📝Historia en breve

  • Resulta que no viene con el envejecimiento, pero se espera que se triplique. Para el 2060 se estima que 14 millones de adultos mayores de 65 años tendrán demencia, casi el triple que hace una década
  • Las discapacidades sensoriales, en particular la pérdida de audición y visión, se asocian con un mayor riesgo de demencia. Y, abordar estos problemas de forma temprana podría ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo
  • De acuerdo con estudios recientes, el uso de prótesis auditivas reduce el riesgo de deterioro cognitivo en un 19 % y mejora los resultados de las pruebas cognitivas en un 3 %
  • Proteger la salud ocular implica una nutrición adecuada. Los carotenoides como la luteína y la zeaxantina, y el antioxidante astaxantina tienen beneficios significativos tanto para la salud de la visión como la del cerebro
  • Los factores de riesgo modificables para la demencia incluyen el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física y la mala alimentación. Abordar estos factores puede prevenir hasta el 45 % de los casos de demencia

🩺Por el Dr. Mercola

Contrario a lo que algunas personas creen, la demencia no es normal cuando se envejece. De hecho, muchas personas sanas viven toda su vida sin desarrollar ningún tipo de demencia; sin embargo, hoy en día, cada vez más personas experimentan poco a poco un deterioro de la función cognitiva a medida que envejecen.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos,1 se espera que el número de casos de demencia entre adultos de 65 años o más aumente a 14 millones para el 2060, es decir, un incremento casi tres veces mayor que hace 10 años. Esto hace que sea aún más importante implementar estrategias que ayuden a proteger contra esta enfermedad.

En agosto de 2024, la revista The Lancet2 publicó un informe que detalla nueva evidencia sobre el cuidado y la prevención de la demencia, que identifica algunos factores de riesgo modificables. Según el informe, las discapacidades sensoriales, incluso aquellas que son de leves a moderadas, se asocian con el desarrollo de la demencia más adelante en la vida.

La pérdida auditiva se considera un factor de riesgo para la demencia

Dentro del informe destacado, aparece en la listada la "presbiacusia" o pérdida de la audición. Se estima que un 20 % de la población mundial padece esta afección y de los afectados el 62 % tiene alrededor de 50 años o más.3

Los autores de dicho informe analizaron cinco metanálisis y determinaron que en todos se encontró un vínculo entre la pérdida auditiva y la demencia. Los metaanálisis también indican que a medida que avanza la pérdida auditiva, el riesgo de demencia aumenta, lo que significa que "la magnitud de este mayor riesgo varió entre los estudios, desde un aumento del 4 a un 24 % en el riesgo de demencia por cada 10 dB (decibeles) en la perdida de la capacidad auditiva".4

En un análisis independiente que se publicó en la revista Neuroscientist se5 analizaron los deterioros sensoriales asociados con la demencia y señalaron varios mecanismos por los cuales la pérdida auditiva puede conducir al deterioro cognitivo. Estos incluyen: cambios cerebrales en la vía auditiva y sobrecarga mental que ocurre cuando una persona con problemas de audición se esfuerza por comprender lo que se dice. De acuerdo con los investigadores:

"Sugerimos que, una mayor actividad de los mecanismos del lóbulo temporal medial para la cognición auditiva durante la escucha en el mundo real, que ayuda a compensar la pérdida auditiva periférica, podría aumentar los mecanismos patológicos tempranos de la Enfermedad de Alzheimer (EA) en las mismas áreas.
En otros trabajos con roedores se demostró que, una mayor estimulación auditiva externa mejora la cognición espacial y disminuye la deposición de amiloide en la corteza auditiva y el hipocampo en un modelo genético de ratón con EA.6

The Lancet añadió la pérdida de visión a su lista de factores de riesgo modificables

El informe de The Lancet también incluyó a la pérdida de visión como un deterioro sensorial asociado con la demencia. Esta adición se realizó después de que adquirieron "nueva evidencia considerable" que relaciona a estas dos condiciones. Según sus hallazgos, casi el 2 % de los casos de demencia se relacionaron con una pérdida de visión no tratada en los años de vejez. 7 Los autores del estudio explicaron:

"Esta evidencia incluye un metaanálisis de 14 estudios de cohorte prospectivos, con un seguimiento de 3.7 a 14.5 años, que incluyeron a 6 204 827 adultos mayores con cognición intacta al inicio del estudio, de los cuales 171 888 desarrollaron demencia. La pérdida de visión se asoció con un riesgo relativo agrupado de demencia de 1.47".8

En 2023, en un análisis publicado en el International Journal of Molecular Sciences se señaló que, el glaucoma,9 la segunda causa principal de ceguera en todo el mundo, comparte algunos biomarcadores con la EA.

De acuerdo con los investigadores: "el proceso fisiopatológico subyacente a la EA es, en muchos aspectos, similar al de la glaucoma. Y, en varios estudios epidemiológicos que utilizan datos inmunohistoquímicos y datos obtenidos de estudios en animales, se respaldó el vínculo entre ambas enfermedades".10

El principio de “úsalo o piérdelo” se aplica al tejido cerebral

En un artículo publicado en The New York Times11 los investigadores proporcionaron una explicación sencilla de por qué los deterioros sensoriales se asocian con la demencia y tiene algo que ver con la forma en que utilizamos el tejido cerebral.

En esencia, si se tiene pérdida sensorial, llega menos información al cerebro. Como resultado, el cerebro sufre menos estimulación, lo que puede llevar a una mayor atrofia, es decir, o utilizas el tejido cerebral o lo pierdes. Como se informó en The New York Times:

"El área del cerebro que procesa la información auditiva está cerca de la región más afectada por la EA, lo que sugiere que, puede haber una conexión anatómica. La información visual llega a otra parte del cerebro, pero el modo en que utilizamos esa información activa muchas regiones diferentes.

El Dr. Frank Lin quien es profesor de otorrinolaringología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins dijo:"A medida que se reduce la activación de ciertas áreas del cerebro, se obtienen tasas más rápidas de atrofia desde ese momento. Lo cual como se puede imaginar, también tiene efectos en cascada sobre otras áreas de la estructura y función del cerebro".12

Los deterioros sensoriales durante la edad adulta también provocarían aislamiento social, ya que muchas personas que padecen estos trastornos tienden a dejar de relacionarse con los demás. Lo cual aumenta la soledad, que también es un factor de riesgo para la demencia.

La Dra. Gill Livingston, profesora de psiquiatría en el University College de Londres y autora principal del informe de The Lancet, comparte que las personas que están en las primeras etapas de la demencia también pueden desarrollar síntomas más rápido cuando pierden el sentido de la audición o la visión. Esto se debe a que es común que utilicen más capacidad cerebral al intentar reconocer la visión borrosa o sonidos confusos, lo que deja menos recursos para la memoria y la cognición cotidianas.13

También destaca la importancia de abordar estos deterioros sensoriales desde el principio para reducir el riesgo de padecer demencia. Hoy en día no se conoce ningún tratamiento ni cura para la demencia, por lo que comprender el vínculo entre estos dos factores de riesgo modificables y la demencia ayuda a los investigadores a desarrollar nuevas estrategias de manejo o tratamiento.

Livingston explica que: "Algunas personas seguirán desarrollando demencia, pero si abordan estos riesgos deberían tener una vida más larga y saludable y no la padecerán durante mucho tiempo.  Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para actuar, pues existen oportunidades que generan impacto en cualquier etapa de la vida".14

El ruido excesivo podría provocar pérdida de audición

El sentido del oído puede deteriorarse de forma natural e incluso esto puede comenzar durante los primeros años de la edad adulta. Existen diversos factores que pueden provocar esta afección, aunque en algunas personas el deterioro se produce más rápido, es posible que se deba la genética o, lo que es común, a la exposición constante a ruidos y sonidos fuertes.

"Aislamiento y demencia: por qué debemos proteger nuestros oídos", en un documental de la cadena alemana Deutsche Welle (DW), que se incluye arriba, se aborda el tema del daño auditivo provocado por la contaminación acústica. Destaca algunas de las situaciones cotidianas en las que las personas están inevitablemente expuestas a cantidades excesivas de ruido (cuando trabajan en clubes nocturnos, cocinas concurridas e incluso al hacer trabajos de jardinería) y cómo esto ha afectado a su salud.

Thomas Sünder, un hombre de 49 años que trabajaba como DJ a tiempo completo, comparte cómo su salud se deterioró poco a poco después de exponerse a más de 100 decibeles de ruido y música continuos todas las noches. De repente se desplomó debido a un severo ataque de vértigo en medio de un concierto. Poco después, experimentó tinnitus (un zumbido en el oído), seguido de una pérdida repentina de audición.

"Me desperté y de repente sentí como si tuviera algodón en el oído. Pero no tenía nada y todo se escuchaba como tapado de un lado", dijo. El resultado es que ya no tolera estar en lugares con mucho ruido. Incluso aunque usa tapones personalizados para los oídos como protección, dice que el ruido en el club sigue siendo insoportable. Y comparte que: “Es tan fuerte que mi cuerpo reacciona y estoy nervioso por mis oídos, porque mis oídos ya son mi punto débil y me hace sentir súper incómodo”.

La condición de Sünder no es un caso aislado. De hecho, en la actualidad, más de mil millones de personas en todo el mundo corren un alto riesgo de sufrir pérdida auditiva debido a la exposición constante a la contaminación acústica.15 Y, cuando se produce una pérdida auditiva, se produce un deterioro cerebral.

El Dr. Bernhard Junge-Hülsing, especialista en oído, nariz y garganta u otorrinolaringólogo, explica que el cerebro se deteriora más rápido cuando tiene problemas para escuchar. También se deteriora cuando no interactúa con otros o no participa en la vida. Como se explica en el documental:

“El centro auditivo funciona como un músculo que necesita ser entrenado. Las nuevas impresiones auditivas provocan un ajuste constante en el cerebro. No obstante, esto significa que si el sistema auditivo ya no se activa con nuevos impulsos, el "músculo" se paraliza. Esto podría incluso provocar demencia".

El uso de prótesis auditivas ayudaría a proteger su salud cognitiva

Sünder dejó de ser DJ y ahora trabaja como especialista en prótesis auditivas en Hamburgo y ayuda a otras personas que también padecen de pérdida auditiva. También ayuda a las personas a encontrar los dispositivos de restauración auditiva adecuados para mejorar su audición. Ahora que la tecnología moderna ofrece mejores diseños y modificaciones más sofisticadas, pronto podría haber formas más eficientes de que estos dispositivos aborden la pérdida auditiva funcional.

En Estados Unidos, alrededor de 38 millones de adultos padecen pérdida auditiva; 29 millones de ellos podrían beneficiarse del uso de prótesis auditivas.16 Es más, los estudios demostraron que el uso de estas herramientas ayuda a la salud del cerebro y protege contra la aparición de la demencia.

En un metaanálisis de 2023 publicado en la revista JAMA Neurology se descubrió que el uso de dispositivos de restauración auditiva condujo a una disminución del 19 % en los factores de riesgo relacionados con el deterioro cognitivo y una mejora del 3 % en los puntajes de las pruebas cognitivas.17

Se observaron hallazgos similares durante un ensayo controlado aleatorio multicéntrico de tres años, al cual se le denominó estudio de Evaluación del Envejecimiento y la Salud Cognitiva en Personas Mayores (ACHIEVE, por sus siglas en inglés).18 En el cual descubrieron que, en poblaciones con alto riesgo de deterioro cognitivo, aquellos que usaron dispositivos de restauración auditiva durante tres años tuvieron menos deterioro cognitivo que aquellos que no usaron estas herramientas. Los investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:

"Los resultados del estudio ACHIEVE se suman a la evidencia que sugiere que abordar los factores de riesgo modificables del deterioro cognitivo y la demencia podría ayudar a reducir la carga mundial de la demencia.
De acuerdo con la evidencia del estudio ACHIEVE, la pérdida auditiva puede ser un importante objetivo de salud pública mundial para los esfuerzos de prevención de la demencia, dado que la pérdida auditiva es muy frecuente entre los adultos mayores y es tratable con una intervención establecida, es decir, con prótesis auditivas y servicios de apoyo relacionados.19

Otras estrategias para proteger el sentido del oído

La prevención siempre es mejor que el tratamiento a posteriori y, en el caso de la pérdida auditiva, es muy importante. Esto se debe a que, como menciona el documental presentado, el sentido del oído no se regenera, a diferencia de los demás órganos. Es fundamental tomar las medidas necesarias para proteger sus oídos, reducir el riesgo de pérdida auditiva y evitar la necesidad de utilizar prótesis auditivas en primer lugar.

Proteger los oídos de los ruidos fuertes es una estrategia. Si usa dispositivos que no benefician su salud auditiva, como usar auriculares o cascos a un volumen alto o frecuenta siempre lugares de entretenimiento ruidosos, como conciertos, tiene alto riesgo de sufrir pérdida auditiva inducida por ruido.20

Por lo tanto, un enfoque de sentido común es usar dispositivos seguros y tomar las precauciones necesarias al estar en entornos ruidosos, como usar tapones protectores para los oídos. Esto es muy importante si la exposición a ruidos fuertes es parte de su rutina diaria.

También, una buena idea es que se dé un descanso de los dispositivos de audio en los que escucha música con el fin de darles un descanso a los oídos. Para obtener más consejos sobre cómo proteger sus oídos del ruido, lea mi artículo: "Este tipo de contaminación afecta su salud más de lo que imagina".

También recomiendo implementar una alimentación adecuada para proteger la salud auditiva. En un estudio de 2023 publicado en PLOS Biology21 descubrieron que, los compuestos de origen vegetal llamados fitoesteroles, que son similares en estructura al colesterol, ayudan a mejorar la función de las células ciliadas externas del oído interno, lo que ayuda a amplificar los sonidos. De acuerdo con los investigadores:

"Nuestros hallazgos destacan la importancia de la homeostasis del colesterol en el oído interno como una estrategia terapéutica e innovadora para prevenir o retrasar la pérdida auditiva".22

Nutrientes esenciales para fortalecer sus ojos

En cuanto a la visión, recuerde que la salud de los ojos depende en gran medida del estilo de vida. Un aspecto importante que debe cuidar es su alimentación. Proporcionarles a sus ojos la nutrición adecuada ayuda a mantenerlos saludables hasta bien entrada la tercera edad.

Los carotenoides como la luteína, la zeaxantina y la meso-zeaxantina son compuestos vegetales con cualidades antioxidantes fuertes. Protegen la mácula, que es la parte de la retina responsable de la visión, de la luz azul y la dañina luz ultravioleta (UV) del sol y otras fuentes de luz. El cuerpo no puede producir estos nutrientes, por eso necesita obtenerlos de la alimentación. Algunas de las mejores fuentes incluyen:

  • Verduras de hojas verdes como espinacas, col rizada y brócoli.
  • Frutas y verduras de color naranja y amarillo, como la calabaza y los pimientos morrones.
  • Huevos de gallinas criadas en libertad y alimentadas con pastura, elija aquellos con yemas de color naranja brillante, ya que tienen niveles elevados de luteína y zeaxantina.

Asimismo, hay otro antioxidante valioso que es muy superior a estos: la astaxantina. Estudios previos respaldaron sus efectos protectores contra trastornos relacionados con los ojos, como las cataratas y la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE).23 Es por eso que, muchos investigadores creen que es el antioxidante más poderoso jamás descubierto para la salud ocular.

La astaxantina atraviesa los tejidos del ojo y produce sus efectos de forma segura y con mayor fuerza que cualquier otro carotenoide, y lo mejor de todo es que no causa reacciones adversas. En concreto, se demostró que la astaxantina mejora o previene el daño por la luz, el de las células fotorreceptoras,24 el de las células ganglionares y a las neuronas de las capas internas de la retina.

Además de sus efectos positivos sobre la salud visual, en una revisión de 2024 publicada en la revista Nutrients también se descubrió que la astaxantina puede tener beneficios para el cerebro y proteger contra la neurodegeneración:25

"La astaxantina (AST) mejora la función cognitiva, facilita la neuroprotección y retarda la neurodegeneración. Esta afirmación se basa en los efectos positivos establecidos de la AST sobre diferentes ramas de la memoria y el tiempo de respuesta, así como, en las implicaciones del trabajo que utiliza biomarcadores en poblaciones humanas".

Evite el ácido linoleico y la luz azul para proteger su visión

Las grasas poliinsaturadas (PUFA), como el ácido linoleico (AL), pueden dañar de manera severa a su visión y su salud en general, por lo que, es fundamental ignorar el consejo general de consumir aceites de semillas o aceites vegetales, ya que están cargados de estas grasas dañinas. De hecho, creo que el AL es el ingrediente más destructivo en la alimentación y es, en gran medida, responsable de la epidemia de enfermedades modernas que proliferan hoy en día.

El AL se encuentra en casi todos los alimentos procesados, incluidas las comidas rápidas, las comidas de restaurante e incluso los aderezos para ensaladas. Los alimentos en apariencia saludables, como el pollo y el cerdo, también están cargados de AL, a menos que hayan sido criados con alimentación especial baja en PUFA. Para más información sobre este tema recomiendo leer mi artículo: "Linoleic Acid — The Most Destructive Ingredient in Your Diet."

También recomiendo evitar la luz azul, en específico la de los dispositivos digitales, ya que puede provocar fatiga visual y contribuir al desarrollo de DMRE. Como se explica en un estudio reciente:26

“La exposición a la luz azul desencadena molestias visuales en la superficie ocular de la córnea (fatiga visual digital), lo que daña los ritmos circadianos, aumenta la resistencia a la insulina, incrementa los trastornos afectivos e incluso agudiza las patologías cancerosas.
Por lo tanto, es posible que los efectos de la sobreexposición a la luz azul en la retina por el uso de estos dispositivos contribuyan a una mayor incidencia de cambios patológicos en la retina, como la DMRE”.

Las deficiencias sensoriales son solo un factor de riesgo

La conclusión es que el envejecimiento no es sinónimo de demencia. Hay maneras de proteger su salud cognitiva y mantener su mente alerta incluso cuando llegue a sus años dorados. Le recomiendo realizar los cambios necesarios que se enfoquen en mejorar estos factores de riesgo modificables. Como lo menciona The Lancet:

"En general es posible que, alrededor del 45 % de los casos de demencia sean prevenibles abordando los 14 factores de riesgo modificables en diferentes etapas de la vida".27

Por ejemplo, fumar y consumir alcohol en exceso, son dos factores de riesgo que pueden evitarse rápido. La inactividad física se puede abordar al implementar una rutina de ejercicio regular. La depresión, también es un factor de riesgo que se puede evitar a través de socializar e implementar técnicas para aliviar el estrés, como la meditación y la atención plena, o con la Técnica de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en ingles).

Por último, asegúrese de consumir una alimentación equilibrada compuesta de alimentos enteros de alta calidad, y evite los alimentos procesados, los aceites de semillas y la comida chatarra ya que contribuyen a enfermedades como la diabetes y la obesidad.

Livingston dijo: "Los estilos de vida saludables que incluyen ejercicio regular, no fumar, la actividad cognitiva en la mediana edad, incluso fuera de la educación formal, y evitar el exceso de alcohol no solo reducirían el riesgo de demencia, sino que también retrasarían su aparición.
Por lo que, si las personas desarrollasen demencia, es probable que esas estrategias les aporten muchos beneficios. Esto tiene enormes implicaciones en la calidad de vida de las personas, así como, beneficios en términos de ahorro por los costos de atención”.28