación crónica combinada con vivir en situación de pobreza aumenta un 127 % el riesgo de mortalidad por enfermedad cardíaca.16

Si desea saber más sobre cómo la inflamación contribuye a la enfermedad cardíaca y aprender estrategias para disminuirla, puede leer mi artículo titulado:"El sorprendente factor que está detrás de las enfermedades cardíacas, le aseguro que no lo sabía."

Otras estrategias para proteger su salud cardiovascular

Paul sugiere tomar medidas desde los 30 o 40 años para disminuir de forma efectiva el riesgo de enfermedades cardíacas. Las medidas esenciales incluyen realizar alguna actividad física, llevar una alimentación saludable para el corazón, controlar el estrés y dejar de fumar.17 Además de eso, aquí hay otras estrategias para mejorar su salud cardiovascular:

Evitar el uso innecesario de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs): aunque los AINEs como el ibuprofeno y naproxeno son efectivos para reducir la inflamación, también bloquean la COX-2, lo que podría provocar una agregación plaquetaria. En otras palabras, activan el mecanismo de coagulación del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de coágulos de sangre y eventos cardiovasculares.

Evitar los aceites de semillas y alimentos procesados: como lo mencioné, los aceites de semillas son una fuente principal de AL, que, en mi opinión, podría ser mucho más dañino que el azúcar. Consumir demasiado AL se relaciona con casi todas las enfermedades crónicas, incluyendo presión arterial alta, obesidad, resistencia a la insulina y diabetes.

De acuerdo con el Dr. Pablo Saladino, el colesterol LDL ayuda a disminuir los efectos nocivos del AL y otros PUFAs. Esto significa que el LDL muy oxidado podría ser un marcador de un consumo elevado de PUFAs, y son las PUFAs, en especial el AL, las que contribuyen a las enfermedades cardiovasculares.

La mejor forma de prevenir esto es disminuir de forma drástica el consumo de AL al evitar los aceites de semillas y alimentos procesados ​​(que contienen una gran cantidad de dichos aceites), y los alimentos de restaurantes (ya que la mayoría también se cocinan con estos aceites).

Pasar tiempo bajo el sol: la exposición al sol promueve la producción de óxido nítrico (NO), el cual dilata los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial. El óxido nítrico también protege el endotelio y aumenta los niveles de melatonina en las mitocondrias, lo que ayuda a producir más energía celular. No obstante, es importante abordar muy bien la exposición al sol, en especial si su alimentación es rica en aceites de semillas.

Estos aceites llegan a la piel y se oxidan cuando se expone a la luz solar, lo que podría provocar inflamación y daño al ADN y lo hace más propenso a sufrir quemaduras solares. Si lleva una alimentación rica en AL, le recomiendo evitar exponerse al sol hasta que haya reducido su consumo de aceites de semillas durante cuatro a seis meses. Puede aumentar de forma gradual su exposición al sol a medida que disminuya su consumo de AL. Al final, podrá disfrutar de una hora o más bajo la luz intensa del sol.

Reducir los niveles de insulina y azúcar: algunas estrategias sencillas para lograrlo incluyen, evitar los alimentos ultraprocesados y endulzantes artificiales, así como reducir al mínimo su consumo de AL y hacer ejercicio de forma regular.

Controlar el estrés crónico: el estrés crónico aumenta los niveles de azúcar y la presión arterial, promueve la coagulación de la sangre y deteriora los sistemas de reparación. Mientras que el cortisol, una hormona esencial del estrés, disminuye la producción de células endoteliales.

Mejorar su salud intestinal: una mala salud intestinal provoca inflamación sistémica, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Algunas bacterias del intestino, en particular la Oscillibacter, también podrían tener una relación con los niveles más bajos de colesterol y un riesgo menor de enfermedades cardíacas. 18 Estas bacterias pueden descomponer el colesterol en moléculas más pequeñas que no aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas.

El mantener un microbioma intestinal diverso y equilibrado, en particular incrementar las bacterias intolerantes al oxígeno como la Akkermansia, puede fortalecer las defensas del intestino y salud general. La importancia de la salud intestinal en la prevención de enfermedades cardíacas también va más allá de controlar el colesterol. Las bacterias intolerantes al oxígeno producen grasas de cadena corta beneficiosas que apoyan la salud intestinal.

Sin embargo, factores del estilo de vida como consumir aceites de semillas y exponerse a toxinas como sustancias químicas que alteran las endotoxinas en plásticos, puede alterar este equilibrio, lo que aumenta la producción de endotoxinas y podría provocar una inflamación sistémica. Para optimizar su microbioma intestinal y disminuir la inflamación, agregue alimentos fermentados, como yogur de animales alimentados con pastura, chucrut, kimchi o kéfir, y considere tomar un probiótico de alta calidad.

Tomar coenzima Q10: la CoQ10 es un poderoso antioxidante fundamental para la producción de energía celular, lo que la hace beneficiosa para los músculos cardíacos, que tienen alrededor de 5 000 mitocondrias por célula.19

Un estudio que se publicó en la revista Antioxidants (Basilea)20 menciona que la CoQ10 ayuda a disminuir el estrés oxidativo y el riesgo de muerte por causas cardiovasculares, y mejora los resultados en pacientes que se someten a cirugía de bypass de la arteria coronaria.

También ayuda a prevenir la acumulación de oxLDL en las arterias, disminuir la rigidez vascular y presión arterial, mejorar la función endotelial ya que reduce las especies reactivas de oxígeno (ROS) y aumenta los niveles de NO.

Aumentar sus niveles de magnesio: este mineral influye en el transporte de calcio y potasio a través de las membranas celulares, lo cual es importante para "la conducción del impulso nervioso, contracción muscular, tono vasomotor y ritmo cardíaco normal".21 Si desea saber más sobre esto, puede leer mi artículo titulado: "El supernutriente que su corazón, huesos y cerebro necesitan".