📝HISTORIA EN BREVE
- A diferencia de lo que muchas personas creen, la evidencia científica demuestra que los productos lácteos no aumentan la producción de moco ni agravan las afecciones respiratorias
- Los productos lácteos contienen la membrana de glóbulos de grasa de leche (MFGM, por sus siglas en ingles), que fortalece el revestimiento intestinal, reduce la inflamación y promueve un microbioma más saludable
- Los productos lácteos sin pasteurizar contienen bacterias vivas que actúan como probióticos naturales, lo que podría mejorar la digestión y la salud intestinal en general. Además, la lactoferrina, una proteína en los productos lácteos, promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas, mantiene la integridad del revestimiento intestinal y ayuda a evitar que las endotoxinas ingresen al torrente sanguíneo
- La leche A2, que carece de la proteína beta-caseína A1, es más fácil de digerir para las personas con sensibilidad a los productos lácteos convencionales
- La recenté promoción de las alternativas a la leche se debe, en parte, a mayores márgenes de ganancia, pero estos productos a menudo carecen de los beneficios nutricionales de los lácteos reales
🩺Por Ashley Armstrong, autora invitada
En los últimos años, los productos lácteos han estado involucrados en una controversia sobre nutrición. Lo que alguna vez se consideró un alimento básico en la alimentación, ahora enfrenta escepticismo y conceptos erróneos provocado por ciertos especialistas en nutrición. A pesar de esto, las cosas están cambiando, ya que las personas y la ciencia están redescubriendo los beneficios de los lácteos, en especial para la salud intestinal. Exploremos un poco el mundo de los lácteos y las razones por las que este superalimento antiguo puede mejorar el microbioma y la función intestinal.
Vale la pena comprender que la reciente promoción de las alternativas a la leche no solo se debe a preocupaciones de salud o “ambientales”. Las grandes empresas de alimentos han descubierto que estas alternativas suelen ser más rentables que los productos lácteos tradicionales.
La producción de las alternativas a la leche es más económica, tienen fechas de expiración más largas y sus márgenes de ganancia son más elevados. Este incentivo financiero ha llevado a una mayor comercialización y disponibilidad de estos productos, lo que potencialmente influye en las percepciones de los consumidores sobre los lácteos.
Sin embargo, los estudios indican que el valor nutricional de estas alternativas es menor que el de los productos lácteos naturales, en especial cuando se trata de la salud intestinal. El valor nutricional de los productos lácteos no se compara con las alternativas a la leche.
Exploremos el supuesto mito de la mucosidad
Uno de los mitos más persistentes sobre los lácteos es que aumentan la producción de moco. Probablemente haya escuchado a alguien decir: “No puedo beber leche; me produce flema”. Pero ¿qué hay de cierto en esta afirmación?
Un fascinante estudio australiano encuestó a 345 compradores causales sobre sus opiniones en cuanto a las cualidades saludables de la leche. Los resultados fueron reveladores:
- El 46 % de los que bebían leche entera creían que la leche causa mucosidad
- El 25 % de los que bebían leche baja en grasa pensaban lo mismo
- El 11 % de los que bebían leche de soya estuvieron de acuerdo con el mito de la mucosidad
Lo más sorprendente es que el 20 % de los que bebían leche entera, el 8% de los que bebían leche baja en grasa y el 5% de los que bebían leche de soya creían que la leche causaba asma.1 Estas creencias no se limitan a Australia. Un estudio en Estados Unidos, que involucro a 330 padres en una neumología pediátrica,2 encontró lo siguiente:
- El 59 % creía que beber leche aumenta la producción de moco.
- El 22 % pensó que no.
- El 20 % no estaba seguro
Este tipo de creencias nos hace pensar que debe haber algo de verdad en el mito de la mucosidad. Sin embargo, no existe ninguna evidencia científica de que el consumo de leche y los productos lácteos producen un exceso de secreción de moco. Son muchos los estudios que han desmentido esta idea errónea, lo que confirma que los productos lácteos no aumentan la producción de moco ni agravan las afecciones respiratorias.3,4
La trampa de los alimentos de origen vegetal
En los últimos años, muchas personas han recurrido a las alternativas a la leche con el objetivo de evitar los productos lácteos. Si bien estas opciones podrían aplicar para las personas que tienen alergias severas a los productos lácteos, también implican muchos problemas, ya que contienen:
- Aceites de semillas añadidos: muchas alternativas a la leche contienen aceites añadidos, que pueden ser proinflamatorios y perjudiciales para la salud intestinal.
- Emulsionantes: se ha demostrado que estos aditivos, que se utilizan para mejorar la textura y la vida útil, afectan la salud intestinal, ya que afectan el microbioma intestinal y, de hecho, podrían provocar inflamación. 5
En comparación con la composición natural de los productos lácteos, la cual beneficia la salud intestinal, muchas alternativas a la leche no aportan el mismo valor nutricional ni beneficios a la salud.
Lácteos: un superalimento de 7000 años de antigüedad
Los humanos han elaborado y consumido productos lácteos por más de 7000 años. Nuestros antepasados reconocieron el valor de este alimento rico en nutrientes mucho antes de que existiera la ciencia nutricional moderna.6,7,8
El queso, en particular, ha sido muy importante en la historia de la humanidad. Los historiadores documentaron cómo la leche, los productos lácteos y los productos lácteos fermentados como el queso, servían como fuente de alimentos almacenables y ricos en calorías. Esto les permitió a los primeros exploradores viajar con seguridad y expandir sus comunidades, lo que provocó muchos cambios demográficos y el desarrollo de varias comunidades agrícolas.
Pero ¿cómo es qué los productos lácteos han resistido la prueba del tiempo? La respuesta está en su increíble perfil nutricional9 y su impacto en nuestra salud intestinal.
Los beneficios de los productos lácteos para la salud intestinal
Veamos que dice la ciencia sobre los beneficios de los productos lácteos para la salud intestinal:
1. Membrana de los glóbulo de grasa de la leche (MFGM): La leche contiene un componente llamado membrana del glóbulo de grasa de la leche (MFGM), que es un verdadero superhéroe de la salud intestinal. Esto es lo que la MFGM hace en su sistema digestivo:
- Fortalece el revestimiento intestinal
- Reduce la inflamación relacionada con la endotoxemia
- Incrementa la tolerancia a la glucosa
- Fomenta un entorno más saludable de microbios
Estos beneficios contribuyen a la salud intestinal general y pueden ayudar a prevenir problemas como el síndrome del intestino permeable y los trastornos metabólicos.10
2. Lactoferrina: el custodio del intestino. Los productos lácteos son ricos en lactoferrina, la cual es una proteína multifuncional que protege el intestino. La lactoferrina es importante por las siguientes razones:
- Promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas
- Mantiene las bacterias dañinas bajo control
- Ayuda a mantener la integridad del revestimiento intestinal11
- Se une a las endotoxinas para evitar que se filtren al torrente sanguíneo y al sistema linfático12
Debido a que ayuda a mantener un buen equilibrio en el microbioma intestinal y protege el revestimiento intestinal, la lactoferrina es fundamental para cuidar la salud digestiva y apoyar el sistema inmunológico.
3. Bacterias vivas: el probiótico de la madre naturaleza. Si bien todos los productos lácteos pueden ser beneficiosos, los productos lácteos sin pasteurizar mejoran estos beneficios. Muchas personas argumentan que mejoraron su digestión y salud general con los productos lácteos sin pasteurizar. Pero ¿por qué los productos lácteos sin pasteurizar son tan especiales?
Los productos lácteos sin pasteurizar tienen muchas bacterias vivas que aportan numerosos beneficios.13 En esencia, es lo que se conoce como el probiótico de la Madre Naturaleza, ya que transfiere microbios beneficiosos al microbioma intestinal.
Si bien es un error común creer que la leche sin pasteurizar contiene la enzima lactasa, en realidad contiene bacterias lactobacillus y otras bacterias que producen lactasa. Estos microorganismos benefician la digestión de la lactosa, lo que ayuda a que los productos lácteos sin pasteurizar sean más tolerables para muchas personas con intolerancia a la lactosa.
Los productos lácteos sin pasteurizar también contienen bacterias productoras de butirato, que pueden aumentar la concentración de estos microbios beneficiosos en nuestros intestinos.14
El butirato es un ácido graso de cadena corta que funciona como fuente principal de energía para las células que recubren nuestro intestino (colonocitos), lo que mejora la función de las uniones estrechas y regula el espesor de la capa mucosa, que en conjunto contribuye a un intestino saludable sin permeabilidad.
Los productos lácteos sin pasteurizar también son ricos en enzimas digestivas, como peptidasas, lipasas y proteasas. Estas enzimas pueden ayudar a desintegrar las proteínas y grasas lácteas, lo que podría ayudar a que los productos lácteos sin pasteurizar sean más fáciles de digerir para algunas personas.
Es importante mencionar que los beneficios de los productos lácteos sin pasteurizar se deben, en parte, a que el producto es de mayor calidad. Los agricultores que producen productos lácteos sin pasteurizar para el consumo deben mantener estándares de calidad rigurosos para garantizar la seguridad y obtener un producto superior.
Cuando se trata de productos lácteos sin pasteurizar, la seguridad es una preocupación común, lo cual es válido: ¡es importante saber de dónde provienen sus alimentos! Sin embargo, es importante considerar los riesgos. Según realmilk.com, su probabilidad de enfermarse por otros alimentos, en comparación con la leche sin pasteurizar, es 35 000 veces más elevada.15
Dicho lo anterior, es fundamental obtener productos lácteos sin pasteurizar de un granjero de confianza. Nunca compre productos lácteos sin pasteurizar de una Operación Concentrada de Alimentación Animal (CAFO). ¡Estas operaciones a gran escala, que tienen miles de vacas, no pueden producir leche sin pasteurizar de manera segura!
Recuerde que los productos lácteos sin pasteurizar se han consumido durante milenios, desde antes de que se inventara la pasteurización. Cuando se obtiene de una buena fuente y con un buen manejo, es posible que sea un complemento seguro y muy nutritivo.
Beneficios de la leche A2
La fuente de los productos lácteos es muy importante a la hora de determinar la tolerancia a los productos lácteos. Muchas personas que experimentan molestias con los productos lácteos convencionales descubren que pueden tolerar mejor la leche, el queso y otros productos lácteos de fuentes específicas.
Por ejemplo, la leche A2, que proviene de vacas que producen solo proteína beta-caseína A2, suele ser más fácil de digerir por las personas que tienen sensibilidad a la proteína A1.16 La caseína A2 es la forma original de beta-caseína que las vacas producían antes de que ocurriera una mutación genética hace miles de años. Algunos estudios sugieren que la leche A2 puede ser más fácil de digerir y tiene menos probabilidades de causar molestias gastrointestinales, en comparación con la leche A1.
Si ha tenido problemas con los productos lácteos, ¡debería probar la leche o los productos lácteos A2! De manera similar, es posible que pueda tolerar mejor la leche sin pasteurizar o los productos lácteos provenientes de vacas alimentadas con pastura, ya que tienen diferentes perfiles enzimáticos y mejor contenido de nutrientes. Los productos de leche de cabra y de oveja también suelen tolerarse mejor que la leche de vaca debido a su estructura de proteínas y composición de grasa únicas.
El método de procesamiento, como la fermentación en la elaboración de yogur o queso, también puede mejorar la digestibilidad. Probar diferentes productos podría ayudarle a descubrir opciones que le permitan disfrutar de los productos lácteos sin las reacciones adversas típicas.
Conclusión: consumo de productos lácteos para la salud intestinal
Como lo comenté, los productos lácteos son mucho más que sólo una fuente de calcio: son un alimento complejo y rico en nutrientes que puede beneficiar la salud intestinal. Desde el MFGM y la lactoferrina en todos los productos lácteos hasta las bacterias vivas y enzimas en los productos lácteos sin procesar, estos productos aportan muchos compuestos beneficiosos para el intestino.
Si bien es importante elegir fuentes de alta calidad y ponerle atención a su cuerpo sobre sus necesidades, no permita que mitos infundados le impiden aprovechar esta joya. Ya sea que opte por productos lácteos tradicionales, productos lácteos sin pasteurizar o productos A2, esta es una fuente de alimentos que ha nutrido a los humanos durante miles de años.
Así que, la próxima vez que vaya a tomar un vaso de leche, unte mantequilla en su pan tostado o se deleite con un pedazo de queso sin pasteurizar, recuerde que no solo se trata de un delicioso sabor. Es una manera de darle a su intestino un festín de compuestos beneficiosos que favorecen su salud y bienestar general.
La mejor fuente de queso
¡La FUENTE de los lácteos afecta a su digestibilidad! El queso de la más alta calidad que pueda encontrar le entrega calcio alimenticio y vitaminas liposolubles. Pero ¿qué lo hace tan especial?
No esta pasteurizado y contiene sus nutrientes y
enzimas intactas |
Proviene de animales de granja alimentados 100 % con
pastura |
Es libre de OGM, pues solo se usa cuajo animal y NO
cuajo microbiano de Pfizer |
Es A2A2 |
Producido por los amish |
Producción artesanal de lotes pequeños |
Sobre la autora
Ashley Armstrong es la cofundadora de Angel Acres Egg Co., una empresa que se especializa en la producción de huevos con un bajo grado de grasas poliinsaturadas, al igual que de Nourish Cooperative, una empresa que distribuye carne de cerdo y res, queso, lácteos A2 y masa madre tradicional, todos bajos en grasas poliinsaturadas.
🔍Fuentes y Referencias
- 1 Appetite. 2003 Apr;40(2):93-100. doi: 10.1016/s0195-6663(03)00004-7
- 2 Arch Pediatr Adolesc Med. 2004 Jun;158(6):601-3. doi: 10.1001/archpedi.158.6.601-b
- 3 Arch Dis Child. 2019;104:91–93. doi: 10.1136/archdischild-2018-314896
- 4 Am Rev Respir Dis. 1990 Feb;141(2):352-6. doi: 10.1164/ajrccm/141.2.352
- 5 Microbiome volume 9, Article number: 66 (2021)
- 6 Phys.org, September 5, 2018
- 7 National Geographic, September 6, 2018
- 8 PLoS One. 2018; 13(9): e0202807
- 9 Mercola.com, Cheese, the Ultimate Superfood
- 10 Curr Dev Nutr. 2020 Jul 25;4(9):nzaa130. doi: 10.1093/cdn/nzaa130
- 11 Pharmaceutics. 2023 May 23;15(6):1569. doi: 10.3390/pharmaceutics15061569
- 12 Cell Mol Life Sci. 2005 Nov;62(22):2549-59. doi: 10.1007/s00018-005-5370-2
- 13, 14 Int J Mol Sci. 2021 Apr; 22(7): 3417
- 15 RealMilk.com July 31, 2011
- 16 Mercola.com, Unlocking Dairy's Digestibility: Understanding the A1 vs A2 Beta-Casein Difference