📝HISTORIA EN BREVE

  • Aunque el algodón no orgánico constituye menos del 2.5 % de las tierras cultivables en el mundo, recibe entre el 16 % y 25 % del total de los insecticidas, el 10 % del total de los plaguicidas y casi el 7 % del total de los herbicidas utilizados en todo el mundo
  • Entre el 90 % y 95 % de la ropa de algodón no orgánico está hecha de algodón transgénico. El algodón orgánico solo representa el 1 % de la producción mundial de algodón
  • Cuando compra algodón no orgánico, posiblemente se expone a dosis elevadas de toxinas, lo que contribuye a una destrucción del medio ambiente cada vez más grave, al igual que permite la violación de los derechos humanos

🩺Por el Dr. Mercola

La ropa de algodón tiene una larga historia de ser completamente natural y saludable. Desafortunadamente, los tiempos han cambiado, y una vez que se adentra en lo que oculta la industria del algodón, su imagen saludable se desvanece rápidamente.

La mayoría de las personas se olvida de que la mayor parte, alrededor del 90 % al 95 %,1 de la ropa de algodón no orgánico está hecha de algodón transgénico (GE, por sus siglas en inglés) de Monsanto. El algodón orgánico, cultivado de forma sostenible y atóxica, representa solo el 1 % de la producción mundial de algodón.

Si continúa comprando ropa de algodón no orgánico y otros artículos hechos de algodón, ya sea toallas, cortinas o tampones, todavía impulsa el consumo de estos productos.

También, posiblemente se expone a dosis elevadas de toxinas, lo que contribuye a que la destrucción del medio ambiente empeore cada vez más, al igual que promueve la violación de los derechos humanos.2

El algodón es uno de los cultivos más tóxicos del planeta

Su toxicidad es uno de los descubrimientos más sorprendentes que ha revelado la investigación a la industria del algodón convencional.

Aunque el algodón no orgánico constituye menos del 2.5 % de las tierras de cultivo global, recibe del 16 % al 25 % del total de los insecticidas,3 el 10 % de todos los pesticidas,4 y casi el 7 % del total de los herbicidas utilizados en todo el mundo, muchos de los cuales se encuentran entre los más peligrosos.

Por lo general, el algodón transgénico resistente a los herbicidas es rociado con abundantes cantidades de Roundup, el cual contiene glifosato como ingrediente activo, un posible agente cancerígeno humano.

La introducción del algodón Bt en el 2002, el cual fue modificado genéticamente para producir su propio pesticida, se suponía que disminuiría el uso de insecticidas. En realidad, el algodón Bt requiere una mayor cantidad de pesticidas, en comparación con el algodón nativo, ya que ha creado nuevas plagas resistentes a productos químicos.

Para controlar a estas plagas resistentes, ahora los agricultores utilizan hasta 13 veces más pesticidas de lo que utilizaban antes de la introducción del algodón Bt.5

Por otra parte, además de estar fuertemente contaminado con pesticidas tópicos, el algodón Bt es en sí mismo un pesticida, incluso está registrado como tal,6 ya que la toxina Bt es producida en cada célula de la planta.

La industria algodonera de Uzbekistán es una forma moderna de esclavitud

El video titulado "White Gold—The True Cost of Cotton", creado por la Fundación de Justicia Ambiental, revela las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en Uzbekistán, el segundo mayor exportador de algodón del mundo, y cómo la industria del algodón ha creado una catástrofe ambiental de increíbles proporciones.

Aquí, un tercio de la población, incluyendo a niños de tan solo 7 años, trabajan para la industria algodonera del gobierno. Las escuelas cierran durante la época de cosecha y los profesores llevan a los niños a los campos de algodón. Los estudiantes que se niegan a recoger algodón podrían perder sus privilegios escolares.

Los profesores corren el riesgo de ser despedidos de sus trabajos de enseñanza a menos que cumplan con la cosecha obligatoria de algodón cada año, y las protestas públicas son combatidas con fuerza letal.

No se les proporciona equipo de protección. Todas las personas recogen el algodón con las manos desnudas, lo cual asegura la exposición a los pesticidas tóxicos. La falta de agua potable obliga a los trabajadores a beber agua de los canales de riego, la cual no solo podría estar contaminada con productos químicos, sino también con patógenos causantes de enfermedades.

Al final de la temporada de cosecha, muchos trabajadores terminan más endeudados con el estado que lo que estaban antes. Simplemente no fueron capaces de recoger la cantidad de algodón suficiente para compensar los gastos de alimentos y alojamiento que el gobierno deduce de sus ganancias.

La catástrofe ambiental en Uzbekistán

Además de que el algodón no orgánico es dependiente de sustancias químicas, también necesita una excesiva cantidad de agua; la suficiente como para drenar un mar en unas pocas décadas.

El nivel del agua del mar Aral, situado entre Kazajistán y Uzbekistán, comenzó a disminuir a principios de los años 70. Además, los peces comenzaron a morir por la filtración de sustancias químicas de los campos. En tiempos pasados, los pescadores del Mar Aral solían pescar 40 toneladas de pescado al año. Hoy en día, la zona está llena de barcos pesqueros en tierra firme.

Lo que solía ser un próspero puerto marítimo, ahora se encuentra a casi 50 millas (80 kilómetros) de la orilla del agua, y la economía pesquera ha sido arruinada.

El antiguo lecho marino está muy contaminado con sal y pesticidas, que impiden el crecimiento de las plantas, mientras que el polvo tóxico esparcido por el viento ha provocado elevadas tasas de cáncer y tuberculosis. Éste es el costo humano y ambiental del cultivo de algodón que permanece oculto.

La industria del algodón se caracteriza por violar los derechos humanos

Ocurren casos similares de violación de los derechos humanos y tragedias ambientales en otras naciones productoras de algodón.

En la India, se estima que 300 000 agricultores también se han suicidado en los últimos dos décadas, muertes atribuidas a la desesperación ocasionada por una deuda insalvable creada por el esquema de semillas patentadas de Monsanto, que prohíbe el ahorro y el intercambio de semillas y que requiere el uso de costosos productos químicos.8

Como se señaló en el reportaje titulado "Our Cotton Colonies", realizado por el portal In These Times:9

"Las camisetas que compramos en tiendas como Gap y H&M podrían dar la sensación de estar alejadas del pasado sangriento de una cosecha similar a las del siglo XIX, donde había esclavitud y talleres clandestinos.
Pero cuando uno sigue la cadena de suministro global de productores de algodón, trabajadores, comerciantes y propietarios de fábricas, cada vez es más evidente que el capitalismo no se ha alejado de sus sangrientos orígenes".

Es una lectura fascinante, y le invito a que la analice, pero no espere sentirse bien acerca de ese conjunto de jeans y camisetas de algodón que tiene en su armario, cuando haya terminado de leerla.

La producción convencional de algodón es un negocio tóxico

Las violaciones al medio ambiente no terminan cuando el algodón sale del campo. El proceso necesario para convertir el algodón en hilos y tejidos implica otra ronda de exposiciones tóxicas, las cuales producen contaminación ambiental. La Asociación de Comercio Orgánico (OTA, por sus siglas en inglés) explica lo siguiente:9

"Durante la conversión del algodón en ropa convencional, se utilizan y son agregados muchos materiales peligrosos al producto, incluyendo ceras de silicona, rastros de petróleo crudo, suavizantes, metales pesados, retardantes de llama y de manchas, amoníaco y formaldehído, solo por nombrar algunos.
Muchas de las etapas de procesamiento producen grandes cantidades de aguas residuales tóxicas que transportan residuos de limpieza con sustancias químicas de teñido y acabado.
Estos residuos agotan el oxígeno del agua, lo cual acaba con la vida de los animales acuáticos y altera los ecosistemas acuáticos. Las Normas de Procesamiento de Fibras Orgánicas de los Estados Unidos prohíben estas y otras sustancias químicas similares".

El algodón en nuestras fuentes de alimentos

Aunque el algodón no es apto para el consumo, el 65 % de la producción de algodón convencional aún termina en la cadena alimenticia, a través de lo siguiente:10

  • El aceite de semilla de algodón es un importante ingrediente del aceite de cocina Crisco y también se encuentra en los suplementos de vitamina E.
  • La harina de semilla de algodón es añadida al alimento del ganado vacuno, de donde se obtiene la carne de res y los lácteos.
  • La celulosa de algodón es utilizada como relleno no calórico, aglutinante y estabilizador, en una amplia variedad de alimentos y bebidas procesadas

Los plaguicidas tóxicos que son rociados sobre los cultivos convencionales de algodón también amenazan la salud de otros cultivos alimenticios y los contaminan. En Texas, los viticultores temen que la aprobación de los nuevos cultivos de algodón resistentes a los herbicidas podría destruir la industria del vino por completo.

Tales predicciones surgen del hecho de que los plaguicidas se esparcen por dondequiera que sopla el viento, y los viñedos no pueden tolerar las mezclas de herbicidas que ahora se utilizan en plantas transgénicas, tales como el algodón.

Paul Bonarrigo, dueño de un viñedo en el condado de Hale, no ha podido producir uvas durante los últimos dos años consecutivos. Estas continúan muriendo debido al daño químico, que solo empeorará conforme las plantaciones de algodón en el área comiencen a tener cultivos de algodón transgénico de próxima generación, que son resistentes al dicamba y 2,4-D.

Según informó el diario Texas Tribune:11

"Otros vinicultores de Texas han visto daños similares, y culpan al dicamba y 2,4-D, dos herbicidas de alta volatilidad que comúnmente son utilizados en los cultivos de cereales, pastizales y céspedes.
Ahora, los vinicultores del estado están alarmados porque es posible que pronto se extienda el uso de productos químicos para ser aplicados en 3.7 millones de acres de campos de algodón en High Plains, donde el algodón ha sido invadido por las malas hierbas inmunes al plaguicida Roundup, el cual es utilizado desde hace mucho tiempo".

¿Será que sus tampones están cargados de Roundup?

Por supuesto que el algodón no solo es utilizado en la ropa, sino que, además de utilizarlo en sábanas, toallas, revestimientos de muebles y cortinas, las mujeres también podrían estar usándolo en tampones de algodón.

Una investigación realizada en 201612 por una revista francesa, encontró rastros de sustancias químicas nocivas en 11 marcas de tampones y toallas sanitarias, incluyendo dioxinas, pesticidas organoclorados, entre ellos el glifosato e insecticidas piretroides.

Si consideramos la alta probabilidad de que el algodón este contaminado con pesticidas e insecticidas, le invito a que, siempre que le sea posible, elija tampones que sean 100 % de algodón orgánico certificado por la USDA.

El algodón Bt es una opción particularmente cuestionable para los tampones, ya que contiene toxinas producidas internamente y productos químicos aplicados tópicamente. Otra alternativa más segura es Diva Cup, que funciona de manera similar a un diafragma, lo que le permite evitar los tampones por completo.

Pimacott recurre a la identificación del ADN para rastrear los orígenes del algodón

Desafortunadamente, es sencillo apoyar la violación de los derechos humanos y la destrucción del medio ambiente, aun cuando es un consumidor contencioso.

Básicamente, tiene que confiar en la compañía a la que le compra los productos; y aunque muchos hacen todo lo posible para que el algodón sea obtenido de forma responsable, no hay forma de identificar el origen de un trozo de algodón. El fraude también ocurre, aun en la industria orgánica.

Por ejemplo, hace siete años, el gigante de la moda sueca, la marca H&M, fue atrapado en un escándalo cuando las pruebas revelaron que el 30 % de su algodón "orgánico" estaba constituido por un material transgénico.

Todo el algodón dudoso provino de la India, uno de los productores más grandes de algodón orgánico en el mundo, lo que también sugiere que probablemente el etiquetado fraudulento ocurría con otros minoristas.

Para garantizar la autenticidad y pureza de su producto, Pimacott ha desarrollado una nueva tecnología de monitoreo de ADN que le permite verificar el origen de su algodón.

Pimacott es el desarrollador de algodón pima, que principalmente es cultivado en el Valle de San Joaquín, en California, así como en ciertas regiones peruanas. Como fue señalado por David Greenstein, director general de Pimacott:13

"En la industria, había una discrepancia cada vez mayor, entre lo que estaba escrito en el paquete de un producto de algodón y de lo que el material estaba hecho en realidad... Decidimos que íbamos a utilizar la tecnología para cambiar la forma en que obteníamos el algodón y tomar el control de nuestra cadena de suministro".

Junto con la empresa de tecnología Applied DNA Sciences, la compañía ha desarrollado una etiqueta de ADN para su algodón, que es un indicador microscópico en cada grano de algodón que puede ser leído por un escáner de ADN, tal como si leyera un paquete con código de barras. Como se explica en el artículo presentado:14

"Este proceso de inserción ocurre en la desmotadora [Nota del editor: una desmotadora de algodón es una máquina que separa las fibras de la semilla]: el algodón libera pequeñas moléculas, y estas se unen permanentemente al mismo.
Desde ese punto, es posible colocar un pedazo de algodón o tejido bajo un simple escáner de ADN para ver si el indicador está presente".

La contaminación por los tejidos de algodón y las microfibras

Los tejidos que están mezclados con algodón también contribuyen a la contaminación del medio ambiente, ya que se introducen microfibras en las vías fluviales. Los tejidos sintéticos, tales como el acrílico y el poliéster, son los principales causantes de la situación, pero es mejor evitar utilizar tejidos que estén mezclados con algodón.

En una comparación entre el acrílico, poliéster y una mezcla de algodón y poliéster, el acrílico fue el peor de ellos, al desprender microfibras hasta cuatro veces más rápido que la mezcla de algodón y poliéster.15,16

Sin embargo, en este sentido, la opción "más limpia" es utilizar tejidos de algodón que sean 100 % orgánicos, ya que las fibras sintéticas presentes en estos tejidos plantean graves riesgos para la calidad del agua y la supervivencia de la vida marina.

Según las estimaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales, cada año entran en el océano hasta 1.7 millones de toneladas de microfibras.17

En algunas aguas oceánicas, el plástico supera al plancton en una proporción de 6 a 1,18 mientras que las fibras se han encontrado en la sal de mesa19 y en diversos tipos de mariscos que son vendidos para consumo humano.20

Las pruebas en peces de agua dulce y de agua salada muestran que el 90 % tiene restos de microfibras en sus cuerpos,21,22 y puesto que estas fibras actúan como esponjas, podrían absorber y concentrar toxinas, tales como PCB y pesticidas. Como resultado, los peces se vuelven aún más tóxicos de lo que normalmente estarían si solo nadaran en aguas contaminadas.

Limpie su guardarropa en nombre del humanitarismo

Aunque algunas compañías investigan activamente métodos para fabricar prendas de vestir que sean más respetuosas con el medio ambiente, todos y cada uno de nosotros podríamos contribuir a la solución, al disminuir el consumo, elegir mejor lo que compramos y cómo cuidamos nuestros artículos.

Lo ideal sería considerar todo el ciclo de vida de una pieza de vestir, antes de comprarla, ya que en realidad la mayoría de las prendas que son desechadas terminan en basureros o son revendidas en países del tercer mundo, donde posteriormente las industrias de ropa locales son las afectadas.

Para evitar productos químicos tóxicos, reducir la contaminación ambiental y promover los derechos laborales seguros y justos, en todo el mundo, considere las siguientes recomendaciones, con relación a comprar ropa y otros artículos relacionados con tejidos:

Opte por tejidos de bambú, cáñamo, seda, lana y algodón orgánico. Aunque estos artículos suelen costar más que el algodón no orgánico y los tejidos sintéticos, comprar menos artículos le permitirá invertir más en cada artículo. Por el lado positivo, los artículos orgánicos de mayor calidad tienden a durar mucho más tiempo con los cuidados adecuados, por lo tanto, al final, obtendrá el valor de su inversión.

Elija artículos teñidos con tintes naturales no tóxicos, cuando le sea posible. Entre las empresas que invierten en la agricultura orgánica y los tintes naturales, se encuentran las siguientes: PACT (ropa interior y prendas para estar en casa), Boll y Branch (sábanas para cama, cobijas y toallas), Jungmaven (camisetas de cáñamo y algodón orgánico), Industry of All Nations (prendas de vestir) y muchas otras.

Evite los artículos que sean impresos con serigrafía, ya que usualmente contienen ftalatos.

Busque los artículos que tengan la certificación del sistema de Bluesign,23 que le indica que el artículo fue fabricado con una cantidad mínima de productos químicos peligrosos.

Evite los tejidos técnicos de marcas comerciales, ya que la mayoría están recubiertos con sustancias químicas que con el tiempo se deslavan.

Sea consciente de cuándo y cómo lavar la ropa sintética. Lave la ropa sintética con un detergente suave, tan espaciadamente como le sea posible. Séquela de forma vertical, en vez de ponerla en la secadora. El calor y la agitación descompondrán las fibras. Lavar a mano, utilizar el ciclo suave con agua fría o utilizar una lavadora de carga frontal, minimizará el desprendimiento de fibras.

Evite usar suavizantes y hojas para secadora. No solo liberan productos químicos potencialmente tóxicos en las aguas residuales y el aire (a través de la ventilación de la secadora), sino que también dejan una película sobre el tejido, la cual  bloquea la capacidad de absorción de la fibra.

Instale un filtro de microfibra en su lavadora. Actualmente, Wexco es el distribuidor exclusivo del filtro Filtrol 160,24 diseñado para capturar fibras no biodegradables de la descarga de la máquina lavadora.