📝Historia en breve

  • Las personas felices suelen tener hábitos que se relacionan con una salud óptima, como comer de forma saludable, hacer ejercicio, dormir bien y controlar el estrés
  • Más de 200 estudios científicos relacionan la felicidad con un menor riesgo de enfermedades cardíacas, mientras que al menos 160 estudios la relacionan con una mayor longevidad
  • Las investigaciones sugieren que el simple acto de sonreír es suficiente para sentirse más feliz y menos estresado, incluso cuando no está de humor

🩺Por el Dr. Mercola

Si tuviera que elegir un solo ámbito de mi vida en el que pudiera aspirar a ser feliz, sin duda sería mi salud. Creo que sentirse sano ayuda a tener la sensación de satisfacción en todos los aspectos de la vida. Mientras que los problemas de salud pueden afectar bastante el estado de ánimo de las personas al grado de causar depresión. Muchos consideran que la felicidad es algo que sucede de forma inesperada, pero creo que ser feliz es una elección, un estado mental que depende de nosotros y de nadie más.

Las personas felices suelen comer mejor, hacer ejercicio, dormir bien y mantener el estrés bajo control, y todos estos, son hábitos que ayudan a tener una salud óptima. Se sabe que existe una relación muy estrecha entre la felicidad y la buena salud. De hecho, las investigaciones científicas demuestran que, ser feliz tiene un impacto positivo en la salud del corazón, el sistema inmunológico, el estrés, las tasas de enfermedades y la longevidad.

Ser feliz es muy beneficioso para el corazón

En 2012, la Facultad de Salud Pública de Harvard (HSPH) realizó un análisis1 que sugiere que, tener un estado de ánimo positivo puede reducir el riesgo de infarto, derrame cerebral y otros eventos que se relacionan con el corazón. Después de revisar más de 200 estudios que se publicaron en dos bases de datos científicas de prestigio, los autores descubrieron que la felicidad, la satisfacción con la vida y optimismo también se relacionan con un menor riesgo de enfermedad cardíaca.

Según Julia Boehm, Ph.D., autora del estudio e investigadora en Department of Society, Human Development and Healt de la HSPH:2 "los participantes más optimistas tenían un riesgo 50 % menor de experimentar un evento cardiovascular que las personas menos optimistas". Según la investigación, estos factores también podrían ralentizar la progresión de la enfermedad".

Me parece importante mencionar que, la relación entre la felicidad y una buena salud del corazón se mantuvo sin importar otros factores como la edad, el peso corporal, el tabaquismo y el nivel socioeconómico. Julia Boehm y su equipo también observaron que las personas optimistas parecen estar más motivadas para tratar mejor sus cuerpos, lo que también beneficia la salud del corazón. Según Julia Boehm:3

"descubrimos que, cuando una persona tiene una actitud positiva, es más probable que haga ejercicio, coma bien y duerma lo suficiente. Esto a su vez, puede tener efectos biológicos positivos en términos de inflamación, colesterol, presión arterial y lípidos. Por lo que, la actitud influye mucho en la salud".

La importancia del estado de ánimo en la salud

Los hallazgos del análisis coinciden con los resultados de otras investigaciones a largo plazo.4 En 2007, otro estudio que realizó la HSPH en el que participaron 6025 hombres y mujeres de entre 25 y 74 años, que recibieron un seguimiento promedio de 15 años, concluyó que un estado emocional positivo influye en el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria.

Los investigadores definieron estado emocional positivo como una percepción de energía positiva, junto con la capacidad de controlar las emociones y el comportamiento, y la sensación de bienestar, que incluye sentirse satisfecho con la vida. Laura Kubzansky, Ph.D., profesora de ciencias sociales y del comportamiento de la HSPH, habló sobre los resultados de la investigación, y dijo que:5

"todo parece indicar que tener un estado emocional positivo, es decir, la sensación de entusiasmo, esperanza y compromiso con la vida, así como la capacidad de afrontar el estrés cotidiano con equilibrio emocional, reduce el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria. El efecto de protección fue claro y medible, incluso cuando se consideraron otros hábitos saludables como no fumar y hacer ejercicio de forma regular”. 

Ser feliz también fortalece el sistema inmunológico

Aunque la evidencia de los estudios científicos sugiere que el estado mental influye en todos los aspectos de la salud, aún es difícil explicar los mecanismos detrás de sus efectos moleculares, sobre todo en los sistemas nervioso e inmunológico. La psiconeuroinmunología (PNI) es el campo que se encarga de buscar estas respuestas.

En el campo de la PNI, un pequeño grupo de investigación que dirige Steven Cole, profesor de medicina y especialista en psiquiatría y ciencias bioconductuales en la Facultad de Medicina de la UCLA, relacionó la felicidad con la función de las células inmunológicas. "Existe una fuerte conexión entre nuestras experiencias de vida y nuestra función molecular", dijo Steven Cole.6

Según Steven Cole, el equilibrio de las dos funciones principales del sistema inmunológico (combatir las infecciones virales y las infecciones bacterianas a través de la respuesta inflamatoria) pueden cambiar según nuestras experiencias de vida. Otras investigaciones sugieren que las experiencias negativas, como recibir un diagnóstico de cáncer o depresión, estimulan la actividad de los genes de inflamación en las células inmunológicas.7,8

"En los últimos 15 años, hemos descubierto que las experiencias sociales y psicológicas que provocan una sensación de amenaza o incertidumbre pueden desencadenar una respuesta similar en nuestras células inmunológicas. Ahora, el objetivo es descubrir si las circunstancias positivas de la vida podrían contrarrestar estos efectos a nivel molecular”.

Los estados emocionales y la expresión genética

Steven Cole se juntó con investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, para analizar el efecto de la felicidad en términos biológicos.9 El equipo entrevistó a 80 adultos sanos a los que se les hicieron 14 preguntas sobre su bienestar, que iban desde, qué tan felices se sentían hasta con qué frecuencia sentían que su vida tenía sentido, las preguntas se diseñaron con el fin de distinguir entre dos formas de felicidad que reconocen los psicólogos:10

  1. Bienestar hedónico (la felicidad que se caracteriza por emociones que se relacionan con placeres materiales y corporales)
  2. Bienestar eudaimónico (un tipo de satisfacción más profunda que se produce por participar en actividades con un mayor significado o propósito, como el trabajo de caridad, las actividades intelectuales o las relaciones sociales)

Después de analizar los cuestionarios para evaluar el nivel de bienestar hedónico y eudaimónico de cada participante, el equipo de Steven Cole tomó muestras de sangre para evaluar11 la función de sus células inmunológicas. Aunque ambos tipos de bienestar son estados emocionales positivos que se relación con la felicidad, se requiere un análisis de sangre para determinar su efecto en la expresión genética.

De manera curiosa, se descubrió que los participantes que experimentaron un sentido de felicidad que se relacionó con el bienestar eudaimónico tenían buenos perfiles de expresión genética, lo que significa que sus células inmunológicas mostraron mayores niveles de respuesta antiviral y menores niveles de respuesta inflamatoria. Mientras que los participantes que experimentaron un mayor bienestar hedónico tenían un perfil genético similar al de las personas que están bajo estrés.

Otras estrategias de cuerpo y mente que puede ser muy beneficiosas

Steven Cole tiene la esperanza de descubrir cómo desarrollar un perfil que se relacione más con lo eudaimónico en el sistema inmunológico. Mientras tanto, dice que las prácticas mente-cuerpo como la meditación podrían ser de gran ayuda. Después de todo, se sabe que esas prácticas ayudan a fortalecer las células inmunológicas", dijo Steven Cole.12

En términos específicos, las investigaciones demuestran que la meditación, la oración y el yoga, sobre todo cuando se practican a largo plazo, producen efectos positivos en la salud, incluyendo el sistema inmunológico.

Los investigadores sugieren que la respuesta de relajación que se logra a través de estas actividades "estimula la expresión de genes que se relacionan con el metabolismo energético, la función mitocondrial, la secreción de insulina y el mantenimiento de los telómeros, así como con una menor expresión de genes que causan una respuesta inflamatoria y estrés".13

La felicidad es una de las mejores formas de combatir el estrés

Aunque muchos creen que sonreír es un efecto de la felicidad, en realidad podría ser al revés.  Las investigaciones sugieren que el simple acto de sonreír podría ayudarlo a sentirse más feliz y menos estresado. En 2012, un estudio14 que realizó la Universidad de Kansas afirmó que sonreír reduce el estrés sin importar el estado de ánimo.

Para el experimento, hicieron que 170 estudiantes universitarios sostuvieran palillos en sus bocas mientras mantenían una de tres expresiones faciales diferentes: sonrisa neutra, sonrisa estándar y sonrisa de Duchenne (más enfática). Según los investigadores, los palillos obligaban a los participantes a sonreír sin que se dieran cuenta de que lo estaban haciendo y solo a la mitad de los miembros del grupo se les pidió que sonrieran.

Después, los estudiantes realizaron tareas estresantes, y tenían que reportar sus niveles de estrés, mientras los investigadores medían su frecuencia cardíaca. Si consideramos que la frecuencia cardíaca es un indicador de la respuesta del cuerpo al estrés, los resultados parecen demostrar que sonreír puede reducir los niveles de estrés sin importar el estado de ánimo. Estos fueron los dos hallazgos principales:15

  • Los participantes a los que se les indicó que sonrieran, y sobre todo el grupo de sonrisa de Duchenne, tuvieron una frecuencia cardíaca menor que el grupo de expresión neutra.
  • Los participantes a los que no se les indicó que sonrieran, pero tenían los palillos que los obligaba a sonreír, también tuvieron una frecuencia cardíaca menor que el grupo de expresión neutra, pero la diferencia fue menos evidente.

Sarah Pressman, coautora del estudio y profesora de ciencias psicológicas en la Universidad de California en Irvine, dijo: "la próxima vez que esté atrapado en el tráfico o bajo alguna otra situación estresante, intente sonreír por un momento. No sólo lo ayudará a afrontar de mejor manera la situación, sino que también podría proteger la salud de su corazón".16

Las actividades divertidas deberían formar parte de su rutina de salud

Tal vez ya ha notado que muchas de las cosas de la vida que lo hacen sentir feliz, también ayudan a combatir el estrés. Actividades como ser creativo, disfrutar del trabajo, hacer ejercicio, invertir en un pasatiempo y salir con amigos tienen dos beneficios importantes: causan felicidad y combaten el estrés. Según VeryWell.com, incorporar actividades divertidas en su estilo de vida para equilibrar los factores estresantes, es un aspecto importante del cuidado personal:17

"cuando siente que ya no puede con el estrés, en lo único que piensa es en quitarse esas presiones inminentes, pero muchos no saben qué hacer actividades que causan felicidad puede ayudar a aliviar el estrés a corto plazo y producir beneficios a largo plazo.
Una vez que convierta en hábito los rasgos de estilo de vida que promueven la felicidad, estará mejor preparado para afrontar el estrés que se presente a lo largo de su vida".

Ser feliz también ayuda a combatir el dolor y las enfermedades

Dado que las emociones son una forma de energía, las emociones positivas parecen influir de forma positiva en la salud física. Según el Dr. Bradley Nelson, experto quiropráctica holística y autor de "The Emotion Code", cuando siente una emoción, lo que en realidad está sintiendo es la vibración de una energía en particular.18

Esta energía, en especial la que se relaciona con emociones intensas, pueden alojarse en casi cualquier parte del cuerpo, donde tienden a causar alteraciones en el sistema energético del organismo. Cuando no se controla, la energía que se produce en respuesta a las emociones negativas puede causar problemas físicos como dolor, enfermedades y otras molestias.

Algo que muchos no saben es que el cuerpo no puede distinguir entre una experiencia real que causa una respuesta emocional y una emoción que se produce por cosas que solo están en la mente.

Por ejemplo, cuando se preocupa por algo negativo que podría ocurrir, pero aún no sucede, su cuerpo no sabe diferenciar entre meros pensamientos y la realidad, y eso puede causar mucho estrés. Desde un punto de vista emocional, solo enfocarse en lo negativo puede causar todo tipo de problemas de salud.

Mientras que enfocarse en las emociones positivas, como la felicidad, produce el efecto contrario. Si hace lo posible por enfocarse en los aspectos positivos y agradables de la vida, su mente podrá tener una perspectiva más optimista. Esta perspectiva optimista o felicidad hace que sea más probable que tenga actitudes y hábitos saludables que le ayudarán a combatir enfermedades.

Los beneficios de la atención plena

Una técnica muy beneficiosa con respecto al estado mental es la atención plena, que es cuando hace consciencia del momento exacto en el que se encuentra con ayuda del enfoque interno. En lugar de dejar que su mente divague, cuando está atento, logra vivir el momento y no se distrae con las circunstancias externas.

Además de fortalecer la mente para ayudarlo a conseguir lo que quiere en la vida, incluyendo un estado mental más positivo y feliz, la atención plena también puede ayudar a reducir la inflamación que causa el estrés. Las siguientes técnicas pueden ayudarlo a alcanzar la atención plena:

  • Ponga toda su atención en un aspecto de la experiencia sensorial, como el sonido de su propia respiración.
  • Distinga entre pensamientos simples y emocionales (como "mañana tengo una evaluación" en lugar de "¿Qué pasa si salgo mal en mi evaluación y no me dan el aumento que necesito?").
  • Considere sus pensamientos emocionales como simples "proyecciones mentales" para que su mente se tome un descanso.

En el siguiente video, el Dr. Mike Evans, ex médico del Hospital St. Michael's de Toronto y fundador de Reframe Health Lab, habla sobre algunos aspectos de la ciencia de la felicidad, incluyendo la atención plena.

Ser feliz también podría ayudarlo a vivir más

Desde hace mucho tiempo, se dice que ser feliz puede mejorar la calidad de vida, pero ahora las investigaciones demuestran que también podrían alargar la longevidad. En 2014, investigadores de la Universidad de Princeton, la Universidad Stony Brook y el University College de Londres (UCL) analizaron a 9050 personas para determinar si la felicidad influye en la longevidad. 19

Los participantes, que tenían una edad promedio de 65 años, respondieran un cuestionario que tenía el objetivo de medir su bienestar eudémico (el tipo de felicidad que se relaciona con su sentido de propósito y significado de la vida). Los investigadores dividieron a los participantes en cuatro categorías según sus respuestas, y los clasificaron del mayor al menor en términos de bienestar.

Los resultados del estudio se ajustaron a factores como la edad, el género, la salud física y el estado socioeconómico para descartar cualquier influencia externa que pudiera afectar la duración de la vida. En particular, las personas que expresaron la mayor sensación de bienestar tenían un riesgo 30 % menor de morir durante el período de seguimiento y vivían en promedio dos años más que los participantes que informaron el menor bienestar.

Andrew Steptoe autor principal del estudio y jefe del departamento de investigación de ciencias del comportamiento y salud en el Institute of Epidemiology and Health Care de la UCL, dijo que la investigación plantea la posibilidad de que, una mayor sensación de bienestar podría relacionarse con una mejor salud física y longevidad:20

"Ya sabemos que la felicidad se relaciona con un menor riesgo de muerte. Estos análisis demuestran que el sentido de significado y propósito que tienen las personas de edad avanzada también se relaciona con una mayor longevidad. Además, estos hallazgos plantean la intrigante posibilidad de que una mayor sensación de bienestar podría ayudar a mejorar la salud física”.

Una persona feliz podría vivir más y mejor

En 2011, una revisión21 de más de 160 estudios que se realizaron con humanos y animales, y que se publicó en la revista Applied Psychology: Health and Well-Being, también sugiere que "las personas felices tienden a vivir más y tener mejor salud que quienes no son felices". Ed Diener, autor principal, profesor de psicología de la Universidad de Illinois y científico sénior de Gallup, habló sobre la investigación y dijo que:22

"la felicidad no es una solución mágica, pero la evidencia de que influye en el riesgo de contraer una enfermedad o morir de forma prematura es clara y contundente. Aunque hay unos pocos estudios que encontraron hallazgos contradictorios, la mayoría de los estudios coinciden en que la felicidad mejora la salud y la longevidad".

Aunque hay algunas excepciones, Ed Diener dijo que la mayoría de los estudios a largo plazo que analizó su equipo, afirman que variables como la ansiedad, la depresión, la falta de actividades divertidas y el pesimismo se relacionan con mayores tasas de enfermedades y vidas más cortas.

Si siente que no es una persona feliz y quiere conocer otras estrategias, además de la meditación y la atención plena, con el fin de cambiar esta situación, consulte el siguiente enlace a un artículo que enumera una larga lista de hábitos que promueven la felicidad y una mentalidad positiva.