📝HISTORIA EN BREVE

  • Las nuevas directrices de la Asociación Americana del Corazón podrían reducir el número de adultos que son elegibles para la terapia con estatinas de 45.4 millones a 28.3 millones, lo que podría mejorar la salud pública al disminuir su uso innecesario
  • Las ecuaciones PREVENT 2023 proporcionan una evaluación del riesgo cardiovascular más completo que las pautas anteriores, lo que elimina la raza como uno de los factores e incluye indicadores de salud adicionales como la enfermedad renal y la obesidad
  • Las estatinas se han relacionado con varios problemas de salud, entre ellos la diabetes, la demencia y el cáncer. La correlación entre los niveles de colesterol y las enfermedades cardíacas es más débil de lo que se cree
  • Los medicamentos con estatinas agotan los niveles de CoQ10. La suplementación con CoQ10 o ubiquinol podría ser necesaria, sobre todo en los que toman estatinas, ya que la dosis depende de la edad y del estado de salud
  • Mejorar la salud intestinal es importante para la salud del corazón. Ciertas bacterias intestinales, como la Oscillibacter, están relacionadas con los bajos niveles de colesterol y un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Mantener un microbioma intestinal diverso es fundamental para la salud general

🩺Por el Dr. Mercola

Las estatinas para reducir el colesterol uno de los medicamentos más recetados en los Estados Unidos, pero el número de personas que las toman pronto podría disminuir. Según las directrices anteriores, 45.4 millones de adultos son elegibles para tomar estatinas, pero si se adoptan las directrices actualizadas de la Asociación Americana del Corazón, esta cifra bajaría a 28.3 millones.1

Esta es una buena noticia, sobre todo si consideramos que las estatinas no protegen el corazón y que la mayoría de las personas no necesitan estos medicamentos para reducir el colesterol. A nivel poblacional, es muy posible que la salud pública mejore si se recetan menos estatinas, ya que, su uso a largo plazo, causa muchos daños.

Las pautas anteriores aumentaron su uso en un 149 %

La última calculadora de riesgo de enfermedad cardiovascular fue publicada en 2013. Conocida como Ecuación de Cohorte Agrupada (PCE, por sus siglas en ingles), estimó el riesgo a 10 años de sufrir un ataque cardíaco y un derrame entre personas de 30 a 79 años para guiar el uso de estatinas.

Tras la publicación de las directrices sobre las estatinas de 2013, el número de usuarios aumentó un 149 %, de 37 millones entre 2012 y 2013 a 92 millones entre 2018 y 2019. Además, entre 2008 y 2019, el número anual de recetas aumentó de 461 millones a 818 millones.3 Mientras tanto, a medida que aumento el uso de estatinas, la enfermedad cardíaca siguió siendo la principal causa de muerte en los Estados Unidos desde 1921.

Las muertes atribuidas a las enfermedades cardíacas también han incrementado desde finales de la década de 2010 hasta 2020, de acuerdo con el reporte sobre las estadísticas de enfermedades cardíacas y derrames del 2024 elaborado por la Asociación Americana del Corazón (AAC).4

En noviembre de 2023, la AAC y el Colegio Americano de Cardiología (CAC) actualizaron sus pautas para evaluar el riesgo cardiovascular, lo que podría conducir a cambios significativos en las recomendaciones de terapia con estatinas. A diferencia de las directrices del 2013, las ecuaciones de predicción del riesgo de eventos de enfermedad cardiovascular (PREVENT) de la AAC de 2023, proporcionan una evaluación más completa sobre el riesgo.

Entre las diferencias, la nueva calculadora elimina la raza y la reemplaza con el código postal de donde vive la persona para representar el estatus socioeconómico. La calculadora PREVENT también separa los cálculos de riesgo para hombres y mujeres e incluye factores que se relacionan con el riesgo de enfermedad cardíaca, como la enfermedad renal, la obesidad y la hemoglobina A1C.,5 lo que proporciona información sobre los niveles promedio de azúcar en sangre durante los últimos dos o tres meses. Según la AAC:6

"La calculadora estima el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame y, por primera vez, una insuficiencia cardíaca. Las ecuaciones varían según el sexo y no consideran la raza, lo que es una prueba de que la raza no es un factor biológico y pueden incluir un índice de factores sociales que determinan la salud.

Esta es la primera calculadora de riesgo que contiene las medidas de salud cardiovascular, renal y metabólica para poder estimar el riesgo de enfermedad cardiovascular. La calculadora se desarrolló con información de salud de más de 6 millones de adultos, incluyendo personas de diversos orígenes raciales, étnicos, socioeconómicos y geográficos.

Según las nuevas directrices, menos del 40 % de los usuarios actuales serán elegibles para el uso de estatinas

Un estudio transversal publicado en la revista JAMA Internal Medicine sugiere que, si las ecuaciones PREVENT se implementan en las directrices nacionales, menos del 40 % de los usuarios actuales serian elegibles para el uso de estatinas.7

El estudio, que analizó los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (2017-marzo de 2020), incluyó una muestra ponderada de 3785 adultos de los Estados Unidos de una edad de 40 a 75 años sin enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD) conocida.

Los investigadores descubrieron que con el uso de las ecuaciones PREVENT el riesgo promedio estimado de ECA a 10 años fue del 4.3 %, casi la mitad del riesgo del 8 % que se calculó utilizando PCE. Esta diferencia fue muy pronunciada entre las personas de raza negra y personas de 70 a 75 años. Las ecuaciones PREVENT podrían reducir el número de adultos que cumplen los criterios para la terapia de prevención primaria con estatinas, de 45.4 millones a 28.3 millones, una disminución de alrededor de 17.3 millones de personas.

Entre las personas que toman estatinas, cerca de 4.1 millones ya no serán elegibles para los medicamentos según PREVENT, lo que significa que los proveedores de atención médica tendrán que decirles a los pacientes que dejen de tomarlos.

Según el autor principal del estudio, el Dr. Timothy Anderson, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh:

"Las ecuaciones de riesgo anteriores y las ecuaciones PREVENT en las que nos centramos en este estudio tienen el objetivo de que médicos y pacientes se pregunten si vale la pena hablar sobre las estatinas. Cuando vemos que las tasas de riesgo se reducen a la mitad, creo que eso es algo que quizá afecte la manera en que los médicos y los pacientes hablen sobre estos medicamentos".8

Las estatinas no son la solución para la salud del corazón

Incluso con las nuevas directrices que reducen el número de personas elegibles para tomar estatinas, estos medicamentos seguirán causando más daños que beneficios a la mayoría de los usuarios. En pocas palabras, las estatinas no han minimizado la creciente tendencia de las enfermedades cardíacas, todo lo contrario, han aumentado el riesgo de padecer problemas de salud relacionados con su uso, como diabetes,9,10 demencia11 y otros, incluyendo:

  • Cáncer12
  • Cataratas13
  • Trastornos musculoesqueléticos, incluyendo mialgia, debilidad muscular, calambres musculares, rabdomiólisis y miositis autoinmune14
  • Depresión15

Sin considerar el alto riesgo para la salud, los mitos generalizados sobre la reducción del colesterol con estatinas para mejorar la salud cardíaca aún crean mucha duda en la medicina moderna y el uso inadecuado de estatinas. El estudio de Framingham, que comenzó en 1948, involucró a 5209 personas de Massachusetts y16 fue fundamental para dar inicio al mito de que el colesterol total alto es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas.

Sin embargo, la correlación sólo existe si el colesterol es superior a 300 miligramos por decilitro (mg/dl). "Muy pocas personas tienen un colesterol a ese nivel", explicó el Dr. Aseem Malhotra, cardiólogo intervencionista. 17

El estudio de Framingham tampoco menciona que esto ocurrió en personas de 50 y 60 años o mayores. En este rango de edad, a medida que disminuye el colesterol, también aumenta el índice de mortalidad. "Por lo tanto, la asociación entre el colesterol y las enfermedades cardíacas es bastante débil", dice el Dr. Aseem.18

El Dr. Aseem y sus colegas realizaron un estudio para analizar si existe una correlación entre los bajos niveles del colesterol LDL y el colesterol total, con la prevención de ataques cardíacos y derrames, pero no pudieron encontrar una correlación clara. "Utilizamos datos de ensayos controlados y aleatorios para llegar a esta conclusión, por lo que es la evidencia más sólida que se puede obtener", afirma el Dr. Aseem.19

Las estatinas agotan los niveles de CoQ10.

La producción de la Coenzima Q10 (CoQ10) alcanza su punto máximo alrededor de los 25 años y luego comienza a disminuir. A los 65 años, el cuerpo produce sólo la mitad de la cantidad que producía a los 25 años.20 El envejecimiento no es el único factor que puede reducir los niveles de CoQ10; las estatinas también pueden agotar la CoQ10.

Las estatinas bloquean una enzima en el hígado llamada HMG-CoA reductasa, lo cual disminuye los niveles de producción de colesterol. Sin embargo, esta misma enzima está involucrada en la producción de CoQ10, lo que la puede agotar. Cuando los niveles de CoQ10 empiezan a disminuir, puede contribuir a los efectos secundarios en los músculos que a menudo se les atribuyen a las estatinas. También vale la pena señalar que el colesterol LDL, que supuestamente baja con las estatinas, es una importante vía para transportar la CoQ10 al torrente sanguíneo.21

Por lo tanto, si está tomando estatinas, tenga en cuenta que agotan la CoQ10 e inhiben la síntesis de vitamina K2. Las personas más jóvenes pueden tomar CoQ10, pero para las personas mayores es mejor tomar ubiquinol, una forma que se absorbe más fácilmente.

Si está tomando estatinas, es posible que necesite al menos entre 100 miligramos (mg) y 200 mg de ubiquinol o de CoQ10 al día, incluso más. Lo mejor es consultar con su médico para determinar su dosis adecuada.

En general, las personas más sanas sólo podrían necesitar de 30 mg y 100 mg por día, mientras que las personas con problemas de salud podrían necesitar de 60 mg y 1200 mg por día. Si lleva un estilo de vida activo, hace ejercicio con frecuencia o tiene mucho estrés, puede obtener muchos beneficios si toma de 200 a 300 mg por día.

Las bacterias intestinales se relacionan con un menor riesgo de enfermedades cardíacas

Para proteger la salud de su corazón, es mejor centrarse en su salud intestinal en lugar de depender de medicamentos recetados. La evidencia sugiere que una mala salud intestinal tiene relación con la enfermedad cardiovascular. Los investigadores del Instituto Broad, el Hospital General de Massachusetts y Harvard identificaron ciertas bacterias intestinales que influyen en los niveles de colesterol, triglicéridos, niveles de glucosa en sangre y el riesgo de enfermedades cardíacas. 22,23

Después de analizar los genomas bacterianos en las muestras de heces, encontraron que las bacterias llamadas Oscillibacter se relacionaron con los bajos niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa, y con una mayor concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Los científicos también revelaron que la bacteria Oscillibacter descompone el colesterol en moléculas más pequeñas que no aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas.

"La capacidad de la bacteria Oscillibacter para reducir el colesterol parece estar relacionada con los genes de las enzimas que descomponen el colesterol en los intestinos. Esto podría provocar que llegue menos colesterol al torrente sanguíneo", explicaron.24 De hecho, mejorar la salud intestinal es esencial para evitar enfermedades cardíacas, ya que un microbioma intestinal diverso y equilibrado es esencial para la salud general.

Albergar bacterias beneficiosas intolerantes al oxígeno, como la especie Akkermansia, mejora las defensas intestinales y ayuda a crear un entorno que favorece el bienestar general. Estas bacterias beneficiosas descomponen las fibras alimenticias para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), sobre todo butirato.

Este compuesto nutre las células epiteliales del colon, lo que ayuda a fortalecer la barrera intestinal. Los ACGC también estimulan la producción de mucina, formando así una capa protectora contra las bacterias dañinas.

Cuando las bacterias intolerantes al oxígeno disminuyen, puede incrementar la permeabilidad intestinal, lo que a menudo se le conoce como síndrome del intestino permeable. Esta condición permite que toxinas, partículas de alimentos no digeridos y microbios dañinos ingresen al torrente sanguíneo, lo que puede desencadenar inflamación sistémica y problemas de salud crónicos.

Optimizar la salud intestinal es una estrategia clave para proteger la salud cardíaca

Las bacterias intolerantes al oxígeno son esenciales para convertir las fibras vegetales no digeribles en grasas beneficiosas. Estas bacterias prosperan en un entorno sin oxígeno, lo que requiere energía celular adecuada para mantenerse. Sin embargo, los factores modernos, como el consumo de aceite de semillas y la exposición a toxinas, como las sustancias químicas disruptoras endocrinas que se encuentran en los plásticos, pueden comprometer la producción de energía, lo que terminaría afectando el mantenimiento del ambiente intestinal ideal sin oxígeno.

Esto puede provocar un cambio de especies intolerantes al oxígeno a especies tolerantes al oxígeno. Es importante destacar que las bacterias tolerantes al oxígeno producen endotoxinas más potentes. Como resultado, las personas que tienen más bacterias intestinales tolerantes al oxígeno pueden experimentar reacciones más fuertes a los carbohidratos vegetales debido a una mayor exposición a endotoxinas.

Sin embargo, muchos no saben que el shock séptico es una de las principales causas de muerte y que la endotoxemia, en muchas ocasiones, es su causa subyacente. En mi opinión, la principal causa de muerte, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer, es la endotoxemia que provoca un shock séptico, ya que lo que se escribe en el certificado de defunción no necesariamente es la verdadera causa de la muerte.

La enfermedad cardíaca o la insuficiencia cardíaca, por ejemplo, podrían ser un desencadenante de la endotoxemia. Por lo tanto, mejorar la función mitocondrial y mantener un ecosistema intestinal saludable son fundamentales para prevenir las enfermedades cardíacas.

Además, si está interesado en aprender más sobre su riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, no confíe únicamente en el colesterol total o el LDL. Las siguientes pruebas pueden darle una idea más precisa de su riesgo de enfermedad cardíaca:

Índice de omega-3

Relación HDL/colesterol total

Nivel de insulina en ayunas

Nivel de azúcar en la sangre en ayunas

Relación triglicéridos/HDL

Nivel de hierro

Esta posible reducción de recetas de estatinas, debido a las nuevas herramientas de evaluación de riesgos de la AAC, resalta aún más la importancia de los protocolos de salud personalizados en lugar de enfoques generales. Con el fin de prevenir las enfermedades cardíacas, es necesario implementar un enfoque holístico, ya que la salud de su corazón está entrelazada con su bienestar general.

No solo es importante considerar ciertos factores de riesgo convencionales, sino también la salud intestinal, la función mitocondrial y la interacción compleja de varios indicadores de salud. Este cambio de perspectiva podría generar estrategias más eficaces y menos invasivas para conservar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas a largo plazo.