📝HISTORIA EN BREVE

  • Cada año en los Estados Unidos se realizan alrededor de 70 millones de prescripciones de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), y se consumen 30 billones de dosis para tratar algunos padecimientos, como cefaleas, dolor de espalda y dolor menstrual
  • Las investigaciones recientes encuentran un vínculo entre el uso constante de NSAID con un mayor riesgo de ataques cardíacos, sobre todo en los primeros siete días de uso, con o sin antecedentes de enfermedades cardíacas
  • Es importante abordar la causa del dolor a través de estrategias que no tengan efectos secundarios significativos, tal como la crema de cayena, la acupuntura, las técnicas de Libertad Emocional y los tratamientos quiroprácticos

🩺Por el Dr. Mercola

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés) son prescritos ampliamente en todo el mundo. En los Estados Unidos, se realizan casi 70 millones de prescripciones y se consumen 30 billones de dosis cada año, incluyendo NSAID sin receta.1

En muchos casos, se prescriben NSAID para tratar el dolor de espalda, las cefaleas, los dolores menstruales y la artritis. Aunque la mayoría considera que estos medicamentos son inocuos, la realidad es que, de acuerdo con las estimaciones, más de 100 000 personas son hospitalizadas cada año por los efectos secundarios causados por los NSAID, y más de 16 000 de estas personas fallecen.2

Los efectos secundarios de un uso prologado de NSAID van desde la pérdida de audición hasta una hemorragia gastrointestinal. Desafortunadamente, no existe un antídoto específico para tratar una intoxicación por NSAID, la cual que podría provocar una acidosis metabólica, falla orgánica multisistémica y la muerte.3

Ahora, la investigación ha descubierto que los efectos secundarios de los NSAID podrían ocurrir incluso al utilizarlos por un breve período de tiempo, en un periodo de tiempo que va desde la primera semana hasta el primer mes, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco si toma estos medicamentos de forma constante.4

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos ha reconocido los riesgos relacionados con los NSAID desde el año 2004.5

Con el fin de revisar todos los estudios que involucran a estos medicamentos, la FDA también recomendó limitar el uso de NSAID sin receta. Esta orden de revisión ocurrió junto con el retiro del medicamento rofecoxib (Vioxx), debido a la ocurrencia de un mayor riesgo cardiovascular.6

Poco después del retiro comercial del Vioxx, otro NSAID, el valdecoxib (Bextra), fue retirado de las estanterías debido a la incidencia de un mayor riesgo de problemas cardiacos, estomacales y cutáneos, los cuales superaban a los beneficios del uso del medicamento.7

¿Qué es un infarto de miocardio?

Su corazón requiere un suministro de oxígeno y nutrientes constante para permitir que el músculo continúe bombeando. Tiene dos arterias coronarias grandes que se ramifican en la aorta, las arterias coronarias derecha e izquierda. Estas arterias se ramifican aún más para alimentar al corazón con el oxígeno y los nutrientes que necesita.

Si una de las derivaciones o arterias más grandes se bloquea, la porción del corazón que alimenta esta arteria se queda sin oxígeno. Si la situación continúa por mucho tiempo, esa área del músculo cardíaco morirá. Esta es la descripción convencional de un infarto de miocardio (IM), o  "muerte del músculo cardíaco".8

En cualquier caso, los signos de un ataque cardiaco no siempre son sencillos. Existen varias señales tempranas que podrían parecer no relacionadas con su corazón. Aunque el dolor en el pecho es el más común, es posible que se experimenten otros síntomas, mientras que las mujeres podrían tener un ataque cardíaco sin sentir presión en el pecho.9

A pesar de que en los Estados Unidos las enfermedades cardiacas continúan siendo la principal causa de muerte entre las mujeres, estas podrían atribuir los síntomas a afecciones menos graves, como el reflujo ácido, la gripe o el envejecimiento.

Incluso, cuando los síntomas son sutiles, las consecuencias podrían ser mortales. Si usted o un ser querido experimenta alguno de los siguientes síntomas,10,11,12 debe actuar de inmediato. Llame al número de emergencias locales para obtener ayuda. Activar un sistema de emergencia temprana podría reducir el riesgo de daño cardíaco permanente y de muerte.

Presión en el pecho, descrita como un elefante sentado en su pecho.

Sensación de estar lleno o dolor en el centro del pecho que podría aparecer y desaparecer.

Dolor en el brazo, espalda, cuello, mandíbula o estómago.

Dolor de muelas que aparece y desaparece.

Falta de aire o dificultad para respirar.

Sudor frío, aturdimiento o náuseas.

Indigestión o sensación de "asfixia".

Debilidad extrema o ansiedad.

Latidos cardíacos rápidos o irregulares.

Dolor que se extiende al brazo.

Fatiga inusual que podría durar días.

Malestar general o una vaga e incómoda sensación de enfermedad.

Los NSAID podrían aumentar el riesgo de ataque cardíaco en la primera semana de uso

El objetivo del estudio del año 2017, publicado en la revista The BMJ, fue evaluar el riesgo de un infarto de miocardio relacionado con el uso de NSAID en situaciones cotidianas, a través de un modelo estadístico (Bayesiano) que convierte los resultados de las pruebas en una probabilidad real de ocurrencia del evento.13

Los investigadores utilizaron estudios que obtuvieron información de las bases de datos de servicios de atención médica de Europa y Canadá, al recopilar información de ocho estudios que cumplieron los criterios e información de más de 440 000 personas.14 Los investigadores evaluaron la probabilidad de que una persona que tomara NSAID específicos tuviera un infarto de miocardio entre el primero y el séptimo día.

Encontraron que estos medicamentos aumentaban la probabilidad de que una persona experimentara un infarto de miocardio en los primeros siete días de tomar celecoxib (Celebrex), ibuprofeno, diclofenaco (Voltaren), naproxeno (Naprosyn) y rofecoxib (Vioxx). Esto tan solo se suma a la creciente evidencia que relaciona a los NSAID con síntomas cardiovasculares.

El riesgo de un ataque cardíaco aumentó un 24 % al tomar celecoxib (Celebrex), 48 % con el ibuprofeno, 50 % con el diclofenaco (Voltaren), 53 % con el naproxeno (Aleve, Naprosyn) y 58 % con el rofecoxib (Vioxx), este último fue retirado del mercado debido a que aumentó el riesgo de problemas cardiovasculares.15

Los investigadores determinaron que había un mayor riesgo relacionado con suministrar dosis más elevadas. Por lo general, las dosis sin receta son más bajas que las dosis de NSAID con receta.

La creciente evidencia de riesgos cardiovasculares originados por todos los NSAID, provocó que la FDA reforzara su advertencia en el año 2015.16 Esta advertencia se basó en la revisión de los estudios por parte de la FDA, la cual se ordenó en el 2004 y que incluyó información tal como la siguiente:17

  • Los NSAID aumentaron el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales, especialmente cuando se suministraron dosis más elevadas.
  • Estos medicamentos podrían aumentar el riesgo de un ataque cardíaco en personas con o sin historial de ataques cardíacos o de riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Los pacientes que fueron tratados con NSAID el primer año después de un ataque cardíaco, tuvieron más probabilidades de morir que los que no fueron tratados con estos medicamentos.
  • Hay un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca en las personas que utilizaron NSAID.

Las diferencias entre los NSAID en el riesgo de un infarto de miocardio

El Dr. Partha Nandi, describe los resultados de otro estudio que evalúa el uso de NSAID en una infección del tracto respiratorio superior. Los resultados fueron similares al del estudio del año 2017 que evaluó el IM y los NSAID en las bases de datos de servicios de atención médica de Europa y Canadá.

Los investigadores observaron que el estudio fue observacional, por lo que no sería posible sacar conclusiones sobre la causa y el efecto con base en estos resultados.18 Otros criticaron el estudio, al indicar que la causa de la mayor cantidad de IM podría deberse a otros factores.19

Sin embargo, los investigadores estudiaron más de 60 000 casos de infarto de miocardio antes de concluir que el presente uso de NSAID estaba relacionado con un riesgo significativamente mayor de un infarto agudo de miocardio.20

El uso de NSAID presentó una rápida manifestación del riesgo de infarto de miocardio en la primera semana, que se niveló para el día 30.

El celecoxib y diclofenaco demostraron un único incremento del riesgo en la primera semana, mientras que el ibuprofeno, naproxeno y rofecoxib demostraron un incremento en el riesgo adicional después de 8 a 30 días de tomar el medicamento. Los investigadores especularon que las diferencias entre los NSAID podrían estar relacionadas con el efecto de los medicamentos sobre la función renal.21

Los resultados también sugieren que el riesgo de IM relacionado con el rofecoxib fue mayor que el de otros NSAID incluidos en el estudio. Esto se alinea con los resultados de los estudios anteriores, que provocaron que el medicamento rofecoxib se retirara del mercado.

El uso de los NSAID conlleva más riesgos

Asimismo, los NSAID aumentan el riesgo de otros problemas de salud, de los cuales, algunos podrían ser mortales. Por ejemplo, los investigadores han determinado que las mujeres que tomaron estos medicamentos en las primeras 20 semanas de embarazo tuvieron un riesgo significativamente mayor de aborto espontáneo.22

El estudio evaluó los registros de salud de más de 50 000 mujeres canadienses y descubrió que las que tomaron NSAID al inicio de su embarazo tuvieron un riesgo 2.4 veces mayor de aborto espontáneo.

Los investigadores especulan que el efecto de los NSAID en las prostaglandinas similares a las hormonas que apoyan el embarazo, podría ser el agente desencadenante. El uso de NSAID también está relacionado con la fibrilación auricular en pacientes que habían tenido previamente un infarto de miocardio.23

Aunque podría creer que es posible descartar este factor de riesgo en particular, es importante considerar que la investigación demuestra que hasta el 45 % de los ataques cardíacos son clínicamente silenciosos o asintomáticos.24

Muchos de estos ataques cardíacos silenciosos son descubiertos durante un chequeo físico de rutina o con un electrocardiograma, donde el médico nota daño en el músculo cardíaco.

Además, el uso de NSAID aumenta el riesgo de padecer una hemorragia en el tracto gastrointestinal (GI) superior e inferior. La hemorragia GI superior es más frecuentemente reportada y ocurre con todas las formulaciones de NSAID.25 Hasta el 15 % de las hemorragias gastrointestinales superiores informadas en un solo condado de Dinamarca podría ser atribuido al uso de estos medicamentos.

La hemorragia gastrointestinal inferior se produce con la mayoría de los medicamentos NSAID, al igual que una mayor permeabilidad de la mucosa e inflamación del tracto GI inferior.26 Otros hallazgos relacionados con una hemorragia GI inferior incluyen a la anemia, la pérdida sanguínea oculta, la pérdida de proteínas y la mala absorción.

Los analgésicos son un trago amargo

El uso de analgésicos de venta sin receta, como el ibuprofeno, se ha relacionado con la pérdida de la audición en hombres27 y mujeres.28 La aspirina o los NSAID de venta con receta o de uso prologado están relacionados con la nefritis intersticial,29 un tipo de daño renal que podría ser permanente, el cual ocasiona una insuficiencia renal.30

El uso de NSAID también podría inducir otras anomalías en la función renal, incluyendo retención de líquidos, complicaciones con los electrolitos y deterioro de la función renal.31

También, vale la pena recordar que incluso el uso constante de analgésicos a corto plazo podría aumentar el riesgo de sufrir más lesiones, ya que estos medicamentos ayudan a disimular el dolor, lo que le permite continuar con sus actividades. Tener más lesiones o dolor podría ocasionar el uso de analgésicos más fuertes.

El dolor y el malestar son los agentes desencadenantes más comunes para la prescripción de opioides, lo cual aumentó en más de un 100 % entre el 2000 y 2010.32 

Creo que el drástico incremento de estas cifras desempeña un rol importante en la epidémica adicción a los opiáceos a nivel global.

Después de solo un mes de utilizar morfina, los pacientes presentaron cambios evidentes en el volumen de su cerebro.33 El número de muertes por sobredosis aumentó en un poco más de 10 000 por año en el 2002, a casi 35 000 en el 2015.34 Ahora, algunos estados luchan contra esto35 y tratan de responsabilizar a los fabricantes por la epidemia de adicción.36

Cómo controlar el dolor sin medicamentos

Controlar el dolor sin abordar el problema físico subyacente podría aumentar el riesgo de experimentar efectos secundarios por los medicamentos que toma, o llevarlo a recurrir a medicamentos aún más fuertes que tienen efectos secundarios más peligrosos.

Le recomiendo encarecidamente que recurra a otras opciones antes de utilizar de forma constante los analgésicos, incluso a corto plazo. La verdad es que muchos medicamentos utilizados para abordar el dolor podrían aumentar el riesgo de ataques cardíacos, cambiar la química cerebral y posiblemente el comportamiento.

Por ejemplo, el sueño es un factor importante en la percepción del dolor. Tener ocho horas de sueño de calidad todas las noches podría ayudarle a sobrellevar la incomodidad que experimenta.37

Su experiencia del dolor es impactada por varios factores, de los cuales el sueño podría ser el más significativo. El sueño, el dolor y la depresión son una tríada fuertemente interconectada, ya que si uno de estos factores presenta un cambio, impactará a los otros dos.

Si tiene problemas para dormir o para conciliar el sueño, le recomiendo consultar mi artículo de las 33 recomendaciones para dormir mejor durante la noche.