📝HISTORIA EN BREVE

  • Las mamografías de rutina tienen muchas desventajas, y las investigaciones demuestran que en realidad no reducen el riesgo de muerte por cáncer de mama
  • Las mamografías, que se recomiendan para detectar el cáncer de mama, utilizan radiación ionizante que se relaciona con un mayor riesgo cáncer, además, la mamografía en 3D, que también se conoce como tomosíntesis mamaria, utiliza más radiación para producir imágenes más nítidas
  • Los datos demuestran que después de 10 mamografías, se tiene un riesgo 50 % a 60 % mayor de recibir un resultado falso positivo, lo que podría requerir de más pruebas (y más radiación) o incluso expone a las mujeres a recibir un tratamiento que no necesitan
  • Es posible prevenir entre el 75 % al 90 % de los casos de cáncer de mama con ayuda de cambios en el estilo de vida, como reducir la exposición a toxinas peligrosas, utilizar productos orgánicos y llevar una alimentación saludable

🩺Por el Dr. Mercola

La realidad es que las mamografías tienen muchas desventajas. Aunque su médico puede decirle que la mamografía podría reducir en un 20 % su riesgo de morir,1 la forma en que se calcula ese porcentaje pone en duda su precisión.

Según el Dr. Andrew Lazris y Erik Rifkin, por cada 1000 mujeres que no se realizan una mamografía, cinco mujeres mueren de cáncer de mama. Mientras que, por cada 1000 mujeres que se realizan una mamografía, cuatro morirán.

La diferencia entre esos dos grupos es del 20 %, lo que representa a una sola persona que se salva de morir por cáncer de mama gracias a la mamografía. En 2017, un estudio que se realizó en Países Bajos demostró que, sin importar el método que utilicen para calcular este porcentaje, el resultado es poco preciso. 2 Lo peor de todo, es que este procedimiento suele provocar más daños que beneficios, como procedimientos o tratamientos que no son necesarios a causa de los resultados falsos positivos.

Las mamografías no son tan beneficiosas como dicen

El estudio analizó la razón por la que cada vez menos mujeres mueren por cáncer de mama en los Países Bajos tras implementar un programa intensivo de detección en el año de 1989, que incluía mamografías de rutina. 3 Estos programas se implementan bajo el supuesto de que la detección temprana ayuda a producir mejores resultados. El estudio se realizó entre 1989 y 2012 e involucró a mujeres de aquel país que se sometieron a un chequeo cada dos años. En el análisis de datos se incluyeron casi 8 millones de mujeres.

El Dr. Philippe Autier, del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Strathclyde, dirigió esta investigación. La intención era determinar si realizar una mamografía influye en el número de casos de cáncer de mama avanzado y el número de muertes por la enfermedad. 4

En un estudio previo, en el que los investigadores utilizaron algunos de los mismos datos, encontraron una incidencia menor en algunos casos de cáncer de mama avanzado, lo que sugirió que la mamografía ayudó a reducir el número de muertes y mejorar el resultado del tratamiento temprano.

Pero, cuando los investigadores analizaron más a fondo los datos, los resultados fueron diferentes. Durante el período del estudio, no se encontró una reducción importante en el alcance del diagnóstico de cáncer de mama de estadio 2 a estadio 4.  5

En un principio, la reducción en el número de muertes por cáncer de mama se relacionó con una combinación de factores ambientales, estilo de vida y genéticos. Entre 1995 y 2012, estos factores se relacionaron con un riesgo 5 % menor y, aunque, la cantidad de casos de cáncer en etapa 0 y 1 incrementó bastante, la cantidad de los casos de cáncer en etapas más avanzadas se mantuvo estable. 6

Luego, los investigadores analizaron los datos para determinar qué causó esta reducción en los casos de muerte por cáncer de mama, si no fue el programa intensivo de detección temprana. Los investigadores encontraron que el 85 % de los casos se relacionaron con mejoras en el tratamiento, y no con las mamografías en sí.

Todo lo que tiene que saber sobre las mamografías

Una mamografía es una imagen de rayos X del tejido mamario que tiene como objetivo detectar un crecimiento celular anormal que podría indicar cáncer de mama. Pero, la radiografía no muestra el crecimiento del tumor, sino que busca alteraciones en el tejido, que podrían ser una señal de tumor. También es posible que algunos tumores avanzados crezcan sin producir cambios en el tejido y, por lo tanto, no pueden detectarse con una mamografía. 7

Durante una mamografía, se utilizan dos placas para aplastar el tejido mamario con el fin de que los rayos X puedan atravesarlo mejor y de ese modo reducir la cantidad de radiación que se aplica y los defectos a causa de los movimientos. 8 La máquina produce pequeñas ráfagas de radiación ionizante que se interpretan de forma digital.

A diferencia de las mamografías tradicionales, la mamografía en 3D o la tomosíntesis mamaria utiliza dosis mucho menores de rayos X9 para producir una imagen tridimensional. Pero, si bien este tipo de imagen puede producir imágenes más nítidas, también expone a las mujeres a una mayor cantidad de radiación.

El problema con una mamografía tradicional o una mamografía en 3D es la exposición a la radiación ionizante. Esta exposición incrementa el riesgo de muchos problemas de salud, incluyendo cáncer.  Según los investigadores, las mujeres que tienen la mutación BRCA1/2 podrían ser más vulnerables a este tipo de radiación que incrementa el riesgo de cáncer. 10

Los datos sugieren que, después de 10 mamografías, se tiene un riesgo 50 % a 60 % mayor de recibir un resultado falso positivo. 11 Por desgracia, estos resultados pueden provocar que una mujer se someta a más mamografías, biopsias y, a veces, a tratamientos, como la mastectomía parcial, que en realidad no necesitan. 12

Las mamografías no son una estrategia de prevención

Durante el estudio en cuestión, el Dr. Philippe Autier descubrió que las mamografías fueron responsables del sobrediagnóstico en el 59 % de los casos de cáncer en etapa 1 y el 33 % de los casos de cáncer en etapa 0. 13 En otras palabras, las lesiones que se detectaban en las mamografías no siempre requerían de un tratamiento.

Estos hallazgos respaldan la conclusión de un artículo que se publicó en Journal of the American Medical Association, que sugirió que detectar tumores pequeños se relacionó con un diagnóstico y tratamiento excesivos. 14

Desde que se identificaron los tumores, las mujeres recibieron un tratamiento que no necesitaban. De hecho, un estudio demostró que cada año se gastan 4 mil millones de dólares en atención médica a causa de los falsos negativos que se obtienen de las mamografías. 15

El Dr. Philippe Autier dijo:16 "no creo que la mamografía sea tan beneficiosa como dicen, sobre todo porque el precio que pagan las mujeres en términos de sobrediagnóstico es enorme". Cuando se trata de cáncer, la prevención es la mejor medicina, pero las pruebas de detección no deben considerarse una estrategia de prevención.

Los beneficios de la vitamina D en el riesgo de cáncer

Las investigaciones sobre la vitamina D demuestran que tener niveles dentro del rango de 40 a 60 nanogramos por mililitro (ng/ml) tiene un impacto muy beneficioso en el riesgo de cáncer. Creo que analizar sus niveles de vitamina D dos veces al año es una de las mejores estrategias de prevenir el cáncer. Si bien puede haber ocasiones en las que podría requerirse una mamografía, es importante considerar que existen otras alternativas más seguras que hacen el mismo trabajo.

Por ejemplo, la ecografía es mucho mejor opción que la mamografía, sobre todo en mujeres con tejido mamario denso que tienen mayor riesgo de obtener un resultado falso positivo. En términos de prevención, un estudio17 encontró una fuerte relación entre los niveles de vitamina D y la progresión y la metástasis del cáncer de mama. El Dr. Brian Feldman de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y uno de los autores del estudio, dijo:18

"Varios estudios de gran alcance han analizado la relación entre los niveles de vitamina D y los resultados del cáncer, y los hallazgos han sido contradictorios. Nuestro estudio encontró que tener niveles bajos de vitamina D puede influir mucho en el riesgo y la metástasis del cáncer de mama".

Mientras que los niveles elevados de vitamina D se relacionan con un menor riesgo de muerte a causa del cáncer de mama. 19 En modelos animales, los investigadores demostraron que los tumores de cáncer de mama tienen más probabilidades de crecer y hacer metástasis en ratones con deficiencia de vitamina D. 20 En un estudio con humanos, los pacientes con niveles de vitamina D de alrededor de 30 ng/ml tuvieron una tasa de mortalidad un 50 % menor que los participantes con niveles de 17 ng/ml. 21

La mejor forma de optimizar sus niveles de vitamina D es a través de la exposición segura al sol, que solo es uno de sus muchos beneficios. Por ejemplo, los rayos de infrarrojo cercano del sol ayudan a estructurar el agua de su cuerpo y mejoran la función de las mitocondrias. De hecho, esta es una de las razones por las que me mudé a Florida. No he tomado vitamina D desde hace más de ocho años y mis niveles casi siempre están por encima de los 70 ng/ml, incluso durante el invierno.

Si vive en lugares en los que no siempre sale el sol y tiene niveles bajos de vitamina D, entonces sería buena idea recurrir a un suplemento de vitamina D3. Pero, recuerde que, aunque en este caso es mejor que nada, la exposición al sol es la mejor opción. También es importante analizar sus niveles de vitamina D dos veces al año para asegurarse de que se encuentren dentro de un rango saludable.

Estrategias para reducir su riesgo cáncer

Según una investigación que se publicó Environmental Health Perspectives,22 existen ciertas sustancias químicas que se encuentran en productos cotidianos que pueden incrementar su riesgo de cáncer.

Los investigadores identificaron 216 sustancias químicas que estimularon el crecimiento de los tumores de glándula mamaria en roedores, que luego redujeron a 102 sustancias químicas y priorizaron según el nivel de exposición. Al final, se redujeron a los siguientes 17 grupos químicos, que se clasificaron como de "alta prioridad" debido a su capacidad para producir tumores mamarios en los animales de laboratorio.

Retardantes de llama: productos retardantes de llama, resinas de poliéster, polímeros plásticos y espumas rígidas de poliuretano

Acrilamida: algunos alimentos (sobre todo los que se fríen a altas temperaturas, como papas fritas), humo de cigarro y geles de poliacrilamida en productos de consumo como pañales

Aminas aromáticas: poliuretano, pesticidas, colorantes azoicos y muchos otros productos

Benceno: gasolina (viajar en un automóvil, bombear gasolina y almacenar gasolina en un sótano o garaje), humo de cigarro, removedores de adhesivos, pinturas, selladores, acabados, combustible y aceites de motor

Disolventes orgánicos halogenados: productos de limpieza en seco, propulsores de lacas para el cabello, fumigantes de suelos, procesamiento de alimentos, aditivos para gasolina, quitamanchas y pinturas

Etileno (EtO) y óxido de propileno (PO): el EtO es un gas que se utiliza para esterilizar equipos médicos, alimentos y especias, ropa e instrumentos musicales; también se encuentra en el humo de cigarro y en los gases de escape de los automóviles Mientras que el PO es un esterilizante y fumigante, que también se encuentra en productos automotrices y pinturas

1,3-butadieno: humo de cigarro, escapes de automóviles, vapores de gasolina y emisiones de instalaciones industriales

Aminas heterocíclicas: carne cocida a altas temperaturas y humo de cigarro

Hormonas endógenas y farmacéuticas y otras sustancias químicas que alteran el sistema endocrino: estrógenos, progesterona, DES y otras hormonas

Productos farmacéuticos no hormonales que producen actividad hormonal: estos incluyen cuatro agentes quimioterapéuticos, dos medicamentos veterinarios que podrían contener ciertos alimentos, el diurético furosemida, el antifúngico griseofulvina y varios agentes antiinfecciosos

MX: uno de los cientos de subproductos genotóxicos que se producen del proceso de desinfección del agua potable

Ácido perfluorooctanoico (PFOA): recubrimientos antiadherentes y resistentes a las manchas en alfombras, muebles, ropa, utensilios de cocina, productos contra incendios, cosméticos, lubricantes, pinturas y adhesivos

Nitro-PAH: contaminación del aire, en especial por gases de escape de diésel.

HAP: humo de cigarro, contaminación del aire y alimentos carbonizados

Ocratoxina A (una micotoxina natural): granos, frutos secos y productos de origen porcino contaminados

Estireno: alimentos que estuvieron en contacto con poliestireno, productos de consumo y materiales de construcción, como poliestireno, alfombras, adhesivos, suministros para manualidades y productos de mantenimiento del hogar

Los parabenos se utilizan como conservadores en antitranspirantes, bloqueadores solares y muchos cosméticos. Los estudios demuestran que todos los parabenos producen actividad estrogénica en las células de cáncer de mama en humanos. 23,24,25,26 Además, un estudio encontró uno o más ésteres de parabeno en el 99 % de 160 muestras de tejido que se recolectaron de 40 mastectomías. 27 La presencia de parabenos sugiere que los productos que contienen ésteres también podrían incrementar el riesgo de cáncer de mama.

Aunque los antitranspirantes son una fuente común de parabenos, los autores de un estudio afirman que no se pudo establecer la fuente y que siete de los 40 pacientes jamás en su vida utilizaron desodorante o antitranspirante. Esto sugiere que, sin importar la fuente, los parabenos se bioacumulan en el tejido mamario. Y, como los parabenos se encuentran en muchos productos de cuidado personal, cosméticos y medicamentos, existen muchas fuentes de exposición.

El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer señala que hay tres cambios en el estilo de vida que podrían ayudar a reducir en un 33 % el riesgo de todos los tipos de cáncer de mama. 28 Tales como, ponerse en forma, mantener un peso saludable y evitar el alcohol.

Como siempre, es mucho mejor prevenir que tratar, o en este caso, detectar de forma temprana la enfermedad. Además de sus alimentos, también le recomiendo que compre otros productos que se produzcan bajo prácticas orgánicas como ropa y sábanas (lo ideal sería que cuenten con la certificación GOTS), cosméticos, otros artículos de cuidado personal, detergentes y productos de limpieza.

Exponerse a las toxinas y sustancias químicas que alteran el sistema endocrino a través de muchas fuentes diferentes tiene un impacto muy dañino en la salud, ya que el cuerpo no puede metabolizarlas o eliminarlas, y eso provoca que se acumulen.