Estos contaminantes en el agua podrían estar vinculados con la enfermedad de Parkinson

📝HISTORIA EN BREVE

• La contaminación del agua es una de las amenazas más graves a las que nos enfrentamos. Los contaminantes peligrosos del agua incluyen el arsénico, el fluoruro, el nitrato, los medicamentos, los pesticidas y los microplásticos
• El tricloroetileno (TCE), que es una sustancia química orgánica y volátil, se ha utilizado en muchas aplicaciones a lo largo del siglo XX. En la actualidad se usa como disolvente industrial. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés) estima que entre el 9 % y el 34 % del suministro de agua potable de los Estados Unidos contiene TCE
• La información relaciona la exposición al TCE con la irritación de la piel y del sistema respiratorio, dolores de cabeza, aturdimiento y daños al neonato. La exposición repetida al TCE tiene relación con los trastornos del hígado, los riñones, el sistema inmunológico, el sistema nervioso central y el cáncer
• El caso de contaminación del agua ocurrido en la base de entrenamiento Lejeune del Cuerpo de Marinos, proporcionó datos que relacionan el párkinson con el TCE, y también destacó la incapacidad de la EPA para remediar la contaminación de las vías fluviales
• Es muy importante filtrar el agua potable y del baño. También es importante preparar fuentes alternativas de agua potable en caso de una emergencia, incluso más importante que almacenar alimentos no perecederos

🩺Por el Dr. Mercola

El tricloroetileno (TCE) se utiliza como disolvente industrial en muchos procesos y productos que puede encontrar en su hogar, desde el descafeinado del café, la limpieza en seco, los adhesivos, hasta los químicos quitamanchas.¹

Por desgracia, cuando llega al agua subterránea y al suelo con una gravedad específica superior a 1, sus resultados pueden ser desastrosos.² En un estudio que se llevó a cabo en mayo de 2023, la contaminación con TCE en el suministro de agua de la base de entrenamiento Lejeune del Cuerpo de Marinos, tuvo relación con una mayor incidencia de la enfermedad de Parkinson, cáncer y otros problemas de salud.³

La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés) estima que el TCE se encuentra entre el 9 % y el 34 % de toda el agua potable de los Estados Unidos.⁴ La exposición repetida se ha relacionado con efectos hepáticos, renales, inmunológicos, endocrinos y de desarrollo en humanos.⁵

Durante los últimos 30 años, la Agencia de Protección Ambiental no ha podido limpiar y solucionar los problemas de contaminación del suelo y del agua en la base de entrenamiento Lejeune.⁶ ¿Cómo llegamos a este punto y qué se puede hacer para proteger su salud de los contaminantes en nuestro suministro de agua?

Contaminación sistémica y contaminación de nuestro suministro de agua

La contaminación y escasez del agua representan una amenaza inminente. Los acuíferos subterráneos se están agotando a pasos acelerados y la contaminación del agua es endémica. En solo una semana de septiembre de 2022, se encontró contaminación por la bacteria E. coli en Baltimore,⁷ niveles tóxicos de arsénico en la ciudad de Nueva York⁸ y en Jackson, Misisipi,⁹ 180 000 personas se quedaron sin agua debido a una falla en el sistema de agua.

Años de contaminación y desechos industriales han contaminado nuestro suministro de agua de nuestra nación con arsénico, nitrato, medicamentos, pesticidas, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) y microplásticos.¹⁰

Además de esta mala gestión, falta agregar el fluoruro, una sustancia química que altera el sistema endocrino. Aunque el límite superior del nivel recomendado de fluoruro se redujo de 1.2 mg/L a 0.7 mg/L¹¹ En 2011, el químico ha demostrado afectar la función cognitiva en los últimos años.

La infraestructura de las vías fluviales en muchas ciudades es muy obsoleta. Aunque estén en buen funcionamiento, las instalaciones de aguas residuales no logran eliminar el 93 % de los compuestos de los medicamentos. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos,¹² el 80 % de los cursos de agua dan positivo a soluciones farmacéuticas. Los fertilizantes agrícolas, el estiércol animal y la erosión del suelo contribuyen a la concentración de fósforo en cauces de los ríos. Esto crea la proliferación de algas dañinas que extraen oxígeno del agua y crean zonas muertas.¹³

Esto es sólo un breve resumen de la mala gestión de los suministros de agua del planeta. Y, mientras que los medios de comunicación hablan sobre la proliferación de algas, el arsénico y las tuberías de plomo dañadas, el TCE es una bomba de tiempo oculta para la salud.¹⁴ En el último siglo, el TCE ha causado un daño incalculable al medio ambiente y podría tener un impacto directo en su salud.

La historia vergonzosa del TCE

La producción comercial de TCE comenzó en Alemania en 1925, y los Estados Unidos siguieron su ejemplo ese mismo año.¹⁵ Al principio se promocionó como un anestésico milagroso, carecía del fuerte aroma del éter y se pensaba que no causaría tanto daño hepático. En 1956 el TCE fue reemplazado por el halotano,¹⁶ pero el TCE se siguió usando como analgésico autoadministrado durante el parto a pesar de las preocupaciones sobre daños al feto.¹⁷

En 1977, se prohibió como anestésico en los Estados Unidos. En ese momento, la exposición a corto plazo se relacionó con dolores de cabeza, náuseas y falta de coordinación. Una exposición más prolongada se relacionó con cambios en el sistema nervioso central, insuficiencia hepatorrenal, mayor gasto cardíaco y muerte.¹⁸

Al mismo tiempo que las mujeres recibían TCE autoadministrado como anestésico durante el parto, este quimico "milagroso" también se comercializaba como desengrasante industrial, y esa fue la razón por la que el TCE terminó en el suministro de agua de los Estados Unidos.

La popularidad del TCE desapareció poco a poco por un químico menos tóxico pero que destruye el ozono, el 1, 1, 1: tricloroetano. El Protocolo de Montreal¹⁹ dio nueva vida al TCE en producto para usos comerciales.²⁰ Las consecuencias a largo plazo por el uso desenfrenado del TCE como desengrasante industrial son graves.

Se encontró TCE en 771 sitios de los EE. UU.²¹ El TCE representa una amenaza para la calidad del agua y del aire. En la planta de municiones del ejército en Twin Cities, la exposición al TCE se produjo durante la ducha, tanto por ingestión como por la inhalación del agua y absorción a través de la piel, lo que es un recordatorio de que el agua tóxica es dañina en la mayoría de las exposiciones.  El TCE se volatiliza muy rápido en el agua caliente y puede liberar gas a través del suelo. ²²

Si bien no es tan famoso como el "Canal del Amor" de Nueva York, tanto la intrusión de vapor en lugares cerrados, como la exposición al agua contaminada proveniente de un penacho de agua contaminada con TCE, han afectado a los residentes del vecindario McCook Field en Dayton, Ohio, durante 90 años. La planta de autopartes fue inaugurada por Chrysler en la década de 1930 y según el relato de la EPA:²³

"Continúa la posibilidad de que los vapores contaminantes y peligrosos por los COV termales del superfondo del penacho de agua de Behr Dayton se puedan acumular en hogares y negocios de los vecindarios de McCook Field y Old North Dayton. Los vapores podrían estar afectando la salud de los residentes y trabajadores de la zona".

Un estudio realizado en mayo de 2023²⁴ detectó un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson (EP) entre el personal de la base de entrenamiento Lejeune. Los desencadenantes exactos de la EP siguen siendo un misterio. Según la Fundación Parkinson, influyen muchos factores como la genética, los traumatismos craneales y la exposición ambiental, y el agua contaminada con TCE puede ser uno de ellos.

Contaminación por TCE en la base de entrenamiento Lejeune

La base de entrenamiento Lejeune del Cuerpo de Marines, que se encuentra en Carolina del Norte, quizá sea el sitio con mayor contaminación por TCE en los Estados Unidos.²⁵ De acuerdo con el National Research Council (US) Committee on Contaminated Drinking Water:

"A principios de la década de los 80, se descubrió que dos sistemas de suministro de agua en la base de entrenamiento Lejeune, en Carolina del Norte, estaban contaminadas con disolventes industriales tricloroetileno (TCE)".

Se determinó que el agua potable de la base se contamino entre 1953 y 1985.²⁶ Los estudios encontraron varios cánceres entre el personal de la Marina y la Naval, así como en los trabajadores civiles que pudieron haber estado expuestos al agua potable contaminada.²⁷

La exposición al TCE a través del agua potable incluyó tres rutas: ingestión, inhalación y absorción dérmica. Un infante de marina en la base de entrenamiento puede consumir hasta 6 litros de agua al día, pero la dosis combinada por inhalación y exposición dérmica quizá sea mayor.²⁸

Hasta hace poco, un estudio realizado en mayo de 2023²⁹ detectó un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson entre el personal de la base de entrenamiento Lejeune. Un estudio de cohorte de 340 489 miembros del servicio encontró que, entre los residentes de la base, el riesgo de EP era 70 % mayor en comparación con los que vivían en la base de entrenamiento Pendleton de California.

Los que vivieron en la base de entrenamiento en fechas pasadas que no tenían EP también exhibieron tasas mucho más altas de síntomas similares a los de la EP.³⁰ Estos incluían trastornos del estado de ánimo, temblores en reposo, rigidez, movimientos lentos, mal, daños cognitivos e inestabilidad postural. ³¹

Justicia para los supervivientes de la base de entrenamiento Lejeune

La contaminación por TCE se remonta a la década de los 50 y se detectó durante la década de los 80 en dos de las ocho instalaciones de tratamiento de agua.³² Las primeras demandas contra el gobierno de Estados Unidos se presentaron en 2009. En 2012, el Congreso promulgo la Ley “Honoring America’s Veterans and Caring for Camp Lejeune Families” y creó un fondo de 2 200 millones de dólares para indemnizar a los supervivientes.

Para calificar, debe haber servido durante 30 días o más en la base de entrenamiento entre el 1 de enero de 1957 y el 31 de diciembre de 1987. Se estima que entre 500 000 y 1 millón de personas estuvieron expuestas al agua contaminada. La ley obliga a la Administración de Veteranos (VA, por sus siglas en inglés) a brindar beneficios de salud a los veteranos y familiares elegibles que tengan cualquiera de las siguientes 15 afecciones médicas específicas.³³ La enfermedad de Parkinson se agregó a la lista en 2023.³⁴

Los esfuerzos de limpieza fallidos son una señal de que habrá problemas con el suministro de agua

El primer paso que se tomó para resolver la contaminación del agua fue cerrar los pozos en 1985. La detección de TCE en el suministro de agua llevó a que este y otros químicos, como el cloruro de vinilo y el benceno, se agregaran a la Ley de Agua Potable Segura en 1989.

Quizás el aspecto más alarmante de la historia sea el monitoreo. Los esfuerzos de la EPA para limpiar el suelo y mitigar el daño no han dado frutos. Durante 30 años, la empresa ABC Cleaners vertió miles de galones de solventes en los sistemas sépticos, que se filtraron a los acuíferos adyacentes.³⁵ El lote de casi media hectárea donde alguna vez estuvo el complejo de tres edificios ABC Cleaners, permanece lleno de toxinas.

En 1993, la EPA implementó un plan para abordar la contaminación de ABC Cleaners y eliminar las toxinas del agua subterránea al bombear los acuíferos y tratando el suelo por medio de la extracción de vapor in situ.³⁶ La extracción de vapor extrae agua contaminada y la pasa por un filtro.³⁷

El agua y los vapores generados son tratados y vertidos a un arroyo cercano. Los problemas eran inquietantes, pero ABC Cleaners siguió en el negocio y continuó con su mal manejo de solventes.³⁸ Sólo se pudo tratar el área inmediata y el equipo no demostró ser efectivo, ya que fallo el air stripper.³⁹ En 2003, sólo se eliminaron del suelo 700 libras de contaminación y la columna de solventes se agotó.

Cinco años más tarde, en 2008, la contaminación de la capa superficial del suelo y del agua subterránea en el área de ABC Cleaners disminuyo, pero la columna de solventes se estaba filtrando más debajo de la superficie. En 2011, se cerró el sistema de extracción de agua subterránea y el huracán Irene destruyó el sistema de extracción de vapor del suelo.

Los edificios fueron declarados en ruinas y destruidos en los años siguientes. Se dejó el piso de cemento para evitar que el suelo contaminado quede expuesto y también se colocó una cerca alrededor del perímetro. Aunque sigue bajo vigilancia y ahora es un sitio considerado como tóxico, treinta años de limpieza han demostrado ser un completo desastre. La emisión de gases tóxicos en las residencias locales y la inexorable propagación de toxinas en el suelo y el agua siguen siendo una preocupación para los residentes locales.

Cómo proteger su salud con agua pura

El desastre de la base de entrenamiento Lejeune debería servir como advertencia. Proteger su acceso a agua pura y limpia debe ser una prioridad ante la ineficacia de los reguladores, además de que la tecnología se ve superada por la enorme cantidad de toxinas en nuestras vías fluviales.

Tenga en cuenta que el objetivo debe ser filtrar el agua para bañarse, cocinar y beber. De preferencia, le aconsejo que tenga un sistema que ofrezca una amplia variedad de métodos, incluyendo ósmosis inversa, intercambio iónico y filtros de bloque de carbón.

Recomiendo instalar tambos para recolectar el agua de la lluvia como un mecanismo de seguridad. Estos sistemas de captación se pueden utilizar para regar, además, son de mucha ayuda en caso que no pueda filtrar o no tenga agua.

Recuerde, protegerse del agua contaminada es mucho más importante que abastecerse de alimentos no perecederos.