📝HISTORIA EN BREVE
- El estrógeno provoca que las células retengan más agua, por lo tanto, las mujeres con niveles elevados de esta hormona tienen mayor riesgo de edema (retención de agua). La inflamación celular es una característica de la respuesta al estrés y una señal de proliferación en las células. La inflamación y proliferación en las células también son dos características del cáncer
- También se ha demostrado que el estrógeno replica la fase de shock de la reacción de estrés en animales
- Por otro lado, la progesterona, que es una molécula progestacional, nutre al embrión y es esencial para prevenir el aborto espontáneo. También es una molécula que combate el estrés y regula el estrógeno
- Aunque las progestinas sintéticas pueden imitar cierta parte de la actividad de la progesterona, no producen los mismos efectos fisiológicos que la hormona endógena. De hecho, en algunos casos, pueden tener el efecto contrario.
- El Coronary Drug Project que se realizó de 1965 a 1985, encontró que el Premarin (un tipo de estrógeno) incrementó las tasas de cáncer, enfermedades cardíacas y mortalidad. Por su parte, el Estudio de la Salud de las Enfermeras que se realizó en 1976, encontró que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) incrementó el riesgo de derrame cerebral isquémico y cáncer, mientras que el Estudio de Framingham encontró que las mujeres que tomaban estrógenos tenían mayor riesgo de enfermedad cardíaca
- La Iniciativa de Salud de la Mujer, que comenzó en 1991, encontró que las mujeres que utilizaban Premarin, solo o junto con Provera, que es la progestina sintética que se utiliza en las inyecciones anticonceptivas, tenían mayores tasas de enfermedades vasculares, deterioro cognitivo, cáncer y mucho más
🩺Por el Dr. Mercola
En esta oportunidad hablaré sobre el pasado oscuro de las pastillas anticonceptivas, que se remonta a los movimientos de eugenesia y control demográfico. Es importante entender que estos productos hacen mucho más que solo detener la ovulación: representan una amenaza para la salud de las mujeres.
El historial del estrógeno y la progesterona
El estrógeno y la progesterona son dos hormonas sexuales que se relacionan con el control de la natalidad (contracepción). Aunque el estrógeno se conoce como "la hormona femenina", la verdad es que este término es muy engañoso, ya que los hombres también producen esta hormona. También es importante mencionar que existen muchos tipos de estrógeno.
Los estrógenos son un aspecto fundamental en la sexualidad y reproducción de las mujeres. Este término proviene de la palabra "estro", que significa la receptividad de un animal a ser montado por un macho.
A principios del siglo XX, comenzó a evolucionar el uso de tejidos y sustancias de origen animal para corregir deficiencias en humanos. Por ejemplo, se descubrió que se podía utilizar insulina de perros y hormonas tiroideas derivadas de tejido porcino para tratar la diabetes y el hipotiroidismo.
Al principio, también se aislaron estrógenos y progesterona del tejido animal, pero no resultó muy práctico, ya que era complejo, costoso y requería de mucho tiempo. De hecho, se necesitaba una tonelada de órganos de animales para obtener un solo gramo de progesterona, lo que obligó a los investigadores a buscar otras alternativas, ya que la dosis terapéutica de progesterona suele ser de 30 mg al día. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control”:
"Durante las siguientes décadas, la industria farmacéutica incentivó la misión de crear análogos sintéticos de estas hormonas bajo la idea de que producirían muchos efectos beneficiosos en las mujeres, tales como restaurar muchos aspectos de la juventud y la fertilidad y, por supuesto, controlar la natalidad, sólo por mencionar algunos.
Sin embargo, muchos expertos advirtieron que estos estrógenos podrían causar cáncer y otros problemas de salud, incluso en dosis bajas.
Alrededor de los años 30, se demostró que las dosis bajas de dietilestilbestrol (DES), que es un estrógeno sintético que se iba a comercializar como método para prevenir los abortos espontáneos, produjo justo ese efecto en animales. Además de aborto, causó otros problemas de salud, incluyendo cáncer".
La función fisiológica del estrógeno
El estrógeno provoca que las células retengan más agua, por lo tanto, las mujeres con niveles elevados de esta hormona tienen un mayor riesgo de edema (retención de agua). La inflamación celular es una característica de la respuesta al estrés y una señal de proliferación en las células.
Durante la fase folicular del ciclo menstrual, el estrógeno estimula el revestimiento y los folículos del útero para que se inflamen y multipliquen, que es el primer paso para la fertilización de un óvulo. Durante y después del embarazo ocurre algo similar, el tejido mamario se inflama y crece para que se produzca leche.
Sin embargo, la inflamación y proliferación en las células también son dos características del cáncer. De hecho, el término oncología proviene de la palabra griega "oncos", que significa inflamación.
En 1997, el especialista en biología, Ray Peat,2 escribió el texto titulado "From PMS to Menopause: Female Hormones in Context",1 en el cual menciona que el estrógeno replica la fase de shock de la reacción de estrés en animales. Según Ray Peat, los estrógenos estimulan la división celular, lo que provoca que las células absorban más agua.
Ray Peat también sospechaba que el estrógeno afecta el metabolismo, por lo que ralentiza la producción de energía en la célula. Por su parte, Otto Warburg afirmó que "la causa principal del cáncer es la sustitución de la respiración de oxígeno en las células normales del cuerpo debido a la fermentación del azúcar".
En otras palabras, esto ocurre cuando su cuerpo tiene suficiente oxígeno para quemar (oxidar) la glucosa en las mitocondrias, pero en lugar de eso, saca la glucosa de las mitocondrias y la transporta al citoplasma para oxidarla o quemarla en la glucólisis y producir lactato. Y así es se produce la energía en las células de cáncer.
Esto no significa que el cáncer quema azúcar como energía; sino que no logra quemar bien la glucosa en las mitocondrias, a pesar de que tiene suficiente oxígeno. Por lo general, esto se debe a una disfunción metabólica en las mitocondrias.
En términos más simples, esto significa que cualquier cosa que limite o impida la capacidad de las células para quemar la glucosa en las mitocondrias puede causar cáncer y, según Ray Peat, eso es justo lo que hace el estrógeno. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"Casi nadie habla sobre estos efectos del estrógeno porque las investigaciones suelen enfocarse en su acción en los receptores de las células. Además, se ha demostrado que incluso los tipos de cáncer que no tienen receptores de estrógeno crecen cuando se exponen a esta hormona y disminuyen cuando se reducen sus niveles, esto significa que, además de los receptores, hay otros factores involucrados".
La función fisiológica de la progesterona
La progesterona y el estrógeno son antagonistas, lo que significa que la progesterona es un antiestrógeno (inhibe la acción del estrógeno) y el estrógeno es un antiprogesterona (inhibe la acción de la progesterona). La progesterona es una molécula progestacional que nutre al embrión y es esencial para prevenir el aborto espontáneo. Sin embargo, debido a que indica que está embarazada, lo que detiene la ovulación, también sirve como anticonceptivo. Si lo piensa bien, suena lógico.
Una mujer embarazada no ovula, ni puede embarazarse dos veces durante esta etapa. Sin embargo, aquí la cantidad absoluta de progesterona no es lo más importante, sino la proporción entre la progesterona y el estrógeno, ya que esto determina sus efectos.
El nacimiento del estrógeno como medicamento
La menopausia solía considerarse una parte natural del ciclo de vida de una mujer. Alrededor de los 50 años, las mujeres dejan de menstruar y ya no son fértiles. Esto nunca se consideró un problema de salud que necesitara algún tipo de tratamiento.
Sin embargo, esta percepción comenzó a cambiar principios de los años 40, cuando se creó el DES, que es el primer compuesto estrogénico que se utilizó para prevenir abortos espontáneos en mujeres con antecedentes de muerte fetal y para "revitalizar" a las mujeres que ya habían pasado sus años mozos.
Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"El DES, que es el primer estrógeno que se utilizó como medicamento, no tenía patente. Por esa razón, las compañías no tenían mucho interés por venderlo.
Sin embargo, un buen día, todas estas compañías se unieron y presionaron a la FDA para que aprobara el DES como una terapia para la menopausia, lo que sucedió en 1941, después de esto solo le cambiaron el nombre y lo denominaron terapia de reemplazo hormonal o TRH, y ese fue un momento histórico, ya que marcó el inicio de las grandes compañías farmacéuticas tal y como las conocemos hoy en día.
Como es su costumbre, crearon una estrategia de marketing para engañar a las mujeres y hacerlas creer que este producto las ayudaría a recuperar su juventud, las haría sentir llenas de energía para hacer todas las tareas del hogar, se verían más atractivas y tendrían un mayor deseo sexual. Debo reconocer que eso tiene un poco de verdad, ya que el estrógeno es un estimulante muy poderoso, que también es característico del estrés y el shock".
A partir de ese momento, se comenzaron a desarrollar muchos compuestos sintéticos, sobre todo compuestos plastificantes que tienen propiedades estrogénicas y que en la actualidad se conocen como disruptores endocrinos o xenoestrógenos. El DES, el primer disruptor endocrino que se creó, tiene una composición muy similar al bisfenol-A (BPA) que la FDA prohibió en biberones y en vasos para bebés en 2012.3
Muchos pesticidas, conservadores, contaminantes orgánicos, medicamentos e incluso productos textiles también tienen actividad estrogénica. Por ejemplo, el poliéster imita al estrógeno, por lo que en un estudio, ocho perras que utilizaron ropa de poliéster experimentaron problemas reproductivos debido a que tenían niveles muy bajos de progesterona.
Por su parte, las plantas también pueden tener actividad estrogénica, lo que se conoce como fitoestrógenos. De manera curiosa, se dice que una de las funciones de estos fitoestrógenos es protegerse de los herbívoros, al inhibir su capacidad de reproducción. Este es el caso del trébol, que puede causar infertilidad en ovejas, algo que se sabe desde los años de 1930.
La función del estrógeno en los anticonceptivos
En su tesis de doctorado, titulada "Age-Related Oxidative Changes in the Hamster Uterus"4, Ray Peat habló de los efectos del estrógeno en el envejecimiento, la menopausia, el estrés y la fertilidad. Después de una ardua investigación, descubrió que los animales de edad avanzad tenían poco oxígeno en el útero, lo que evitó que mantuvieran al embrión con vida durante el tiempo suficiente para una implantación exitosa, mientras que los animales más jóvenes que recibieron estrógeno experimentaron el mismo problema.
Por lo tanto, Ray Peat concluyó que el estrógeno evita la implantación del embrión, ya que reduce los niveles de oxígeno en el útero. De hecho, administrar una dosis elevada puede matar al embrión o al feto en cualquier etapa del embarazo. Además, descubrió que los animales de edad avanzada que recibieron un suplemento de vitamina E y progesterona seguían siendo fértiles a pesar de su edad. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"La mifepristona, que también se conoce como píldora abortiva, funciona al bloquear los efectos de la progesterona, lo que significa que mejora el efecto de los estrógenos. Claro que ahora se sabe que la mifepristona podría ser peligrosa, lo que podría relacionarse con los efectos del exceso de estrógenos y de la deficiencia de progesterona.
La historia podría repetirse, ahora que el parto se considera una situación médica que debe tratarse, y las mujeres se han convertido en los conejillos de indias de la industria de los estrógenos".
La cronología de las progestinas sintéticas
En 1943, Russell Marker, experto en química, comenzó a extraer progesterona del ñame silvestre mexicano. El problema es que la progesterona oral no se absorbe bien, por lo que las mujeres tuvieron que tomar dosis demasiado altas.
En 1951, la compañía Syntex SA (que después compró Roche) desarrolló la noretindrona, la primera progestina sintética (análogo de la progesterona). Un año más tarde, G. D. Searle (que ahora es filial de Pfizer), desarrolló su propia progestina sintética, a la que llamó noretinodrel. Tanto la noretindrona como el noretinodrel se derivan de la testosterona, que es la principal hormona androgénica.
Los niveles de progestinas suelen disminuir y pueden detener por completo la producción endógena de progesterona, por lo que ya no hay nada que regule el estrógeno.
Como si eso no fuera suficiente, las compañías Syntex y Upjohn Pharmaceutical se unieron para desarrollar el acetato de medroxiprogesterona, que es un compuesto muy común en la TRH y en otros productos anticonceptivos, como Depo Provera. De forma irónica, la FDA aprobó todas estas progestinas para tratar trastornos ginecológicos que se relacionan con el exceso de estrógeno.
Las grandes diferencias entre las progestinas sintéticas y la progesterona endógena
Si bien las progestinas sintéticas pueden imitar cierta parte de la actividad de la progesterona, no producen los mismos efectos fisiológicos que la hormona endógena. De hecho, en algunos casos pueden tener el efecto contrario. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control :
"La medicina convencional siempre ha dicho que las progestinas sintéticas producen los mismos efectos que la progesterona, hasta que no se demuestre lo contrario. Sin embargo, la historia nos ha demostrado que no es así.
En farmacología, el término "progestina" se refiere a una sustancia sintética que puede unirse y activar los receptores de progesterona en las células. El problema es que en el mundo de la biología existe un dogma predominante sobre los receptores, y esta superposición de funciones ha provocado que muchos crean que son lo mismo que la progesterona endógena.
La confusión ha sido tal que incluso los investigadores y las grandes instituciones académicas han utilizado de forma indistinta estos dos términos (progestina y progesterona) durante décadas.
Es muy importante diferenciarlos porque los niveles de progestinas suelen disminuir y pueden detener por completo la producción endógena de progesterona, por lo que ya no hay nada que regule el estrógeno".
Por ejemplo, entre 1950 y 1960, se dijo que el acetato de medroxiprogesterona no producía ningún efecto estrogénico, pero ahora se sabe que no es así. Maximiza los efectos de proliferación de los estrógenos, aunque no activa su receptor.
En la actualidad, existen docenas de productos de progestinas sintéticas, y cada uno actúa sobre receptores en los que la progesterona endógena no actúa. Por ejemplo, el noretinodrel y la noretindrona tienen propiedades androgénicas, lo que no es una sorpresa si consideramos que ambos se derivan de la testosterona.
El acetato de medroxiprogesterona también tiene actividad androgénica, y aunque se deriva de la progesterona, como el cortisol, tiene afinidad por los glucocorticoides. Muchas progestinas, incluyendo el noretinodrel y la noretindrona, también se unen al receptor de estrógeno y lo activan, ¡y se convierten en estrógenos! La progesterona endógena no produce este efecto.
La diferencia entre la progesterona y las progestinas
Por otro lado, la progesterona natural produce muchos efectos beneficiosos que las progestinas sintéticas no pueden replicar. Es importante mencionar que la progesterona endógena es una de las hormonas más poderosas para combatir el estrés. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"Por lo general, los estrógenos mejoran la respuesta de los glucocorticoides al estrés, algo que se sabe desde hace casi un siglo. Pero la progesterona ayuda a evitar esto, ya que es una de las hormonas endógenas más poderosas para combatir el estrés.
La progesterona también combate (y el estrógeno promueve) los mineralocorticoides, un conjunto de hormonas del estrés que responden a los cambios en el equilibrio mineral e incrementan el riesgo de hipertensión.
Esta podría ser la razón por la que la progesterona ayuda a reducir la presión arterial, mientras que las progestinas sintéticas la incrementan. Todos estos sistemas de estrés también influyen mucho en la resistencia a la insulina, que es uno de los factores principales de muchas enfermedades. Esta es también la razón por la que los anticonceptivos se relacionan con problemas de peso y alteraciones en el metabolismo de la glucosa.
Muchos de los beneficios de la progesterona se deben a sus efectos en el cerebro, el cual se encarga de controlar diferentes procesos. En el cerebro, la progesterona (pero no las progestinas) se puede convertir en otro esteroide que se conoce como alopregnanolona.
Además, se sabe que la alopregnanolona tiene propiedades que combaten el estrés a través del sistema GABA, y no solo eso, también estimula la producción de dopamina, lo que ayuda a relajarse y pensar con claridad. Mientras tanto, la industria farmacéutica ha desarrollado versiones patentadas de alopregnanolona para tratar la depresión posparto, que se relaciona con la falta de progesterona.
Por su parte, los estrógenos son capaces de estimular la producción serotonina, que tiene una relación antagónica con la dopamina. Esto produce síntomas de anhedonia, falta de sensibilidad y frustración, al igual que hace que las personas se sientan desanimadas todo el tiempo.
De hecho, la serotonina recibe su nombre porque regula el tono del suero, y se identificó por primera vez como un mediador inflamatorio y vasoconstrictor que participa en el proceso de coagulación de la sangre. Su primer nombre fue enteramina, debido a su actividad inflamatoria en el tracto gastrointestinal.
No es casualidad que las progestinas sintéticas (sin importar su tipo) también influyan en todos estos procesos. Por lo tanto, tampoco es casualidad que las mujeres que toman productos anticonceptivos experimenten efectos secundarios, como mal humor, náuseas y dolores de cabeza".
Los niveles elevados de estrógeno dañan muchos aspectos de la salud
Los niveles elevados de estrógeno también producen efectos negativos en otros órganos. Las mujeres que utilizan productos anticonceptivos tienen un riesgo 50 veces mayor de tumores hepáticos, y un riesgo hasta seis veces mayor de cáncer de hígado. Las progestinas sintéticas también se relacionan con problemas en el embarazo, otra muestra de que las progestinas no funcionan igual que la progesterona.
Un ejemplo de ello es que los niveles bajos de progesterona son un factor de riesgo para el autismo, y los estudios en animales demuestran que los hijos de madres que recibieron progestina, en lugar de progesterona, presentan rasgos de autismo.
De hecho, lo único que estos dos compuestos tienen en común es que activan el receptor de progesterona en intensidades similares. La buena noticia es que existe una progesterona bioidéntica que no produce todos los efectos secundarios de las progestinas.
Sin embargo, a las compañías farmacéuticas no les interesa este compuesto porque no pueden patentarlo. La compañía Health Natura fabrica una progesterona bioidéntica de alta calidad que se llama Simply Progesterone y que también contiene vitamina E, que es lo que recomendaba Ray Peat. Por lo tanto, este es el único producto que recomiendo.
En teoría, se podrían mezclar 30 mg de progesterona en polvo USP con un tercio de una cápsula de vitamina E para garantizar su absorción, pero hasta donde tengo entendido, no venden progesterona en polvo.
Por esa razón, esta compañía recomienda 3 gotas dos o tres veces al día, pero otra buena estrategia sería frotar 10 gotas en el interior de las mejillas entre 20 y 30 minutos antes de acostarse, ya que la progesterona también estimula el GABA, lo que mejora el sueño y regula la producción de aldosterona, que puede limitar la cantidad de veces que despierta por las noches para ir al baño.
La influencia de los movimientos sociales en los productos anticonceptivos
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos experimentó un auge económico sin precedentes que tuvo un impacto importante en las tasas de matrimonio y natalidad (la época del baby boom), así como en el desarrollo industrial. En aquella época, predominaban los valores familiares y cristianos, y había restricciones con respecto al control de la natalidad y el aborto.
Al mismo tiempo, comenzó a surgir el movimiento feminista, en el que las activistas alentaban a las mujeres a trabajar en lugar de pasarla en casa "descalzas y embarazadas". Este movimiento lo respaldaron las grandes compañías, que vieron una oportunidad de mercado en las mujeres que ganan su propio dinero. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"La terapia de reemplazo hormonal estrogénica para la menopausia ayudó a capitalizar e impulsar el número de mujeres que comenzaron a trabajar. Pero esto se convirtió en todo un desafío, sobre todo para las mujeres con hijos.
Por lo tanto, las feministas solicitaron más opciones para el control de la natalidad. Simone de Beauvoir, una importante feminista de aquella época, levantó controversia cuando dijo que ´ninguna mujer debería quedarse en casa a criar a sus hijos. La sociedad no debería ser así, las mujeres no deberían tener esa opción, porque cuando la tienen, muchas la prefieren´.
Entre 1940 y 1960, se cuadruplicó el número de madres que trabajaban. Al mismo tiempo, las intenciones de las grandes compañías de beneficiarse de este movimiento eran evidentes, pero también había otras motivaciones".
El control demográfico y la eugenesia
Esas dos motivaciones eran la eugenesia y el control demográfico. Thomas Malthus sembró la narrativa sobre la necesidad de controlar la población, y decía que el crecimiento demográfico debía reducirse para no sobrepasar el suministro de alimentos disponible, ya que, de no ser así, podríamos morir de hambre.
La eugenesia se inspiró en la teoría de Charles Darwin sobre la supervivencia del más fuerte y en la idea de que la humanidad podría evolucionar a seres "perfectos". De hecho, Sir Francis Galton (primo de Darwin) hizo todo lo posible para que la eugenesia ganara popularidad.
Según esta ideología, las personas débiles y enfermas, al igual que aquellos sin buenos rasgos genéticos, no deberían reproducirse, y lo ideal sería que desaparecieran por completo para acelerar la evolución del "Übermensch" (superhombre).
Incluso la endogamia dentro de familias ricas es el resultado de esta ideología, que en muchos casos ha tenido peores resultados, ya que una coincidencia genética demasiado estrecha entre padres (como primos casados) suele resultar en niños con discapacidades intelectuales y problemas de salud que causan muerte prematura.
En la actualidad, cambiaron el nombre de eugenesia por transhumanismo, que suena más progresista y enmascara sus negras intenciones. Pero, al igual que la eugenesia, el transhumanismo consiste en separar a los dignos de los indignos con el fin de deshacerse de ellos lo antes posible.
Las mejoras tecnológicas (y genéticas) que se están desarrollando serán para los ricos, mientras que la clase esclava (la población en general) se puso en el camino de la infertilidad masiva, que tiene como objetivo final exterminarnos para siempre.
Algunas de las personas más ricas del planeta (del pasado y el presente), han dedicado sus vidas a promover la ideología eugenista/transhumanista, y sus fundaciones caritativas han financiado investigaciones en esta área durante más de 100 años. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"John D. Rockefeller Jr., que dirigió la Fundación Rockefeller desde 1897, estaba muy interesado por la eugenesia y el control de la población. Tanto que se volvió miembro de la American Eugenics Society y trabajó como administrador en el Bureau of Social Hygiene.
Las investigaciones sobre control demográfico y la eugenesia sentaron la base para que estas ideas se volvieran parte de las leyes de los Estados Unidos. El objetivo principal era enfocarse en la salud reproductiva, ya que las sentencias judiciales permitían la esterilización forzada de los "no aptos".
De hecho, la Fundación Rockefeller fue uno de los principales respaldos financieros del Instituto Kaiser Wilhelm de Antropología, Herencia Humana y Eugenesia de Berlín durante los años 20 y 30. En 1916, Margaret Sanger, una importante feminista y fundadora de Planned Parenthood, comenzó a promover el control de la natalidad y abrió una clínica ilegal en Brooklyn.
Margaret Sanger quería encontrar un método anticonceptivo más práctico y accesible. Pensó en una pastilla anticonceptiva, por lo que comenzó a presionar al gobierno para legalizarla.
Aunque en los años 40 Margaret Sanger no obtuvo el apoyo que buscaba, al defender los derechos de las mujeres como medio para promover el control de la natalidad, más tarde decidió recurrir a otras ideologías más populares y lucrativas. Se acercó a la Fundación Rockefeller en busca de financiación para la investigación de anticonceptivos, y recibió su apoyo.
La familia Rockefeller, encabezada por John D. Rockefeller, Jr., aceptó con mucho entusiasmo el controvertido trabajo de Margaret Sanger sobre el control de la natalidad con el pretexto de mejorar la salud pública y materna".
La estrategia de controlar a la población a través de la fertilidad
En 1952, John D. Rockefeller III creó una organización sin fines de lucro que llamó Population Council, la cual tenía como objetivo frenar el crecimiento demográfico a través del control de la fertilidad. Como se menciona en el vídeo titulado “The Disturbing Truth Behind Birth Control:
"Planned Parenthood, con el apoyo de los defensores del control de la población, fusionó las ideas de planificación familiar, eugenesia, feminismo y control de la población.
El verdadero objetivo de todo este movimiento era manipular las normas sociales prevalecientes, y de ese modo pasar de una época que se caracterizaba por tener familias sólidas con numerosos hijos a una nueva era en la que se mantenía el control de la población. Y la mejor forma de lograrlo fue creando métodos anticonceptivas prácticos y accesibles".
Después, el vídeo menciona a los personajes clave en el desarrollo del primer anticonceptivo oral y la ética cuestionable con respecto a sus pruebas e ingredientes. Por ejemplo, nunca se investigó la posibilidad de incrementar el riesgo de cáncer, a pesar de que era muy evidente.
En 1960, la FDA aprobó la pastilla Enovid de G.D. Searle, esto a pesar de que no se había sometido a los 25 años de pruebas de seguridad que se requieren para aprobar un producto como este. La aprobación de la FDA se basó en una laguna jurídica que permitía que los medicamentos se aprobaran en intervalos de dos años.
En 1963, Ortho Pharmaceutical presentó Ortho-Novum, al año siguiente, Parke-Davis introdujo Norlestrin y Syntex lanzó Noriny.
A finales de 1961, el 88 % de las clínicas de Planned Parenthood proporcionaban alguna de estas pastillas anticonceptivas y, en un periodo de cinco años, hasta el 95 % de los especialistas en obstetricia y ginecología las prescribían. En 1966, el 71 % de los pacientes de Planned Parenthood tomaban esta pastilla. Casi al mismo tiempo, comenzaron a promoverse los estrógenos como la cura para la menopausia.
Los peligros de los anticonceptivos orales
En 1969, Barbara Seaman publicó el artículo titulado "The Doctor’s Case Against the Pill", en el que habla sobre todos los riesgos de los anticonceptivos orales, incluyendo la hipertensión, los ataques cardíacos y coágulos sanguíneos. Después de un tiempo, se añadió una etiqueta de advertencia sobre el riesgo de coágulos sanguíneos y algunas marcas redujeron sus dosis, pero reemplazaron los estrógenos con compuestos más estrogénicos para compensar esta diferencia.
En 1976, los investigadores establecieron una relación entre la TRH para la menopausia, el cáncer de endometrio y los trastornos de la coagulación sanguínea. ¿Qué se hizo al respecto? Solo pusieron más etiquetas de advertencia. Cuando bajaron las ventas de la TRH, los fabricantes cambiaron su estrategia y comenzaron a agregar progestinas sintéticas, al parecer para contrarrestar los efectos secundarios del estrógeno.
Sin embargo, esto no funcionó porque un gran número de estudios demuestran sus efectos negativos. El Coronary Drug Project, que se realizó de 1965 a 1985, encontró que el Premarin (un tipo de estrógeno) incrementó las tasas de cáncer, enfermedades cardíacas y mortalidad.
Por su parte, el Estudio de la Salud de las Enfermeras que se realizó en 1976, encontró que la TRH incrementó el riesgo de derrame cerebral isquémico y de cáncer, mientras que, en 1948, el Estudio de Framingham encontró que las mujeres que tomaban estrógenos tenían mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Los anticonceptivos orales también pueden reducir los niveles de nutrientes esenciales, como la vitamina B, el zinc, el selenio, el magnesio y la vitamina E, que como mencioné antes, producen efectos antiestrogénicos. En 1991, se creó la Iniciativa de Salud de la Mujer, en la que participaron decenas de miles de mujeres. Después de varios años, los peligros de la TRH se volvieron evidentes y difíciles de esconder.
Las participantes utilizaban Premarin (el producto de TRH con un tipo de estrógeno), solo o junto con Provera (acetato de medroxiprogesterona), que es la progestina sintética que se utiliza en las inyecciones anticonceptivas. Ambas intervenciones se suspendieron antes de que concluyera el estudio debido a que hubo muchos casos de enfermedades vasculares, deterioro cognitivo, cánceres y más.
En el año 2000, se lanzó la pastilla Yaz de Bayer, que contiene la progestina sintética drospirenona y etinilestradiol. Fue todo un éxito, pero en 2019 ya tenía casi 20 000 demandas y se había relacionado con más de 100 muertes. Bayer pagó casi 2 mil millones de dólares en acuerdos.