📝HISTORIA EN BREVE
- Un estudio en la revista Cell, publicado en agosto de 2024, examinó cómo la hormona tiroidea activa T3 afecta los circuitos cerebrales e impulsa el comportamiento exploratorio en animales
- La administración de T3 aumentó la expresión genética de la corteza frontal, el gasto energético, la temperatura corporal y la actividad general en ratones. También activó los programas transcripcionales de células en la corteza cerebral, lo que ayudó a remodelar los circuitos neuronales y afectó las sinapsis
- Estos hallazgos podrían ayudar a perfeccionar los tratamientos para los trastornos del estado de ánimo relacionados con la tiroides en humanos y mejorar nuestra comprensión de cómo las hormonas tiroideas influyen en la salud mental y regulan el comportamiento
- Diversos factores alteran la función de la tiroides, entre ellos el estrés, la exposición inadecuada a la luz, los niveles elevados de cortisol, la exposición a endotoxinas, el consumo elevado de grasas poliinsaturadas (PUFA) y la exposición a sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC, por sus siglas en ingles)
- La carga excesiva de estrógenos es una preocupación en la salud de la tiroides, ya que inhibe la conversión de T4 a T3. Sin embargo, una mezcla de progesterona transmucosa con vitamina E podría ayudar a contrarrestar esto
🩺Por el Dr. Mercola
La supervivencia en el reino animal depende de la capacidad de adaptarse a entornos cambiantes, ya sea un oso que hiberna para conservar energía o una serpiente que reorganiza sus órganos antes de ayunar durante el invierno. Estas estrategias implican más que solo adaptaciones físicas, requieren una coordinación perfecta entre las funciones internas y los comportamientos externos.1
En el centro de estos cambios se encuentran las hormonas, y la hormona tiroidea es el principal regulador que influye tanto en el metabolismo como en la función cerebral. Un estudio de la revista Cell,2 publicado en agosto de 2024, reveló nuevos conocimientos sobre cómo la hormona tiroidea afecta nuestro cerebro, dándole forma así a comportamientos esenciales para navegar en el mundo que nos rodea.
Cómo la hormona tiroidea modula el metabolismo y la conducta exploratoria
El estudio destacado,3 dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, examinó los efectos de la forma activa de la hormona tiroidea, triyodotironina (T3), sobre los circuitos cerebrales y el comportamiento exploratorio, que es importante en los animales que buscan alimento, pareja o nuevos territorios.
Sugirieron que esta compleja interacción entre la fisiología y el comportamiento no es exclusiva de los animales, sino también de los humanos. De hecho, estudios previos4,5,6 demostraron el vínculo entre la mala función tiroidea y los síntomas psiquiátricos como la depresión y la manía, que podrían considerarse extremos dentro del comportamiento exploratorio normal.
"Especulamos que la T3 afecta las áreas corticales del cerebro, como la M2 (corteza motora secundaria), que manifiestan THR (receptores de hormona tiroidea)", explicaron los autores.7 Para corroborar esta teoría, los investigadores realizaron una serie de experimentos con ayuda de ratones como organismo modelo.
Les administraron T3 a ratones adultos y compararon sus respuestas con las de los ratones que recibieron un placebo. Cuando terminaron de analizar la actividad genética en el cerebro, observaron que, dentro de la hora posterior al tratamiento, la T3 afectó la expresión genética en la corteza frontal. También aumentó su gasto energético, su temperatura corporal y su actividad general.
Para comprobar que los niveles más altos de la hormona tiroidea estimulan los comportamientos exploratorios, colocaron a los ratones en una caja con secciones claras y oscuras. Los ratones prefieren las áreas oscuras y protegidas, al igual que evitan la luz, pero después de recibir T3 durante tres días y medio, los ratones macho pasaron más tiempo explorando el área iluminada en comparación con los que no recibieron T3.
Los investigadores también observaron que el efecto de la T3 en los ratones que exploraban el área iluminada aumentó cuando les dieron dosis más altas y fue notable incluso con la dosis más baja. Esto sugiere que, aunque los cambios en los niveles de la hormona tiroidea son mínimos, pueden influir en el comportamiento, lo que podría ser relevante para comprender cómo las variaciones en la función de la tiroides influyen en la curiosidad y el comportamiento exploratorio en los seres humanos.
Además, el estudio destacó que los efectos de la T3 son específicos de su acción en el cerebro más que los efectos periféricos, lo que destaca la importancia del cerebro para regular las conductas exploratorias. Según los autores, estos conocimientos podrían ayudar a perfeccionar los tratamientos para los trastornos del estado de ánimo relacionados con la tiroides, así como ayudarnos a comprender cómo las hormonas tiroideas influyen en la salud mental y regulan el comportamiento.
La hormona tiroidea reconfigura los circuitos cerebrales
Los investigadores también examinaron cómo la T3 afecta los circuitos corticales y las sinapsis.8 Mediante una combinación de herramientas genéticas y técnicas de imágenes avanzadas, manipularon los niveles de T3 en tipos de células específicas dentro de los cerebros de los ratones y monitorearon los cambios en las conexiones neuronales y los patrones de expresión genética.
"Encontraron que la hormona tiroidea provocó programas transcripcionales específicos de cada tipo de célula en la corteza cerebral adulta de una manera que, en gran medida, depende de las células autónomas y que es propiciada por niveles T3 locales, al menos en las neuronas glutamatérgicas. Estos programas están adaptados a la función de cada tipo de célula.
Por ejemplo, las neuronas glutamatérgicas activan programas enriquecidos con moléculas involucradas en la remodelación axonal, mientras que los programas transcripcionales en los astrocitos y en las neuronas están enriquecidos con moléculas involucradas en el ensamblaje y la regulación de las sinapsis. En los oligodendrocitos, la T3 induce vías relacionadas con su diferenciación, maduración y mielinización".9
Los autores observaron que estos cambios transcripcionales fomentan la remodelación de los circuitos neuronales, y que la T3 influye en la fuerza y la formación de sinapsis, sobre todo en las neuronas glutamatérgicas. Sus hallazgos también destacan las implicaciones más amplias de los cambios inducidos por la T3 en los circuitos corticales, en especial los trastornos del estado de ánimo.
Los investigadores descubrieron que las fluctuaciones en los niveles de T3 influyen en los circuitos corticales del cerebro, los cuales están involucrados en los comportamientos, como el impulso exploratorio. Esto significa que la T3 puede alterar el funcionamiento de estos circuitos, lo que, a su vez, afecta el modo en que las personas buscan nuevas experiencias o información. El comprender esta relación podría proporcionar mucha información sobre como las funciones de los circuitos cerebrales se dañan por los problemas psiquiátricos que afectan la conducta exploratoria. Los investigadores concluyeron lo siguiente:10
"Nuestros estudios demuestran cómo una sola hormona puede coordinar dos fenómenos biológicos que pueden parecer dispares: el impulso exploratorio y el estado metabólico de todo el cuerpo.
Anticipamos que la caracterización sistemática de los programas moleculares de amplia gama, que son impulsados por hormonas en la corteza cerebral, nos ayude a descubrir una gama de nuevos mecanismos de plasticidad de circuitos para pulir los comportamientos complejos a las necesidades del cuerpo y las demandas ambientales".
¿Cómo está la salud de su tiroides? Aquí le explico cómo saberlo
Si consideramos el papel importante que desempeña la hormona tiroidea en la regulación del metabolismo y la función cerebral, es importante asegurarnos que la tiroides esté siempre en buen funcionamiento. Una forma sencilla de evaluar la función tiroidea es midiendo su temperatura corporal por la mañana. Este método funciona porque los niveles de T3 suelen estar más altos por la mañana, pero disminuyen a lo largo del día.
Los niveles elevados de T3 en los tejidos se relacionan con un metabolismo hiperactivo y, en consecuencia, con una temperatura corporal y una frecuencia cardíaca más elevadas. La temperatura alrededor de los 98 grados Fahrenheit (36.6 °C) por la mañana es una indicación de que su tiroides está funcionando bien. Al mediodía, una temperatura alrededor de los 98.6 grados Fahrenheit (37 °C) y una frecuencia cardíaca entre 60 a 100 pulsaciones por minuto son indicativos de que tiene una respuesta metabólica saludable.
Si su médico le analiza su función tiroidea, una prueba común que podría solicitar es la prueba de TSH, que mide el nivel de TSH en la sangre. Es importante considerar que, si bien siempre es mejor tener un nivel de TSH bajo, el cortisol y la adrenalina muchas veces lo afectan. De hecho, es posible que los resultados de laboratorio sean normales, pero tener la temperatura corporal y el pulso fuera de lo normal podría indicar hipotiroidismo subclínico.
Medir su temperatura y pulso después del desayuno brinda más información sobre la función de la tiroides. Si su temperatura y pulso siempre están bajos, podría significar que su metabolismo también es lento. Si su temperatura cae tras comer el desayuno, también podría indicar que tiene una dependencia a las hormonas del estrés, las cuales son perjudiciales para la salud.
Sus niveles de colesterol también dicen mucho sobre su función tiroidea. Un nivel elevado de colesterol (entre 200 y 250) sugiere que tiene muy mala capacidad de convertir el colesterol, mediado por la tiroides, en hormonas esteroides. Por el contrario, los niveles de colesterol muy bajos podrían indicar un problema de salud subyacente.
¿Qué causa el mal funcionamiento de la tiroides?
Hay muchos factores ambientales y de estilo de vida que incluyen en la mala función de la tiroides, entre ellos el estrés, la poca exposición a la luz, los niveles de cortisol y la exposición a endotoxinas. En términos de alimentación, el consumo elevado de PUFA es el principal responsable, ya que los PUFA, como el ácido linoleico, pueden interferir con la capacidad de las células para utilizar la hormona tiroidea activa.
El exceso de estrógeno también es otro factor preocupante, ya que el estrógeno inhibe la conversión de T4 a T3 y, en mi opinión, es uno de los principales factores que contribuyen al cáncer. Por desgracia, los EDC están por todos lados.
Un tipo de EDC son los productos químicos perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS), también conocidos como "productos químicos permanentes".11 Estos productos químicos sintéticos se utilizan en muchos productos de consumo debido a que repelen el agua e impiden las manchas. Algunos de esos productos incluyen: utensilios de cocina antiadherentes, ropa resistente al agua, materiales de envasado de alimentos y productos para el cuidado personal.
La progesterona y los carbohidratos benefician la salud de la tiroides
En mi entrevista con Keith Littlewood, un médico del Reino Unido que se especializa en la salud endocrina, Keith dijo que las dietas bajas en carbohidratos pueden afectar la función de la tiroides. Para promover la conversión de T4 a T3, es importante llevar una alimentación rica en alimentos enteros sin procesar o poco procesados, así como asegurarse de incluir suficientes proteínas y carbohidratos saludables y de fácil digestión que no provoquen malestar intestinal ni produzcan endotoxinas.
Mejorar su salud intestinal también es muy importante. En palabras de Keith Littlewood:
"La tiroides está conectada con la digestión, ya que influye en la forma en que se regula la tiroides y cómo se absorbe desde el intestino, y también en cómo se regula la insulina. Y si no puede digerir sus nutrientes, nunca podrá beneficiar su tiroides".
La mala salud intestinal es causada por la falta de energía en el intestino que impide el funcionamiento adecuado de las uniones estrechas. A medida que aumenta el gradiente de oxígeno en el intestino, prosperan las bacterias patógenas, pero las beneficiosas mueren. Como resultado, los alimentos ricos en carbohidratos pueden empeorar la salud intestinal, causando gases e hinchazón, ya que los carbohidratos alimentan a las bacterias buenas y a las malas.
Para solucionar esto, debe aumentar su producción de energía al incrementar poco a poco su consumo de carbohidratos. Comience tomando jugo de fruta con pulpa, ya que ofrece carbohidratos de fácil digestión, sin embargo, la fibra retarda la absorción de azúcar y reduce los picos de azúcar en la sangre. A medida que mejore la salud intestinal, podrá comer frutas enteras. Una vez que haya mejorado su intestino, puede comenzar a incorporar carbohidratos y almidones más complejos.
Además, para contrarrestar los efectos de los EDC, que afectan la función de la tiroides y activan los receptores de estrógeno, le recomiendo utilizar una mezcla de progesterona transmucosa con vitamina E.
Cómo usar la progesterona de la forma correcta
Antes de utilizar progesterona es importante entender que no es una solución mágica y que obtendría mejores resultados si la utiliza junto con una alimentación bioenergética que le permita quemar glucosa de manera efectiva como combustible principal, sin tener que acumular electrones en sus mitocondrias, los cuales disminuyen la producción de energía.
El primer paso es abordar su alimentación y, después de hacerlo, otra estrategia efectiva que podría ayudar a contrarrestar el exceso de estrógenos es tomar progesterona transmucosa (es decir, la que se aplica en las encías, no la oral ni la transdérmica), ya que es un antagonista natural de los estrógenos. Desde mi punto de vista, la progesterona es una de las cuatro hormonas que podría beneficiar a la mayoría de los adultos. (Las otras tres son la hormona tiroidea T3, la DHEA y la pregnenolona).
No recomiendo la progesterona transdérmica, ya que su piel exhibirá niveles elevados de la enzima 5-alfa reductasa, lo que provocará que una gran parte de la progesterona que toma se convierta en alopregnanolona y no pueda convertirse en progesterona.
La mejor manera de administrar progesterona
Cabe recalcar que, cuando usa la progesterona por vía transmucosa en las encías, como lo recomiendo, la FDA cree que eso la convierte en un medicamento y prohíbe a cualquier compañía indicarlo en su etiqueta. Por esa razón, compañías como Health Natura promocionan sus productos de progesterona como “tópicos”.
Sin embargo, es legal que cualquier médico recomiende un uso no indicado o no aprobado para un medicamento. En este caso, la progesterona es una hormona natural y no un medicamento, y es muy segura incluso en dosis altas. Esto es muy diferente a la progesterona sintética llamada progestina, la cual es utilizada por las compañías farmacéuticas y que de forma incorrecta llaman progesterona.
El Dr. Ray Peat realizó un trabajo trascendental sobre la progesterona y, en mi opinión, hasta la fecha no hay nadie que supere su conocimiento en este tema. En 1982 escribió su tesis de doctorado sobre el estrógeno, y pasó la mayor parte de su carrera profesional estudiando y documentando la necesidad de contrarrestar los peligros del exceso de estrógeno con alimentaciones bajas en ácido linoleico y suplementos de progesterona por vía transmucosa.
El Dr. Ray encontró que la mayoría de los solventes no disuelven de forma adecuada la progesterona, y descubrió que la vitamina E es el mejor solvente para llevar la progesterona a los tejidos. La vitamina E también podría ayudar a proteger contra el daño ocasionado por el ácido linoleico. Sin embargo, debe elegir bien sus suplementos de vitamina E, ya que la mayoría son de muy mala calidad y podrían causar más daños que beneficios.