📝HISTORIA EN BREVE

  • Comer muchos carbohidratos refinados, como el jarabe de maíz de alta fructosa, puede hacer que se vea menos atractivo
  • Desayunar alimentos con alto índice glucémico disminuyó el atractivo facial tanto en hombres como en mujeres
  • Consumir carbohidratos refinados de forma crónica también se relaciona con una peor apariencia física
  • Consumir carbohidratos refinados de forma crónica causa hiperglucemia e hiperinsulinemia que afecta los factores de crecimiento y las hormonas sexuales, lo podría reducir el atractivo físico de una persona
  • La hiperglucemia por el consumo crónico de carbohidratos refinados también podría acelerar los procesos de glicación que provocan que la piel envejezca más rápido

🩺Por el Dr. Mercola

Según los investigadores de la Universidad de Montpellier en Francia, comer muchos carbohidratos refinados, como el jarabe de maíz de alta fructosa, puede reducir el atractivo físico de una persona. 1 Se sabe que comer muchos carbohidratos refinados produce un impacto negativo en la salud física al causar problemas de salud como obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, hipertensión y miopía. 2

Consumir muchos carbohidratos también se relaciona con otros problemas de salud que incluyen niveles elevados de azúcar (hiperglucemia), hiperinsulinemia y resistencia a la insulina. Pero, en esta ocasión, los investigadores se enfocaron en el efecto de los carbohidratos refinados en el atractivo facial, y los resultados fueron muy sorprendentes.

Los carbohidratos refinados pueden hacerlo menos atractivo

El estudio, en el que participaron 104 adultos, descubrió que desayunar alimentos con alto índice glucémico disminuyó el atractivo facial tanto en hombres como en mujeres. Mientras que el hábito de consumir muchos carbohidratos refinados se relacionó con un peor atractivo físico.

Dos horas después de desayunar alimentos con alto índice glucémico, se tomaron fotografías del rostro de los participantes, cuando tenían hipoglucemia o niveles bajos de azúcar, que se cree que es la forma en que los carbohidratos refinados deterioran el atractivo facial. "Se sabe que la hipoglucemia produce síntomas visibles, ya que afecta el flujo sanguíneo y apariencia de la piel, lo que podría detectarse en las fotografías y, por lo tanto, afectar el atractivo físico", dijeron los investigadores. 3

Además, el consumo crónico de carbohidratos refinados causa hiperglucemia e hiperinsulinemia, que afecta los factores de crecimiento y las hormonas sexuales. "Por su parte, la hiperinsulinemia crónica influye en la síntesis de andrógenos, que son los precursores de las hormonas sexuales masculinas y femeninas. Se ha demostrado que las hormonas sexuales influyen en la apariencia del rostro de las personas, ya sea femenina o masculina, lo que a su vez podría afectar el atractivo en general", según el estudio. 4

La hiperglucemia por el consumo crónico de carbohidratos refinados también puede acelerar los procesos de glicación que provocan que la piel envejezca más rápido. "Dado que el envejecimiento de la piel afecta de manera directa la apariencia física, la hiperglucemia podría hacer que se vea de mayor edad. Además, se sabe que la edad también influye en el atractivo de una persona", agregaron los investigadores. 5

Pero, eso no es todo, también se sabe que consumir muchos carbohidratos hiperglucémicos promueve el acné,6 aunque los investigadores agregaron que el impacto de la alimentación en el atractivo facial podría relacionarse con la evolución:7

"en general, los alimentos tradicionales (preindustriales o sin refinar) no provocan hiperglucemia, a excepción de las frutas maduras o la miel, que solo están disponibles en ciertas épocas del año. De hecho, los humanos no solían tener acceso a alimentos que incrementaran la respuesta glucémica, ni siquiera en el auge de la agricultura en el Neolítico.
En el mundo industrializado actual, consumir alimentos que causan hiperglucemia ya no es una señal de calidad, porque ya hay mucho acceso a este tipo de alimentos. Consumir muchos de esto alimentos produce cambios fenotípicos y fisiológicos en el organismo, como obesidad y diabetes tipo 2, que se volvieron objeto de muchas investigaciones médicas debido a sus efectos que podrían ser mortales.
Por lo que, no es una sorpresa que también produzcan otros efectos negativos que no solo afectan la salud, sino también la apariencia física, sobre todo del rostro".

Los conceptos básicos de los carbohidratos refinados

Los carbohidratos o azúcares refinados, que también se conoce como azúcares libres, son los que se agregan a los alimentos y bebidas ultraprocesados. El jarabe de maíz de alta fructosa es un ejemplo de azúcar refinada. Estos azúcares se relacionan con problemas de salud como caries dental, enfermedades cardíacas y cáncer. 8 Muchas organizaciones de salud y gobiernos, incluyendo el Reino Unido, recomiendan limitar el consumo de azucares libres, pero no de azúcares intrínsecos. 9

Los azúcares intrínsecos, que también se conocen como azúcares naturales, se encuentran dentro de la estructura celular de los alimentos, como las frutas y lo vegetales. Estos azúcares son parte de la composición natural de los alimentos, no se agregan durante el procesamiento y forman parte de los nutrientes beneficiosos y la fibra que, de los alimentos enteros, lo que ayuda a ralentizar la absorción de azúcar y mitigar su impacto en los niveles de azúcar en sangre.

Una de las principales diferencias entre estos dos tipos de azúcares es que los azúcares refinados, así como muchos almidones, pueden estimular la producción de endotoxinas en el intestino, lo que destruye la función de las mitocondrias y activa el metabolismo del cáncer.

La fructosa que contienen los alimentos enteros no suele estimular la producción de endotoxinas. Esta es una de las diferencias principales entre el azúcar refinada y la fructosa de la fruta madura, y ayuda a explicar por qué los azúcares refinados incrementan el riesgo de cáncer.

Los alimentos ultraprocesados ​​son la fuente principal de azúcares refinados

En Estados Unidos, el 57.9 % del consumo de energía proviene de alimentos ultraprocesados, que no sólo suelen contener muchos carbohidratos refinados sino también ácido linoleico de aceites de semillas. Además, los alimentos ultraprocesados ​​representan el 89.7 % del consumo de energía de azúcares añadidos en la alimentación promedio de los Estados Unidos. 10

Comer comida chatarra daña todo el cuerpo, incluso el cerebro. Una investigación que se publicó en JAMA Neurology demostró que consumir alimentos ultraprocesados como cereales para el desayuno y sodas, podría causar problemas cognitivos e incrementar el riesgo de Alzheimer. 11

Pero, en este estudio, en lugar de definir el 50 % o el 60 % del consumo diario de calorías de alimentos ultraprocesados ​​como alto consumo, se definió como "más del 20 %", y no identificó si hubo un efecto dependiente de la dosis. En otras palabras, solo analizaron si obtener más del 20 % de las calorías diarias de los alimentos ultraprocesados influye en el deterioro cognitivo, pero no identificaron los efectos de consumir el doble o el triple de esa cantidad.

En una evaluación más completa sobre la relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el cáncer, los investigadores de la Facultad de Salud Pública del Imperial College London encontraron que este tipo de alimentos se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar y morir de cáncer. 12

En general, consumir más alimentos ultraprocesados se relacionó con un mayor riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer, sobre todo cáncer de ovario y cerebro. También se relacionó con un mayor riesgo de mortalidad por esta enfermedad, incluyendo cáncer de mama y ovario. 13

La razón por la que los azúcares refinados promueven el cáncer

Cuando come carbohidratos, se transforman en azúcares que se conocen como glucosa. Por su parte, la glucosa puede metabolizarse (quemarse) en energía a través de dos vías diferentes. Primero, se metaboliza en piruvato, Luego, el piruvato puede entrar a la vía de la glucólisis en el citoplasma de la célula y producir lactato (esta es una vía de respaldo poco efectiva), o puede convertirse en acetil-CoA y dirigirse a la cadena de transporte de electrones de las mitocondrias, que es la forma ideal de producir energía.

esta vía ayuda a producir de forma rápida la energía que necesita cuando activa sus fibras musculares Tipo 2, que es justo lo que sucede cuando hace ejercicios de alta intensidad. Pero, jamás debe ser su mecanismo principal para quemar glucosa, ya que, en ese caso, entra en un estado metabólico muy dañino que promueve la resistencia a la insulina y la diabetes, y crea una gran cantidad de lactato como producto de desecho en lugar de CO2 y agua metabólica, que es lo más saludable.

El lactato estimula el estrés reductor, lo que provoca un flujo de electrones inverso en las mitocondrias e incrementa los niveles de ROS en 3 % a 4 %, que es de 30 a 40 veces mayor que cuando las mitocondrias queman la glucosa. Además, la glucólisis solo produce dos ATP por cada molécula de glucosa, lo que representa un 95 % menos de energía de la que se generaría si la glucosa se metabolizara en las mitocondrias.

Pero, eso no es todo, también incrementa el riego de cáncer porque las células cancerosas prosperan con la glucolisis. Pero, es muy importante aclarar que el azúcar en sí no es lo que incrementa el riego de cáncer, sino la disfunción de las mitocondrias y la oxidación de los ácidos grasos (metabolismo de las grasas en lugar de la glucosa).

La mayoría de las personas piensan que el cáncer se alimenta de azúcar, pero no es tan simple como suena, incluso sucede todo lo contrario. Las células de cáncer tienen mitocondrias tan dañadas que no pueden quemar el azúcar, por lo que deben recurrir al sistema de respaldo para sobrevivir.

Por esta razón, la dieta cetogénica baja en carbohidratos no es la estrategia más efectiva para reducir su riesgo de cáncer, sino implementar terapias metabólicas que traten la causa subyacente, es decir, la razón por la que las células no pueden oxidar el azúcar en las mitocondrias.

Cuando se reparan las mitocondrias y vuelven a metabolizar la glucosa, las células de cáncer regresan a la normalidad (sanas) porque las mitocondrias vuelven a funcionar bien y ya no necesitan el sistema de respaldo de emergencia.

Por su parte, los azúcares refinados y muchos almidones tienen más probabilidades de causar disbiosis intestinal que produce la endotoxina. Y esta endotoxina es uno de los factores que deteriora la función de las mitocondrias, lo que activa el metabolismo del cáncer (efecto Warburg), en el que la glucosa se quema a través de la glucólisis.

El cuerpo necesita carbohidratos

Existe una idea errónea de que todo el azúcar, es decir, los carbohidratos, incrementa el riesgo el cáncer, pero eso tampoco es cierto. Estos últimos años, he estudiado el trabajo del fallecido Ray Peat a través de su alumno Georgi Dinkov. Ray Peat era un experto en biología que se especializó en la tiroides, mientras que Georgi Dinkov es un experto en el enfoque de biohacking.

Su trabajo me hizo cambiar mi postura con respecto a que llevar una alimentación baja en carbohidratos por mucho tiempo, es la mejor manera de mejorar su salud del metabolismo y las mitocondrias.

Ahora entiendo que no es así, y la razón es que su cuerpo necesita glucosa y cuando no la obtiene de los alimentos, podría entrar en coma hipoglucémico y morir. Claro que el cuerpo hará lo posible por defenderse, y el cortisol es su arma principal. La función principal del cortisol es incrementar los niveles de azúcar cuando están demasiado bajos y no tiene suficientes reservas de glucógeno en el hígado.

El cortisol incrementa los niveles de azúcar al descomponer los músculos, los huesos y el cerebro. Absorbe compuestos importantes de la masa muscular magra para liberar aminoácidos que su hígado convierte en glucosa en un proceso que se conoce como gluconeogénesis. Y, a la larga, también producirá inflamación, lo que dañará la función inmunológica. No solo eso, sino que también incrementa el antojo por la comida. Por esta razón, es fundamental mantener sus niveles de cortisol bajo control.

Durante los últimos meses, incrementé mi consumo de carbohidratos a 425 gramos al día, sobre todo, en forma de fruta madura.  Con este cambio, noté cambios dramáticos y beneficiosos en mis análisis de sangre. Mi nivel de azúcar en la sangre bajó un notable 10 % cuando incremente mi consumo de carbohidratos en un 400 %. YApesar de que comencé a consumir más calorías, bajé 10 libras, lo contrario a lo que muchos "expertos" esperarían.

En pocas palabras, para restaurar su flexibilidad metabólica, puede implementar una dieta baja en carbohidratos, pero solo de forma temporal. Además, cuando consume pocos carbohidratos, se activa la lipólisis, lo que provoca que las células liberen ácidos grasos poliinsaturados que causan inflamación, como el ácido linoleico, que luego se convierte en metabolitos de ácido linoleico oxidados que dañan sus tejidos.

Una vez que se recupera su flexibilidad metabólica, debe reincorporar poco a poco los carbohidratos a su alimentación, ya que eso ayudará a reducir los niveles de cortisol, que es una hormona que causa inflamación. Entonces, la glucosa es el combustible ideal para sus mitocondrias y, esa glucosa producirá casi toda la energía, con un "agotamiento" mínimo, en forma de radicales libres, que causan estrés oxidativo que daña sus mitocondrias, membranas celulares y proteínas.

También producirá mucho dióxido de carbono, que es muy beneficioso. Pero, aquí, un punto fundamental: cuando digo carbohidratos no me refiero a los azúcares refinados, sino a:14

  • Mantener su consumo de PUFAs por debajo de 10 gramos, de preferencia menos de 5 gramos
  • Evitar el jarabe de maíz de alta fructosa
  • Consumir azúcares de frutas maduras, miel sin pasteurizar (asegúrese de que no esté adulterada con jarabe de maíz de alta fructosa, que es algo muy común) y azúcar de caña pura y orgánica