📝Historia en breve

  • El medio ambiente tiene un nivel elevado de contaminación por PFAS o “sustancias químicas eternas". Y, ahora, un estudio que se realizó en 2024 descubrió que, las PFAS o “sustancias químicas eternas” pueden transmitirse de madres a los fetos a través de la placenta, lo que podría afectar el desarrollo fetal
  • La investigación, que involucró a 1076 parejas (madre e hijo), encontró residuos de PFAS en la sangre de la madre, la sangre del cordón umbilical y la leche materna. Además, descubrió que la placenta es la vía principal de transferencia de estas sustancias, incluso más que la leche materna
  • Los bebés que reciben leche materna pueden exponerse a un nivel hasta 10 veces mayor de PFAS que los que los adultos que se exponen a estas sustancias a través de los alimentos. Los bebés de menos de un mes son los más afectados
  • Exponerse a los PFAS desde antes de nacer, no solo podría incrementar el riesgo de parto prematuro, sino también alterar la función hormonal y el crecimiento de los tejidos en recién nacidos. A pesar de esta situación, los expertos aún afirman que la lactancia materna es muy beneficiosa.
  • Para reducir su exposición a las PFAS, evite los productos resistentes a las manchas y el agua, así como los empaques de comida rápida, los utensilios de cocina antiadherentes y ciertos artículos de cuidado personal. Utilice un filtro de carbón para purificar su agua y compre alimentos orgánicos siempre que sea posible

🩺Por el Dr. Mercola

Las sustancias químicas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que también se conocen como PFAS o "sustancias químicas eternas", están en todos lados, desde nuestro medio ambiente, alimentos y agua potable, por lo que, no es una sorpresa que el 98% de las personas que viven en Estados Unidos tengan niveles detectables de estas sustancias en su sangre.1 Pero, el problema no se limita a esta terrible realidad, sino que es aún peor, ya que la exposición a estas sustancias comienza desde que un bebé está en el útero de su madre.

Hace poco, un estudio2 descubrió la forma en que las PFAS llegan hasta el feto, lo que vuelve a demostrar el alcance de estas sustancias. Si está embarazada o planea hacerlo algún día, esta información le interesa.

Detectan niveles de sustancias químicas eternas en la placenta

En mayo de 2024, un estudio3 que realizó un equipo de investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Fudan en Shanghai, China, investigó la presencia de PFAS durante el embarazo y la lactancia, aunque su objetivo principal era identificar los mecanismos de transferencia de estas sustancias químicas de la madre al feto. Su investigación demuestra una vez más el alcance de estas sustancias.4

El estudio, que se publicó en la revista Eco-Environment and Health, analizó 16 tipos de PFAS y sus concentraciones en la sangre de las madres, la leche materna y la sangre del cordón umbilical de los bebés. Se tomaron muestras de 1076 parejas (madre e hijo) y se analizaron con ayuda de una cromatografía líquida y una espectrometría de masas en tándem con el fin de determinar sus niveles de sustancias químicas eternas.

Los investigadores descubrieron que la placenta es la vía principal de transferencia de estas sustancias, incluso más que la leche materna. Esto demuestra que estás sustancias comienzan a acumularse desde que el bebé está en el útero de su madre.

"Se detectaron PFAS en la mayoría de las muestras de suero y calostro, pero los mayores niveles de PFOS [sulfonato de perfluorooctano] se detectaron en el suero materno, mientras que los mayores niveles de PFOA [ácido perfluorooctanoico] se detectaron en el suero del cordón umbilical y la leche materna. Se cree que este mecanismo de transferencia se relaciona con la longitud de la cadena de carbono.
Los bebés pueden exponerse a las PFAS a través de la leche materna, lo que incrementa el peligro de las PFOS y las PFOA, y se trata de un problema que debe abordarse cuanto antes", concluyeron los autores del estudio.5

Además, las PFAS pueden unirse a las proteínas de transporte, lo que ayuda a entender mejor por qué se transfieren y propagan tan fácil por todo el cuerpo.6 En un artículo que se publicó en Medical Xpress,7 Yaqi Xu, autor principal del estudio, dijo que:

"nuestros hallazgos sirven como base para desarrollar estrategias que ayuden a proteger a los bebés de los efectos dañinos de la exposición a las PFAS. “Entender las vías y los riesgos que se relacionan con estas sustancias químicas puede ayudar a crear normas específicas y otras medidas para proteger a nuestros bebés”.

La leche materna es una de las fuentes principales de PFAS

Los investigadores también evaluaron el posible riesgo de exponerse a las PFAS a través de la leche materna. Primero, analizaron el consumo diario estimado de PFAS entre bebés que recibían leche materna, y luego utilizaron el cociente de riesgos para determinar su riesgo.

Descubrieron que, "el consumo diario estimado de PFAS en bebés que recibían leche materna supera el consumo diario estimado de estas sustancias en adultos, lo que vuelve a demostrar que la leche materna es una vía importante de exposición para los bebés".8

En pocas palabras, si comparamos la cantidad de PFAS que un bebé obtiene de la leche materna con la que un adulto obtiene de sus alimentos, el bebé obtiene 10 veces más.

"El mayor nivel de consumo diario estimado se detectó en bebés menores de un mes de edad. Esto implica que, en este rango de edad específico, podría tener mayor riesgo de desarrollar los problemas de salud que se relacionan con la exposición a las PFAS", dijeron los autores. 9

La leche materna es el primer alimento que recibe un bebé, y es el alimento más nutritivo que puede recibir durante sus primeros años de vida. Y, no solo eso, la lactancia aporta muchos otros beneficios tanto para el bebé como para la madre. Esto significa que, además de todos los nutrientes, el bebé también podría recibir PFAS a través de la leche materna, lo que demuestra una vez más el alcance de estas sustancias en nuestro mundo moderno.

Las PFAS se vuelve aún más peligrosas durante el embarazo

Si bien este estudio identificó la forma en que las PFAS se transfieren de una madre a su hijo, no es el primero que analiza el impacto de estas sustancias durante el embarazo. En 2023, un estudio10 que se publicó en la revista Nature Communications, afirmó que fue el primero en detectar sustancias químicas eternas en recién nacidos.

El estudio, que realizaron investigadores de la Universidad Emory, analizó muestras de sangre de 267 recién nacidos entre 2016 y 2020, y descubrió que los bebés que se expusieron a grandes cantidades de PFAS en el útero, tenían un mayor riesgo de nacer de forma prematura. Según un artículo informativo de la Universidad Emory:11

"por primera vez, un estudio descubrió que había niveles detectables de PFAS en muestras de sangre que se tomaron a recién nacidos poco después de nacer. Dado que las PFAS son sustancias sintéticas, significa que los bebés se expusieron a ellas mientras estaban en el útero".

Los investigadores también analizaron las señales biológicas de la sangre de los recién nacidos, y afirmaron que las PFAS pueden alterar el equilibrio de ciertos procesos en el cuerpo de los recién nacidos, incluyendo su función hormonal y crecimiento de los tejidos. Esto incrementa el riesgo de parto prematuro, que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ahora es una de las cinco causas principales de mortalidad infantil. 12

Donghai Liang, Ph.D., profesor en la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad Emory y autor principal del estudio, dijo que:13

"cuando nacen los bebés, todos los vemos como algo muy puro y limpio porque aún no se expone a ninguna de las cosas negativas y aterradoras del mundo exterior. Pero en este estudio, descubrimos que los bebés se expusieron a sustancias químicas eternas desde antes de nacer".

Las PFAS están en todas partes

Los PFAS se utilizan para fabricar productos de consumo desde los años de 1950,14 y aunque dos de las sustancias químicas que se mencionan de en el estudio de Shanghai (PFOA y PFOS) ya no se utilizan en Estados Unidos, aún son legales en muchos otros países. 15 Pero, eso no significa que las personas que viven en este país estén seguras,

ya que CompTox Chemicals Dashboard, que es una base de datos de la Agencia Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos,16 establece que en la actualidad existen casi 15 000 tipos de PFAS diferentes.17 Estas sustancias químicas sintéticas se utilizan para una variedad de aplicaciones debido a su capacidad para repeler y resistir el agua, la grasa y el aceite.

Los utensilios de cocina antiadherentes, los limpiadores químicos, los empaques de alimentos, la ropa repelente al agua y los artículos de cuidado personal como los cosméticos solo son algunos ejemplos de productos que contiene PFAS. El problema es que estas sustancias pueden filtrarse durante el proceso de fabricación de los productos o mientras se utilizan, lo que provoca que contaminen el suelo, al agua y al aire,18 y eso las convierte en una amenaza grave para el medio ambiente y la vida silvestre. Según el sitio web de PFAS Free:19

"las moléculas de PFAS no se ven, pero están ahí. No vemos como se propagan por toda la vida marina, ni cómo se adhieren al estómago de las aves, pero están ahí y causan mucho daño".

El cuerpo también absorbe las PFAS y, como no se descomponen (de ahí el nombre "eternas"), se acumulan. Y hasta el momento, no se conoce ninguna forma efectiva de eliminarlas del cuerpo, a menos que se transfiera a otra persona. 20

Una de las pocas formas de eliminar las PFAS del cuerpo

Estas sustancias químicas pueden permanecer durante toda la vida en su sangre y órganos, como el hígado y los riñones. Se elimina a través de la orina y la bilis, pero en pequeñas cantidades. Pero, cuando una mujer amamanta, transmite una gran cantidad de estas sustancias a su bebé a través de la leche materna. Según un artículo que se publicó en WBUR:21

"los científicos observaron que los niveles de PFAS disminuyen cuando una madre transmite estas sustancias a su hijo a través de la placenta o la leche materna.
"Digamos que amamanta durante seis meses; en ese tiempo puede eliminar la mitad de su carga total de PFAS", dijo Philippe Grandjean, profesor adjunto de la Facultad de Salud Pública de Harvard.

Esto es muy preocupante, sobre todo para las madres que amamantan. Ninguna madre quisiera hacerle esto a su hijo, en especial cuando existen tantos estudios que demuestran que estas sustancias pueden causar problemas de salud. 22,23,24,25

Pero al mismo tiempo, no puede quitarle a su bebé su principal fuente de nutrientes, ya que suspender la lactancia podría hacer que su hijo se pierda de varios beneficios que continúan hasta la edad adulta.

La leche materna es “oro líquido” para los bebés

Desde el punto de vista de la ciencia de la nutrición, no existe ninguna duda de que la leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y los bebés pequeños. Para empezar, la lactancia materna podría tener una relación con un riesgo menor de sobrepeso y obesidad.26

La lactancia materna no sólo evita que el bebé reciba alimentos que podrían promover el sobrepeso, sino que también crea un microbioma intestinal saludable, que es fundamental para la salud de por vida.27

También se encontró que los adultos que recibieron leche materna tenían un riesgo 26 % menor de sobrepeso y obesidad, así como un riesgo menor de diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades del corazón. 28 En 2023, un estudio que se publicó en BMC Public Health afirmó que:29

"solo dar leche materna durante al menos 90 días se relaciona con un menor riesgo de morbilidad infantil, un menor uso de recursos sanitarios como hospitales y una menor duración de la estancia hospitalaria".

En un artículo que se publicó en The Hill,30 Linda Birnbaum, ex directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y del Programa Nacional de Toxicología, reconoció el problema de las PFAS en la leche materna, pero dijo que cree que, en este caso, los beneficios superan los riesgos. "Siempre digo que 'la lactancia es lo mejor', incluso si hay contaminación", afirmó.

Reducir la exposición a las PFAS es la mejor solución

A pesar del riesgo de transmitir las PFAS, no recomiendo que evite la lactancia, ya que es el alimento más saludable que proporcionará inmunidad natural de por vida y otros beneficios importantes para la salud de su hijo. Mejor, le recomiendo que implemente las estrategias necesarias para reducir su exposición a estas sustancias químicas sintéticas, lo que también reducirá los niveles de PFAS en su leche materna.

Asegúrese de comprar alimentos de una fuente conocida y confiable, que utilice métodos de cultivo orgánicos o biodinámicos, seguros y no tóxicos. Comer alimentos frescos y enteros también le ayudará a reducir su exposición a estas sustancias.

Dado que los PFAS no tienen sabor ni olor, es casi imposible saber si un alimento o producto están contaminados con estas sustancias. Asegúrese de filtrar el agua potable para evitar esta vía de exposición que es una de las más comunes. También le recomiendo un sistema de filtración de carbón de alta calidad. Para asegurarse de obtener el agua más pura posible, filtre el agua tanto en el punto de entrada como en el punto de uso.

Otras cosas que debe evitar para reducir su exposición a las PFAS se enumeran en la parte de abajo. Puede encontrar otros consejos útiles en la "Guía para evitar las PFAS" del Grupo de Trabajo Ambiental.31 Cuando implementa medidas para reducir su exposición a sustancias químicas eternas al no comprar productos que pueden dañar la salud de su familia también hace la diferencia, estos son algunos de los productos que debe evitar:

Productos tratados con repelentes de manchas, y opte por no comprar muebles y alfombras que hayan recibido dichos tratamientos.

Ropa repelente al agua o a manchas, una recomendación es evitar los artículos "transpirables", ya que por lo general se tratan con politetrafluoroetileno (PTFE).

Productos que se tratan con sustancias químicas retardantes de llama, que incluyen una gran variedad de artículos para bebés, muebles acolchados, colchones y almohadas. Mejor, opte por materiales naturales y menos inflamables como el cuero, la lana y el algodón.

Comida rápida y comida para llevar, ya que sus empaques suelen tratarse con PFAS.

Palomitas de microondas, las PFAS podrían estar presentes en el revestimiento interior de la bolsa, y pueden filtrarse al aceite cuando se calientan. Mejor consuma palomitas de maíz tradicionales.

Utensilios de cocina antiadherentes y otros utensilios de cocina que se tratan con estas sustancias químicas.

Hilo dental Oral-B Glide, y cualquier producto de cuidado personal que contenga PTFE o ingredientes de "fluoro" o "perfluoro".