📝HISTORIA EN BREVE

  • Los índices de fertilidad masculina están disminuyendo de forma drástica; el recuento de espermatozoides ha caído más del 50 % en los últimos 50 años
  • El cambio de las grasas saturadas a los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por sus siglas en inglés) en las alimentaciones modernas podría tener relación con los niveles bajos de testosterona y una menor calidad de los espermatozoides
  • Los PUFA son más vulnerables al estrés oxidativo, lo cual daña los espermatozoides y podría contribuir a los abortos espontáneos
  • Realizar algunos cambios en la alimentación, como reducir el consumo de los PUFA y optar por grasas saturadas, podrían mejorar la salud reproductiva y los niveles de testosterona
  • La alimentación afecta de forma significativa la fertilidad, por lo que es fundamental elegir los tipos correctos de grasas para apoyar una mejor salud reproductiva

🩺Por Ashley Armstrong, autora invitada

¡Mujeres, pongan atención, hombres, escuchen esto! Necesitamos hablar de algo que ha estado oculto durante mucho tiempo: la crisis en la fertilidad masculina. No podemos culpar solo a las mujeres por el aumento en los índices de infertilidad. Señores, su capacidad reproductiva está en riesgo, y es hora de afrontar este gran problema.

Antes de que piense que esto no tiene sentido y que solo es porque las mujeres se quejan sobre la reproducción, lea esto. Como mujer apasionada por las grasas alimenticias y su impacto en nuestra salud, existen algunos vínculos alarmantes entre la crisis en la fertilidad masculina y el cambio masivo en nuestro consumo de dichas grasas.

Lo que comemos importa, y afecta mucho más que nuestra figura: ¡afecta a las próximas generaciones! Señores, es hora de hacer algo, porque su salud reproductiva está en riesgo.

La caída del recuento de espermatozoides

Comencemos con algunos datos concretos. Los estudios indican que, desde el siglo XX, la producción de espermatozoides ha disminuido de forma significativa, lo que pone en riesgo la fertilidad masculina y la salud general. Un metaanálisis realizado por Carlsen et al. en 1992 informó que entre 1938 y 1990 el recuento de espermatozoides disminuyó a nivel mundial, con base en los análisis de semen de casi 15 000 hombres de 23 países.1

Diversos estudios comprobaron esta tendencia; una revisión sugiere que en los últimos 50 años los recuentos de espermatozoides han disminuido más del 50 % a nivel mundial.2 Otro estudio encontró que entre 1973 y 2018 el recuento promedio de espermatozoides disminuyó 51.6 % a nivel mundial, y esta tendencia aumentó aún más después del 2000.3

La caída de la testosterona y el estrés de los espermatozoides

Ahora bien, puede que se pregunte: "¿Qué está provocando este gran problema?" Aunque existen diversos factores, hay algunos que podrían ser los más significativos: el descenso en los niveles de testosterona y la mala calidad de los espermatozoides.

Las toxinas del medio ambiente, la falta de ejercicio y el estrés también juegan un papel importante, al igual que las grasas alimenticias. Un ejemplo de esto son los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por sus siglas en inglés), que llegaron a las alimentaciones modernas y reemplazaron a las grasas saturadas y de origen animal con las que prosperaban nuestros antepasados.

Las líneas amarillas y grises (manteca, margarina y aceites vegetales) tienen un mayor contenido de PUFA en comparación con las líneas azules y naranjas (grasas de origen animal).4

Y ¿adivine qué? Estos cambios en las alimentaciones afectan a los espermatozoides. La caída en los niveles de testosterona y la menor calidad de los espermatozoides podrían tener una correlación importante con un cambio masivo en el consumo de grasas alimenticias. Pasamos de una alimentación rica en grasas saturadas y de origen animal a una con gran contenido de PUFA. Este cambio no sólo afecta su figura, sino también la reproducción

Los peligros de las grasas poliinsaturadas

Los PUFA tienen diversos dobles enlaces en su estructura química, lo que los hace más vulnerables al estrés oxidativo, ya que los radicales libres reaccionan con estos dobles enlaces. Y esta oxidación podría provocar que se formen subproductos nocivos, como los peróxidos lipídicos.5

Pues bien, el estrés oxidativo en los espermatozoides es un factor muy importante en la infertilidad masculina.6,7 Piense en ello como el óxido que se acumula en su automóvil, con el tiempo, debilita la estructura y afecta su funcionamiento. Lo mismo sucede con sus espermatozoides, y los resultados no son nada agradables. Los abortos espontáneos son un problema complejo y podrían ser provocados por diversos factores que involucran a los dos miembros de la pareja. De hecho, los estudios actuales demuestran que los factores masculinos influyen en gran medida en los abortos espontáneos.

Se ha demostrado que los niveles elevados de fragmentación del ADN de los espermatozoides (que es la ruptura o daño de las cadenas de ADN dentro de los espermatozoides como resultado de la oxidación) podrían duplicar la probabilidad de aborto espontáneo.8

Pensemos en esto por un momento: la fragmentación del ADN en los espermatozoides, provocada por la oxidación, podría ser un factor causal de abortos espontáneos. De hecho, una investigación realizada por la revista Examen observó un daño significativo en el ADN de los espermatozoides en más del 85 % de los hombres cuyas parejas habían sufrido abortos recurrentes.9

Las grasas alimenticias no solo son moléculas de energía. Actúan como componentes estructurales y moléculas de señalización en el cuerpo. Los tipos de grasa que consume un hombre podrían regular diferentes vías de señalización, incluyendo las esenciales para la salud reproductiva.

Una de las principales vías de señalización en los espermatozoides es la vía de la fosfatidilinositol 3-quinasa (PI3K), la cual regula la motilidad de los espermatozoides y reacción del acrosoma.10 En otras palabras, ayuda a que los espermatozoides naden y entren al óvulo. Pero los PUFA podrían influir de forma negativa en la actividad de la PI3K en los espermatozoides, lo que disminuye su viabilidad y funcionalidad.11,12

Las grasas que consume también se almacenan en los tejidos del aparato reproductor, lo que influye en la función reproductora y la fertilidad. Los cambios en la composición de ácidos grasos de los fosfolípidos en la membrana del esperma, el plasma seminal y el semen podrían afectar en gran medida la función de los espermatozoides y la fertilidad masculina.

Un estudio encontró que los hombres que sufrían de varicocele (que es una enfermedad en la que las venas dentro del escroto se inflaman, lo cual afecta la fertilidad) tenían niveles más altos de PUFA omega-6 en comparación con los hombres sanos.13

El impacto del ácido araquidónico

Uno de los mayores cambios ha sido el alto consumo de ácido linoleico (AL). El AL es un PUFA omega 6 que se encuentra en aceites vegetales y de semillas, diversos frutos secos y semillas, al igual que en la carne de cerdo y pollo criados de forma convencional.

Una parte del ácido linoleico que consumimos se utiliza para obtener energía o como componente estructural en nuestro cuerpo, mientras que el resto se transforma en ácido araquidónico (AA) a través de una serie de reacciones químicas.

Un estudio demostró que el AA podría ayudar a suprimir la fertilidad masculina.14 Los espermatozoides tienen un “receptor” de progesterona en su cola, y cuando la progesterona activa este receptor ayuda al esperma a entrar al óvulo para la fertilización. Sin embargo, el AA afecta este proceso.

El mecanismo de acción de la progesterona para aumentar la motilidad de los espermatozoides es desplazar una sustancia química llamada 2AG (2-araquidonoilglicerol), la cual es un metabolito del AA. Un consumo elevado de AL aumenta los niveles de AA y, por ende, de 2AG,15 lo que afecta de forma negativa la fertilidad masculina.

Esta podría ser la razón por la que suplementar con progesterona y reducir el consumo de PUFA beneficia a muchos hombres.

Pero el impacto del AA en la fertilidad masculina va mucho más allá. Otro estudio encontró que el AA podría disminuir la función o incluso provocar la muerte de las células de Sertoli (que son células vitales en los testículos) y reducir la producción de espermatozoides.16 El AA provocó diversos efectos negativos en el metabolismo, incluyendo una menor expresión de complejos de transporte de electrones, un aumento de la glucólisis y un menor consumo de oxígeno, todo lo cual afectó la función de las mitocondrias.

Recuerde que los órganos necesitan que se produzca la energía suficiente para funcionar de forma adecuada, y los PUFA obstaculizan esta producción de energía.

Quizá piense que agregar algunas semillas "saludables" a su alimentación podría ayudar. Pero por desgracia, el principal PUFA en las semillas de calabaza es el AL. 100 gramos de semillas de calabaza contienen entre 20 y 30 gramos de AL (que es la misma cantidad de AL que hay 100 gramos de aceite de canola).

Un estudio demostró que agregar semillas de calabaza a la alimentación podría provocar infertilidad y deficiencia de andrógenos.17 Por fortuna, los efectos lograron revertirse cuando se suspendió el consumo de semillas de calabaza. Los autores concluyeron que una alimentación suplementada con semillas de calabaza acanalada (DFPS) podría ser un "agente efectivo y reversible que cumple con los criterios requeridos de un anticonceptivo masculino".

Además de la gran cantidad de PUFA, muchas semillas contienen fitoestrógenos (las semillas de lino son una de las fuentes más importantes), que son compuestos de origen vegetal que pueden imitar o regular los efectos del estrógeno en el cuerpo. Estos compuestos podrían reducir los niveles de testosterona,18,19 lo que afecta aún más a los espermatozoides.

Está bien consumir frutos secos y semillas de vez en cuando, pero no debemos excedernos, ya que eso aumentará de forma drástica nuestro consumo de PUFA (y podría afectar de forma negativa la fertilidad). Quizá el hallazgo más preocupante proviene de un estudio que analizó cómo una alimentación rica en grasas y PUFA en los primeros años de vida podría afectar la fertilidad a largo plazo.

Los hallazgos son preocupantes:

"Nuestros resultados demuestran que los ratones a los que se les brindó una alimentación rica en grasas, aunque sólo fuera hasta principios de la edad adulta, tenían una menor viabilidad y motilidad de los espermatozoides, así como una incidencia mayor de defectos en la cabeza y cola. Aunque la reversión de la alimentación con pérdida de peso durante la edad adulta previene la progresión del síndrome metabólico, los efectos en el contenido de ácidos grasos en los testículos son irreversibles.
El consumo excesivo de grasas favorece la sobreacumulación de ácidos grasos poliinsaturados n-6 proinflamatorios en los testículos, lo que podría influir en gran medida en la calidad de los espermatozoides. Por consiguiente, adoptar una alimentación rica en grasas durante los primeros años de vida podría tener una correlación con cambios irreversibles en el contenido de lípidos y el metabolismo testicular, lo cual está asociado con un daño permanente en la calidad de los espermatozoides más adelante en la vida".20

En otras palabras, la cantidad y el tipo de grasas alimenticias que consumimos en la infancia podrían afectar nuestra fertilidad más adelante en la vida.

En el mismo estudio, se encontró que los ácidos grasos saturados (AGS) solo se acumulaban en las gónadas de los animales fértiles:

“Observamos que la familia de AG que más abunda en los testículos de los ratones de los grupos CTRL y HFDt son los ácidos grasos saturados (AGS) (55.79 % y 41.83 %, respectivamente), mientras que los ácidos grasos poliinsaturados son los más abundantes en los testículos de los ratones del grupo HFD (44.21 %)”. 21

Otro estudio comparó los metabolitos de ácidos grasos entre hombres fértiles e infértiles.22 Los autores del estudio concluyeron que "los metabolitos derivados de PUFA 7(R)-MaR1, 11,12-DHET, 17(S)-HDHA, LXA5 y PGJ2 podrían considerarse posibles biomarcadores de la infertilidad en hombres con normozoospermia".

Cada vez más estudios obtienen los mismos resultados: los PUFA y sus metabolitos afectan de forma negativa la fertilidad masculina.

Ahora que entiende el problema ¿qué puede hacer?

¿Qué debe hacer un hombre ante este problema de fertilidad? La buena noticia es que existen algunos cambios sencillos en el estilo de vida y alimentación que puede realizar para mejorar la calidad del ADN de su esperma y mejorar su salud reproductiva.

1. Mantenga un peso saludable: mantener el exceso de grasa corporal no ayudará a mejorar la fertilidad, ya que la obesidad también afecta la infertilidad. Diversos estudios demostraron que perder grasa corporal podría aumentar la testosterona en hombres con sobrepeso.23 Por ende, comer la cantidad adecuada de calorías, cocinar la mayoría de sus comidas en casa, alcanzar un recuento diario de pasos y hacer ejercicio de forma regular son hábitos esenciales de estilo de vida.

2. Controle el estrés y desarrolle hábitos saludables de sueño, ya que los niveles elevados de cortisol podrían afectar de forma negativa la producción de testosterona.

3. Mejore su tasa metabólica con carbohidratos: recuerde que las grasas alimenticias son una parte importante de una alimentación balanceada. Sin embargo, no necesita consumir demasiadas para obtener los beneficios.

Además, los estudios demuestran que, para aumentar la fertilidad, es fundamental tener una buena tasa metabólica y quemar de forma efectiva los carbohidratos (lo que significa que las mitocondrias pueden convertir los carbohidratos en energía). Recuerde que sus gónadas necesitan glucosa para producir testosterona.

"El estado energético es fundamental para la función adecuada del aparato reproductor, ya que el eje reproductivo tiene la capacidad de responder a las señales metabólicas".24 De hecho, "una menor disponibilidad de glucosa podría provocar hipoandrogenismo (menor producción de testosterona) en los testículos de los ratones durante el envejecimiento".25 Otro estudio respalda estos resultados y menciona que "este estudio respalda aún más el hallazgo anterior de que las células de Leydig no pueden producir testosterona si no hay glucosa".26

Esto podría explicar por qué las alimentaciones bajas en carbohidratos y altas en proteínas podrían disminuir los niveles de testosterona en los hombres.27 Una estructura y funcionamiento adecuados requieren una producción de energía óptima.

4. Disminuya el consumo de PUFA: existen suplementos que pueden mejorar los niveles de testosterona y fertilidad. Sin embargo, lo que come influye en gran medida en su estado general de salud.

Por consiguiente, para mejorar la fertilidad, lo ideal es disminuir el consumo de PUFA al limitar los aceites vegetales, los alimentos procesados, el pollo y cerdo criados de forma convencional, los frutos secos y las semillas. Mejor elija fuentes más saludables de grasas, como el sebo, la mantequilla (no margarina), las grasas lácteas, los huevos con bajo contenido de PUFA, el chocolate amargo y el aceite de coco.

Las grasas que se encuentran en estas fuentes podrían estimular la producción de testosterona, ya que los ácidos grasos saturados tienen una relación positiva con dicha hormona.

  • El ácido esteárico (un AGS) aumenta la P450scc (que es el paso limitante de la velocidad en el transporte de colesterol a los testículos para la esteroidogénesis).28
  • El ácido palmítico y esteárico (AGS) aumentan la producción de pregnenolona y DHEA, al mismo tiempo que inhiben la producción de cortisol.29,30

En animales con deficiencia de PUFA, la conversión de acetato y colesterol en testosterona y androstenediona es casi el doble que en ratas normales.31 Esto podría deberse a una mejor función de las mitocondrias y a una mayor producción de ATP provocada por un consumo bajo de PUFA.

Conclusión

Señores, es hora de aceptar la realidad: lo que comen importa, no sólo para su salud general, sino para las generaciones futuras. Una alimentación rica en PUFA es como kriptonita para la fertilidad. Los tipos de grasas que consumimos influyen en gran medida en nuestra salud reproductiva, y es hora de hacer algo.

Pero no se desespere, al realizar cambios en su alimentación y estilo de vida, puede tomar control de su salud reproductiva y brindarles a sus futuros hijos el mejor comienzo posible.

Así que brindemos (con un vaso de leche sin pasteurizar, no de leche de soya) por una mejor salud reproductiva. Señores, es hora de hacer algo. Sus futuros hijos dependen de usted. Recuerde, cuando se trata de fertilidad, somos lo que comemos.

Sobre la autora

Ashley Armstrong es cofundadora de la empresa Angel Acres Egg Co., la cual se especializa en producir huevos con bajo contenido de PUFA (grasas poliinsaturadas), así como de la empresa Nourish Cooperative, que vende carne de cerdo y de res, queso, lácteos A2 y masa madre tradicional con bajo contenido de PUFA.


🔍Fuentes y Referencias