📝HISTORIA EN BREVE

  • La luz natural es un nutriente esencial del que muchos de nosotros carecemos. Cuando la luz ultravioleta (UV) ingresa al torrente sanguíneo puede generar grandes beneficios
  • En la década de los 30, la irradiación ultravioleta de la sangre (UVBI, por sus siglas en inglés) surgió como un tratamiento revolucionario. Los hospitales de Estados Unidos adoptaron esta terapia, la cual produjo resultados milagrosos para los pacientes y demostró ser muy efectiva contra una gran variedad de afecciones (incluyendo infecciones, autoinmunidad, enfermedades cardiovasculares y problemas durante el embarazo)
  • Dado que no pudo monopolizar la terapia, la Asociación Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés) publicó un estudio deficiente que desacreditaba la UVBI, por lo que dejó de ser una terapia común en Estados Unidos. Sin embargo, Rusia y Alemania continuaron realizando investigaciones que demostraban la utilidad de la UVBI para diversas condiciones médicas
  • En Estados Unidos, los médicos integrales utilizan la UVBI para tratar enfermedades complejas que no responden a otros tratamientos, como la enfermedad de Lyme, el síndrome de fatiga crónica, las lesiones por la proteína spike y las migrañas crónicas

🩺Por A Midwestern Doctor, autor invitado

En mis artículos he mencionado que a menudo se nos niegan conocimientos, tratamientos y cuidados vitales con la finalidad de proteger los intereses de la industria farmacéutica y médica. En mi opinión, la historia de la irradiación ultravioleta de la sangre brinda uno de los ejemplos más claros de esta corrupción.

Los beneficios de la luz solar

Muchas personas creen que la luz solar, en especial su componente ultravioleta (UV), es peligrosa. Esta idea surgió de una terrible campaña de publicidad de los años 80, impulsada por los dermatólogos para promover tratamientos más lucrativos contra el cáncer de piel.

No obstante, un estudio de 20 años de duración y que involucró a 29 518 mujeres de Suecia, encontró que aquellas personas que evitaban la luz solar tenían un riesgo 130 % mayor de morir que aquellas que recibían luz solar de forma regular; asimismo eran más propensas a desarrollar enfermedades importantes, como el cáncer.1 Por otro lado, debemos reconocer el papel fundamental que posee la luz natural en lo siguiente:

  • Cáncer e infecciones
  • Circulación
  • Trastornos del comportamiento
  • Salud animal, fertilidad y productividad agrícola
  • Regulación de los ciclos de crecimiento y del ritmo circadiano

Por desgracia, es muy difícil obtener luz natural en interiores (los vidrios estándar la bloquean) y, dado que los ojos son el órgano principal que absorbe luz, las personas que usan anteojos o lentes de contacto (así como aquellos con piel más oscura) son más vulnerables a las enfermedades por deficiencia de luz. Por otra parte, se han obtenido resultados considerables cuando se aplica de forma directa luz en el cuerpo.2

La historia de la irradiación ultravioleta de la sangre

Una de las terapias “comprobadas” más antiguas dentro de la medicina son los baños de sol. De hecho, fue una de las pocas cosas que tuvieron éxito en el tratamiento de la epidemia de gripe de 1918,3 y la tuberculosis (antes de los antibióticos).4

Al poco tiempo, el campo médico se dio cuenta de que el componente ultravioleta de la luz solar era un agente esterilizante (junto con la UVC, la cual es un tipo de luz ultravioleta que es bloqueada por la capa de ozono), y se desarrollaron diversos dispositivos desinfectantes UV (por ejemplo, hace poco, se demostró que exponer el aire a la luz ultravioleta es una forma efectiva de prevenir la transmisión de COVID-19). 5

En 1927, Emmett Knott realizó un experimento para esterilizar la sangre con luz ultravioleta, con la finalidad de combatir la septicemia. Su método, que al principio no tuvo éxito, implicaba irradiar toda la sangre de los perros infectados. Sin embargo, un accidente afortunado en 1928, cuando Emmett administró una dosis más baja a un perro, favoreció una recuperación espectacular, lo que demostró que solo necesitaba irradiar una cantidad pequeña de sangre para que el tratamiento fuera efectivo.6

El primer estudio en humanos de Emmett en 1933 salvó a una mujer que moría de septicemia.7 Después, Emmett perfeccionó su método y, a partir de 1937, promovió con éxito la UVBI en todo Estados Unidos. En la década de los 40, los médicos descubrieron que la UVBI era muy efectiva contra enfermedades complejas, como la sepsis, la neumonía, la nefritis, el asma, el polio, el botulismo, la fiebre reumática y la hepatitis viral.8

Los resultados eran sorprendentes y, a principios de la década de los 50, la UVBI se utilizaba en más de 50 hospitales de Estados Unidos.9 Los doctores reportaron resultados consistentes e increíbles, incluso en casos de infecciones graves en los que los antibióticos no habían funcionado.10

La literatura de la época documentó muchos casos significativos, como el de un hombre con diversas afecciones graves, incluyendo coágulos en el cerebro y pulmones, neumonía y parálisis. La UVBI le permitió recuperarse casi de forma instantánea y, con el tiempo, su salud volvió a ser óptima. Asimismo, importantes medios de comunicación, como The New York Times,11 Time Magazine,12 y The American Weekly13 publicaron artículos sobre su experiencia.

“En lo personal, creo que el descubrimiento de Emmett es una de las mayores contribuciones a la medicina por parte de un ciudadano de los Estados Unidos”. — Dr. George Miley (1940)

Monopolización del mercado

En ese momento, la Asociación Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés) intervino y, al igual que con muchas otras terapias prometedoras, intentó extorsionar a Emmett al ofrecerle demostrar que la UVBI funcionaba a cambio de los derechos.14 Emmett se negó y la AMA realizó un estudio sesgado15 que fue diseñado para fracasar. A pesar de que sus datos dicen lo contrario, la AMA mencionó lo siguiente:

"Hemos llegado a la conclusión de que ninguno de nuestros pacientes se benefició de la irradiación de sangre con el hemoirradiador Knott".

Con base en la conclusión incorrecta del estudio “oficial”, los hospitales dejaron de utilizar la UVBI y continuaron utilizando antibióticos. Por fortuna, otros países (como Rusia y Alemania) continuaron utilizando la UVBI, ya que ofrecía una forma más económica de practicar la medicina.

Nota: Suprimir la UVBI refleja el destino de otras terapias que salvan vidas y que fueron puestas en la lista negra a través de ensayos clínicos manipulados, como la vitamina C por vía intravenosa para la sepsis, la ivermectina y la hidroxicloroquina para tratar el COVID-19, así como múltiples tratamientos prometedores contra el cáncer (todos los cuales analizo más a fondo aquí).

Efectos fisiológicos de la UVBI

Una vez que la luz ultravioleta ingresa al torrente sanguíneo, sucede lo siguiente:

El cuerpo se relaja, la piel se torna más rosada, la circulación mejora, la cianosis desaparece y el dolor disminuye o desaparece.

Todos los signos vitales se normalizan.

Las enfermedades "tóxicas" (como el botulismo o la sepsis) se curan.

La función del sistema autónomo se normaliza (se reanuda el peristaltismo).

La saturación venosa de oxígeno (si es baja) aumenta entre un 25 % y un 58 %.

Los recuentos de glóbulos blancos se normalizan (al igual que otros análisis de sangre).

Nota: Esto ayuda a explicar por qué la UVBI es muy efectiva contra infecciones y enfermedades autoinmunes.

A su vez, estos efectos ayudan a explicar cómo la luz UV puede hacer que los pacientes al borde de la muerte se estabilicen muy rápido, algo que casi nunca se ve en la atención médica de emergencia (una propiedad de la UVBI es mejorar el potencial zeta sistémico, algo que, en nuestra opinión, es fundamental para la salud).

Además, los efectos retardados (por ejemplo, el cuerpo genera una respuesta inmunológica contra una infección o una sensación general de bienestar) suelen aparecer días o semanas después de un tratamiento con UVBI.

La respuesta tan rápida a la irradiación de una pequeña cantidad de sangre sugiere que la sangre es capaz de conducir la luz. Esto está respaldado por múltiples observaciones, como los efectos de la falta de luz solar en la salud.16 Esta conducción es posible debido a las propiedades de transferencia de energía de la hemoglobina.17

¿Cómo se irradia la sangre?

Por lo regular, la UVBI implica extraer una cantidad pequeña de sangre (40 a 60 ml), diluirla y luego inyectarla de nuevo mientras pasa a través de luz ultravioleta.

Nota: Un argumento a favor de que la sangre conduce la luz es que iluminar la sangre conectada a la circulación creará un cambio sistémico mucho antes de que la sangre que se irradia pueda llegar a la vía intravenosa y entrar en la circulación.

A principios de la década de los 80, investigadores de Alemania y Rusia descubrieron que también era posible introducir luz en el cuerpo a través de un láser, ya sea de forma externa aplicado en la piel o de forma interna mediante un catéter iluminado. La irradiación de sangre con láser (LBI, por sus siglas en inglés) tiene efectos similares a la UVBI extracorpórea.18  Aunque la LBI tiene un inicio más rápido, por lo general requiere más tratamientos, mientras que la UVBI tiene efectos bactericidas, antiinflamatorios y circulatorios más fuertes.19

Investigaciones sobre la UVBI

Los investigadores han encontrado más de 200 artículos sobre el uso de la UVBI20 y la LBI publicados entre 1934 y 2020. En casi todos los casos, se observó una tasa de éxito del 80 % al 100 % con la UVBI (las tasas más bajas, por lo general, tenían una correlación con los casos más graves que se esperaba que fueran fatales).

Además de la efectividad, estos estudios encontraron que la UVBI (y LBI) no tenían efectos secundarios. La evidencia demuestra que la UVBI es efectiva para dolencias graves como:

Infecciones por bacterias (como sepsis, abortos sépticos, osteomielitis, meningitis, tuberculosis, fiebre tifoidea y formas graves de diversas infecciones comunes) y virus (neumonía, herpes zóster, hepatitis, COVID-19 grave, COVID prolongado, polio, SIDA).21 Por ejemplo:

• Un estudio de 1942 sobre 103 infecciones piógenas agudas consecutivas encontró que la UVBI ayudó a tratar con éxito 20/20 infecciones tempranas, 46/47 moderadamente avanzadas y 17/36 casos agonizantes (al borde de la muerte).22

• Un estudio similar de 1947 encontró que la UVBI ayudó a tratar 56/56 infecciones piógenas agudas tempranas, 317/323 moderadamente avanzadas y 30/36 agonizantes.23

• De 631 enfermedades inflamatorias pélvicas (35 % muy graves, 35 % moderadamente graves y 27 % leves), la UVBI curó el 79 % de los casos más graves, 80 % de los casos moderados y 87 % de los casos leves.

La mitad de los casos restantes mejoraron, mientras que el 10 % final requirió cirugía (donde la UVBI redujo a la mitad la tasa de mortalidad de las cirugías). Además, debido a su condición, 17 de las mujeres eran estériles, y todas ellas quedaron embarazadas después de la UVBI.24

• 86 pacientes con tuberculosis recibieron UVBI y antibióticos (mientras que 136 del grupo de control solo recibieron antibióticos). En 3 meses, el 100 % de los pacientes del grupo de UVBI se había curado (en comparación con el 58.8 % de los pacientes del grupo de control), el 89.5 % recuperó la capacidad de sus pulmones (en comparación con el 38.2 % de los del grupo de control) y su estancia hospitalaria se redujo en 48 días.25

• 50 pacientes con lesiones graves en el cráneo o cerebro, al igual que neumonía concurrente, recibieron entre 6 y 8 tratamientos con UBI junto con antibióticos. En comparación con 25 pacientes del grupo de control, la mortalidad y estancia hospitalaria disminuyeron, al igual que se observó una mayor respuesta inmunológica en sus niveles de células T, IgA e IgM.26

• 40 bebés (de hasta 3 años) que sufrían neumonía aguda o infecciones pleurales y que recibieron UVBI tenían una tasa de mortalidad mucho menor y se recuperaban 1.7 veces más rápido que 25 pacientes del grupo de control.27

• 43 pacientes con hepatitis viral aguda (3 de los cuales eran crónicos) recibieron UVBI (un promedio de 3 tratamientos) y todos mejoraron más rápido; más de la mitad mejoró en 3 días o menos.28

• Un ensayo clínico de 2015 que se realizó en Estados Unidos administró a 9 pacientes con hepatitis C tres sesiones de cinco UVBI durante un período de 22 semanas. Se encontró que la carga viral disminuyó en un 21.5 % a las 20 semanas y alcanzó su nivel más bajo (44.9 %) a las 37 semanas. Además, a las 20 semanas, sus niveles de bilirrubina disminuyeron un 41.1 %, su AST un 15.2 % y su ALT un 19.3 %.

Asimismo, dos pacientes experimentaron una mejora significativa en su psoriasis concurrente (que es una condición que también responde a la luz UVBI) al finalizar el estudio.29

• Un estudio de 2021 de 35 pacientes (y 35 controles) con COVID-19 moderado o grave encontró que la UVBI podría disminuir en 7 días su estadía en el hospital, evitar que alguno de ellos muriera y, como lo mostraba una tomografía computarizada, curar sus pulmones.30

• 10 pacientes con síntomas de COVID prolongado recibieron UVBI. Todos los pacientes experimentaron una mejora significativa de sus síntomas, lo cual podría tener una correlación con un descenso en sus niveles de dímero D. Muchos pacientes se recuperaron después de una irradiación y no se informaron efectos secundarios.31

Nota: La terapia con UVBI también se utiliza para tratar el herpes zóster.

Trastornos cardiovasculares (por ejemplo, ataques cardíacos,32 angina, enfermedad arterial periférica, claudicación intermitente, fenómeno de Raynaud, tromboflebitis, hipertensión arterial, hipertensión pulmonar).33 La historia de Lenny34 coincide con lo que se ha visto en muchos estudios de Rusia y Alemania:

“Hace dos meses tenía problemas hasta para caminar en el centro comercial. Tenía que parar y descansar cuatro veces sólo para caminar dos cuadras. Me dijeron que 1/3 pacientes que tienen lo que yo tengo mejoran, 1/3 permanecen igual y 1/3 empeoran, y que no había nada que pudiera hacer. Recibí dos tratamientos de UBI y noté una gran diferencia.

La semana pasada tuve una conferencia en Minneapolis y caminé más de dos millas (3.2 km) en clima frío (algo que no podía hacer). No sólo me siento genial, sino que también estoy lleno de energía”.

Para ejemplificar, un estudio de Alemania que involucró a 21 pacientes que sufrían una enfermedad arterial periférica obstructiva (estadio II de Fontaine) recibieron UVBI y pudieron caminar tres veces más lejos, al mismo tiempo que su viscosidad sanguínea disminuyó (algo que resulta del aumento del potencial zeta fisiológico), su capacidad para utilizar el oxígeno en la sangre mejoró y sus niveles de lactato disminuyeron. Cabe recalcar que estos efectos no se presentaron en los pacientes que recibían tratamientos con placebo.35

Un estudio evaluó a 13 pacientes con tromboflebitis aguda, que son coágulos inflamatorios en la vena, los cuales desaparecieron después de la UVBI, por lo general en 24 a 48 horas.36

Enfermedades autoinmunes: estas son algunas de las enfermedades comunes que se tratan con la UVBI. Esto se descubrió de manera accidental, después de tratar la artritis reumatoide37 y el asma con la UVBI se descubrió que esta terapia también era útil para tratar numerosas enfermedades autoinmunes.

La mayoría de las primeras investigaciones en esta área se centraban en el uso de UVBI para tratar el asma, en donde entre el 70 % y el 92 % de los pacientes (incluyendo casos intratables) mejoraron de forma significativa gracias a la UVBI.38 El estudio más reciente sobre esto se realizó en 1996 en pacientes con asma resistente a los esteroides, y se encontró que la LBI tenía un efecto clínico positivo, disminuía la dosis de esteroides en la mayoría de los pacientes y reducía la actividad de sus monocitos.39

También existen usos más inusuales en este ámbito. Por ejemplo, un estudio ciego encontró que la UVBI antes de un injerto óseo podría evitar que los perros rechacen el trasplante.40 Se obtuvieron resultados similares en ratas con injertos de corazón41 y para disminuir el riesgo de rechazo de tipos de sangre humana incompatibles.42

Asimismo, en un ensayo que se realizó en Rusia, se irradió el líquido cefalorraquídeo (en lugar de sangre) de 26 pacientes con EM, de los cuales, 14 obtuvieron buenos resultados y 12 no tuvieron ninguna respuesta. Los mejores resultados (mayor sensibilidad, coordinación y análisis de sangre) se obtuvieron en los casos menos graves.43 Los únicos efectos secundarios que se observaron fueron los de la punción lumbar que es necesaria para realizar este tratamiento.

Trastornos viscerales (enfermedades del hígado, de la vesícula y de la vías biliares, pancreatitis, peritonitis diseminada, enfermedades renales). Dado que la UVBI mejora la circulación y disminuye la inflamación, varios estudios sugieren que podría ayudar a tratar varios problemas de órganos internos.

Por ejemplo, un estudio de pacientes con enfermedades pulmonares crónicas (como asma bronquial y bronquitis obstructiva crónica) demostró que la UVBI podría ayudar a mejorar su hemodinámica (por ejemplo, disminuyó la hipertensión pulmonar).44 Asimismo, otro estudio de 22 pacientes con úlceras gástricas o duodenales descubrió que la UVBI podría ayudar a sellar y curar las úlceras.45

Trastornos neurológicos y psiquiátricos (como depresión, esquizofrenia, tinnitus, confusión o insomnio).

Dado que la UVBI aumenta el flujo de sangre al cerebro y disminuye la inflamación, también podría ayudar a tratar diversos trastornos neurológicos. En mi caso, mi experiencia con la UVBI surgió porque sufría dolores de cabeza similares a migrañas y que no respondían a ninguna terapia, por lo que mi médico me sugirió la UVBI, lo que cambió mi vida (y desde entonces la utilizo).

Nota: En la literatura, gran parte de las investigaciones sobre enfermedades neurológicas y psiquiátricas utilizan LBI en lugar de UVBI.46 Además, muchos de los beneficios neurológicos (por ejemplo, menos migrañas) los informamos como beneficios incidentales cuando se trataba otra enfermedad.

Obstetricia y ginecología (fertilidad masculina y femenina, prevención de abortos espontáneos, preeclampsia, tener bebés sanos, síndrome de ovario poliquístico, enfermedades inflamatorias pélvicas).

Uno de los primeros estudios sobre el uso de UVBI en obstetricia involucró a 30 pacientes con amenazas de aborto. Todas experimentaron menos calambres y sangrado después de la UVBI, y en 21 de los 22 casos en los que el feto estaba vivo cuando comenzó la UVBI, el bebé sobrevivió (el último caso fue muy complicado).47

Hace poco, cuando se compararon 53 mujeres de Rusia con preeclampsia que recibieron UVBI con 53 que no la recibieron, se descubrió que la UVBI podría prolongar en promedio 4.1 semanas la gestación y disminuir en un 50 % los nacimientos patológicos y las malas condiciones del feto.

También hubo menos pérdida de sangre por parte de la madre e hipoxia fetal al nacer, y el peso del feto al nacer fue mayor. Por último, la UVBI también podría ayudar a mejorar y regular la microcirculación de la madre, disminuir o eliminar la estasis sanguínea y prevenir la coagulación intravascular diseminada.48

Cirugía: desde sus inicios, se ha observado que la UVBI podría disminuir de forma significativa las complicaciones de las cirugías, como infecciones y muertes (como ejemplo, puede ver estos dos estudios sobre cesáreas).49,50 También se ha observado que podría mejorar el tiempo de recuperación (a menudo se observa que el íleo posoperatorio se resuelve después de la UVBI).

Nota: Puede encontrar más estudios sobre los usos de la UVBI aquí. Además, a principios de la década de los 90, una empresa farmacéutica de Canadá creó un dispositivo que inyectaba sangre ozonizada e irradiada con rayos UV en el cuerpo y, después de múltiples ensayos clínicos, pudo demostrar que era seguro y efectivo para tratar diversas enfermedades. 51

Conclusión

Todos estos beneficios sugieren que la UVBI podría ser capaz de reactivar la capacidad natural del cuerpo para regularse y curarse a sí mismo (por ejemplo, al apagar la respuesta celular al peligro o restablecer la circulación de sangre). La efectividad de la UVBI va de la mano con los beneficios que se obtienen al exponerse a la luz natural, ya que se observó que las personas con deficiencia de luz natural tenían la mejor respuesta a la UVBI.

Por fortuna, los resultados de la UVBI han permitido que se siga utilizando en todo el mundo, y cada vez más personas son conscientes de sus beneficios. Por ejemplo, uno de los momentos más polémicos de la presidencia de Trump fue cuando pidió poner una luz desinfectante dentro del cuerpo para tratar el COVID-19.52 Aunque los medios de comunicación hicieron todo lo posible para presentar esto como si Trump estuviera sugiriendo que “deberíamos inyectarnos cloro”, muchas personas si entendieron de lo que estaba hablando.

Tanto Joe Rogan como Jimmy Dore eran conscientes de los beneficios de irradiar la sangre con rayos UV, su utilidad para combatir enfermedades como el COVID-19 y de cómo la industria médica suprimía las terapias competitivas.

Aunque el COVID-19 fue una tragedia terrible, lo único bueno que obtuvimos fue que la conducta tan atroz que presenciamos durante la pandemia fue tan descarada que despertó al público y le permitió tomar conciencia de sus intereses y estrategias. A medida que pasan los meses, cada vez más personas aprenden sobre los lados olvidados de la medicina.

Nota del autor: esta es una versión corta de un artículo sobre la UVBI que explica más a fondo los mecanismos detrás de dicha terapia, resume la gran cantidad de literatura publicada sobre la UVBI (por ejemplo, para tratar otras enfermedades como el cáncer y cómo puede reducir los efectos de la quimioterapia) y brinda recursos para aquellos interesados en otras formas más efectivas de esta terapia. Puede leer el artículo y sus referencias adicionales aquí.

Sobre el autor

Midwestern Doctor (AMD) es un médico y lector regular de Mercola.com. Creo que sabe mucho sobre una gran variedad de temas, y le agradezco que comparta su conocimiento con nosotros. También respeto su deseo de permanecer en el anonimato, ya que todavía está en la primera línea de atención tratando a los pacientes.


🔍Fuentes y Referencias