📝HISTORIA EN BREVE
- Existen cuatro tipos bioquímicos en las personas violentas. Muchas tienen una severa deficiencia de zinc, trastorno de pirrol, bajos niveles de espermina en la sangre y defectos de metilación, una inusual combinación de mala bioquímica
- Aunque hay cientos de nutrientes que son importantes para la salud, en el cerebro dominan seis o siete. Estos son nutrientes que están involucrados en la síntesis o el funcionamiento de los neurotransmisores
- Los nutrientes que tienen una poderosa influencia sobre la salud mental son el zinc, el cobre, la B-6, el selenio, los folatos y la S-adenosilmetionina (SAMe, por sus siglas en inglés)
🩺Por el Dr. Mercola
¿Podría utilizar nutrientes específicos para mejorar su salud mental? Sí, si puede hacerlo. El Dr. William Walsh, presidente de la organización sin fines de lucro del Instituto de Investigación de Walsh en Naperville, Illinois, y autor del libro titulado “Nutrient Power: Heal Your Biochemistry and Heal Your Brain”, se especializa en psiquiatría basada en la alimentación y en la medicina nutricional.
Él y yo somos compañeros del Colegio Americano de Nutrición. Ha diseñado programas nutricionales para atletas olímpicos, jugadores de la NBA y jugadores de béisbol de las Grandes Ligas. Más importante aún, pasó gran parte de su carrera buscando mejorar la salud mental a través de la nutrición. Walsh nos cuenta su experiencia:
"Comencé con la ciencia dura. Yo era un experimentador. Trabajé, al principio, en el campo nuclear... en lugares como Los Álamos, el Instituto de Investigación Atómica y el Instituto de Investigación de la Universidad de Michigan.
Terminé en el Laboratorio Nacional de Argonne. Mientras trabajaba allí como científico, empecé un proyecto de voluntario en la prisión local, la penitenciaría de Stateville.
Eventualmente, me interesé mucho en por que las personas eran violentas... Cuando empezamos el programa con exdelincuentes, llegué a conocer a las familias que habían creado estos delincuentes.
Me parecieron unas familias maravillosas, cariñosas y capaces, que tienen otros hijos que habían resultado muy bien...
Comencé a percatarme de que no entendíamos por qué las personas tenían un mal comportamiento.
Cuando de pronto surgió la pregunta: ‘¿Podría ser algo relacionado con su química cerebral o corporal?’... Comencé a realizar estudios de laboratorio de la sangre, orina y cabello. Descubrí que eran sumamente diferentes del resto de la población. Así es como empecé".
Una bioquímica y cerebro criminal
Walsh recibió una valiosa orientación después de reunirse con el Dr. Carl Pfeiffer, quien trabajaba con metales pesados y esquizofrenia. Como resultado, los niveles de metales, incluyendo los de cobre, zinc y manganeso, eran todos anormales en los criminales, en comparación con la población en general.
Walsh descubrió cuatro tipos bioquímicos en las personas violentas. Uno de ellos eran los sociópatas, los cuales presentaban una deficiencia severa de zinc, trastorno de pirrol, bajos niveles de espermina en la sangre y submetilación.
En general, era una inusual combinación de mala bioquímica. Una investigación colaborativa con Pfeiffer produjo la creación de terapias de nutrientes para cada uno de los tipos de comportamiento.
El trastorno de pirrol es una enfermedad que se encuentra comúnmente en los trastornos cerebrales. Una prueba de orina, desarrollada por el experto en niacina, Abram Hoffer junto con Pfeiffer, es la prueba de referencia para esta enfermedad genética, la cual implica una alteración de la bioquímica de la médula ósea y el bazo.
Las personas que padecen el trastorno de pirrol podrían producir entre cinco y diez veces más cantidad de pirrol de lo normal, un subproducto que produce reacciones naturales, como la formación de hemoglobina.
Aunque los pirroles son inofensivos, en sí mismos, estos se unen y extraen cualquier cosa que sea un aldehído, como la B-6. También, agotan considerablemente los niveles de zinc.
Como resultado, las personas que padecen el trastorno de pirrol tienen niveles excepcionalmente bajos de B-6 y zinc, lo podría generar graves efectos sobre la función cerebral, lo que, por ejemplo, podría afectar su memoria y capacidad para leer.
La deficiencia de vitamina B-6 es sumamente común entre los niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Cuanto antes se realice un tratamiento, mejor serán los resultados
Walsh continua con su relato:
"Eventualmente, Pfeiffer y yo evaluamos conjuntamente a 500 pacientes, en su mayoría adultos y niños violentos. Obtuvimos nuestros mejores resultados con los niños, jóvenes con el mismo tipo de química, que eran en su mayoría muy violentos.
Tengo que decir que, realmente, no logramos encontrar una manera de ayudar a los criminales adultos.
Ellos podrían mejorar de seis a ocho meses, y más tarde descubriría que nuevamente estaban en la cárcel. Eso estaba muy relacionado con el hecho de que estaban abusando del alcohol y de los medicamentos ilegales... Aproximadamente en 1990, decidimos centrarnos en los niños...
Este enfoque ha sido muy exitoso. Si corregimos un niño antes de que su vida se arruine, tal vez antes de que atraviese la pubertad, nuestra tasa de éxito sería muy alta... Los médicos reportan una sorprendente mejora en el comportamiento.
Por supuesto que la mayoría de estos niños toman medicamentos, desde Ritalin hasta poderosos medicamentos antipsicóticos. Por lo general, cuando terminamos y hemos equilibrado su química, pueden dejar de tomar el medicamento. Normalmente, no tienen necesidad de tomarlo".
Los nutrientes implicados en la síntesis o el funcionamiento de los neurotransmisores dictan la función mental
Más tarde, Walsh también deicidio incluir a niños que padecían autismo y TDAH. Ya que era aficionado a los números, comenzó a acumular enormes bases de datos. En la actualidad, dispone de la base de datos de ciencias químicas más grande del mundo para el autismo, la depresión y los trastornos del comportamiento. De acuerdo con Walsh:
"Cuando observamos estos millones de análisis químicos sanguíneos, de la orina y los tejidos, es obvio que existen diferencias muy grandes. Encontré que, en el caso de los trastornos mentales, la función mental es afectada por unos seis o siete desequilibrios químicos.
Existen muchos cientos de nutrientes importantes en el cuerpo, pero en el cerebro hay alrededor de seis o siete que parecen dominarlo todo. Eventualmente, descubrí la razón de esto...
Estos son los factores de nutrientes que están involucrados en la síntesis o el funcionamiento de un neurotransmisor. Incluyendo la metilación, submetilación o sobremetilacion.
En nuestra base de datos, el 70 % de todos los seres humanos en los Estados Unidos tiene una típica metilación normal; 22 % están submetilados... 8 % se encuentran sobremetilados.
Alrededor del 70 % del total de las personas que padecen un trastorno mental tiene uno de estos trastornos de metilación. Los síntomas y el tratamiento que necesitan son completamente diferentes.
Además, encontramos que la mayoría de las personas [que padecen trastornos mentales] no tienen o son deficientes en zinc. Esa es la deficiencia más común que observamos... Al parecer, virtualmente, todas las personas que padecen un trastorno mental necesitan zinc y lo mejoran".
Los niveles elevados de cobre están vinculados al autismo, la esquizofrenia y depresión posparto
El cobre es otro importante oligoelemento, ya que desempeña un rol distinto en la síntesis de norepinefrina, un neurotransmisor esencial. El cobre divalente (Cu2 +) es un factor dramático en la proporción de dopamina y norepinefrina.
Los estudios realizados en animales han demostrado que, cuando los animales son privados de cobre hasta que solo tienen el 25 % de la cantidad normal de cobre en su sangre, la proporción entre norepinefrina y dopamina cambia a un factor mayor de tres.
La mayoría de nosotros tenemos la capacidad de controlar el cobre de forma homeostática. Sin embargo, algunos no tienen esa capacidad. De acuerdo con Walsh:
"Todo está relacionado con una enzima llamada metalotioneína, que se expresa genéticamente. Algunas personas no tienen ese sistema trabajando.
Estas personas tienen unos niveles excesivos de cobre, que encontramos prácticamente en cada paciente autista, en la mayoría de los pacientes con esquizofrenia y en casi todas las mujeres que padecen depresión posparto.
Esa es una receta para tener una norepinefrina muy alta, lo que significa ansiedad y depresión, al igual que dopamina baja (un neurotransmisor del sentirse bien), que es una característica de TDAH... una combinación desagradable.
Encontramos que los sociópatas tienen innecesariamente bajos niveles de cobre. Las personas que tienen submetilación son propensas a tener bajos niveles de cobre normales... La buena noticia para los trastornos mentales es que existen más de 100 sustancias bioquímicas que realmente son importantes en el cuerpo, pero solo unas pocas dominan los trastornos mentales.
Si tuviéramos que hacer pruebas de laboratorio para 100 de estas, sería muy difícil. Si tuviéramos que ajustar estos niveles y normalizar 100 factores diferentes, eso complicaría aún más la vida. Pero descubrimos que, al concentrarnos en unos siete u ocho factores de nutrientes, podríamos ayudar al 95 % de los pacientes con la terapia de nutrientes".
Cómo medir los niveles de zinc y cobre
Generalmente, los expertos en zinc coinciden en que el zinc plasmático proporciona la medida más precisa. La prueba de sabor tiene un menor valor, ya que se encuentra entre las menos confiables.
Para medir con precisión los niveles de cobre, la forma de hacerlo es a través del cobre sérico, y la mayoría de los laboratorios en todo el mundo cuentan con buenas pruebas de cobre.
Walsh recomienda hacer una prueba de ceruloplasmina, al mismo tiempo, ya que entonces podría determinar la cantidad de radicales libres de cobre que tiene, lo que le indica bien sus niveles de estrés oxidativo.
Además, la prueba de proteína C reactiva de (CRP, por sus siglas en inglés) de alta sensibilidad también sería útil como indicador de inflamación. Walsh afirma lo siguiente:
"Por cierto, el estrés oxidativo ocurre a través de cada trastorno mental único que vemos, sin excepción. Cada uno de ellos parece tener estrés oxidativo extraordinario, esquizofrenia, trastorno bipolar, un niño violento o un niño autista".
Desafortunadamente, nuestro estilo de vida moderno promueve fuertemente el estrés oxidativo, con alimentos y aceites vegetales procesados, carbohidratos netos y proteínas excesivas, que son algunos de los factores más potentes.
Llevar este tipo de alimentación reduce los niveles de cetonas y aumenta los niveles de radicales en las especies reactivas del oxígeno y radicales libres secundarios.
Exponerse a los campos electromagnéticos no nativos, el glifosato y otros pesticidas, el agua contaminada con fluoruro y otras exposiciones tóxicas, solo se suman al problema.
Típicamente, los niveles de cobre y ceruloplasmina tienden a manifestarse de manera conjunta, ya sea altos o bajos niveles. La cantidad ideal de cobre, con respecto a la salud mental, varía entre 75 y 100 microgramos por decilitro (mcg/dL) en suero. La cantidad ideal de ceruloplasmina está relacionada con cualquiera que sea su nivel de cobre.
Idealmente, el porcentaje de cobre en su ceruloplasmina debe ser de aproximadamente 85 a 90 %. "Realmente, es fantástico hacer ambos de forma simultánea, porque entonces tiene una imagen verdaderamente buena, no solo de la situación del cobre, sino también del nivel de estrés oxidativo", dice Walsh.
La importancia de la metilación en la salud mental
Walsh fue una de las primeras personas en alertar al mundo sobre la importancia de la metilación en la salud mental, especialmente en el autismo.
Las principales causas de la submetilación son los polimorfismos de un solo nucleótido (SNP, por sus siglas en inglés) o mutaciones en las enzimas para el ciclo de un solo carbono (ciclo de metilación). Walsh lo explica de la siguiente manera:
"El factor principal es la metilenetetrahidrofolato reductasa (MTHFR, por sus siglas en inglés), que es una de las enzimas.
Esa es la medida limitante de la velocidad de todo el ciclo, en el caso de la mayoría de las personas. Los servicios de pruebas genéticas, como 23andMe, podrían proporcionar este tipo de información.
Sin embargo, la mayoría de los seres humanos tienen una gran cantidad de SNP. Ya han encontrado 10 millones de recortes (o mutaciones) en el genoma humano.
Cada ser humano tiene miles de estos SNP. Incluso, un porcentaje realmente alto de personas tienen los SNP MTHFR más serios, el C677T, el A1298C del que siempre hablan las personas.
Lo que los científicos nutricionistas confunden frecuentemente es que, si una persona tiene el homocigótico, no necesariamente significa que las copias dobles del C677T estén submetiladas. Ciertamente, no significa que se beneficiarán si se les proporciona metilfolato. Ese es uno de los problemas que hemos encontrado.
La razón es la epigenética. Tiene que considerar la epigenética y la metilación al mismo tiempo. Existen tres factores nutricionales que afectan a la epigenética más que cualquier otra cosa: los folatos, metionina y S-adenosilmetionina (SAMe). Estos tienen un impacto muy poderoso en la misma".
Cómo los folatos afectan a la epigenética
Los folatos son promotores de la recaptación de serotonina. Sin embargo, incluso si una persona es submetilada y tiene un problema relacionado con la actividad de tener bajos niveles de serotonina, como depresión o ansiedad, no deben suministrarse folatos, advierte Walsh. La razón de esto es que, si los proporciona, su metilación mejorará y el paciente realmente empeorará.
La razón de este empeoramiento se debe a que, en términos epigenéticos, los folatos actúan como inhibidores de la desacetilasa y presentan una actividad serotoninérgica mucho más baja.
La mayoría de las personas que padecen autismo no tendrán un problema de serotonina y se mejorarán con el folato de metilo. Sin embargo, un estimado del 10 % de los niños y adultos autistas tiene un problema con los niveles de serotonina y tendrá un retroceso severo si se le administra folato de metilo.
Walsh explica lo siguiente:
"Hemos atendido a miles de pacientes que tenían depresión submetilada. He visto más de 3000 casos de depresión clínica. Tengo esta enorme base de datos. El mayor fenotipo... es la submetilación.
Pero si les proporcionara cualquiera forma de folato, empeorarían. Su metilación mejoraría, ellos empeorarían, porque tiene un impacto dramático en la recaptación de serotonina. En contraste, la metionina y SAMe son inhibidores naturales de la recaptación de serotonina.
Básicamente, hacen lo mismo que el Prozac y Paxil. Los folatos tienen el efecto contrario. Estos últimos son maravillosos si quiere disminuir el nivel de dopamina en las personas que padecen esquizofrenia o en las personas que tienen altos niveles de ansiedad, personas sobremetiladas. Es contradictorio porque los folatos son excelentes agentes metilantes".
Para reiterar, algunas personas submetiladas son intolerantes a los folatos, mientras que algunas personas sobremetiladas se desarrollan con folatos, a pesar de que estos mejoran la metilación.
Como puede observar, aquí hay complejidades epigenéticas involucradas, lo cual hace que el autodiagnóstico y autotratamiento sean sumamente desaconsejables.
Podría ser muy arriesgado tomar estos trozos y pedazos de información e intentar aplicarlos por su cuenta. Simplemente, existen demasiadas variables. Por lo tanto, aquí la conclusión es asegurarse de ser atendido por un profesional capacitado.
Los metales pesados y el cerebro autista
Walsh ha analizado a 6500 pacientes que padecen autismo. Como grupo, tiene niveles de metales tóxicos mucho más elevados, en comparación con sus hermanos o la población en general.
Walsh cree que probablemente su carga tóxica se deba a una predisposición innata que los hace más propensos a acumular toxinas y/o vulnerables a los efectos de las toxinas.
Walsh afirma lo siguiente:
"Miles de estos padres, tal vez más de la mitad, contaron su muy triste historia, de cómo tenían un niño que se desarrollaba normalmente, empezaba a hablar y cantaba, y que era encantador con sus abuelos. Entonces, tal vez el niño se enfermó.
Lo llevaron con un pediatra y este, he oído esta historia cientos de veces, dijo: 'Oh, se encuentra retrasado con sus vacunas’. Tomaron a un niño enfermo y le suministraron múltiples vacunas, en ese momento, con timerosal y mercurio.
Cientos de estas familias dijeron que en uno o dos días su hijo cambió para siempre. Perdió toda la capacidad para hablar, su personalidad cambió, se enfermó. Estos niños se volvieron intolerantes a los alimentos servidos. Tan solo eran pequeños seres humanos con muchos problemas.
Cuando acudieron a especialistas, finalmente obtuvieron un diagnóstico de autismo y se les dijo que era incurable y que no había esperanza alguna de recuperación. Hemos visto mucha miseria humana al hablar con estas familias. Es una situación terrible e impactante".
Walsh sospecha que los niños autistas tienen niveles insuficientes de antioxidantes naturales, tales como el glutatión y la metalotioneína, lo que los vuelve más vulnerables a los efectos de las exposiciones ambientales, incluidas las vacunas y la mala alimentación.
Vale la pena señalar que 1 de cada 3 niños diagnosticados con autismo no padece autismo verdadero causado por variaciones epigenéticas.
Muchos de estos niños tienen una buena posibilidad de recuperación, mientras que el clásico autismo de Kanner es una enfermedad epigenética permanente y de por vida (llamada así por Leo Kanner, quien descubrió el autismo en los años 40),1 aunque, en estos casos, incluso, podría tomarse alguna medida para mejorar.
Sobre el timerosal
Además, Walsh ha investigado la cuestión del timerosal, en busca de evidencia de toxicidad por mercurio en los cerebros de niños autistas. De hecho, fue la primera persona en medir los niveles de mercurio en los cerebros de personas con autismo.
Recibió muestras de tejidos cerebrales del hospital Johns Hopkins, y utilizando la instalación de Argonne, llamada Advanced Photon Source, realizó más de 1 millón de análisis químicos sobre el tejido cerebral de niños autistas y no autistas. Todos los niños autistas analizados habían recibido vacunas que contenían timerosal.
Sin embargo, no se pudo encontrar mercurio en su tejido cerebral. Una explicación de esto es que las pruebas se hicieron años después de la aplicación de las vacunas. La vida promedio del mercurio en el cuerpo humano es de 42 días. La vida media del etil o metilmercurio en el cerebro es de 70 días.
Según Walsh:
"Considero que lo que significa es que el mercurio es un terrible veneno. Es un terrible insulto. Creo que estos niños vulnerables nunca deben estar expuestos a ello. Sin embargo, no permanece en el cuerpo y no provoca un daño continuo.
Creo que después de un año o más, fue eliminado del cuerpo, a pesar de que existen decenas de miles de familias que intentan realizar terapias para eliminar el mercurio del cerebro de su hijo, cuando ya no existe".
Una terapia de nutrientes que promueve la metalotioneína para abordar el autismo
El hecho de que los niños autistas son propensos a tener desequilibrios extraordinarios de cobre y zinc significa que su proteína metalotioneína no funciona. Esta es necesaria para ejercer un control homeostático sobre el cobre y el zinc.
Walsh ha desarrollado una terapia de nutrientes que promueve la metalotioneína: una formulación de 22 nutrientes conocidos por mejorar la expresión genética y la función de la metalotioneína. Este protocolo se ha utilizado en más de 2000 pacientes autistas, con mejoras mensurables en los resultados.
De acuerdo con Walsh:
"Los antioxidantes más importantes en el cerebro son algo diferentes a los del resto del cuerpo. Los llamo los tres mosqueteros, y son el glutatión, metalotioneína y selenio. Son específicos para el cerebro".
Técnicamente, el selenio no es un antioxidante per se, sino que aumenta los niveles de glutatión y mejora la función de la metalotioneína, y en el cerebro, el glutatión y la metalotioneina trabajan en conjunto.
El glutatión es su primera línea de defensa. El problema es que, por lo general, los niños que padecen autismo llevan una alimentación deficiente (es difícil hacer que coman cualquier cosa) y tienen una sobrecarga oxidativa, rápidamente agotan sus niveles de glutatión. Cuando disminuye sus niveles de glutatión en el cerebro, sus niveles de metalotioneína aumentan. Walsh lo explica así:
"La metalotioneína no funciona a menos que haya oxidado el glutatión. Es una situación estrechamente vinculada. Es el sistema de copia de seguridad para el glutatión cerebral, y sabemos que, sin el selenio, todo ese sistema no funciona bien".
Tomo selenio todos los días. Es un oligoelemento, por lo que no se necesita mucha cantidad, hasta unos 200 mcg por día, y definitivamente necesita ser consciente de no tener una sobredosis.
Como señaló Walsh, de todos los oligoelementos, el selenio tiene la más estrecha división entre la deficiencia y la sobrecarga, por lo que debe tener cuidado al tomar un suplemento.
Además, necesita normalizar los niveles de zinc, ya que es el principal factor que permite que la metalotioneína funcione y sustente el glutatión. Según Walsh, para tener una buena salud mental y física, se necesita que los niveles de zinc plasmático se encuentren entre 90 y 130 mcg/dL.
Muchos pacientes con problemas mentales tienen una debilidad genética en la normalización del zinc; nacen con deficiencia de zinc y necesitan cantidades mucho mayores que las usuales para mantener niveles saludables de zinc.
Por qué los SSRIS inducen a la violencia
Un problema importante con los antidepresivos SSRI es el riesgo de autolesión y agresión, como efectos secundarios.
Los depresores sobremetilados, con bajos niveles de folato, son sumamente intolerantes a los SSRI, y la evidencia sugiere que esta intolerancia genética pudo ser un factor en muchos tiroteos en las escuelas. Walsh, quien ha estudiado este fenómeno, señala que 42 de los 50 tiroteos en escuelas en los Estados Unidos, desde 1990, fueron realizados por adolescentes o adultos jóvenes que tomaban SSRI. Walsh afirma lo siguiente:
"Expuse esto... ante la APA... Intenté explicarles que... podrían hacer un análisis sanguíneo; podrían averiguar qué niños o qué adultos son más propensos a volverse violentos si toman un SSRI. He escrito sobre esto varias veces; lo he publicado en revistas...
Si compra Prozac o Paxil, el adjunto en el interior advierte que algunas personas... son propensas a comportamientos suicidas u homicidas. ¡Ahora sabemos quiénes son!".