📝HISTORIA EN BREVE

  • La Dra. Cate Shanahan menciona que los aceites de semillas (aceites vegetales) son muy tóxicos, promueven el estrés oxidativo y dañan las mitocondrias, las cuales son esenciales para producir energía celular y mantener una buena salud
  • La prueba HOMA-IR es una herramienta que sirve para medir la resistencia a la insulina. La Dra. Shanahan sugiere que un nivel de 1.0 o menos indica una buena salud metabólica, a diferencia de los valores más altos que a menudo se consideran normales
  • Aunque antes defendía las alimentaciones bajas en carbohidratos, ahora, la Dra. Shanahan reconoce la importancia de consumir la cantidad adecuada de carbohidratos para beneficiar el cerebro y la salud general, así como recomienda los carbohidratos complejos de digestión lenta que provienen de alimentos enteros
  • La Dra. Shanahan está en desacuerdo con la Asociación Americana del Corazón por promover los aceites vegetales como saludables para el corazón, y argumenta que esto ha provocado problemas de salud y sufrimiento en la población
  • Volver a los alimentos enteros y ricos en nutrientes, incluyendo los productos lácteos sin pasteurizar, el caldo de huesos y las vísceras, así como evitar los alimentos ultraprocesados y los aceites vegetales, favorece una salud óptima

🩺Por el Dr. Mercola

Hace poco entrevisté a la Dra. Cate Shanahan, médica de familia certificada y experta en nutrición y metabolismo humano. Su nuevo libro, titulado “Dark Calories”, analiza los peligros de los aceites de semillas (también conocidos como aceites vegetales), la resistencia a la insulina y la importancia de una nutrición adecuada para una salud óptima.

La Dra. Shanahan menciona que, al principio de su carrera como médica de familia, se sentía muy insatisfecha por no poder ayudar a pacientes con enfermedades crónicas:1

"Sentía que la parte de mi práctica relacionada con el manejo de enfermedades crónicas era muy falsa y vacía, y me pregunté si estaba haciendo alguna diferencia o incluso si estaba ayudando en algo".

Sin embargo, estas frustraciones la llevaron a adquirir conocimientos muy importantes sobre nutrición. En 2002, un problema de salud la llevó a investigar sobre la nutrición, en particular sobre los ácidos grasos esenciales y las grasas poliinsaturadas. Esta investigación le enseñó la realidad sobre los peligros de los aceites vegetales y entro en conflicto con lo que había aprendido en la facultad de medicina.

Los peligros de los aceites de semillas

La Dra. Shanahan menciona que los aceites de semillas son uno de los componentes más dañinos de la alimentación moderna:

"Los aceites vegetales favorecen el estrés oxidativo, todo tipo de toxinas pueden promover el estrés oxidativo. Y los aceites vegetales son la fuente principal de toxinas en el suministro de alimentos".

La Dra. Shanahan explica que estos aceites, junto con los alimentos ultraprocesados, los azúcares, las harinas refinadas y los polvos de proteínas refinados, representan alrededor del 75 % del consumo de calorías de una persona promedio en los países desarrollados. Esto es muy malo, ya que estos ingredientes refinados no son nutritivos y promueven la inflamación y el estrés oxidativo. La Dra. Shanahan también analiza la relación entre el estrés oxidativo y la función de las mitocondrias:2

"Cuando analizamos la nutrición y la salud en términos de estrés oxidativo, nos ayuda a entender todo. Sólo tiene que preguntarse: "¿esto promueve el estrés oxidativo?"

El estrés oxidativo daña las mitocondrias, las cuales son esenciales para producir energía en las células. Esta es una de las razones por las que centrarse en la salud mitocondrial podría ayudar a abordar muchos problemas de salud. Por eso, aunque el estrés oxidativo daña las mitocondrias, debemos enfocarnos en mejorar la función de las mismas, no sólo tratar de disminuir el estrés oxidativo.

HOMA-IR: cómo definir el umbral de la salud metabólica frente a la enfermedad metabólica

Un punto muy importante del trabajo de la Dra. Shanahan es cómo la resistencia a la insulina afecta la salud general, incluyendo la función del cerebro. La Dra. Shanahan explica lo siguiente:3

“La resistencia a la insulina provoca que acumulemos grasa que no podemos quemar. Y, al mismo tiempo, evita que la energía llegue a las células del cerebro. Por lo que ser resistente a la insulina significa estar en un estado continuo de hambre excesiva”.

Este estado de resistencia a la insulina podría generar problemas de humor, dificultad para concentrarse y deterioro cognitivo general. "Toda mi vida sentí que había algo mal conmigo, ya que me costaba mucho mantener conversaciones después del trabajo; estaba mentalmente agotada", explica la Dra. Shanahan. 4

La Dra. Shanahan me mostró por primera vez la prueba de evaluación del modelo homeostático de la resistencia a la insulina (HOMA-IR, por sus siglas en inglés), la cual se descubrió en 1985, que es la mejor prueba para medir la resistencia a la insulina. Con base en los datos de la HOMA-IR, hasta el 99 % de la población de Estados Unidos podría tener algún grado de resistencia a la insulina. Esta prueba es una forma sencilla de evaluar su salud metabólica.

Puede calcular su HOMA-IR mediante dos pruebas sencillas: la glucemia en ayunas, la cual puede hacerse en casa, y el nivel de insulina en ayunas, que es una prueba económica. Multiplique esos dos números y, si está en Estados Unidos, divídalo entre 405; si está en Europa tiene unidades diferentes y debe dividirlo entre 22.

Si el resultado es menor a uno, no tiene resistencia a la insulina. Menos del 1 % de la población no tiene resistencia a la insulina. La Dra. Shanahan comparte cómo determinó este parámetro para definir la salud metabólica:5

"Ese valor límite de 1.0 o menos, que es el ideal, no fue fácil de determinar, ya que en la actualidad no existe un consenso. Cuando analizamos algunas investigaciones, nos arrojan números diferentes, muchos pueden ser 3.6, 2.7 o 2.4. Y son muy variados. Elegí el valor límite de 1.0 con base en algunos datos antiguos y niveles saludables de glucosa e insulina.
Es muy importante saber porque quería utilizar los datos más antiguos. La razón es que, a medida que nuestra alimentación ha ido empeorando, consumimos alrededor de tres o cuatro veces el volumen de aceite vegetal que se consumía en la década de los 80... Por ende, nuestra población se está volviendo menos saludable. Eso significa que ya no estudiamos a gente normal. Ahora, definimos la salud en función de la curva de campana.
Entonces, si una persona está dentro del 95 %, con números promedio, lo definimos como normal... así es como algunos laboratorios definen un nivel de insulina en ayunas en 25, mientras que las personas sanas parecen tener niveles de 5 o menos. ¡Eso es cinco veces más!… así de grande es la diferencia de nuestros promedios.
A nivel poblacional, nos hemos desviado tanto de la salud metabólica normal que ya no podemos definirla. Es por eso que tenemos que remontarnos al pasado.
En el pasado, los investigadores realizaban estudios de población similares y evaluaban a las personas que tenían una puntuación HOMA-IR de 1.0, las monitoreaban durante algunos años y notaban que seguían saludables y que no desarrollaban enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2".

La importancia de consumir la cantidad adecuada de carbohidratos

Aunque la Dra. Shanahan apoyó mucho tiempo las alimentaciones bajas en carbohidratos, ya cambió su posición, al igual que yo, y ahora reconoce la importancia de consumir la cantidad adecuada de carbohidratos para apoyar la salud general. Aunque disminuir el consumo de carbohidratos refinados puede ser útil, su cuerpo y cerebro necesitan una cantidad mínima de carbohidratos saludables para funcionar de manera óptima. Para la mayoría de los adultos, esto es alrededor de 250 gramos al día.

Aunque al principio muchas personas se sienten mejor con una alimentación baja en carbohidratos, esto se debe a que disminuyen su carga de endotoxinas. Sin embargo, enfocarse en limitar el consumo de carbohidratos, sin abordar los efectos de los aceites vegetales en la disfunción metabólica, empeorará su salud.

La Dra. Shanahan dice que le molesta que la comunidad que apoya las alimentaciones bajas en carbohidratos sea escéptica a su investigación sobre los peligros de los aceites de semillas, además menciona que dichas alimentaciones a menudo parecen funcionar no solo porque limitan el consumo de carbohidratos, sino porque, sin darse cuenta, reducen el consumo de aceites de semillas dañinos.

El daño a las mitocondrias, provocado por el estrés oxidativo, también daña el intestino. Esto altera la microbiota intestinal, lo que genera un cambio hacia bacterias más patógenas. La presencia de estas bacterias dañinas se agrava cuando consume la mayoría de los carbohidratos, lo cual empeora toda la situación.

La dextrosa, que es un azúcar simple, es una solución a corto plazo para abordar los requerimientos de carbohidratos de aquellas personas con intestinos dañados y que no pueden comer los carbohidratos más complejos que promueven la liberación de endotoxinas. Beber una solución de dextrosa de hasta una libra (450 gramos) en medio galón de agua, durante todo el día, podría ayudar a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, además que proporciona al cerebro la glucosa necesaria sin provocar una reacción de endotoxina. Cabe recalcar que beberla de golpe podría provocar complicaciones metabólicas graves.

Esto también es una solución a corto plazo que ayuda a sanar el intestino para que pueda comenzar a recibir moléculas de almidón de cadena más larga.

La Dra. Shanahan sugiere probar con alimentos enteros que se digieren y descomponen de forma lenta, como los carbohidratos complejos que se encuentran en alimentos como el arroz. Para asegurarse que los alimentos que consume sean de digestión lenta, la Dra. Shanahan recomienda utilizar un glucómetro. Este enfoque puede ayudarle a adaptar su alimentación a sus respuestas metabólicas:6

"Si no está seguro, puede hacer un pequeño truco de “biohacking” y conseguir un glucómetro continuo para ver cómo esos alimentos afectan su nivel de azúcar en la sangre, además que es muy interesante hacerlo. Además, puede comprobar si esos carbohidratos de digestión lenta le funcionan. Ya que todos somos diferentes".

La Dra. Shanahan también habla sobre cómo las agencias de salud, como la Asociación American del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), apoyan el mito de que los aceites de semillas son beneficiosos. Asimismo, menciona que la AHA es una "organización corrupta".7 La Dra. Shanahan sostiene que promover los aceites vegetales como saludables para el corazón ha provocado problemas de salud importantes:8

"Si pensamos en todo el dolor y sufrimiento que ha provocado la publicidad de los aceites vegetales como saludables, y alejar a las personas de los alimentos que aman, de los alimentos tradicionales que mantenían sanas a las personas, eso se traduce en miles de millones de muertes y cantidades incalculables de sufrimiento".

Los carbohidratos y la salud metabólica

Mi entrevista con la Dra. Shanahan ofrece una nueva perspectiva sobre el papel de los carbohidratos en la salud, y desafía las creencias de la comunidad que apoya las alimentaciones bajas en carbohidratos. Los carbohidratos saludables son fundamentales para el funcionamiento adecuado del cerebro y la salud general. El culpable de muchos problemas metabólicos no son los carbohidratos en sí, sino más bien el predominio de alimentos procesados y aceites vegetales en las alimentaciones modernas.

Abordar la resistencia a la insulina y el estrés oxidativo, así como la disfunción mitocondrial subyacente, es fundamental para proteger la salud metabólica. La experiencia personal de la Dra. Shanahan con la resistencia a la insulina y su impacto en la función cognitiva proporciona un argumento sólido sobre la necesidad de mejorar la salud metabólica.

Quizá lo más importante es que nuestra entrevista destaca la necesidad de tomar un enfoque más integral sobre la nutrición y la salud. Al enfocarse en eliminar los alimentos procesados y aceites vegetales, y al mismo tiempo incorporar de forma cuidadosa carbohidratos de alimentos enteros, muchas personas podrían mejorar su salud metabólica y bienestar general. Esto ofrece esperanza para las personas que deben llevar una alimentación baja en carbohidratos o que tienen resistencia a la insulina, ya que es posible disfrutar de una variedad más amplia de alimentos y, al mismo tiempo, lograr una salud óptima.

Al dar prioridad a la calidad de los alimentos y evitar los ingredientes ultraprocesados, puede dar pasos importantes hacia una mejor salud y función cognitiva. La Dra. Cate Shanahan concluye diciendo lo siguiente:9

“Cuando mejoré mi alimentación, mi metabolismo y personalidad mejoraron. Puede preguntarle a mi esposo. La función de mi sistema inmunológico mejoró. Todos los aspectos de mi salud mejoraron. Y lo único que tuve que hacer fue eliminar los ingredientes dañinos de mi alimentación”.

Al entender los peligros ocultos en nuestro suministro de alimentos, puede tomar medidas para mejorar su salud y bienestar. Esto es un llamado para que las personas tomen control de su salud al elegir de forma adecuada sus alimentos y regresar a los alimentos tradicionales y ricos en nutrientes.