📝 HISTORIA EN BREVE
- Los probióticos son “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, producen beneficios en el huésped”
- Algunas de sus funciones principales incluyen: mantener un equilibrio saludable entre las bacterias de su cuerpo, ayudar a procesar y utilizar mejor los nutrientes y prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos
- Las mejores fuentes de bacterias beneficiosas incluyen: los alimentos fermentados como los vegetales fermentados, el yogur orgánico y el kéfir, ya que contienen de 1 millón a 1 billón de microbios vivos por gramo
- Lo ideal es que consuma una gran variedad de alimentos y bebidas fermentados, ya que esto ayudará a poblar su intestino con microorganismos diferentes
🩺Por el Dr. Mercola
Los probióticos (que también se conocen como bacterias buenas) se han vuelto muy populares en los últimos años, y con justa razón, ya que tener un microbioma saludable, refuerza mucho más que el tracto gastrointestinal. De hecho, el microbioma intestinal es tan importante para la salud que, los investigadores lo comparan con "un órgano recién reconocido".
Optimizar su salud intestinal al consumir más probióticos puede producir grandes beneficios que reforzarán tanto su salud física como mental. En este artículo, le hablaré sobre los muchos beneficios de los probióticos, las mejores fuentes alimentarias y cómo mantener niveles adecuados de bacterias buenas en su intestino.
¿Qué son los probióticos?
El término “probióticos” proviene del griego y significa “para la vida”. Pero, tanto su definición como su comprensión han evolucionado bastante con el tiempo. Por ejemplo, en 1965, los probióticos se definieron como “sustancias secretadas por los microorganismos que estimulan el crecimiento de otros"; sin embargo, en 1974 se definieron como "organismos y sustancias que ayudan a mantener el equilibrio del microbioma intestinal". Dicha definición se ha mantenido desde entonces.
Hace algunos años, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación/ la Organización Mundial de la Salud (FAO/OMS), confirmaron la definición de la Asociación Científica Internacional para Probióticos y Prebióticos, que establece que los probióticos “son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, producen beneficios en el huésped”. Con base en estas definiciones, se considera que un microbio es una probiótico si puede:
- Aislarse de un ser humano
- Sobrevivir en el intestino después de consumirlo
- Producir beneficios para la salud
- Puede consumirse de forma segura
Aunque estos microorganismos vivos suelen relacionarse con el intestino, también se encuentran en la boca, la vagina, el tracto urinario, la piel y los pulmones. Hay algunos alimentos que contienen este tipo de bacterias buenas. Si bien, los probióticos suelen componerse de bacterias beneficiosas, como Lactobacillus y Bifidobacterium, también pueden incluir levaduras buenas como Saccharomyces boulardii.
Según las investigaciones, el microbioma se compone de unos 100 billones de bacterias. Pero, en realidad esta cantidad es mucho mayor, ya que por cada bacteria hay al menos 10 virus y hongos que viven sobre o dentro de su cuerpo, y estos organismos participan en funciones vitales que no serían posibles sin ellos.
Los usos y beneficios de los probióticos
La función principal de los probióticos es mantener el equilibrio saludable de bacterias en su cuerpo. Esto es muy importante porque ayuda a mantener a las bacterias patógenas y otros tipos de microbios bajo control, lo que evita que dañen la salud. Los probióticos también ayudan a procesar y utilizar los nutrientes, así como a prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos.
Otros beneficios de los probióticos incluyen:
- Mejorar la función inmunológica. Dado que casi el 70 al 80 % de su sistema inmunológico se encuentra en su tracto gastrointestinal, tener un intestino saludable refuerza todos los aspectos de su salud. Las bacterias del tracto gastrointestinal influyen en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmunológico de la mucosa que, a su vez, "ayuda a mantener la homeostasis intestinal y activar respuestas protectoras sistémicas".
- Combatir los problemas gastrointestinales. Los estudios en humanos y animales demuestran que los probióticos podrían ayudar a aliviar los problemas gastrointestinales, como la diarrea asociada a antibióticos e infecciosa, la enterocolitis necrosante, la colitis ulcerosa y el síndrome del intestino irritable (SII).
- Reducir el riesgo de enfermedad celíaca. La enfermedad celíaca es un problema de salud autoinmune que hace que el cuerpo ataque su propio tejido al consumir gluten, lo que daña el intestino y reduce la absorción de nutrientes. Las investigaciones demuestran que los probióticos podrían ayudar a restablecer la función de barrera intestinal en personas con enfermedad celíaca, así como aliviar la gravedad de este problema de salud al reducir la inflamación. Más tarde, otras investigaciones encontraron que la cepa probiótica Saccharomyces boulardii KK1 ayudó a revertir la progresión de esta enfermedad.
- Reforzar la salud del corazón. Un análisis de nueve estudios que evaluaron la relación entre los probióticos y la presión arterial descubrió que a diferencia de las personas que no consumen probióticos, aquellos que lo hacen de forma regular suelen tener una menor presión arterial. Este análisis también encontró que el probiótico Lactobacillus marinus previene de manera efectiva la hipertensión sensible a la sal al modular las células TH17.
- Reforzar la salud mental. La mayoría de las personas relacionan la salud mental con el cerebro, pero, el intestino también influye mucho en su estado psicológico y emocional. Hace algún tiempo, se reconoció la relación intestino-cerebro como un principio básico de la fisiología y la medicina. Cada vez más investigaciones demuestran que los problemas intestinales pueden afectar su salud mental, y podrían causar otros problemas como ansiedad y depresión.
Por ejemplo, un estudio aleatorizado y controlado con placebo de pequeño alcance que involucró a 44 adultos con SII y depresión o ansiedad de leve a moderada encontró que, el probiótico Bifidobacterium longum NCC3001 ayudó a combatir la depresión.
6. Estimular la pérdida de peso. Un estudio que se publicó en el European Journal of Clinical Nutrition descubrió que, beber leche fermentada durante 12 semanas ayudó a que las personas con obesidad redujeran su grasa abdominal en casi un 5 % y su grasa subcutánea en más de un 3 %.
7. Reducir el riesgo de alergias en niños. Según un estudio que se publicó en la revista Pediatrics, consumir probióticos durante el embarazo y darles probióticos a los niños durante sus primeros años de vida podría ayudar a reducir el riesgo de alergias.
8. Ayudar a tratar la enfermedad periodontal. Un estudio doble ciego controlado por placebo encontró que el probiótico Lactobacillus reuteri prodentis ayudó a mejorar la efectividad del tratamiento para la periodontitis crónica (raspado y alisado radicular) en un 53 %.
9. Proteger de la diabetes tipo 2. Un estudio que se publicó en la revista PLOS One relacionó los cambios en la composición del microbioma intestinal con la diabetes tipo 2, y también mencionó que existe una relación entre las enfermedades metabólicas y las poblaciones bacterianas en el intestino.
10. Mejorar la función cognitiva y el desarrollo. Los bebés con un microbioma intestinal anormal tienen sistemas inmunológicos débiles, así como mayor riesgo de desarrollar TDAH, autismo y problemas de aprendizaje, por lo que fortalecer el microbioma intestinal durante las primeras semanas de vida es vital para la salud de su sistema inmunológico. En adultos, los probióticos ayudan a mejorar la flexibilidad cognitiva y combatir el estrés.
Evite estos factores cotidianos que dañan el microbioma intestinal
¿Sufre de inflamación abdominal, flatulencias, fatiga, dolores de cabeza, antojo de azúcar y estreñimiento o diarrea? Todos estos síntomas suelen ser una señal de que las bacterias dañinas se han apoderado de su intestino, que es un problema más común de lo que imagina, ya que las bacterias intestinales son muy vulnerables a las amenazas cotidianas, que incluyen:
- Antibióticos
- Agua fluorada o clorada
- Productos antibacteriales, como jabones y desinfectantes para manos
- Sustancias químicas agrícolas como herbicidas y pesticidas
- Contaminación
- Estrés
- Ciertos medicamentos (como los inhibidores de la bomba de protones y los antiinflamatorios no esteroideos)
Otro de los peores enemigos de las bacterias intestinales saludables es una mala alimentación, ya que comer azúcar, granos refinados, alimentos ultraprocesados y productos que provienen de animales que se crían de forma convencional y reciben inyecciones antibacterianas nutre a los microorganismos patógenos en el intestino, lo que altera el equilibrio del microbioma intestinal. El primer paso para equilibrar su microbioma intestinal es evitar estos alimentos que promueven la inflamación, sobre todo el azúcar refinado y los alimentos procesados.
Todas las formas de azúcar alimentan a las bacterias malas en el intestino y promueven la inflamación sistémica. Le recomiendo que limite su consumo diario de fructosa de todas las fuentes a 25 gramos al día o menos. Eliminar los alimentos procesados también reducirá bastante su exposición a los ingredientes transgénicos, que promueven la inflamación crónica y destruyen las bacterias intestinales saludables, al igual que a pesticidas como el glifosato, que también alteran el microbioma y causan inflamación.
Las mejores fuentes alimentarias de probióticos
Una vez que elimine los alimentos dañinos de su alimentación y comience a nutrir su intestino con probióticos, su microbioma recuperará su equilibrio. Los alimentos fermentados son la mejor fuente de bacterias buenas, ya que contienen de 1 millón a 1 billón de microbios vivos por gramo. Lo ideal es que consuma una gran variedad de alimentos y bebidas fermentados, ya que esto ayudará a poblar su intestino con microorganismos diferentes. Algunos de estos alimentos y bebidas, incluyen:
- Vegetales fermentados, kimchi y chucrut
- Productos lácteos fermentados como yogur orgánico natural, kéfir y crema agria
- Kombucha (una bebida gaseosa fermentada que se elabora con té, azúcar, bacterias y levadura)
- Lassi (una bebida de yogur)
- Soya fermentada como tempeh y natto
Le recomiendo que a cada comida del día le agregue alrededor de un cuarto de taza a media taza (2 a 4 onzas) de vegetales u otros alimentos fermentados. Al momento de comprar alimentos fermentados, evite las versiones pasteurizadas, ya que el proceso de pasteurización destruye muchos de los probióticos naturales. Esto incluye la mayoría de los yogures comerciales con "probióticos" que venden en el supermercado, y que también contienen azúcar agregada.
Otras estrategias para reforzar su microbioma intestinal
Además de comer alimentos ricos en probióticos y evitar los factores que dañen a las bacterias buenas, aquí hay otras formas de reforzar y nutrir a los microbios beneficiosos de su cuerpo:
- Comer más alimentos ricos en prebióticos. Es importante que no los confunda con los probióticos. Los prebióticos suelen encontrarse en alimentos ricos en fibra. Sus bacterias intestinales buenas se alimentan de fibra no digerible. La inulina es un tipo de fibra soluble en agua que se encuentra en los espárragos, el ajo, los puerros y las cebollas y que ayuda a nutrir las bacterias intestinales beneficiosas.
- Abrir las ventanas. Los estudios demuestran que abrir las ventanas e incrementar el flujo de aire natural puede mejorar la diversidad y la salud de los microbios en casa, lo que a su vez beneficia su salud y la de su familia.
- Practicar jardinería. La jardinería puede ayudarle a conectarse con la naturaleza y volver a familiarizar a su sistema inmunológico con todos los microorganismos que viven en las plantas y en la tierra.
Lo invito a que implemente estas estrategias y consuma probióticos todos los días, ya que esto le ayudará a optimizar la salud de su intestino. Tener el intestino y el microbioma saludables, ayudará a su cuerpo a resistir a las enfermedades y reforzará todos los aspectos de su salud.
🔍 Fuentes y referencias
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