📝    HISTORIA EN BREVE

  • La cistitis es un tipo de infección del tracto urinario (ITU) que afecta la vejiga. Cuando las bacterias viajan por la uretra y llegan a la vejiga, pueden infectar la orina y provocar inflamación en el revestimiento de este órgano
  • Existen diferentes patógenos que pueden desencadenar una ITU y los más comunes son: Escherichia coli (E.coli), Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Enterococcus faecalis y Staphylococcus saprophyticus
  • Los arándanos se han utilizado en la medicina tradicional para el tratamiento y profilaxis de las infecciones urinarias. La D-manosa, que es el componente activo de los arándanos, podría ser beneficiosa contra las infecciones urinarias
  • Siempre es mejor prevenir que curar una enfermedad y algunas prácticas básicas de higiene pueden ser de gran ayuda para mantener el tracto urinario femenino y la vejiga en óptimas condiciones

🩺Por el Dr. Mercola

Es probable que la mayoría de las mujeres experimenten una infección del tracto urinario (ITU) por lo menos una vez en su vida. Esta afección, que perjudica entre el 25 y 60 % de las mujeres, se produce cuando las bacterias patógenas ingresan a la uretra de una persona e infectan el tracto urinario. De acuerdo con una investigación que se publicó en 2015, las ITU fueron la causa por la que 10.5 millones de personas de Estados Unidos acudieron al médico en 2007.

Las mujeres son más propensas a sufrir infecciones del tracto urinario que los hombres y, en parte, esto se debe a su anatomía: su uretra es más corta y esto facilita que las bacterias entren a la vejiga. La abertura uretral también está más cerca tanto de la vagina como del ano y esto permite que las bacterias lleguen a ella con mayor facilidad. Además, en el caso de los hombres, la próstata produce un inhibidor del crecimiento bacteriano que se segrega de forma directa en el sistema urinario.

Existen diferentes patógenos que pueden desencadenar una ITU. Los os más comunes son: la Escherichia coli (E.coli), Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Enterococcus faecalis y Staphylococcus saprophyticus. Entre ellos, la E. coli es responsable del 80 al 90 % de los casos, y suele encontrarse en el tracto intestinal y en el ano. De acuerdo con la Oficina de Salud de la Mujer de Estados Unidos, las infecciones urinarias más comunes son las que afectan la vejiga y esto se conoce como cistitis.

¿Qué es la cistitis y cuáles son sus síntomas?

Para comprender qué es la cistitis, primero es necesario que conozca cómo funciona la vejiga. Este es un órgano muscular hueco que tiene forma de triángulo, se encuentra en la parte inferior del abdomen y se expande y relaja para almacenar la orina. También se contrae y se aplana para que la orina pueda vaciarse a través de la uretra, que es el tubo por donde pasa la orina.

Sin embargo, ciertos factores, como una mala higiene, pueden provocar que las bacterias se transfieran a la uretra. Cuando las bacterias viajan por ese tubo y llegan a la vejiga, infectan la orina y provocan inflamación en el revestimiento de este órgano.

La razón por la que su cuerpo no puede solo expulsar a la bacteria E. coli a través de la orina es porque las bacterias se encuentran cubiertas con pequeñas proyecciones similares a dedos que se conocen como fimbrias, las cuales se encuentran conformadas por una glicoproteína llamada lectina, que es un complejo de aminoácido-azúcar que las hace pegajosas y les permite adherirse a la pared interna de la vejiga.

La cistitis no es contagiosa y, al contrario de lo que algunas personas piensan, no se puede transmitir a través de las relaciones sexuales. No obstante, puede causar mucho dolor y malestar. Estos son algunos síntomas de esta condición:

Necesidad frecuente de orinar, que resulta en la expulsión de unas cuantas gotas

 

Sensación de ardor al orinar

 

Orina de olor fuerte, coloración turbia (y a veces con sangre)

 

Dolor en la parte inferior del abdomen

 

Aunque la cistitis no es peligrosa en sí misma, puede tener consecuencias perjudiciales si no se trata. La infección puede “retroceder” y afectar otros órganos con mayor profundidad y esto incluye a los riñones. Si esto sucede, es posible que necesite atención médica, ya que puede causar daño a los riñones o incluso insuficiencia renal.

Una investigación reciente que se publicó en la revista Molecular Biology sugiere que, en la actualidad, la causa de la mayoría de las ITU es una mezcla de diferentes patógenos, no solo la E. coli. De acuerdo con los autores, los datos que obtuvieron a través de analizar la orina y biopsias de la vejiga "sugieren que, tanto diversas especies bacterianas como la respuesta inmune adaptativa ejercen un rol importante" en las ITU recurrentes.

Los arándanos: un remedio natural para la cistitis

Los arándanos también se han utilizado en la medicina tradicional para el tratamiento y profilaxis de las infecciones urinarias. En un artículo publicado en Future Journal of Pharmaceutical Sciences en 2020, se analizó la evidencia de actividad bactericida en extractos de plantas como terapia alternativa contra las infecciones urinarias, y se descubrió que las proantocianidinas de los arándanos tenían un efecto único sobre las bacterias, ya que impidieron que las bacterias se adhirieran a las paredes del tracto urinario y esto frenó el desarrollo de la infección.

No obstante, no todos los productos de arándano tienen el mismo efecto. Un estudio analizó diferentes suplementos de arándano y descubrió que aquellos que prevenían las infecciones urinarias recurrentes contenían 36 mg de proantocianidinas como mínimo.

La D-manosa que está presente en los arándanos puede ser de gran ayuda para proteger su tracto urinario

La D-manosa es el componente activo de los arándanos y puede ser beneficiosa contra las infecciones urinarias y es un azúcar natural que tiene una relación muy estrecha con la glucosa. A pesar de ello, el cuerpo absorbe la D-manosa más despacio que la glucosa, y además, no se convierte en glucógeno ni se almacena en el hígado. Solo se metabolizan cantidades muy pequeñas de D-manosa, por lo que no interfiere con los niveles de azúcar de su cuerpo.

Hoy en día, es posible comprar suplementos de D-manosa además de obtenerla de los arándanos. Las células producen la manosa que recubre el revestimiento interno de los órganos urinarios. La lectina de la fimbria de las bacterias se une a la manosa, razón por la cual las bacterias se adhieren a las paredes de su sistema urinario.

Cuando toma un suplemento de D-manosa, las bacterias se adhieren a la manosa presente en la orina, que se elimina al momento de orinar. A medida que disminuye la carga bacteriana en las células epiteliales, los agentes del sistema inmunológico las superan con mayor facilidad.

Recomendaciones adicionales para aliviar y tratar la cistitis de forma natural

De acuerdo con la medicina convencional, lo recomendable es que tome antibióticos para tratar la cistitis, pero esto podría ser más perjudicial a largo plazo. En lugar de eso, recurra a estos remedios caseros y descubra si pueden ayudarle a aliviar los síntomas:

Beba agua de perejil. El perejil actúa como un diurético que aumenta la micción y esto permite eliminar las bacterias del tracto urinario. Aquí le presento dos maneras de hacerlo:

  • Hierva el agua y agregue 1 taza de perejil fresco. Baje el fuego y deje cocinar a fuego lento de 6 a 10 minutos, para dejar que las hojas infundan el agua. Cuando esto pase, retire las hojas y beba la mezcla fría o caliente.
  • Si tiene perejil seco, ponga 2 cucharadas en una taza de agua hirviendo, tape y deje reposar durante ocho minutos. Cuele y ya está lista para beber.

Haga una mezcla de cremor tártaro y limón. El cremor tártaro puede ayudar a cambiar el pH de la orina, de modo que a las bacterias les resultará difícil sobrevivir, mientras que el limón puede aportar vitamina C adicional. Siga estos pasos:

  1. Revuelva 1 1/2 cucharaditas de cremor tártaro en una taza de agua tibia.
  2. Agregue jugo de limón y beba una o dos veces al día.

Pruebe con bicarbonato de sodio. Su naturaleza alcalina puede ayudar a neutralizar o reducir la acidez de la orina y puede ayudar a aliviar la incómoda sensación de ardor. Lo único que debe haber es mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio en 8 onzas de agua filtrada hasta que se disuelva y, después, beberla. Esto se debe hacer a primera hora por la mañana durante una semana, como mínimo.

Coma rábano picante. Este vegetal picante contiene un compuesto natural llamado isotiocianato de alilo (AITC, por sus siglas en inglés), que tiene potentes efectos antimicrobianos y mata las bacterias por completo. A continuación, se explica cómo utilizar el rábano picante para tratar las infecciones urinarias:

  1. Consiga un poco de rábano picante fresco, rállelo hasta tener al menos media cucharadita y consuma.
  2. Tome un trago de agua o leche para frenar el picante del vegetal.
  3. Haga esto solo tres veces al día y suspenda si experimenta malestar estomacal.

Mastique semillas de apio. Estas semillas funcionan como diuréticos, de manera similar que el perejil, y aumentan la producción de orina. Mastíquelos una o dos veces al día como refrigerio después de las comidas.

Cistitis intersticial: otro tipo de afección de la vejiga que debe tener presente

Es posible que también haya oído hablar de la cistitis intersticial (CI), pero no se confunda: no es igual que la cistitis común. La CI no es causada por bacterias, ni responde a los antibióticos.

La CI también se conoce como síndrome de vejiga dolorosa, ya que desencadena episodios recurrentes de dolor y malestar. Las personas que la padecen también podrían experimentar migraña, síndrome del intestino irritable, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y alergias. También es posible que se presente una necesidad frecuente de orinar, a veces hasta 60 veces al día, incluso por la noche. Solo la mitad de las personas con el trastorno pueden trabajar tiempo completo.

Se desconoce el mecanismo exacto de la afección, pero las biopsias han indicado anomalías en la pared de la vejiga. Las líneas de investigación sobre el desencadenante se centran en la capa interna de la pared de la vejiga que puede permitir el paso de toxinas o sustancias que bloquean el crecimiento normal de las células que recubren la vejiga. Otros especulan que un agente viral puede desencadenar una infección o que un trastorno autoinmunológico podría ser el responsable.

Para controlar la CI, lo primero que debe hacer es identificar los alimentos que irritan la vejiga y desencadenan el dolor. Algunos de los más molestos son las bebidas que contienen cafeína, el alcohol, los cítricos, las comidas picantes y los endulzantes artificiales. Llevar un diario que le ayude a identificar cuáles son sus peores factores desencadenantes podría ser de gran ayuda. Cuando sufra un episodio, tome en cuenta estas soluciones para aliviar el dolor sin medicamentos:

Beber más agua para reducir la concentración de orina.

 

Aplicar una compresa caliente o fría en el área del perineo (cámbielas para ver cuál funciona mejor)

 

Tomar un baño de asiento con agua tibia con o sin sal de Epsom.

 

Relajar los músculos pélvicos colocando las rodillas sobre el pecho o acostado boca arriba con las piernas abiertas.

 

Si no sigue una dieta restringida en sal, mezcle un vaso de agua con 1 cucharadita de bicarbonato de sodio para ayudar a reducir la sensación de ardor.

Procure tener una buena higiene para reducir el riesgo de sufrir infección urinaria y cistitis

Siempre es mejor prevenir que curar una enfermedad y, como mujeres, algunas prácticas básicas de higiene pueden ser de gran ayuda para mantener el tracto urinario y la vejiga en óptimas condiciones.

Orine cada que lo necesite; no resista las ganas

Evite el uso de aerosoles de higiene femenina, ya que podrían irritar su uretra

Báñese en la regadera en lugar de la tina; evite tinas o jacuzzis

Limpie sus genitales antes del contacto sexual

Límpiese de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias entren en su uretra

Utilice un bidet

Elija alimentos saludables que puedan ayudarle a evitar las infecciones urinarias

Incluir fuentes saludables y naturales de probióticos, como alimentos fermentados como el kéfir, el kimchi, el chucrut y otros vegetales fermentados puede ayudarle a evitar la cistitis y las infecciones urinarias. De acuerdo con un análisis publicado en el Turkish Journal of Urology:

“[L]as especies de Lactobacillus (en particular la L. rhamnosus GR-1 y la L. reuteri) podrían ser efectivas para prevenir y tratar las infecciones urinarias recurrentes... En general, Lactobacillus y Streptococcus son las especies que se observan con mayor frecuencia y se han realizado muchos estudios sobre ellas. Ambos microorganismos son bacterias del ácido láctico y tienen funciones protectoras contra patógenos colonizados en la región urogenital”.

De igual manera, debe evitar el pollo de granjas industriales y optar por pollo orgánico alimentado con pastura. Algunos estudios más recientes han demostrado de manera concluyente que la mayoría de las ITU son causadas por la exposición a pollos contaminados. Las gallinas de granjas industriales son la fuente de la mayoría de las infecciones urinarias resistentes a los antibióticos, un problema que proviene del uso rutinario de antibióticos para estimular su crecimiento, lo que ha permitido el desarrollo de la resistencia. Las cepas de E. coli resistentes a los medicamentos que provienen de la carne del supermercado fueron vinculadas con las cepas encontradas en infecciones de E. coli en humanos desde el 2005.

Un estudio publicado en la revista mBio en el 2018 encontró que el 79.8 % de las muestras de pollo, cerdo y pavo adquiridas en grandes tiendas minoristas en Flagstaff, Arizona, estaban contaminadas con E. coli. Los investigadores también analizaron muestras de sangre y orina de los visitantes de un importante centro médico en el área y encontraron E. Coli en el 72.4 % de los diagnosticados con ITU.


🔍 Fuentes y referencias