📝HISTORIA EN BREVE

  • Su salud actual es el resultado de una interacción compleja de varios factores, que no solo incluyen la alimentación y el ejercicio, sino también la genética
  • Todo esto se relaciona con la epigenética, que implica cambios en la expresión genética que no alteran la secuencia del ADN en sí, pero que pueden transmitirse de generación en generación
  • Hay acontecimientos históricos como la hambruna durante el invierno holandés que demuestran los efectos transgeneracionales de la alimentación
  • Consumir una gran cantidad de grasas poliinsaturadas, sobre todo en forma de ácido linoleico (AL), durante el embarazo puede tener graves consecuencias en las generaciones futuras
  • Dado que un feto en crecimiento necesita mucha energía, es fundamental optimizar la producción de energía celular para tener un embarazo saludable y proteger la salud de las generaciones futuras

🩺Por el Dr. Mercola

Su salud actual es el resultado de una interacción compleja de varios factores, que no solo incluyen la alimentación y el ejercicio, sino también la genética. Todo esto se relaciona con la epigenética, que implica cambios en la expresión genética que no alteran la secuencia del ADN en sí, pero que pueden transmitirse de generación en generación.

El campo de la epigenética nutricional analiza la forma en la que los patrones alimentarios de una generación pueden afectar a las siguientes generaciones. Por ejemplo, la alimentación de una mujer embarazada puede influir en las marcas epigenéticas de su feto, lo que no solo afecta la salud del niño, sino también la de generaciones futuras.

Si los abuelos sobreviven a una hambruna, los nietos sufren las consecuencias

Hay acontecimientos históricos como la hambruna holandesa que demuestran los efectos transgeneracionales de la alimentación.  La hambruna holandesa ocurrió en Países Bajos durante el invierno de 1944 a 1945, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.

El bloqueo alemán, que cortó el suministro de alimentos y combustible, y el duro invierno fueron las dos causas principales de esta terrible hambruna. Los ferrocarriles dejaron de funcionar, lo que provocó una reducción importante en el suministro de alimentos. Durante este período, el consumo de calorías diario de la población se redujo a unas 400 a 800 calorías al día, una cifra que está muy por debajo de las 2000 calorías diarias que se suelen recomendar. Para sobrevivir, las personas comenzaron a comer hierba, bulbos de tulipanes y otras fuentes de alimentos poco comunes. 1

Durante este periodo, alrededor de 4.5 millones de personas vivieron una hambruna terrible,2 y unas 20 000 no lograron sobrevivir. 3 Una investigación que se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences trató de determinar si someterse a un periodo de hambruna en el útero produce cambios epigenéticos persistentes en el gen del factor de crecimiento similar a la insulina II (IGF2). 4

El IGF2, que es importante para el crecimiento y desarrollo humanos, es uno de los genes más populares en la epigenética. Según los resultados, las personas que se expusieron al periodo de hambruna antes de nacer durante el invierno holandés tenían niveles menores de metilación del ADN en el gen IGF2.

Estos datos confirman la idea de que las condiciones ambientales prenatales y tempranas de la vida, que incluyen los cambios en la alimentación como una hambruna, pueden causar cambios epigenéticos duraderos en humanos. Por su parte, los estudios en animales respaldan aún más estos hallazgos, tal y como lo hizo una investigación que demuestra que la alimentación paterna en ovejas afectó el crecimiento y la reproducción de tres generaciones posteriores. 5

Otras sustancias comunes que también representan una amenaza

Para mal o para bien, la alimentación de nuestros abuelos, influye en la expresión genética de nuestros padres, y por último en la nuestra. Pero, hay otros factores que también pueden causar efectos transgeneracionales duraderos. El aspartame (un endulzante artificial muy popular) es uno delos compuestos que no solo causa daños inmediatos en la salud del consumidor, sino que también en su descendencia. 6

Un estudio que realizaron los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida (FSU) relacionó el consumo de aspartamo con la ansiedad y, peor aún, encontró que los cambios en la salud mental se transmitieron de generación en generación. 7 El estudio surgió después de que el equipo de investigación observara los efectos transgeneracionales de la nicotina, que produjo cambios epigenéticos en los espermatozoides. 8

Tal vez lo más inquietante sea que los cambios en la expresión genética podrían afectar las células sexuales, que luego se transfieren a las generaciones futuras. "Eso significa que el estilo de vida puede tener un impacto a largo plazo en los genes y no solo influir en su expresión después de varios años, sino que también tiene el potencial de transferir los parámetros de control del gen a las generaciones futuras a través de las células sexuales afectadas", explicó Science Alert.     9

Los endulzantes artificiales podrían tener efectos similares. Pradeep Bhide, coautor del estudio PNAS y profesor de neurociencias del desarrollo en el Departamento de Ciencias Biomédicas de Jim and Betty Ann Rodgers dijo: "en ese momento, también analizábamos los efectos de la nicotina en el mismo tipo de modelo. Si el padre fuma. ¿Qué sucede con los hijos?", agregó:10

"Lo que demuestra este estudio es que tenemos que pensar en los factores ambientales, porque lo que vemos hoy no es sólo producto del presente sino de lo que ocurrió hace dos generaciones y quizá incluso mucho más tiempo atrás".

Las sustancias químicas disruptoras endocrinas también tienen este efecto. Lo peor de todo es que se encuentran en todos lados, desde los productos para el hogar, incluyendo los plásticos, hasta alimentos y sus empaques. Tienen una estructura similar a la de las hormonas sexuales naturales como el estrógeno, por lo que interfieren con sus funciones normales al tomar su lugar, y los efectos pueden transmitirse de una generación a otra. Según Frontiers in Public Health:11

"Durante el desarrollo, hay tres periodos de mayor vulnerabilidad, lo que significa que, exponerse a los disruptores endocrinos en esos momentos podría tener consecuencias graves, el periodo intraútero, el periodo posnatal y el periodo de la adolescencia. Durante estos periodos, las hormonas realizan funciones fundamentales. De hecho, la función de las hormonas puede variar de un periodo a otro, y sus efectos pueden durar para toda la vida, incluso en la edad adulta.
Y, dado que los disruptores endocrinos interactúan con los receptores de las hormonas, algunos pueden producir cambios epigenéticos que pueden tener efectos transgeneracionales".

Si está embarazada evite por completo los alimentos procesados

Las grasas alimentarias que consume durante el embarazo también influye mucho en la salud del bebé e incluso podría tener un impacto en las generaciones futuras. En términos más específicos, consumir una gran cantidad de grasas poliinsaturadas, sobre todo en forma de ácido linoleico (AL), representa una amenaza para su descendencia.

"En las sociedades modernas, se consumen muchos alimentos ricos en grasas polinsaturadas n-6, lo que podría afectar al feto y al recién nacido debido a la exposición excesiva a estos ácidos grasos", explicaron los cientificos en Current Medical Chemistry. 12,13

"También podrían transformarse en metabolitos inflamatorios, lo que promueve la patogénesis de enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades autoinmunes o inflamatorias.
En las sociedades modernas, se consumen muchos alimentos ricos en grasas polinsaturadas n-6, lo que podría afectar al feto y al recién nacido debido a la exposición excesiva a estos ácidos grasos.
Consumir muchos ácidos poliinsaturados n-6, sobre todo en forma de AL, durante el embarazo podría influir de forma negativa en el desarrollo motor, cognitivo y verbal de los niños durante la infancia y la primera infancia. Asimismo, podrían dañar la placenta y afectar el desarrollo de otros órganos del feto como el tejido adiposo, el hígado y el sistema cardiovascular…
La alimentación materna, en particular el consumo de AL, podría afectar de forma significativa el desarrollo del feto y tener consecuencias a largo plazo en la descendencia, incluyendo la enfermedades metabólicas y mentales más adelante en la vida. Sería necesario centrarse en prevenir estos cambios mediante intervenciones alimenticias oportunas en la población objetivo".

Algo muy interesante es que las bellotas de roble negro, que son el alimento favorito de las ardillas al momento de prepararse para el invierno, tienen una cantidad muy baja en grasas saturadas con cantidades muy altas de grasas monoinsaturadas y “bastante” grasas poliinsaturadas y almidón.

Este conjunto de ingredientes ayuda a las ardillas a engordar para que puedan sobrevivir el invierno, y hace lo mismo en las personas que llevan alimentaciones modernas con una composición similar, es decir, grandes cantidades de ácidos grasos poliinsaturados como el ácido linoleico (AL). En humanos, consumir mucho AL puede incrementar su riesgo, y el de su descendencia, de obesidad, problemas de fertilidad y enfermedades crónicas.

Los alimentos ultraprocesados también se relacionan con los problemas de fertilidad

Comer muchos alimentos ultraprocesados que contienen niveles elevados de AL, se relaciona con un menor recuento, concentración y motilidad de espermatozoides en hombres en edad reproductiva. 14 Los hombres que consumían la mayor cantidad de alimentos ultraprocesados ​​tenían una menor concentración y motilidad de espermatozoides que los que comían menos. Por cada incremento del 10 % en la energía que provenía de los alimentos ultraprocesados, el recuento total de espermatozoides disminuyó en 1.5 millones.

Los investigadores sugirieron que remplazar incluso el 10 % de la energía de los alimentos ultraprocesados ​​con alimentos sin procesar o poco procesados ​​podría mejorar el recuento total, la concentración y la motilidad de los espermatozoides, pero lo ideal es que su consumo total de AL sea menor a 5 gramos al día.

Otra investigación que involucró a pacientes en clínicas de infertilidad relacionó un mayor consumo de alimentos ultraprocesados ​​con un mayor riesgo de astenozoospermia,15 una enfermedad que se caracteriza por una menor movilidad de los espermatozoides, lo que significa que un porcentaje importante de espermatozoides no puede moverse como debería.

Si sabe la cantidad exacta de AL que consume, le recomiendo que utilice una calculadora nutricional en línea como Cronometer para determinar su consumo diario. Cronometer le dirá cuánto omega-6 obtiene de sus alimentos, y el 90 % de eso es AL.  Como se mencionó, le recomiendo que mantenga su consumo por debajo de 5 gramos al día.

Para lograrlo, evite todos los aceites de semillas e incluso los aceites de frutas como el aceite de oliva y aguacate, ya que suelen adulterarse con aceites de semillas de mala calidad. Lo más recomendable es cocinar con ghee, mantequilla o sebo de res, y evitar los alimentos procesados, ya que también tienen un alto contenido de aceites de semillas.

También evite comer en restaurantes, ya que la mayoría utiliza aceites de semillas para cocinar y preparar sus salsas y aderezos. Por último, evite la carne de pollo y cerdo, y convierta el bisonte, el cordero y otros rumiantes en sus fuentes principales de carne.

El AL y los EMF son dos de los peores enemigos de su salud reproductiva

Los campos electromagnéticos (EMF) también influyen en el riesgo de infertilidad, y las investigaciones demuestran que la exposición a los teléfonos celulares deteriora la calidad del esperma. 16 Martin Pall, Ph.D., descubrió un mecanismo de daño biológico que no se conocía y que se relaciona con las microondas que emiten los teléfonos celulares y otras tecnologías inalámbricas a través de los canales de calcio voltaje dependientes (VGCCs) que se encuentran en las membranas celulares. 17

Los VGCCs se activan por microondas, y cuando eso sucede, se liberan alrededor de 1 millón de iones de calcio por segundo. Este exceso masivo de calcio intracelular estimula la liberación del óxido nítrico (NO) dentro de la célula y las mitocondrias, que se combina con el superóxido para formar el peroxinitrito.

Los peroxinitritos no solo causan daño oxidativo, sino que también producen radicales libres hidroxilo, que son los más dañinos de todos. Los radicales libres hidroxilos pueden dañar el ADN mitocondrial y nuclear, así como las membranas y proteínas, lo que puede causar una disfunción mitocondrial. De manera curiosa, consumir mucho AL también incrementa los niveles de calcio intracelular que estimula la producción de peroxinitrito e inhibe la energía celular.  18

Optimizar su energía celular es clave para la salud de las generaciones futuras

Dado que un feto en crecimiento necesita mucha energía, es fundamental optimizar la producción de energía celular para tener un embarazo saludable y proteger la salud de las generaciones futuras. Pero, el primer paso para mejorar la energía celular es optimizar la función mitocondrial. Estas son algunas de las estrategias que lo ayudarán a optimizar su función mitocondrial:

  • Reducir al máximo su consumo de AL, lo que puede hacer al evitar los alimentos procesados, los aceites vegetales, el pollo, el cerdo, las semillas y los frutos secos.
  • Mejor, obtenga sus carbohidratos de fuentes saludables como la fruta madura, la miel sin pasteurizar y el jarabe de arce.
  • Reducir la producción de lactato, mientras estimula la producción de dióxido de carbono, ya que tienen efectos opuestos. 19
  • Controlar el estrés, ya que el estrés crónico estimula la liberación de cortisol, que es un daña la función de las mitocondrias e inhibe la biogénesis. En este caso, la progesterona es muy beneficiosa, ya que bloquea el cortisol.
  • Tomar un suplemento de niacinamida, ya que sus mitocondrias necesitan esta vitamina para producir energía. Le recomiendo que tome 50 mg de niacinamida tres veces al día.