📝Historia en breve

  • En últimas décadas se triplicó la incidencia de cáncer de tiroides con un estimado de 44,020 casos nuevos en 2024 y se relacionó a la deficiencia de vitamina D con un mayor riesgo de este tipo de cáncer
  • A través de un metaanálisis reciente se descubrió que los pacientes con cáncer de tiroides tenían niveles muy bajos de vitamina D. Pues, por cada aumento de 10 ng/ml en los niveles de vitamina D se redujo el riesgo de cáncer de tiroides en un 6%
  • La vitamina D influye en el equilibrio hormonal no solo en la tiroides, sino también en las hormonas suprarrenales y sexuales. En los hombres afecta la te testosterona, y en las mujeres el estrógeno, lo que influye en la salud reproductiva
  • Asimismo, la deficiencia de vitamina D se relaciona con otros cánceres que se asocian con las hormonas, tales como el cáncer de ovario, de próstata y de mama. Además, esta vitamina comprueba tener efectos anticancerígenos, antimetastásicos y antitumorales
  • La mejor fuente de vitamina D es exponerse a la luz del sol. En términos de prevenir el cáncer, los niveles óptimos oscilan entre los 60 a 80 ng/mL.

🩺Por el Dr. Mercola

La glándula tiroides es fundamental ya que regula las funciones más vitales del cuerpo, las cuales son el metabolismo, la producción de energía, el crecimiento y el desarrollo.  La tiroides es un órgano pequeño con forma de mariposa que produce hormonas que influyen en casi todas las células, tejidos y órganos y que se localiza en la base del cuello. Es fundamental que funcione de manera correcta para la salud general, ya que cualquier interrupción en su actividad provocara problemas graves de salud, incluso cáncer de tiroides.

Es cada vez más frecuente que, el cáncer de tiroides sea una preocupación, pues su incidencia se triplicó en los últimos diez años en los Estados Unidos. 1 Tan solo en 2024 The Amercian Cancer Society estimó que, cerca de 44 020 casos nuevos se diagnosticarán, siendo las mujeres tres veces más propensas a desarrollarlo comparado con los hombres. 2

Un factor relevante que está implicado en el desarrollo del cáncer de tiroides es la deficiencia de vitamina D. El 18 de junio de 2024 la revista Frontiers in Nutrition publicó un metaanálisis exhaustivo en el que se examinó la evidencia actual en torno a este tema y se destacó la importancia de mantener niveles óptimos de vitamina D como una posible estrategia contrarrestante para el cáncer de tiroides.

La relación entre la vitamina D y el cáncer de tiroides

En el metaanálisis que se presentó se analizaron datos de 21 estudios que incluyeron 2 434 pacientes con cáncer de tiroides y 7 398 controles. Los investigadores se centraron en dos formas clave de vitamina D: la 25-hidroxivitamina D (25 (OH)D), un marcador del estado general de vitamina D, y la 1.25-hidroxivitamina D (1,25 (OH)D), la forma activa de la vitamina.

"La evidencia en conjunto resaltó la posible acción anticancerígena de la vitamina D, para ayudar a la diferenciación celular a través de su capacidad para impedir que las células malignas se proliferen, invadan y hagan metástasis.
En vista de los mecanismos mencionados, se cree que la deficiencia de vitamina D se asocia de manera cercana a una mayor susceptibilidad a varios tipos de cáncer. Además, la relación entre el cáncer de tiroides (CT) y los niveles de vitamina D ha sido un tema de debate.
Varios estudios clínicos y experimentales sugieren que, las personas con CT tienden a presentar niveles más bajos de vitamina D en comparación con los individuos sanos y aquellos con nódulos tiroideos benignos; mientras que, los hallazgos en algunos otros estudios presentaron resultados contrastantes. Por consiguiente, la relación entre la deficiencia de vitamina D y el riesgo de cáncer colorrectal no es concluyente hasta el momento".

En el análisis se encontró que, los pacientes con cáncer de tiroides tenían niveles más bajos de 25 (OH)D y 1.25 (OH)D en comparación con los individuos sanos y aquellos con afecciones tiroideas benignas. En específico, los niveles de 25 (OH)D fueron un 13 % más bajos, mientras que los niveles de 1.25 (OH)D fueron un 10 % más bajos en pacientes con cáncer de tiroides. En el estudio también se indicó que la deficiencia de vitamina D aumenta el riesgo de cáncer de tiroides en un 49 %.

Además, a través de los hallazgos se reveló una asociación lineal inversa entre los niveles de vitamina D y el riesgo de cáncer de tiroides. Los autores sugieren que por cada aumento de 10 ng/ml en los niveles de vitamina D, el riesgo de padecer cáncer de tiroides disminuye en un 6 %. De acuerdo con los autores:

"A pesar de que se publicaron varios resultados negativos, seguimos sosteniendo que, la deficiencia de vitamina D es un factor de posible riesgo para desarrollar cáncer colorrectal. Además, se necesita evidencia clínica y preclínica sólida para realizar un análisis sistemático bien hecho y más inclusivo con un metaanálisis sobre el tema".

La influencia de la vitamina D en el balance homonal

La influencia de la vitamina D en la salud de la tiroides se debe en parte a su función para darle mantenimiento al equilibrio hormonal y a la salud endocrina general. Esta regula las hormonas tiroideas a través de varios mecanismos clave. En primer lugar, se une a los receptores de vitamina D (VDR) en varios tejidos, incluida la glándula tiroides. Esta interacción ayuda a modular la expresión de genes implicados en la síntesis y el metabolismo de las hormonas tiroideas. 3

También tiene un efecto directo sobre las enzimas yodotironina desyodasas tipo 1 y tipo 2 (Dio1 y Dio2), que son responsables de convertir las hormonas tiroideas inactivas (T4) en su forma activa (T3). 4 A su vez, ayuda a regular la hormona estimulante de la tiroides (TSH), que secreta la glándula pituitaria y es crucial para controlar la producción de la hormona tiroidea.

Según el Centro Médico de la Universidad de Rochester:5 "Además, se sabe que la TSH estimula el crecimiento de la glándula tiroides. De igual forma podría estimular el crecimiento de algunos tipos de células de cáncer de tiroides". Por lo tanto, el mantener niveles normales de TSH favorece la secreción equilibrada de la hormona tiroidea y ayuda a reducir el riesgo de cáncer de tiroides.

Además, la vitamina D refuerza el sistema inmunológico, lo que ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto, que altera los niveles de la hormona tiroidea. 6 Al mismo tiempo, afecta al crecimiento y la diferenciación celular, incluso en las células tiroideas. La vitamina D ayuda a mantener el tejido tiroideo saludable y la producción de hormonas, porque ayuda a que las células funcionen de manera normal y a prevenir el crecimiento anormal. 7

Además de influir en las hormonas tiroideas, la vitamina D ejerce la función de regular otras hormonas, incluidas las hormonas suprarrenales y sexuales. En los hombres afecta los niveles de testosterona y en las mujeres afecta el estrógeno y la progesterona; por lo que, influye en la fertilidad y la salud reproductiva. 8

La vitamina D cumple una función en otros cánceres relacionados con las hormonas

Dado que la vitamina D cumple una función en la regulación de los sistemas hormonales, no es de extrañar que, su deficiencia se relacione con el desarrollo de otros cánceres asociados con las hormonas. Por ejemplo, en un estudio de 2024 publicado en la revista International Immunopharmacology9 se examinó cómo la vitamina D afecta a la progresión del cáncer de ovario, en específico en relación con la enzima CYP24A1, la cual es responsable de descomponer a esta vitamina.

Los investigadores descubrieron que, la vitamina D "estimulaba la polarización de los macrófagos hacia el fenotipo M1, al tiempo que, inhibía la polarización M2, lo que demostraba su potencial anticancerígeno". En pocas palabras, la vitamina D ayuda a crear más células inmunitarias que combaten el cáncer en el entorno tumoral.

Sin embargo, cuando se estimula demasiado la CYP24A1, contrarresta los efectos beneficiosos de la vitamina D y la descompone rápido. Dichos hallazgos demuestran la importancia de mantener niveles óptimos de vitamina D y reducir la CYP24A1 para disminuir el riesgo de cáncer de ovario. 10

En otro estudio publicado en The Journal of Nutritional Biochemistry11descubrieron que, la deficiencia de vitamina D agrava el crecimiento y la metástasis del cáncer de próstata al ayudar a la transición epitelial-mesenquimal (EMT). Dicho proceso mejora la capacidad de las células cancerosas para invadir a los tejidos circundantes y propagarse a otras partes del cuerpo.

Al respecto de la causa principal de muerte de mujeres en el mundo, la cual es el cáncer de mama, los diversos estudios demuestran que las pacientes tenían los niveles más bajos de vitamina D en comparación con los controles de pacientes sanas. 12,13 También se observó una tendencia similar en otros tipos de cáncer, incluido el colorrectal, de vejiga, de mieloma múltiple, de riñón y de pulmón de células escamosas.  14,15

Más información sobre los efectos de la vitamina D en la lucha contra el cáncer

En una revisión publicada en The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology16 se resumen las diferentes formas en que la vitamina D ataca al cáncer, entre ellas:

  • Efectos anticancerígenos: se refiere a la capacidad de la vitamina D para influir en varias etapas del desarrollo del cáncer, incluida la iniciación, el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
  • Efectos antimetastásicos: los cuales describen la capacidad de la vitamina D para inhibir la propagación de las células cancerosas más allá del sitio original del tumor. Al prevenir esta propagación, la vitamina D ayuda a mejorar el pronóstico y las tasas de supervivencia.
  • Antitumoral: lo que significa que la vitamina D ayuda a inhibir la formación y el crecimiento de tumores. Esto se logra a través de mecanismos como la activación de la muerte de las células cancerosas, la interrupción de la progresión del ciclo celular y el bloqueo de las vías que apoyan al crecimiento del tumor.

Los autores destacaron la función de la vitamina D contra los siguientes tipos de cáncer:17

Mama

Próstata

Vejiga

Colon

Glioblastoma

Melanoma

Carcinoma de células escamosas

Ovario

Mieloma múltiple

Osteosarcoma

Cabeza y cuello

 

La exposición al sol es la mejor manera de optimizar los niveles de vitamina D

La manera más natural y efectiva de aumentar los niveles de vitamina D es a través de la exposición a la luz del sol. En un día soleado su cuerpo puede producir hasta 25 000 unidades internacionales (UI) de vitamina D. 18

Otra de las razones por las cuales recomiendo de manera insistente la exposición al sol cuando le sea posible es que, también los niveles óptimos de vitamina D incrementan la longevidad y los niveles de melatonina, además le protegen tanto del estrés oxidativo, como del cáncer. 19,20

Por desgracia, muchas personas no se exponen lo suficiente al sol para optimizar sus niveles de vitamina D. Si no puede exponerse al sol durante el día, podría tomar suplementos de vitamina D. Sin embargo, la única manera de determinar cuánta exposición al sol es suficiente o cuánta vitamina D3 necesita tomar es midiendo su nivel de vitamina D, por lo menos dos veces al año.

Una vez que haya confirmado sus niveles de vitamina D a través de las pruebas, ajuste su exposición a los rayos del sol y los suplementos con vitamina D3.  Por último, recuerde realizarse la prueba cada tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado el nivel óptimo.

Cuál es el nivel óptimo de vitamina D para prevenir el cáncer

Las investigaciones han demostrado que, al alcanzar un nivel mínimo de vitamina D sérica de 40 ng/mL (100 nmol/L), el riesgo de padecer cáncer disminuye en un 67 % en comparación con tener un nivel de 20 ng/mL o menor. 21 Sin embargo, creo que 40 ng/mL es sólo el límite para tener un nivel suficiente.

Pero para mantenerse saludable y prevenir enfermedades, incluso el cáncer, recomiendo alcanzar niveles óptimos de entre 60 a 80 ng/mL. En Europa, los niveles ideales de manera respectiva son de 150 a 200 nmol/L.

Es importante recordar que, el calcio, la vitamina D3, el magnesio y la vitamina K2 deben alcanzar niveles equilibrados, para una salud ideal. La mejor forma de hacerlo es comer más alimentos ricos en calcio, magnesio y vitamina K2, además de una exposición moderada al sol.

Asimismo, si considera que después de realizarse una prueba de vitamina D en la sangre, necesita tomar suplementos, le recomiendo también tomar magnesio y vitamina K2 (MK-7) para garantizar el equilibrio adecuado. También querrá asegurarse de seguir un estilo de vida saludable, para reducir el riesgo de cáncer tanto como sea posible. Como explicaron los investigadores en Nutrients:22

"La suplementación con vitamina D no es la píldora mágica que resuelve como un milagro la carga del cáncer o que reemplaza un estilo de vida saludable. De igual modo, es necesario fomentar un buen ambiente y un estilo de vida saludable, lo que incluye una alimentación balanceada y actividad física. Por lo que, se demostró que ambas actividades aportan beneficios a la salud durante el padecimiento de enfermedades, incluido el cáncer, y también son las mejores medidas preventivas a nuestro alcance".